1 - WILDFIRE
Mi participación para "Wildfire" — TD_Editorial
Universo Lerón. Año 2315.
Inicio de bitácora; nota N° 302 - Agente L. H.
—Bien, estamos listos para grabar ahora. Agente Lee, de un paso al frente, por favor.
Hoseok se obligó a calmar sus nervios cuando su nombre sonó por los altavoces escondidos en la habitación en la que se encontraba confinado.
"Tú accediste a esto por el bien de tus seres queridos, Hoseok. Hazte cargo de tus decisiones..." se reprochó mentalmente, dando una gran bocanada de aire antes de obedecer aquella orden.
Cuadró sus anchos hombros y enderezó la espalda, adquiriendo el porte formal que debía utilizar en su puesto. Era un soldado entrenado para proteger la base militar a las afueras de la Capital. Era su deber cuidar a los ciudadanos que habitaban dentro de la Gran Ciudad, detrás de la Muralla Eterna; y para llevar a cabo su misión y cumplirla, se había presentado como voluntario para un proyecto secreto y confidencial.
—Mire a su derecha y preséntese. Diga los motivos por lo que participa y luego dé su consentimiento, Agente Lee.
Hoseok volvió a obedecer a la voz desconocida, encontrándose con un amplio ventanal opaco en la pared. Llevó su mano izquierda primero al frente y luego la llevó a su pecho, dejando extendidos solo tres de sus dedos para hacer el saludo militar correspondiente a los superiores que se encontraran del otro lado.
—Agente Lee, Hoseok. Rango intermedio, casta bastarda. 28 años. Sangre compatible y resultado positivo a los efectos del Proyecto X. Mis motivos son por el bienestar de la humanidad y el porvenir —tragó saliva y se mojó los labios con la lengua en un acto nervioso antes de continuar—. Doy mi pleno consentimiento para llevar a cabo este proyecto en mi cuerpo y mente.
Nadie más respondió y el silencio eterno y sofocante característico de la situación lo envolvió por varios minutos más. Solo podía escuchar su respiración, cada vez más rápida y superficial, y sus latidos del corazón, cada vez más fuertes contra su pecho. Un miedo insoportable atacó su mente y miles de pensamientos pasaron con rapidez por su cabeza, haciéndole sentir enfermo y tembloroso de repente.
—Bien, eso es todo por hoy. Seguiremos mañana, puede retirarse ahora.
Dio un breve salto en el lugar, sobresaltado por la voz mecanizada. Hizo un leve asentimiento e inclinación hacia la extraña ventana y luego se dirigió a la única puerta del lugar. Solo cuando se encontró en el pasillo externo con nadie más alrededor, se permitió relajar todo su cuerpo y dar un profundo suspiro de resignación finalmente.
"Espero estar haciendo lo correcto con esto..." se lamentó entonces, comenzando a caminar por el lugar en dirección a la habitación que ocupaba en el cuartel.
Sin saberlo verdaderamente, Hoseok había accedido a su perdición dentro de aquella habitación.
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Hyunwoo estaba terminando de cargar y revisar el armamento que había utilizado en su entrenamiento cuando la puerta de la habitación se abrió suavemente. En un acto reflejo, tensó su espalda y miró con un rapido movimiento por sobre su hombro, encontrándose con su compañero de cuarto entrando.
—Agente Lee —le dijo, saludándolo formalmente a la vez que dejaba de lado lo que estaba haciendo.
Se miraron en silencio con el gesto tenso e inexpresivo hasta que el recién llegado cerró la puerta detrás suya, solo entonces ambos ablandaron sus semblantes e intercambiaron una tierna sonrisa entre ellos.
—He regresado... —Hoseok se adentró un poco más en la habitación hasta quedar a un lado de su compañero.
Hyunwoo entonces se puso en pie y tomó una de sus pálidas manos para envolverlas dulcemente entre las suyas y luego llevarla hasta sus labios para depositar un beso en la palma. Se observaron otra vez, estudiando atentamente los rasgos del contrario.
—¿Qué tal te ha ido hoy? ¿Te han dicho algo más sobre el proyecto?
