Capítulo 2: "Escapando de la rutina"
Un par de jovencitos caminaban por las calles de una moderna ciudad, cuando de repente detuvieron su andar frente a un modesto hotel.
Creo que aquí pasaremos la noche, hoy no creo que sea un buen día para salir a caminar, dijo Gokú mirando el cielo oscurecer por la presencia de oscuras nubes que amenazaban con desatar una lluvia en cualquier momento.
Si tienes razón, entremos a solicitar nuestras habitaciones, contesto la bella jovencita pelinegra.
Los jóvenes entraron al modesto hotel y pidieron dos habitaciones para pasar la noche, ambos jóvenes se instalaron en sus respectivas habitaciones quedando encontrarse en un par de horas en el cafetín del hotel.
Horas después: "Cafetín"
¡Disculpa por hacerte esperarme¡ decía sonriendo la bella jovencita pelinegra sentándose frente al joven de cabello alborotado.
Me tomé la libertad de pedirte una taza de café y una rebana de pastel de chocolate para el frio, pronunció Gokú con una bella sonrisa que hechizaba a la jovencita.
¡Gracias¡ me encanta el pastel de chocolate y el café, respondió la pelinegra.
Aprovechemos las pocas horas que quedan del día para conocernos más ya que debido al clima hoy no saldremos, agregó el joven de cabello alborotado mirando a través de la gigantesca ventana la torrencial lluvia.
Me parece bien, dijo la pelinegra asintiendo con la cabeza.
Entonces empiezo yo. Soy Gokú Son, hijo único; vivo en Ciudad Satán con mi madre, mis tíos y un par de primos, me dedico a las artes marciales, ellas son mi mayor pasión, añadió Gokú sonriendo.
¿Y tu padre?, dijo intrigada la pelinegra.
De ese hombre no me gusta hablar, por eso no utilizo su apellido si no el de mi madre, el de mi abuelo fallecido, pero te diré algo, él también está muerto, acotó Gokú con seriedad.
Disculpa, no debí preguntar mas, respondió apenada la pelinegra.
No, no te preocupes, es que cada vez que me acuerdo de ese hombre y del sufrimiento que mi madre pasó por él me da rabia, es todo, pero lo bueno es que ya no está más en este mundo, dijo Gokú calmadamente.
Bueno, entonces ahora te contaré de mí. Soy hija única, mi madre falleció en un accidente cuando tenía 8 años, vivo con mi padre desde entonces, quién nunca pareció serlo pues durante el tiempo que vivió mi madre solo sufría ya que solo vivían discutiendo, hace 3 años mi padre adquirió un nuevo compromiso. Mi padre pasa más tiempo junto a su nueva esposa e hijastros que conmigo, lo que yo haga no le importa mucho y siempre dice que solo soy una carga para él y que cada día le recuerdo más a mí madre y eso le traen otros recuerdos que lo ponen de mal humor, lo único que le importa aparte de su nueva familia son sus empresas. ¡Ah¡ antes vivía en Fri pan pero hace 1 año estoy en Ciudad Satán donde estudio gastronomía en la universidad que lleva el mismo nombre de la ciudad. Las artes marciales son mi pasión con ellas siento que me libero de mis problemas y los olvido por momento, por eso vine a estas cortas vacaciones escapando de todos mis problemas contesto Milk con tristeza.
¿Y cómo te llevas con tú madrastra y hermanastros?, dijo Gokú con tristeza.
Le soy indiferente a mi madrastra, mi hermanastro es un idiota acosador y mi hermanastra es la única que me cae bien. ¿Y tú como te llevas con tus familiares?, agregó la pelinegra.
Mi madre vive más pendiente de sus negocios que conmigo al igual que mis tíos que viven obsesionados en una venganza pendiente al igual que mi madre, mis primos son los únicos con los que me llevó bien aunque algunas veces tengo mis roces con uno de ellos, dijo Gokú.
No todo es perfecto, respondió Milk.
Pues no, parece que nuestras historias son similares, ambos no tenemos una vida muy feliz que digamos, dijo Gokú con melancolía.
Sí, eso parece, pronunció la pelinegra.
Ya no estés triste el tiempo que estemos aquí escapando de nuestra rutina diaria, trataremos de olvidar todo lo que nos lastima y seremos felices, ¿Qué te parece mi idea?, dijo Gokú sonriendo.
Muy buena, respondió la pelinegra.
Parece que la lluvia ceso, ¿te gustaría salir a caminar un poco?, acotó Gokú mirando a la ventana y luego a la pelinegra.
Sí, dijo la pelinegra sonriendo.
Ciudad Satán:
¿Y cómo te fue con el negocio?, decía una bella mujer madura a un hombre maduro cabello de flama.
Bien mujer como siempre, le gané el negocio, respondía triunfante el hombre cabello de flama.
¡Qué bueno querido! ¿ Y Gine, ya lo sabe?, dijo la mujer.
