Ayer yo estaba así con una lectora ↑↑ Jajajaja y resulto que gano la batalla Shinobi xD

Capitulo dedicado a: Pamelarios58152 y a Maribelrio95

Vamos a aclarar esta "Confusión" acerca sobre la situación entre Yugi y Seto, así qué comencemos.

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POV YUGI.

Una vez vi a Kaiba salir de mi oficina solté un suspiro de tristeza y derrota, no me gustaba como esto iba empeorando la salud mental de Kaiba, un día podía estar bien y al siguiente podía encontrármelo gritándome que quería un duelo conmigo repitiendo constantes veces el nombre de mi ex-compañero de duelos.

Era doloroso, y frustrante; no es como si tuviera una relación con él, claro que no, yo sabía por quien me había enamorado, pero Kaiba estaba obsesionado, enfermo; y por más que quisiera ayudarlo Kaiba no se deja, siempre tan obstinado; niega que esta en una situación critica. Mokuba ya no sabe como lidiar con él y muchas veces me a planteado la idea de que si era posible meterlo en un hospital psiquiátrico donde tratarían su problema, pero también tiene miedo de hacerlo, de qué aquel médico con bata le diga que su hermano no tenga ni como curarse y que Kaiba estaba destinado a ver un fantasma de por vida.

 Era doloroso saber eso, pero por ahora lo mejor que podíamos hacer con Kaiba era seguirle su juego, y eso era triste de ver.

Pero últimamente Kaiba a estado relajado, por decirlo de alguna manera, ya no me pide duelos, mantiene una postura firme y un semblante serio característico del Kaiba que conocí hace años.

No es que me ponga alegre saber que, probablemente, este recibiendo ayuda por fin, pero siento que algo se trae entre manos.

Coloco mi mano sobre mis labios recordando el beso que me había dado Kaiba momentos antes. Esto no es justo, yo no soy ningún remplazo, yo no era Atem y se de antemano que Kaiba quiere algo conmigo. 

Desde hace algunas semanas atrás el castaño me estaba viendo de otra manera que no fuéramos colegas de trabajo y amigos si no algo más.

Me robaba besos aveces, ya fuera en cualquier sitio que nos viéramos, me invitaba aveces a cenar a lujos restaurantes e incluso me daba regalos muy exagerados que continuamente rechazaban por que eran muy caros.

Esto es muy complicado, ¿de qué otra forma le hago entender a Kaiba que yo no quiero nada con él?, ya no una vez se lo dije, ¿pero por qué insiste?.

Ahora, ¿él también tendría una obsesión conmigo?.

Me siento en mi silla y dejo caer mi cuerpo, me siento cansado, a veces desearía que Atem estuviera conmigo para que me aconsejara sobre que hacer en este tipo de situaciones que apenas se lidiar.

"Ojala estuvieras a mi lado".

♣-♣

POV AUTORA.

En otro lado de la ciudad Domino, cerca del centro y en un pequeño local de comida se encontraban dos chicos que comían a gusto, bebían café y comían uno que otro pan de dulce junto con algún aperitivo.

Pero Yami deja enseguida de beber su café, cuando siente esa sensación de una melancolía profunda combinado con tristeza y un sentimiento de ¿desamor? ¿O sería algún despecho?, Así suponía, pues en cierto tiempo sintió como si le hubieran arrancado el corazón.

Y  su mente se le vinieron unos brillosos pero acuosos ojos amatistas que le rogaban que no se fuera de su lado.

Esta visión y las sensaciones que sentía lo hicieron pararse atrayendo la atención del pequeño azabache.

—¿Qué pasa?.—Preguntó Mokuba confundido al ver a Yami levantarse y mirando a ambos lados como si estuviera buscando a alguien.

"Ojala estuvieras a mi lado".

Yami abrió enormemente sus ojos al escuchar esa voz dentro de su cabeza, el corazón se le estrujo solo al escuchar esa voz tan triste y lastimara, como si se estuviera lamentando.

Y aun que había escuchado a Mokuba preguntar por su estado, Yami no le contesto, si no que le lo vio de reojo y comenzó a caminar hacía la salida.

Esto provoco que Mokuba inmediatamente pidiera la cuenta ya que Yami se había salido del pequeño local donde servían café.