Hoseok podía notar las finas líneas de preocupación que se marcaban en la frente del más alto. Hyunwoo no se había mostrado muy conforme con su decisión al ofrecerse como voluntario, sin embargo, ambos eran soldados de poca monta y no se encontraban en posición de protestar o negarse ante sus superiores.
Las bestias salvajes y los cazadores mecánicos eran cada vez más y sus defensas comenzaban a flaquear con el tiempo, ambos lo sabían bien. Si no hacían algo más por intentarlo, pronto la humanidad quedaría reducida a simples cenizas. Por eso, el enigmatico "Proyecto X" se basaba en realizar modificaciones a nivel genético en determinados agentes que fueran compatibles para conformar nuevas tropas especializadas y lograr así contar con un As en la manga. A cambio, sus superiores les garantizaban una mayor paga y protección a sus familiares, junto con mayores comodidades para la vida diaria dentro del cuartel.
Hyunwoo había sido seleccionado para el entrenamiento más arduo y salvaje en combate y fuego de cobertura como escuadrón anexo al proyecto; y Hoseok había dado positivo en sus últimos chequeos mensuales y le ofrecieron formar parte del proyecto. De esa manera, ambos se encontraban dentro del juego ahora.
"Es por tu sonrisa que hago esto, Hyunwoo, no te preocupes tanto" pensó entonces, dando un breve asentimiento con la cabeza antes de estirarse un poco y alcanzar sus labios en un tímido beso.
—Las pruebas comenzarán mañana y luego esperarán a que mi cuerpo reaccione favorablemente.
Hyunwoo entrecerró un poco sus ojos y se inclinó más sobre él, deseando prolongar aquella pequeña unión entre sus cuerpos por un tiempo más.
Eran más que simples compañeros de habitación y colegas en el trabajo, desde hacía meses algo mucho más profundo que un simple sentimiento de compañerismo había aflorado entre ellos. Todavía no lograban dar con el verdadero significado de lo que sentían, pero ambos sabían que aquello era mucho más fuerte que una amistad cualquiera. Por eso mismo, ocultaban sus gestos tiernos a ojos de los demás y se permitían ser verdaderamente libres solo dentro de aquellas cuatro paredes.
Nadie más necesitaba saber lo suyo, solo podían confiar el uno en el otro. Era demasiado arriesgado y los había envuelto rápidamente como la marea al amanecer como para poder detenerse a tiempo.
Hyunwoo terminó apoyando su frente contra la de Hoseok y cerró sus ojos por unos segundos, saboreando aquel efímero y placentero momento entre ellos y deseando guardarlo en sus recuerdos para siempre.
—Todo estará bien, cariño. Lo sabes, ¿verdad?
—Lo sé, eres la unica persona en quien confió aquí —le murmuró en respuesta, con una suave sonrisa en los labios—. Tus palabras siempre me consuelan.
Era una tonta mentira y ambos lo sabían, pero, ¿qué más podían hacer en aquella situación? Solo se tenían el uno al otro. La vida podía llegar a ser muy difícil a veces, y no siempre se encontraban verdaderas soluciones frente a los problemas que debías de afrontar; ahora solo podían confiar en que realmente nada malo pasaría con el proyecto.
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Inicio de bitácora; nota N° 307 - Agente L. H
—Bien, comenzaremos con la grabación. El agente Lee se encuentra aislado en la habitación luego de la primera administración de la sustancia catalogada como "X-514", a la espera de las primeras reacciones fisiológicas y/o psicológicas... Se destacan movimientos involuntarios propios del nerviosismo y la tensión voluntaria de los músculos por las correas de retención de la camilla —El agente que relataba los sucesos alzó su vista nuevamente para observar el objetivo del otro lado del cristal. Se veía más pálido de lo normal pero estable, con la mirada en un punto fijo en el techo y sus rasgos con una expresión tensa pero neutra. Esperó varios minutos en silencio, atento a cualquier movimiento o reacción, por más minúscula que fuera—. Sus latidos comienzan a aumentar, su respiración se vuelve superficial y se ralentiza, sus párpados están descendiendo con pesadez, parece tener las pupilas dilatadas...
