Un mes más paso, ya solo faltaba una semana para el torneo nacional Inter gimnasios. El maestro ya había seleccionado a sus cinco representantes y se los daría a conocer en una reunión que había organizado con todos los jóvenes que eran parte de su gimnasio.

Gokú y Milk después del último encuentro que tuvieron no volvieron a verse más, sufriendo ambos en silencio por su amor imposible para que nadie más los vea con lastima, ante sus amigos y familiares se mostraban como si estuvieran superando lo que les toco vivir aunque por dentro su corazón este hecho pedazos, pero la noticia que les dio el maestro hace unos días los tenía nerviosos, todos los jóvenes que entrenaban en su gimnasio tenían que asistir a una reunión en la tarde donde se daría a conocer a los representantes del gimnasio para el torneo que estaba por llegar, esa noticia les dio alegría a ambos pues de alguna forma volverían a verse y aunque no se hablasen podrían darse cuenta como se encontraba físicamente el otro, ya que no era lo mismo saberlo por sus amigos que por sus propios ojos, pero por otra parte tenían miedo de cómo reaccionarían de estar otra vez cerca, por más que lo intentaban no podían sacarse de sus pensamientos y de su corazón al otro y aunque pareciera enfermizo era algo que ninguno de los dos podía evitar a pesar de que en las últimas dos semanas ambos decidieron empezar a salir con otros jóvenes de su edad para distraerse un poco y tratar de borrar los pensamientos pecaminosos que se les venía a la mente.

Mansión Ox:

Un joven de cabello negro lacio se encontraba platicando con la pelinegra en la sala de su casa.

Hoy darán una película muy buena, ¿no quieres ir a vela conmigo?, decía Diecisiete.

No puedo, hay reunión por la tarde en el gimnasio, respondió Milk.

Está bien, entonces lo dejamos para mañana, acotó Diecisiete.

Sí está bien, dijo Milk.

Desde que Diecisiete se entero de la desdicha de Milk, el joven cambió con ella, ahora era más comprensivo y atento, todo con el fin de algún día poder terminar ganándose su amor.

La pelinegra también cambió su actitud con él, si era cierto que nunca podría amarlo pues su único amor pese a los prejuicios ella consideraba que siempre sería Gokú; Diecisiete le había demostrado ser un gran apoyo ganándose su amistad y cariño, ya no le tenía miedo como antes y ahora compartían algunas actividades juntos con el fin de distraerse un poco, ya que cuando su mente estaba ocupada al menos pensaba menos en Gokú, pero cuando ello no pasaba Gokú invadía todos sus pensamientos y eso le causaba una profunda tristeza.

Mansión Son:

Un par de jóvenes platicaban en la habitación de uno de ellos.
¿A quién crees que selecciono el maestro a parte de nosotros obviamente?, dijo un orgulloso Vegueta.

No lo sé, todos han mejorado mucho, respondió Gokú seriamente.

¿Y cómo vas con Mai?, dijo Vegueta.

Es una gran chica muy divertida, pero por ahora no quiero andar en romances, contestó Gokú.

¿Aún no lo superas?, dijo Vegueta.

Claro que sí, ya lo entendí, es mi hermanastra ¿no?, pronunció Gokú con molestia.

Kakaroto tienes que superarlo por tú bien, si no es con Mai, con cualquier otra chica, pero no es saludable que sigas obsesionado con Milk, dijo Vegueta con frialdad.

No es obsesión, es amor, ¡yo la ame y aún la amo¡ sé que es difícil entenderlo, pero por más que trato de no pensar en ella no puedo, la razón me dice que mis sentimientos son prohibidos pero el corazón me dice otra cosa, respondió con nostalgia.

¿Hoy la volverás a ver?, dijo Vegueta.

Lo sé, pero ya tengo preparado mi discurso de mentiras para que ella no se sienta mal por mí, y me vea feliz el día de hoy, contestó Gokú mientras el joven cabello de flama lo miraba preocupado.

Por la tarde: "Gimnasio"

Uno a uno los jóvenes que entrenaban en el gimnasio iban llegando al mismo y ocupaban sus ubicaciones en las bancas que el maestro había preparado para recibirlos.

Gokú y Vegueta se habían sentado junto a su grupo de amigos, cuando en eso, una bella jovencita pelinegra vestida con gi color naranja entro al gimnasio haciendo que todos sus compañeros posaron sus ojos en ella debido a su belleza causando ello los celos que Gokú trataba de contener.

Cálmate, es normal que la miren es muy bella, dijo Vegueta.

