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¡Felicidades _ChaosSkyness_! Haz ganado ❤️.
Y como recompensa aquí esta la parte que solicitaste.
¡Disfrútala!
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"A veces la vida te sorprende tanto que paraliza por unos breves instantes tu corazón."
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—No puede ser. —
Está más que sorprendido. Impactado. Pasmado, y el corazón no le puede dejar de latir tan fuerte que siente que de su pecho se le va a salir.
Sus ojos amatista reflejan una silueta singular, la reconocería en todos lados a donde fuera.
—Tú... —
—¿Estás bien Yugi?. —
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» En otra parte. «
—Así con concluye la junta de hoy, pueden retirarse caballeros. — Dijo Yami arreglando su abrigo viendo a un grupo de hombres que acababan de hacer un trato muy especial para KC.
—Esperemos hacer más tratos como este. — Dijo un hombre estrechando la mano de Yami como si ya fuesen amigos.
—Eso espero compañero. —
—Señor Kaiba, lamento interrumpir pero el pequeño Mokuba esta al teléfono. —Señala la joven. El hombre de hace un momento solo se retira dejándome sólo con la mujer.
—Adelante. —Le dije.
Ella me paso de inmediato el aparato.
—Con permiso. —Dijo la joven y se retiro.
—Mokuba. —
—¿cómo va el trabajo?. —La voz de mi pequeño creador sonaba un poco ronca, cansada pero se esforzaba por hablarme.
—Deberias estar descansando. —Regañe levemente.
—Debería, pero quería saber de ti. Dime ¿haz tenido algún problema?. —
—Para nada, todos han sido muy amables aquí conmigo. —
—¿Y ya supiste del problema que tenemos?. —Pregunto él.
—Ya. Pero no te preocupes déjamelo a mi, yo descubrire a la rata y la expondré. —Dije seguro viendo a la gran ciudad que se extendía a lo largo y ancho de mi vista. — Pero necesitaré ayuda. —
—El sub-jefe ya tiene sus instrucciones explicadas él ya sabrá que hacer de su lado, el resto de los empleados están a toda su disposición, dime ¿estas en la oficina de Kaiba?. —Sonaba preocupado.
—No, para nada, en cuanto me tope a la secretaria del piso me mando hacia el otro elevador para bajar al piso de bajo para atender la junta. —
Escuche como Mokuba suspiraba de alivio, como si se hubiera quitado un gran peso de encima.
Eso llamo mi atención.
—¿Hay algún otro inconveniente que deba de saber? —Pregunte curioso.
—No, nada. Sólo me preocupaba el hecho de que no estuvieras cómodo en el trabajo. —
No le creo, siento que me esta ocultando algo.
—Mokuba con respecto al sub-jefe, en algún momento dado tengo que verlo. —Solté viendo algunos papeles que estaban sobre la mesa, el proyecto era uno más de video juegos que se lanzarían para el próximo año, pedían la colaboración de jefe y del sub-jefe, pues eran las principales mentes maestras en decidir que se haría con el proyecto.
—Pueden hacerlo por separado, no es necesario que se vean. En cuanto me recupere me haré cargo de la empresa. —
—Eres un niño aún. Eres muy pequeño, deberías estar jugando con tus amigos, ir a la escuela y divertirte como cualquier infante. Apenas tienes 13 años, no quiero que tengas esa carga sobre tus hombros. Déjame a mi hacerme cargo de la empresa. —
—Pero Yami... —
«Pov Narradora»
—Te veo en casa pequeño. —Y colgó antes de que Mokuba le restringirá más cosas, no sabía si ya era bastante malo no acercarse al sub-jefe de KC.
¿tan importante es aquí?
Sí.
Por eso los hermanos Kaiba lo alejaban de él, porqué tal vez sea algún ser amado para ellos. Alguien apreciado.
Puede ser ¿el prometido de su padre?, cabía una posibilidad, pues con el tampoco tiempo que tenía de conocer a Seto, se fijo que él era posesivo, aparte de tener un carácter de la mierda que hacía en sombrecer cualquier lugar con su mera presencia.
Eso tenía más sentido.
Su creador era un loco obsesivo.
—¿Debería de ofrecerle mis condolencia a mi futura madre?. —Se preguntó.
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—T... Tú estás aquí. —Tartamudeo Yugi, las palabras no podían salir del todo bien.
Aquel hombre, ¡y que hombre!.
Lo ayudó a levantarse despacio y con cuidado.
—¿No te alegras de verme? Porqué yo a ti sí. — Sonrió y enseguida abrazo al pequeño tricolor que luchaba con ganas de corresponderle ese abrazo tan cálido que le aseguraba solo una cosa.
—No sabes cuanto te extrañe, aibou. —
Las lágrimas de Yugi brotaron en el hombro de su Faraón.
Claro, a él también le alegraba verlo por fin de tantos años.
*Continuará..
¡Sorpresa mis pequeños!
Atem llegó.
¿Se lo esperaban?
¡Nos vemos luego!
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