Hoseok sentía todo su cuerpo arder y sus músculos se agarrotaban como si tuviera un peso pesado encima. Hasta respirar le estaba empezando a costar mucho esfuerzo. Debía resistir un poco más y esperar a que la prueba terminara, no debía mostrarse débil ni perder la batalla contra la droga, de esa manera aseguraría el bienestar de Hyunwoo en aquel lugar; pero el calor se estaba volviendo insoportable en su interior, como si un incendio incontrolable se extendiera por todas sus células.
De un momento a otro, le falló la respiración y comenzó a jadear, se tensó contra las ataduras cuando su vista se tornó borrosa por un segundo.
—Agente Lee, ¿se encuentra bien?, díganos qué es lo que está sintiendo...
Apretó los dientes, incapaz de modular por los repentinos temblores en su cuerpo. Pensó que las llamas lo devorarían cuando ya no supo qué hacer con lo que sentía, pero entonces, tan solo unos segundos después, todo se detuvo, pudiendo tomar una gran bocada de aire puro mientras su cuerpo caía laxo y sin gracia contra la fría mesada.
—Lo ha hecho muy bien, Agente Lee. Ha superado la primera parte de esta prueba —le dijo la voz metalizada por medio de los altavoces—. Podemos continuar con el resto...
Hoseok cerró brevemente los ojos, rememorando la dulce sonrisa de bienvenida de Hyunwoo en su mente para poder tranquilizarse en lo que escuchaba la puerta de la habitación abrirse con pesadez, seguida de varias pisadas acercándose.
"Solo resiste, Hoseok. Resiste para que Hyunwoo pueda besarte luego..." pensó entonces, mientras sentía que las tiras rodeando sus extremidades comenzaban a aflojarse.
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Hyunwoo sentía la garganta tan apretada por la angustia que estaba sintiendo, a pesar de tener una expresión neutra y tensa en el rostro. Su propio entrenamiento comenzaba a surtir efecto en él, generando la perdida de expresiones y un semblante cada vez más atemorizante y gelido en él.
Frente a él, Hoseok estaba sentado en el borde de su cama, tan solo con la ropa interior negra del uniforme puesto. El resto de su cuerpo mostraba aquella piel pálida y suave como la misma nieve, cubierta de magulladuras y heridas sin curar que todavía despedían gotas de sangre. La imagen de semejantes lesiones corrompiendo su piel impoluta se le tornaba algo tan hermoso como horrible de ver.
—Esto no está funcionado, cariño. No puedes seguir así —le dijo por lo bajo, arrodillándose frente a él para comenzar a limpiar y tratar los cortes—. Tu cuerpo no lo está resistiendo.
—Estaré bien, me haré más fuerte. Solo necesito de tus besos, no necesito nada más...
Hyunwoo alzó la vista y le sostuvo la mirada con el semblante apretado. Hoseok se veía tan exhausto luego de pasar horas siendo puesto a prueba con diferentes experimentos extremos en el laboratorio principal. Su corazón se estrujó nada más verlo ingresar a la habitación cuando regresó y se dejó caer contra el colchón con lentitud y esfuerzo.
—No eres gracioso...
—No trato de serlo. Estoy siendo serio, Hyunwoo. Tus besos son importantes para mi...
Hyunwoo chasqueó la lengua con fastidio, pero de todas maneras se inclinó y probó sus labios con una ternura tan dulce que robó un tembloroso suspiro del contrario.
—Tienes tu propia y extraña forma de ser, en serio, Hoseok, deberías...
Hoseok le interrumpió con otro beso antes de separarse y regalarle una pequeña sonrisa en sus labios.
—No puedo evitarlo... de todos modos, ya es demasiado tarde para dar marcha atrás.
Sabían que eso era cierto, y no había forma alguna de refutar lo contrario. Era lo que más conflicto le generaba a Hyunwoo en su interior; no había estado de acuerdo con la decisión que tomó Hoseok, y mucho menos estaba de acuerdo con que sacrificara tanto por aquel proyecto casi imposible, siendo que su propio cuerpo se resentía con el proceso y las heridas abiertas eran una clara evidencia de ello.