Y Yami comenzaba a caminar por las calles en solitario, veía a su alrededor, veía a las personas, los autos, los letreros de cada avenida y cada calle que cruzaba; llego un momento en donde ya no escucho la voz de Mokuba y el silenció y la calma se instalo en él, llegado a punto se detuvo en una calle, enfrente de él veía una tienda que se le hacía extrañamente familiar.

Y sentía dentro de sí que debía de entrar a ese lugar a toda costa, lo más extraño era qué Yami no sabía él por qué, pero debía de ir y adentrarse y saludar amigablemente al propietario de la tienda.

Miro a ambos lados para cerciorarse que ningún auto cruzaba la calle y cuando iba a cruzar, se detuvo abrutamente, volteo hacia atrás para saber quien lo detenía y era nada más ni menos que Mokuba.

—¿Qué haces?.—Le preguntó Mokuba.

—Yo...—Yami miro hacia adelante, quería ir ahí y solo ¿saludar?, ¿eso quería?.

—Vamonos de aquí.—Dijo el azabache, enseguida una lemosina se paro justo enfrente de ellos y uno de los guardaespaldas les abrió la puerta. Mokuba no tenía de otra que empujar a Yami dentro del auto cuando vio al viejo Solomón Muto salir de la tienda, después fue él quien paso adentro del auto y cerro la puerta.

—Mokuba yo quería...—Pero Yami fue interrumpido por Mokuba.

—¡No puedes irte así!.—Dijo el pequeño.—¡¿Qué pasa si te pierdes o te pasa algo?!.

¿Perderse? imposible, poseía una gran cantidad de información acerca sobre la ciudad, le país y el mundo entero. Pero lo que sí no sabía era el por qué debía de dirigirse a esa tienda en especifico cuando escucho aquella voz dentro de su cabeza.

Ignorando los regaños de Mokuba, Yami trato de buscar respuesta más no hubo alguna que le dijera que lo que  había escuchado era una ilusión y de nuevo el nombre de Yugi Muto resono en su mente.

Es verdad debía de decirle o preguntarle a Mokuba que ¿Significaba Yugi Muto?, pues esa información no la tenía.

—¡Mokuba!.—Yami tomo de los hombros al pequeño.

—¿Qué?.—Contesto un poco molesto el azabache más Yami lo ignoro.

—¿Qué significa Yugi Muto?.—

Mokuba sintió como su alma se iba de su cuerpo y regresaba abofeteando todo su cuerpo, palideció al escuchar el nombre del tricolor de ojos amatistas, ¿cómo sabía el nombre y apellido de Yugi si ni siquiera le implementaron esa información a Yami? 

—¿Q-quién te dijo eso?.—Preguntó Mokuba con miedo.

Y Yami le contó, le contó lo que le había pasado anoche, acerca sobre su sueño y que un chico de bellos ojos amatistas lo había visitado entre sueños para tener un encuentro sexual muy pero muy intimo y hasta caliente.

Toda esta historia se la contó a detalle a un pobre pre-adolescente que tenía sus mejillas completamente rojas y se hayaba avergonzado al escuchar ese relato erótico donde dos chicos mantenían relaciones sexuales y que uno de ellos gemía tan alto diciendo el nombre de Yami continuas veces mientras las caricias fluían por si solas, se podía decir que hasta las sentía debajo de la ropa.

—¡Es suficiente!.—Grito Mokuba muy avergonzado. —Yo... comprendo lo que me dices, y es normal ¿de acuerdo? tener ese tipo de sueños aveces.—¿Pero tenerlos con una persona que no conoces? obviamente no, pensó el azabache, y más si se trataba de Yugi, puesto que su amigo había dicho tal cual la apariencia del chico con el cual había tenido ese sueño: piel blanca como la leche y suave, labios rosados, cabello en punta y en forma de estrella, ojos amatistas y complexión pequeña.

Yami definió a Yugi como un buen vino tinto; pues a pesar de tener unos ojos amatistas que capturaban el color de las uvas, su cuerpo podía disfrutarlo y saborearlo .

—¿Pero conoces quién es?.—Siguió preguntando Yami.

¿Decirle o no decirle? se cuestionaba Mokuba. Su hermano había sido estricto con él, le había ordenado que para nada hablara sobre Yugi enfrente de Yami. ¿Pero que motivo había para no decirle a Yami sobre Yugi?.

—No es nadie, Yami.—Contesto Mokuba sintiéndose mal y un poco dudoso si lo que estaba haciendo era  lo correcto.—Solo fue un sueño.—

♣Continuará...