Milk no volvió a salir de su habitación en todo ese día solo salió para ir a recoger su cena y llevársela a su habitación.

Vegueta prefirió por el momento dejar así las cosas ya que lo que menos quería era que su primo se desconcentre en lo último que quedaba del torneo.

El último día del torneo se llevaba a cabo, se encontraban los cuatro semifinalistas esperando el sorteo respectivo para conocer a su rival.

Vegueta no dejaba de mirar minuciosamente a la pelinegra haciendo que la pobre se ponga nerviosa ante la manera insistente en la que el joven la miraba y que a la vez provocaba los celos de Gokú.

¿Qué te pasa Vegueta, acaso ahora te gusta Milk?, dijo Gokú despacio en tono celoso solo para que el joven cabello de flama lo escuchara.

Cállate tonto tú no entiendes nada, respondió Vegueta molesto.

Cuando en eso ambos jóvenes escucharon: Me toca contigo belleza.

Gokú miro furioso al hombre que le decía eso a su pelinegra cuando escucho a Vegueta decir: Yo seré tu rival en las semi finales.

Las semifinales se llevaron a cabo después de dos arduos combates Gokú y Milk resultaron finalistas. El que el joven de cabello alborotado resultara finalista todos lo esperaban, la novedad fue Milk, para quien siendo su primer torneo estaba ya en la final y este era un gran logro independientemente del resultado que obtuviera.

Vaya se cumplió tu sueño, dijo Vegueta irónico.

No este era uno de mis sueños, pero mi gran sueño, mi sueño de amor nunca podrá cumplirse respondió Milk con tristeza mirando a Gokú.

Gokú y Milk subieron a la plataforma, el combate dio inicio, la pelinegra mostraba todas sus habilidades pero a pesar de ellas, estas se veían limitadas ante la fuerza de Gokú y el solo acercamiento del joven hacia ella la ponía nerviosa.

Te pasa algo, dijo Gokú cuando logro coger entre sus brazos a la pelinegra sintiéndola temblar entre ellos.

No, respondió Milk dándole un golpe para liberarse.

Gokú sonrió ante ese acto.

La batalla continuó, aunque eran muy obvias las diferencias de poderes fue una gran batalla saliendo nuevamente vencedor Gokú.

Gokú se quedó en a la plataforma para ser premiado, mientras Milk se dirigía a su camerino.

Ahora si debemos hablar, dijo Vegueta tomándola de la mano y llevándosela prácticamente a rastras a Milk por el pasillo.

¿Qué te pasa?, ¡suéltame!, pronunciaba la pelinegra forcejeando.

Una vez que llegaron hacia un jardín Vegueta la soltó y le dijo directamente: ¿Qué pasó entre Kakaroto y tú el día de la fiesta?.

No comprendo a que viene esa pregunta, contestó Milk.

Yo te vi salir de madrugada de su habitación, ¿Qué pasó entre los dos?; agregó Vegueta mientras Milk se tornaba pálida.

Yo lo lleve a su habitación, el había tomado mucho, ¿Qué debió pasar?, dijo Milk haciendo otra pregunta.

Milk no me mientas si hubo algo entre los dos dímelo, agregó Vegueta.

No, no hubo nada, ya deja de decir cosas absurdas, respondió Milk sollozando.

Espero y lo que dices sea la verdad, por el bien de los dos, dijo Vegueta retirándose y dejando sola a la pelinegra quien sentía un terrible sentimiento de culpa por lo que paso con el que supuestamente era su hermanastro.

Nunca nadie sabrá lo que paso entre los dos este será mi secreto, pensó Milk mientras sollozaba.

Ese mismo día los jóvenes volvieron a su ciudad natal.

Gokú seguía asistiendo en el horario distinto al de Milk, empezó a salir con Mai, más de lo que hacía habitualmente, todo con la finalidad de olvidarse de la pelinegra, pero por más que trataba de evitar pensar en ella siempre había algo que dónde iba la hacía recordarla.

La pelinegra salía con Diecisiete para tratar de olvidarse de Gokú, aunque por más que lo intentaba parecía que su recuerdo se aferraba más a ella día con día.

Un mes después:

Ya está todo listo señor, decía un hombre al padre de Vegueta en su oficina.

Muy bien, el fin de semana ponen en marcha el plan y no quiero fallas, respondió el hombre.

Así será señor, pronunciaron a coro 3 hombres.

Habitación de Gokú:

Mi princesa por más que trato; en vez de olvidarme de ti, más te amo, decía Gokú con nostalgia mientras observaba una foto de la joven y sostenía en otra mano la bufanda que le hizo ella.

Mansión Son:

¿Milk estás bien?, decía preocupada la rubia al ver vomitar a la pelinegra en el baño.