Sin embargo, Hoseok estaba decidido a seguir adelante, le costara lo que le costase el adaptar su cuerpo al estricto tratamiento. En el momento en que su mente comenzara a dudar y resistirse, él sabía que todo se echaría a perder y no podría salvar a Hyunwoo.
"Aunque esté asustado cada vez que siento aquel salvaje incendio arder en mi interior, volvería a prender esas llamas insoportables por encima de todo mi dolor con tal de salvarte a ti" pensó Hoseok mientras miraba atentamente las grandes manos del contrario que se centraban de nuevo en vendarle el cuerpo.
Sin embargo, su determinación y su confianza fueron flaqueando con cada sesión extensa y demandante en que se veía expuesto.
Como él supuso que pasaría, a medida que avanzaban con las modificaciones y el entrenamiento, el cuerpo de Hoseok empezó a mostrar nuevas especificaciones y algunas reacciones físicas, sin embargo, donde se presentaron los cambios más notorios fue en su mente.
Hoseok sentía como si su cabeza se fragmentara por momentos, perdiendo la noción de donde se encontraba y con quien; como si tuviera una incognita constante que jugaba con sus pensamientos todo el tiempo y no pudiera hacer nada para evitarlo, su cuerpo no respondía y tampoco podía luchar contra ello.
Ya casi no podía dormir por las noches de lo extraño que sentía todo su cuerpo, incluso si Hyunwoo permanecía a su lado y le abrazaba. Se mantenía despierto y dando vueltas, retorciéndose y sudando por el esfuerzo; y solo bastaba un simple toque de Hyunwoo en su piel para que esta ardiera y brillara por debajo, como si verdaderamente se estuviese quemando desde dentro.
—No puedes seguir así, tienes que detener esto ahora —le dijo una noche Hyunwoo, intentando calmar su temperatura corporal con paños húmedos en agua helada.
Era algo simplemente fascinante de ver. Su piel se sentía igual que un témpano de hielo, pero a los segundos todo ardía como el mismísimo infierno, volviéndose transparente y dejando ver el fragor de las llamas.
—Sabes que ya no puedo regresar atrás, cielo —murmuró Hoseok a pesar de los temblores en su cuerpo—. Mañana es la última prueba. Todo terminará después de mañana, ya lo verás...
"Ese tonto positivismo vacío que me intentas vender para tranquilizarme no hace más que fastidiarme, ¿qué es lo que intentas probar?", Hyunwoo chasqueó la lengua y se le quedó viendo con cierto resentimiento. La injusticia de todo esto llevaba colmandole la paciencia por varias semanas ya.
Él ya no se sentía un integrante importante dentro de las fuerzas sino un simple juguete con el que los investigadores podían hacer lo que quisieran sin derecho a quejarse, y Hoseok estaba mucho más allá de eso... Para los investigadores, él era una fascinante abominación que les haría poderosos si conseguía sobrevivir, y un verdadero fastidio si fallaba en su labor.
—Necesito de tus dulces mentiras esta noche, cariño —dijo repentinamente Hoseok, rompiendo con sus pensamientos y atrayendo su atención de nuevo—. ¿Podrías calmar mi mente por un momento?, solo tú puedes hacerlo, dime que todo estará bien después de mañana...
¿Cómo podría negarse ante su petición si lo estaba haciendo con lágrimas en sus preciosos ojos, actualmente teñidos en tonalidades rojizas por las poderosas drogas que le fueron suministradas, y un ligero puchero en sus atractivos labios?
Hyunwoo dejó ir su propia ira y se dejó caer a su lado en la cama que compartían para luego envolverlo entre sus brazos, siendo instantáneamente iluminado por su piel llameante. Se acercó a su rostro, besó su frente con ternura y lo consoló.
—Nada malo te pasará, cariño. Piensa en mí cuando más difícil lo sientas y todo pasará pronto, nos veremos al final del día y todo seguirá como siempre...
