Capítulo 13: "El torneo"
Un joven cabello de flama se encontraba desayunando junto a su familia.
¿Y Kakaroto aún no baja, tenemos que viajar hoy temprano?, decía preocupado el joven.
Sí es muy extraño, mi hijo siempre se levanta temprano, respondió Gine.
Mientras un hombre maduro de cabello de flama pensaba: Los chicos no estarán, tal vez está sea mi oportunidad para poner en marcha mi nuevo plan.
Voy a verlo, acotó Vegueta parándose de la mesa subiendo a prisa las escaleras hacia la habitación de su primo.
Toc toc toc
Tocaba el joven, al ver que nadie contestaba decidió entrar, para su suerte la habitación estaba abierta.
Sigues dormido, dijo Vegueta acercándose al joven de cabello alborotado y quitándole las sabanas que lo cubrían. ¿Qué diablos tomaste?, pronunció el joven levantando una de las botellas de licor del piso, para luego mover con sus manos a su primo, al tiempo que lo miraba con tristeza y agregaba: Levántate se te olvidó que tenemos que viajar.
Ya no me grites, está bien que seas mayor que yo, pero eso no te da derecho a gritarme. ¡Me duele la cabeza¡ se quejaba el joven de cabello alborotado.
Como no te va a doler te tomaste dos botellas de ese licor, ¿Qué te pasa?, ve a bañarte, te espero en 15 minutos para irnos, dijo Vegueta como si fuera su padre.
Ya voy papa, contestó irónico Gokú dirigiéndose a ducharse.
Minutos después:
Toma con esto te sentirás mejor, dijo Vegueta dándole un par de pastillas y un vaso de agua.
¡Gracias¡ pronunció Gokú tomándolas.
Ya no hay tiempo para que desayunes, le pedí a una de las empleadas que te prepare algo para el camino, alista rápido tu maleta que nos vamos, dijo Vegueta.
Minutos después: "Gimnasio"
Ya están todos, dijo el maestro viendo llegar a Gokú y Vegueta.
Los estábamos esperando, pronunció Krilin.
Tuvimos un percance, dijo Vegueta.
¿Qué tipo de percance?, por la cara de Gokú parece como si no hubiese dormido mucho agregó Piccolo.
¿Estás bien?, dijo Milk preocupada al joven de cabello alborotado acercándose a él.
Si lo está, pronunció Vegueta haciendo que ambos se separen.
Entonces suban ya, dijo el maestro.
Los jóvenes subieron y ocuparon sus asientos, la pelinegra viajo sola. Durante todo el trayecto ella no hacía más que mirar con tristeza al joven de cabello alborotado que estaba frente suyo junto a su primo.
No puedo seguir con esta mentira, me parte el corazón verte así, en cuanto pueda te diré que todo fue un invento mío, pensaba la pelinegra.
Horas después:
Los jóvenes llegaron al lugar de inscripciones y se registraron, esa misma tarde ya empezaba el torneo y ellos conocerían a sus rivales, lo jóvenes fueron ubicados en su habitaciones todas en el mismo pasillo.
Los primeros combates se llevaron a cabo, pasando para suerte de los chicos todos ellos.
Comedor:
La pelinegra trataba de hablar con Gokú pero Vegueta siempre interrumpía sus pláticas.
Me toca con un tal Majim boo, decía Krilin preocupado.
Lo importante es que no nos ha tocado hasta ahora juntos, pronunció Piccolo.
Si eso es lo mejor, acotó Gokú.
Me gustaría enfrentarte, dijo Milk, mientras todos los demás la miraban intrigados.
¡A Gokú! dijo Krilin sorprendido.
Pero si nadie quiere enfrentarse con él, porque es muy fuerte, añadió Piccolo.
Cobardes, dijo Vegueta.
Pues yo si, respondió Milk sonriéndole a Gokú.
Al día siguiente:
Los combates se llevaban a cabo, los jóvenes veían luchar al último de sus compañeros mientras le daban ánimos.
Tu puedes Krilin, decía Gokú.
Ganaras, agregaba Milk.
El que pase de este combate se enfrentara a mí, dijo Piccolo, haciendo una pausa para acotar: Al menos a ustedes no les ha tocado juntos aún.
Luego de varios minutos el combate acabó con la derrota de Krilin, que bajaba cabizbajo de la plataforma.
Lo hiciste bien, dijo Gokú dándole palmadas en los hombros.
Piccolo tienes que ganarle, pronunció Krilin.
Haré lo posible, respondió Piccolo.