Aun no se lo he dicho, pero estoy seguro que esta noticia la llenará de alegría, poco a poco seremos los únicos dueños de todo el negocio, pronunció el hombre.
¿Y a esa ya la localizaste?, dijo la mujer.
No, creo que ya no tiene caso seguir buscándola, a lo mejor ya ni existe, respondió el hombre.
Mientras en una lujosa casa:
Cómo qué perdiste el negocio decía furioso un gigantesco hombre.
Es que esos Saiya, son muy astutos, ofrecieron una mejor oferta y mientras yo no diga su nombre las empresas no quieren confiar patrón, respondía un hombre bajito de lentes, haciendo una pausa para agregar: ¿Cómo haremos ahora?, sí seguimos así seguiremos perdiendo frente a los Saiya.
Es que no puedo aún revelar mi identidad, esos andan buscando a algo que yo tengo en mi poder y no se los pienso dar, dijo furioso el gigantesco hombre.
Capital Oeste:
Gokú y Milk caminaban por las calles de la ciudad, de repente el joven de cabello alborotado sintió el impulso de tomar la mano de la jovencita y lo hizo, al ver que la joven no hizo nada para soltarse de su agarre entrelazo sus dedos con los de ella y continuaron su camino.
Los jóvenes llegaron hasta un ambiente grande que tenía un letrero que decía "Pista de hielo", el joven de cabello alborotado miro a la pelinegra y pronunció: ¿Te gustaría intentarlo?.
La bella jovencita asintió con la cabeza, entonces ambos jóvenes ingresaron tomados de las manos hacia el ambiente donde estaba la gigantesca pista de hielo.
Minutos después:
Ambos jóvenes patinaban tomados de las manos por la pista de hielo y jugaban como niños en la misma, olvidándose momentáneamente de cualquier problema que pudieran tener por algún momento.
Los días siguientes ambos jovencitos lo pasaron juntos divirtiéndose fueron a conocer diversos lugares turísticos, cenaban juntos, realizaban caminatas.
Días después:
Un par de jovencitos se encontraban en lo alto de una montaña cubierta de nieve con indumentaria apropiada para esquiar.
Lista preciosa, decía el joven de cabello alborotado sonriéndole a la bella pelinegra.
Lista, respondió la pelinegra tomando su lugar junto al joven de cabello alborotado.
Entonces partamos, añadió Gokú deslizándose por el nevado seguido de la bella jovencita.
Horas después:
Fui muy divertido, decía la pelinegra mientras se sacaba los implementos que uso para esquiar.
Sí, para ser la primera vez que lo hiciste, lo hiciste bastante bien, pronunció Gokú sonriéndole dulcemente.
Es que tuve un gran maestro junto a mí, dijo pelinegra ruborizándose.
¿Qué te parece si vamos por unas bebidas calientes?, agregó Gokú.
Me parece una buena idea, contesto la pelinegra abrazándose con sus propios brazos su cuerpo.
Tienes mucho frio, dijo Gokú cubriéndola con su abrigo.
¡Gracias¡ se me olvido traer el mío, pero tú, ¿con que te cubrirás?, pronunció preocupada la bella jovencita.
Con esta casaca es suficiente dijo Gokú pasando su brazo por los hombros de la jovencita y apegándola a él para que fueran juntos en busca de esas bebidas calientes.
Por la noche:
Una bella jovencita pelinegra se encontraba sentada en el borde de su cama pensando: solo quedan dos días para volver a la rutina, estos días han sido maravillosos, Gokú es increíble, es el príncipe que siempre soñé, bello, amable y respetuoso, no como el depravado de Diecisiete que se la pasa acosándome y para mala suerte ni su madre ni mi padre me creen, Dieciocho es la única que me cree, pero la pobre no puede ayudarme mucho, después de todo es su hermano, ¡cómo sueño con el día de salirme ya de esa casa!, pero hasta que no cumpla los 20 no puedo hacerlo, no sé porque mi padre se empeña en que siga allí si él no me quiere incluso un día me dijo cosas horribles que no valen la pena recordarlas.
Esos pensamientos ocasionaron que la bella jovencita empezara a sollozar.
Habitación de Gokú:
En dos días este bello sueño termina, tengo que saber dónde vives, pues deseo seguir viéndote, tú compañía me da tranquilidad, eres mi salvación a mi atormentada vida, nuevamente las discusiones por esa tonta venganza, que me importa a mí lo que pasó, él ya pagó el sufrimiento de mi madre con su muerte y aparte ese rival de negocios que siempre está tratando de boicotearnos todo. Tu mi niña eres mi salvación, somos iguales, tenemos historias parecidas de sufrimiento y me gustas, me gustas mucho desde que te vi, aunque aún no puedo decírtelo, no quiero que te asustes o creas que soy un acosador como tu hermano, necesitas un poco más de tiempo para tratarme y ganarme tu amor, pensó el atractivo joven de cabello alborotado mientras miraba el anochecer a través de su ventana.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro