Capítulo 16: "El secuestro"
(Últimos capítulos)
La jovencita pelinegra se encontraba acostada en su cama recordando las palabras de su amado.
-.Recuerdo.-
Vámonos lejos dónde nadie pueda juzgarnos y podamos amarnos libremente, donde nuestro amor no sea pecado y esta solo haya sido una prueba para fortalecer más nuestro amor. Piénsalo no me des ahora la repuesta, el fin de semana nos encontramos aquí a las 3 pm, para que me digas que decidiste.
-. Fin del recuerdo: Tiempo actual.-
Decido irme contigo amor, claro que elijo irme contigo. Mi bebé tus papitos volverán a estar juntos, decía la pelinegra mientras acariciaba su imperceptible vientre.
Fin de semana: "Mansión Son"
¿Por qué tan feliz?, decía la madre de Vegueta a su esposo.
Porque hoy será un gran día, respondió riendo el hombre saliendo de la mansión dejando intrigada a su esposa.
El hombre caminaba por el jardín mientras marcaba un número en su celular.
¡Alo¡ se escucho.
Ya llego el momento, yo voy a esperar a mi joya donde quedamos, pronunció el hombre.
Tenga paciencia mi jefe que en unos momentos la tendrá con usted, dijo una voz.
Habitación de Gokú:
¿A dónde vas tan arreglado primo?, decía Vegueta.
Voy por una respuesta que puede darle sentido a mi vida, respondió Gokú tomando su casaca y saliendo de su habitación dejando intrigado al joven cabello de flama.
Mansión Ox:
¿A dónde vas hija?, pregunto un gigantesco hombre.
Voy a dar un paseo con un amigo, respondió Milk.
Está bien, diviértete entonces, dijo el hombre abrazando a la pelinegra.
¡Gracias papito¡ contestó Milk sonriendo.
La pelinegra salió de su casa, sin darse cuenta que era seguida por un auto muy de cerca, cuando la bella jovencita voltio una esquina, un par de sujetos le cubrieron la boca y nariz con un pañuelo haciendo que la joven se desmaye inmediatamente la tomaron en brazos y la llevaron al auto que estaba estacionado frente a ellos.
Cafetería:
Gokú miraba una y otra vez su reloj con tristeza, no vendrá pensó con lágrimas en los ojos parándose del asiento, dejando unos cuantos billetes sobre la mesa.
Gokú camino desconcertado por las calles, cuando sin querer tropezó con alguien.
¿Gokú qué haces aquí?, dijo una rubia.
Dieciocho, Krilin, pronunció Gokú con tristeza.
Pensé que estabas con Milk, ella me dijo que hoy quedaron en verse para que platiquen algo, agregó la rubia preocupando al joven de cabello alborotado.
¿Ella te dijo que vendría?, acotó Gokú.
Sí, la deje alistándose, ¿Qué no ha llegado aún?, dijo la rubia preocupándose y marcando al celular de la pelinegra.
Ya la llame, no contesta, pronunció Gokú.
Suena apagado, dijo la rubia preocupada.
A lo mejor tuvo algún inconveniente, contesto Krilin para tranquilizar al par de jóvenes.
En un lujoso departamento:
Un hombre de cabello de flama miraba a una bella pelinegra mientras dormía profundamente sobre una cama.
Sin duda eres una joya, eres más bella que tu madre, decía el hombre acariciándole el rostro con sus manos.
Horas después:
¿Aún no llega?, decía desesperado Gokú a través del teléfono.
No, tuve que decirle a su padre, ya mando gente a buscarla, respondía entristecida y preocupada una voz a través de la línea telefónica.
Mantenme informado ¡por favor¡ añadió el joven de cabello alborotado dando por terminada la llamada.
¿Alguna novedad?, dijo Vegueta, que estaba junto a su primo.
No ninguna, respondió Gokú con tristeza.
Ya va aparecer, tranquilízate, acotó Vegueta.
