[ 6 meses después]

Yugi palmeo suavemente la espalda del bebé para calmarlo, se encontraba removiendose entre sus brazos, su hijo trataba de llorar pero Yugi lo evita  meciendolo a un ritmo acompasado.

- ¿Necesitas que te ayude?. -

Yami se siente alado de Yugi, se acerca a ver al pequeño Haru, este abre los ojos lentamente, sus ojos amatistas brillan con esplendor, Yugi le ve con mucho amor, su hijo se parece tanto a su padre, a pesar de ser un proyecto en genética humana experimental.

- Estoy bien. - Responde Yugi con una sonrisa mientras gira su vista a Yami.

- Me da gusto escuchar eso. - Menciona Yami, quien ahora carga a Haru con mucho cuidado.

- ¿Cómo está Mokuba?. - Pregunta Yugi.

- Va bien en la escuela, a mejorado mucho en todos los aspectos. -

Haru ahora bosteza , una acción que enternece a Yami.

- Es lindo. - Dijo Yami. - No puedo creer que se parezca tanto a mi. - El ojo-carmín acaricia suavemente los mechones alborotados de Haru, el bebé sonríe Y Yami solo puede brindarle un beso en la frente consiguiéndose unas pequeñas carcajadas del niño.

- ¿Ya comió?. -

- Estaba a punto de alimentarlo. - Dijo Yugi sonrojandose, pues alimentar a Haru era un poco vergonzoso para él, ya que desde que Haru nació sus pezones habían estado sensibles, se habían hinchado un poco y también comenzaba a lactar, lo cual era un poco raro.

Yami sólo se apego más a Yugi y le beso su frente.

- Sí tienes problemas en alimentarlo, puedo ayudarte de nuevo. - Yami le guiño un ojo, consiguiendo que Yugi se sonrojara con fuerza.

- E-eso no hará falta. - Tartamudea Yugi colorado. - Yo... Yo puedo. -

-¿Seguro?. - Sonríe pícaro. - La última vez no te salía leche y necesitaste de mi ayuda. Anda, si me lo pides, puedo ayudarte de nuevo, no te avergüences. - Yami se acerca a Yugi a la par de su oreja. - Después de alimentar a Haru, puedes alimentarme a mi también. -

Yugi grita internamente, Yami era un verdadero pervertido, oh, realmente no sabía que estaba pensando en el momento en que acepto estar juntos.

Pero bueno.

Yami era su pervertidos y prometido y no podía pedir nada más...

Aun que aveces...

Se preguntaba si lo que estaban haciendo era lo correcto; la tormenta ya pasó.

Atem está muerto, o al menos su lado oscuro.

Yami está vivo y conserva gran esencia de su verdadero amado, y eso agradece.

Kaiba falleció pero eso no impide que se recordado día con día por todos y sobre todo por su hermano; El apellido Kaiba seguiría en pie.

Pero aún Yugi tiene esa espinita de duda y curiosidad.

¿Cómo fue que Atem fue separado a la mitad?, ¿cómo fue la historia entre Kaiba y Atem?, ¿qué pasó realmente entre ellos y cuál fue el verdadero motivo por la que Kaiba creo a Haru?.

Aquellas preguntas seguirían siendo una incógnita para él, pues nada ni nadie respondería eso, ni siquiera en el mensaje que le dejo a Mokuba y Yugi.

*Continuará...

Solo falta un capitulo para acabar este fanfic.