Gokú no respondió nada prefirió mirar al frente dónde se encontraba su maestro acomodando unos papeles cuando en eso sintió que alguien se sentó junto a él. El joven de cabello alborotado miro al joven cabello de flama que miraba a alguien desconcertado, luego giro su rostro para ver quien se había sentado a su lado y se encontró con su bella pelinegra que sin darle tiempo a alguna reacción le beso la mejilla y le dijo ¡Hola¡ muy naturalmente como si nada hubiera pasado entre ellos dejando también desconcertado por la nueva actitud de la jovencita al joven de cabello alborotado.

¿Cómo has estado?, escucho Gokú de esa voz tan dulce que lo cautivo desde el primer día.

Bien, respondió Gokú tratando de no mirarla.

¿A quién crees que el maestro seleccione?; agregó la pelinegra.

No tengo idea, todos se han vuelto muy fuetes, dijo Gokú.

Escuche que el torneo durará una semana, añadía la pelinegra mientras Vegueta los miraba desconcertado.

Milk ya lo habrá superado, pensaba Vegueta sin quitarle la mirada a la pelinegra y a su primo.

Sí así será, los que seleccione el maestro tendrán que viajar mañana y se llegan hasta las finales tendrán que quedarse allí, dijo Gokú mirando los movimientos que hacía su maestro.

Por suerte de Gokú para evitar su sufrimiento de tener a la niña que amaba cerca de él y no poder decírselo, su maestro dio por iniciada la reunión.

Chicos y chicas agradezco su presencia hoy, como ustedes saben, el próximo torneo está a unos cuantos días y el gimnasio tiene que enviar a cinco representantes para que mañana mismo partan a la capital este para sus inscripciones. Todos son extraordinarios pero siempre hay alguno que se destaca más, los que no sean seleccionados no se desilusionen sino a entrenar más fuerte para que el próximo año puedan alcanzar un cupo, ahora sin más preámbulos, llamare a mis cinco representantes, para que pasen a recibir los documentos que llenaran y que mañana llevaran a primera hora al lugar del evento.

El maestro saco una hoja y empezó a llamar:

Gokú Son

Vegueta Ouji.

Piccolo.

Krilin.

Milk Ox.

Chicos acérquense, dijo el maestro.

La pelinegra no podía creer que había sido seleccionada, mientras Gokú sonreía después de tanto tiempo observando su rostro.

¡Princesa créelo¡ fuiste seleccionada, pronunció Gokú dulcemente mientras pasaba junto a ella.

Milk ve por tu credencial al menos que quieras que yo me la quede, dijo Ten, haciendo reaccionar a la pelinegra que se paro rápidamente y fue a recibir su credencial y documentos.

Mañana 9 am aquí para que el bus que contrate los lleve al lugar del evento, por el alojamiento no se preocupen los encargados del torneo, ya les separaron sus habitaciones, añadía el maestro.

¡Felicitaciones¡ decían sus amigos que no fueron seleccionados a los jovencitos que tuvieron la suerte de ser elegidos.

Minutos después:

¿No tendrás problemas para ir?, preguntaba preocupado Gokú a la pelinegra.

No, mi papá ha cambiado mucho ahora me apoya en todo, dijo Milk.

Me da alegría saberlo, agregó Gokú.

¿Y tú como has estado?, ¿Ya sales con alguien?, dijo Milk.

Si, mamá me presento una chica con la que estoy saliendo, respondió Gokú, mientras Vegueta escuchaba la plática atento.

¿Y cómo es?, dijo Milk celosa.

Muy bonita y divertida, acotó Gokú.

Si mi primo tiene razón Mai es muy bonita y sobre todo paciente y tú ¿ya andas saliendo con alguien?, dijo Vegueta para evitar alguna torpeza de su primo.

Milk iba a responder que no, pero al escuchar la respuesta de Gokú pensó que no sería bueno quedar como tonta ante él y su primo diciendo que no, que aún estaba enamorada de alguien prohibido, entonces decidió decir una mentira para que así crean que ella ya había superado todo.

Si, ya tengo novio, es Diecisiete mi hermanastro, como no hay lazo de sangre que me una a él mi padre lo consintió, respondió Milk con el dolor de su corazón mientras veía el dolor en los ojos del joven de cabello alborotado y empezaba arrepentirse de sus palabras.

¡Qué bueno! dijo Gokú con tristeza.

Si es una gran noticia, agregó Vegueta.

Luego los jóvenes se despidieron, quedando en encontrarse el día siguiente para partir al lugar donde se llevaría a cabo el torneo.

Mansión Son:

En una lujosa habitación un joven de cabello alborotado bebía de una botella de licor mientras miraba la foto de una bella pelinegra y pensaba: Ahora otro siente tu perfume, besa tus labios; ¿por qué?, ¿por qué maldita sea mi padre hizo algo así?, si tu no fueras mi hermanastra todo sería distinto, decía el joven bebiendo de la botella.