Departamento:
Una bella pelinegra abría lentamente sus ojos dentro de una extraña habitación.
¿Dónde estoy?, dijo Milk mirando desconcertada el extraño lugar.
La pelinegra se paro y camino hacia la puerta, justo cuando iba abrir la perilla esta se abrió, ingresando un hombre maduro que ella ya había visto antes.
¡Usted! pronunció Milk desconcertada.
Veo que ya despertaste, dijo el hombre.
¿Qué hago aquí?, ¿Por qué estoy con usted?, agregó Milk.
A partir de ahora este será tu nuevo hogar, añadió el hombre riendo.
¿Qué?, dijo Milk sin entender.
Lo que escuchaste a partir de ahora vivirás aquí conmigo Milka, pronunció el hombre, mientras la pelinegra lo miraba asustada.
El hombre se acercó a ella tratando de cogerla pero Milk gracias a sus rápidos reflejos logro evitar el acercamiento.
Yo no soy Milka, mi nombre es Milk, dijo la pelinegra.
Lo sé linda, pero me recuerdas tanto a ella, respondió el hombre.
¿No le comprendo?, ¿por qué me trajo aquí?, dijo la pelinegra.
Ya te lo dije a partir de ahora vivirás aquí conmigo, como siempre debió de ser, agregó el hombre riendo.
Mansión Ox:
No hay novedades señor, decía un grupo de investigadores.
Cuando en eso otro grupo entro presuroso.
¿Alguna novedad de mi hija?, pronunció el gigantesco hombre.
Sí, señor, unas personas dicen que la vieron cuando unos hombres la subían a un vehículo, parece que fue un secuestro, dijo el hombre.
Si tiene algún enemigo sería más fácil buscarla, añadió otro hombre.
Mi enemigo ya no existe, pero puede ser Ouji, ese me odia por los negocios, dijo el padre de la pelinegra.
Descríbanos como es para hacerle un retrato hablado y así agilizar la búsqueda, pronunció otro hombre.
La rubia apenas escucho todo, fue a su habitación a comentárselo a Gokú, quién se asombro por lo que la joven le decía.
Mansión Son:
¿Qué sucede?, dijo Vegueta mirando la cara de asombro del joven de cabello alborotado.
Parece que la secuestraron y que hay sospechas de tu padre, respondió Gokú.
¡Mi padre! pronunció Vegueta.
Por la rivalidad de las empresas, dijo Gokú.
Ahora que lo dices ya es muy tarde y mi padre aún no vuelve, añadió Vegueta.
¿Sabes de algún lugar dónde tu padre pueda haber llevado a Milk, en caso de que esto sea cierto?, dijo Gokú con la mayor calma posible.
Mi padre tiene muchos edificios, contesto Vegueta.
¿Los conoces todos?, añadió Gokú.
Sí, ¿por qué?, dijo Vegueta.
Tenemos que ir a buscar a Milk y brindar la información que sabes a la policía, respondió Gokú.
Yo no creo que mi padre este detrás de esto, dijo Vegueta.
¡Por favor¡ ayúdame a encontrar a Milk, pronuncio desesperado Gokú.
Está bien pero solo para que no te quedes con la duda, dijo Vegueta tomando su abrigo y saliendo junto a Gokú de su mansión.
Departamento:
Mira pequeña no tengo mucha paciencia para esperarte para que estés conmigo, decía el hombre.
¿Por qué actúa así?, no se supone que usted era amigo de mis padres, respondió Milk con firmeza.
Yo nunca fui amigo de nadie, tu padre me robo el amor de Milka y el idiota de Bardock lo apoyo a él en vez de mí, dijo el hombre.
¿Qué?, ¿no se supone que el señor Bardock es mi padre y qué él era el que estaba enamorado de mi madre?, respondió Milk desconcertada.
Todo eso fue un invento mío, te mentí, mentí a todos, decía el hombre riendo como loco mientras Milk lo miraba asustada y desconcertada a la vez por la revelación.
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