Bueno, tengo que ir a recoger mis cosas, ya no puedo seguir en este lugar, dijo Krilin con tristeza.
¡Qué pena! pensé que Krilin ganaría, pronunció Milk con tristeza.
Pues ya ves que no, ese era más fuerte que él, dijo Vegueta con molestia.
Pues ni modo a descansar hasta el día de mañana, acotó Piccolo.
Cuando los jóvenes se disponían a irse Milk dijo: ¿Gokú podemos hablar?.
Gokú miro a su primo y este con la cabeza le decía que no.
¿De qué?, respondió Gokú intrigado.
A solas ¡por favor¡ dijo Milk.
Vegueta ve tranquilo, pronunció Gokú.
Vegueta resignado tuvo que irse dejando solos al par de pelinegros.
¿Qué sucede Milk?, dijo Gokú con calma.
Es sobre lo que te dije el día de la reunión, contesto Milk apenada.
¿Qué?, ¿ no me acuerdo?, dijo Gokú haciéndose el indiferente.
No es cierto que tengo novio, pronunció Milk haciendo que el corazón del joven de cabello alborotado volviera a llenarse de alegría.
¿Qué?, dijo Gokú fingiendo no haber escuchado bien.
No tengo novio, Diecisiete y yo solo somos amigos, quería que lo supieras, respondió Milk antes de irse corriendo a su habitación.
Mi princesa sigues siendo tan inocente y dulce, dijo Gokú sonriendo mientras la veía partir.
Al día siguiente:
Gokú con una amplia sonrisa de la plataforma después de haber derrotado en tiempo record a su rival.
¡Felicitaciones¡ dijo Vegueta.
Tu combate también estuvo estupendo no tuve tiempo de decírtelo porque empezó el mío, respondió Gokú sonriendo.
Ambos jóvenes miraban el combate de la pelinegra ante un joven de cabello verde, la pelinegra era demasiado ágil, lo que no tenía en fuerza lo tenía en agilidad.
El combate fue duro, pero finalmente resulto ganadora, Milk, quien bajaba feliz de la plataforma.
Gane, gane, decía saltando como niña, mientras Gokú sonreía la verla.
Ahora es el turno de Piccolo, dijo Vegueta mirando el siguiente combate.
Ya estamos a solo 3 días de la final ya estas entre los 4 mejores, ¡te felicito¡ pronunció Gokú a la pelinegra.
¡Gracias¡ dijo Milk sonriendo.
No puedo creerlo ese es un tramposo, pronunció Vegueta furioso haciendo que los pelinegros miraran a la plataforma.
¿Qué fue lo que pasó?, dijo Gokú desconcertado al ver a su amigo doblándose de dolor.
Ese hizo trampa, no es justo que le den por ganador a él, decía Vegueta.
Piccolo bajo de la plataforma recibiendo los aplausos del público.
Perdí, dijo con molestia el joven.
Diste lo mejor, eso fue trampa, seguía Vegueta.
Ya no importa, ustedes den lo mejor y procuren ganar este campeonato ya tres de ustedes son semifinalistas y lo más probable es que el gimnasio se quede con el título de nuevo, dijo Piccolo sonriendo.
Horas después:
¿Qué dices?, decía Gokú al joven cabello de flama.
Lo que oíste mañana no hay combates ni pasado tampoco y al día siguiente será la semifinal y final.
¿Y qué vamos a hacer mañana y pasado?, dijo Milk intrigada.
Habrá una fiesta de integración, entre los que quedamos, pero como tú eres la única niña, los dueños invitaron al público que quiera asistir a este evento, respondió Vegueta.
¿Una fiesta?, pero yo no traje vestido para la ocasión, dijo Milk preocupada.
Ni nosotros traje, por eso mañana tendremos el día libre para ir a comprar nuestros trajes para la noche, contesto Vegueta.
¿Y cuántas horas durara esa fiesta?, dijo Gokú preocupado.
Creo que 4 horas no más, iniciara a las 8 pm, respondió Vegueta.
Siendo así entonces asistiré, porque no es bueno para un deportista las trasnochadas, dijo Gokú.
Si yo pienso igual, contestó Vegueta.
Minutos después:
Una bella pelinegra en su habitación pensaba: Una fiesta, nunca he estado en un fiesta tan importante, ¿Cómo serán?, ¿Con qué vestido debería ir?, sería bueno consultarle a Dieciocho, ella sabe más de modas que yo.
La jovencita marco el número de su hermanastra y enfrasco en una larga conversación con ella.
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