Capítulo 19: "Prueba de amor superada"
(Penúltimo capítulo)
¡Embarazada! decía Gokú sorprendido.
Si, respondió Milk avergonzada.
El joven de cabello alborotado al ver el rostro de su novia empezó a recordar el sueño que supuestamente tuvo con Milk cuando estuvieron en la Capital Este por el torneo y conforme se acordaba se sonrojaba tanto como su novia.
Gokú, se que te sorprende la noticia, pero te aseguro que el bebé .......iba a decir más la pelinegra pero Gokú no la dejo continuar colocando sus dedos en los labios de la joven.
Yo nunca dudaría de ti, ahora entiendo todo, no fue un sueño, fue real, dijo Gokú sonriendo mientras la abrazaba y le daba besos en el rostro a la pelinegra.
¿Sueño?, pronunció Milk.
Sí ahora comprendo la mancha de sangre de la sabana, parecía como si hubiesen tratado de borrarla, dijo Gokú sonriendo.
Gokú, ¡perdóname¡ debí evitar que sucediera algo, así, respondía apenada la pelinegra.
No princesa, fue bello, lo que no entiendo es ¿por qué no querías que lo supiera?, dijo Gokú.
No quería que te sientas mal por lo que hicimos, ya era suficiente con que yo me sintiera mal por haberme dejado llevar para que tú también te sientas igual, pronunció Milk.
No digas eso, si lo hicimos fue por amor y la prueba de ello es que esa noche dio fruto, dijo Gokú besando los labios de la pelinegra.
Minutos después:
El par de pelinegros se encontraban abrazados platicando.
Entonces la boda será en un mes, dijo Gokú.
Me parece mejor, así aún no se me notara el embarazo, respondió Milk sonriendo.
Pero se te vería más bella con barriguita, acoto Gokú riendo.
No seas así, dijo Milk sonrojada.
Fue una bromita amor, entonces a partir de mañana organizaremos todo para la boda, añadió Gokú sonriendo.
Horas después: "Mansión Son"
En un mes, dijo Gine intrigada.
Si mamá en un mes, ya no queremos esperar más, respondió Gokú.
Bueno, entonces habrá que empezar a ver lo de la iglesia y el juez, dijo Gine emocionada.
Yo te ayudo hermana, respondió la madre de Vegueta saliendo junto a Gine de su mansión.
Vegueta miraba a Gokú mientras sonreía.
¿Por qué me miras así?, dijo Gokú al joven cabello de flama.
¿En verdad te casas tan pronto porque ya no pueden estar separados más?, respondió Vegueta riendo.
Sí, ¿por qué otra razón sería?, dijo Gokú.
No lo sé, tú lo sabrás, añadió Vegueta mirándolo a los ojos.
Está bien a ti no puedo mentirte, Milk está embarazada, pronunció Gokú resignado.
Lo sabía, esa niña me mintió, dijo Vegueta riendo.
¿A qué te refieres?, contesto Gokú intrigado.
Qué yo la vi salir de tu habitación en la madrugada el día de la fiesta que se organizo en el torneo, dijo Vegueta.
No se lo vayas a decir a nadie más, pronunció Gokú.
Claro que no tonto, pero yo seré el padrino de tu hijo a cambio, dijo Vegueta.
Está bien, respondió Gokú sonriendo.
Mansión Ox:
Tan pronto hija, decía el padre de la pelinegra.
Si papá es que ya no queremos estar más separados, contesto Milk.
Cariño, ellos ya pasaron las pruebas suficientes para demostrarnos a todos que su amor es verdadero, pronunció la madrastra de Milk.
Si señor Ox, como quién dice superaron su prueba de amor, ya merecen ser felices, dijo Diecisiete.
Yo opino lo mismo, acotó Dieciocho.
Está bien me convencieron, entonces habrá que ponerme en contacto con Gine para organizar todo, dijo el padre de la pelinegra,
Minutos después: "Habitación de Milk"
¿Hay algo más que no nos has dicho?, ¿verdad?, decía la rubia mirando fijamente a la pelinegra.
Hay Dieciocho, tu y tu intuición, respondió la pelinegra sonriendo.
Ya Milk cuéntamelo todo, agregó la rubia.
Estoy embarazada, dijo Milk, mientras la rubia abría los ojos de la sorpresa más de lo normal.
¿Qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, pronunció la rubia.
Milk sonrió ante las preguntas de su mejor amiga y le contó todo, claro omitiendo lo más intimo.
Ya lo intuía, aunque me negaba aceptarlo, a eso se debían tus malestares, dijo la rubia sonriendo.
Sí, respondió la pelinegra.
No te preocupes nadie más lo sabrá, pero eso si cuando llegue el momento y todos se enteren todos se pondrán tan felices como yo, ya lo verás, dijo Dieciocho abrazándola.
Al día siguiente:
Gokú y Milk se encontraban en una heladería comiendo de una gigantesca copa de helado.
Se lo dijiste, decía Gokú.
Sí, es que es muy intuitiva, ya estaba sospechando por mis malestares pero prometió no contárselo a nadie más, respondió Milk con resignación.
Bueno, no eres la única que tiene alguien intuitivo de amigo, dijo Gokú sonriendo.
¿A quién se lo dijiste tú?, pronunció Milk sonrojada.
A Vegueta, dijo Gokú.
La pelinegra se sonrojo al acordarse de que él la vio salir de la habitación de Gokú el día que ambos estuvieron juntos.
No te preocupes no lo comentara con nadie más, acotó Gokú para tranquilizar a su prometida.
Es que él, ...., iba a decir algo más la pelinegra pero Gokú la interrumpió.
Ya lo sé, Vegueta me lo dijo, decía riendo Gokú.
¡Te amo Gokú¡ pronunció Milk sonriendo.
Y yo a ti mi princesa bella, dijo Gokú acercándose a darle un beso a la pelinegra.
Luego que se separaron ambos jóvenes terminaron el helado y decidieron salir juntos a caminar por las calles de la ciudad tomados de la mano.
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