"Y si eso no ocurre... Ambos moriremos como prometimos hacerlo, por el bienestar de la humanidad y el porvenir".
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Inicio de bitácora; nota N° 315 - Agente L. H - Alias: Wildfire.
—El objetivo se encuentra en estado volátil, no se pueden establecer conexiones que permitan su nivelación, de seguir así, podríamos perderlo... —la voz del agente que se encontraba del otro lado del vidrio sonaba agitada—. Está reaccionando a la última suministración de manera efectiva, sin embargo, su cuerpo parece no estar resistiendo la última intervención, creo que podría colapsar de no inter...
Hoseok no lograba mantenerse lucido, su mente divagaba en un vaivén interminable. Las voces mecánicas, las luces dándole de lleno, las cuerdas tirantes en los brazos, los pinchazos y el malestar, todo a su alrededor iba y venía sin poder controlarlo, solo podía sentir su respiración y el palpitar de su corazón contra los oídos; todo le daba vueltas y ya no sabía qué hacer para regresar en sí.
El miedo absoluto lo consumió y amenazó con controlarlo, pero entonces, algo inesperado vino a su mente.
"Piensa en mí cuando más difícil lo sientas y todo pasará pronto..."
Las lágrimas se le salieron de inmediato, un ardor inexplicable le devoró el pecho y se sintió ahogar. Desesperado por que aquello terminara, manifestó una imagen de Hyunwoo en su mente, Hyunwoo sonriendo y acariciando con ternura. Finalmente podía reconocer lo que sentía por él, algo tan inexplicable de experimentar al lado de otra persona solo podría tratarse de una cosa: Amor. "Necesito de tu amor, necesito tus dulces e inocentes mentiras para calmar mi mente una vez más... Solo confío en ti, Hyunwoo".
Hoseok intentó mantener su dulce imagen en la mente y perseguir ese sentimiento de amor y serenidad con todas sus fuerzas, pero se estaba quedando atrás, la marea de oscuridad quería tragárselo por completo y le respiraba cerca, ya casi podía sentirlo...
Entonces, todo esfuerzo hecho allí fue algo perdido. El silencio invadió aquella maldita sala tan solo unos segundos antes de que las alarmas de emergencia sonaran por toda la base militar.
—El Proyecto X ha fallado en su fase final —dijo con dificultad la voz mecanizada.
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—¡Evacuen cuanto antes!, ¡soldados especializados al frente! ¡Formación inmediata de ataque, debemos eliminar el objeto fallido ahora mismo!
El caos reinaba por los pasillos de la base. El personal pasivo había sido enviado a la Capital para evitar bajas innecesarias mientras que los activos se encargaban de controlar el incendio masivo producido en el laboratorio central, mientras que lo más experimentados debían combatir contra la nueva amenaza.
El agente voluntario Hoseok Lee se había transformado en un monstruo imparable.
A cada paso que daba, las llamas se extendían por todo el edificio y peligraba con tirar abajo la infraestructura. No había nada que lo trajera de nuevo en sí, y las balas comunes parecían no hacerle daño siquiera. Lo cierto era que los científicos no habían fallado en su experimento, habían conseguido construir un soldado verdaderamente invencible para sus tropas, pero ahora se encontraba arrasando con todo y todos a su paso, sin control alguno en sus acciones y una sed de destrucción total que lo enceguecía.
Y solo una persona sería capaz de destruirlo.
Hyunwoo lo supo en el exacto momento en que llegó al sector del laboratorio, notó los destrozos y, con el corazón retumbándole contra la garganta por el propio pánico, se dio cuenta que Hoseok se había escapado fuera de la muralla y en dirección al bosque invernal.
Había sido cruelmente entrenado para esto por meses, y ahora era momento de hacerle frente a su triste realidad. El proyecto había fallado y debía actuar cuanto antes... por el bienestar de la humanidad y el porvenir.
Su amor enfermizo y prohibido los había llevado a todo esto.
Con el corazón pesado y el rostro tirante para evitar delatar sus verdaderas emociones frente a sus compañeros, Hyunwoo dio un paso al frente, adentrándose al bosque.
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