Sí, me cayó mal algo es lo más probable, respondió la pelinegra.

Pero ya son dos días que estás así, acotó la rubia preocupada.

Ya se me pasará, dijo la pelinegra.

Al día siguiente: "Gimnasio"

Después de un arduo combate entre Milk y Piccolo, la pelinegra se sostenía de la pared mientras su vista empezaba a nublarse.

¿Qué te pasa?, dijo Vegueta ayudándola a mantenerse de pie.

Siento que todo me da vueltas, respondió la pelinegra desmayándose en los brazos del joven.

Krilin el botiquín, pronunció Piccolo.

El nombrado fue corriendo por el mismo.

Minutos después:

¿Ya estas mejor?, preguntaban sus amigos preocupados.

Sí, ¡gracias por preocuparse¡ dijo Milk.

Sería bueno que fueras al médico, desmayarse así de la nada no es bueno, pronunció Vegueta.

Lo haré, contestó Milk.

Por la tarde:

¡Qué Milk se desmayo! decía Gokú preocupado mientras platicaba con uno de sus compañeros de grupo.

Si eso me contaron, esta raro ¿no?, o esta anémica, que no leo creo porque se la nota saludable o está embarazada, respondió el joven dejando atónito a Gokú.

No vuelvas a decir eso, Milk no tiene novio, pronunció Gokú al reaccionar.

Entonces ya me preocupaste, porque eso es lo único que se me viene a la mente para su desmayo, dijo el joven.

¿Milk embarazada?, eso es imposible, pensó con preocupación y a la vez celos Gokú.

Al día siguiente: "Hospital"

Tranquila linda con los resultados de los exámenes que te acaban de sacar saldremos de dudas, dijo el médico.

Luego de unos minutos una enfermera entro con un sobre y se los entrego al médico, que miraba los resultados y a la vez a la pelinegra.

Son mis resultados, pronunció Milk preocupada.

Si linda, a partir de ahora ya no puedes seguir esforzándote mucho, tendrás que dejar de combatir, ¡estas embarazada¡ dijo el médico sonriendo.

La pelinegra sintió una mezcla de sentimientos entre alegría y tristeza. Alegría pues su amor dio fruto y tristeza porque su bebé tal vez nunca pueda conocer a su padre por los prejuicios de la gente.

Minutos después:

La pelinegra caminaba desconcertada por la calle pensando en la forma que les diría sobre su embarazo a su familia pues era algo que ella no podría ocultar por mucho tiempo, cuando alguien le coloco la mano en su hombro haciendo detener su andar.

¡Gokú! dijo Milk al ver al joven de cabello alborotado tras suyo.

Milk, ¿Cómo estás?, me dijeron que ayer te pusiste mal?, pronunció el joven de cabello alborotado con preocupación.

Ya estoy bien, contesto la pelinegra.

¿Fuiste al médico?, porqué si no, yo puedo llevarte con el médico de la familia, dijo Gokú amablemente.

No, no es necesario, ya fui, solo es cansancio, respondió Milk.

Qué bueno, entonces, llevas prisa, agregó Gokú.

¿Por qué?, dijo Milk.

Para invitarte algo, contestó Gokú sonriendo.

Entonces invítame una rebanada de pastel de fresas, se me antoja eso, dijo Milk como niña.

Está bien, vamos a comer unos ricos pasteles mientras platicamos un poco, respondió Gokú sonriéndole.

Minutos después: "Cafetería"

Estuve pesando mucho nuestra situación Milk, decía Gokú nerviosamente.

¿Nuestra situación?, respondió la pelinegra intrigada.

Sí, no entiendo ¿por qué? haga lo que haga no puedo sacarte de mi cabeza y de mi corazón, muero de celos de todo el que te mira o se te acerca y no hago más que soñar contigo, dijo Gokú avergonzado.

A mí me pasa igual, creo que nunca podré verte como hermano, respondió la pelinegra mientras unas lágrimas brotaban de sus bellos ojos negros.

Yo tampoco podré, estuve pensando en irme lejos a ver si así me olvido de ti, pero creo que será imposible, lo que siento por ti es amor de verdad, amor de hombre a mujer, no amor de hermanos, por eso quiero proponerte algo, si estás de acuerdo, agregó Gokú con temor.

¿Qué?, dijo Milk intrigada.

Vámonos lejos dónde nadie pueda juzgarnos y podamos amarnos libremente, donde nuestro amor no sea pecado y esta solo haya sido una prueba para fortalecer más nuestro amor. Piénsalo no me des ahora la repuesta, el fin de semana nos encontramos aquí a las 3 pm, para que me digas que decidiste, añadió Gokú tomando las manos de la bella jovencita que escuchaba atónita las palabras del joven de cabello alborotado.