Capítulo 12
-¡Draco nos matará!- chilló el pecoso con temor siendo testigo de como su oportunidad de libertad se alejaba
-No- dijo Z (Raphael) sacando un dispositivo del tamaño de un celular con el cual podía ver un punto rojo que titilaba dándole una dirección- No importa a donde vaya, lo rastrearemos
-Yo tengo el método perfecto para seguirlos pero debemos apresurarnos, entre más rápido lo tengamos, más rápido los alcanzaremos- aseguró el más alto guardando su Bo
-Andando entonces
Los tres saltaron para subir a las azoteas antes de que las personas a su alrededor los lastimaran o llamaran a las autoridades.
🍃
Ning puso en piloto automático el Jet y se preparó para verse bien antes de salir de la cabina, quería dar una buena impresión.
Del otro lado, se encontraba la tripulación restante: la chica pelinegra, que estaba sentada al lado de una ventanilla con la manga derecha de su traje bajo su brazo para descubrir la herida que el mutante limpiaba con una gasa, él había insistido en hacerlo cuando la chica encontró el botiquín de primeros auxilios.
-Es un mi amigo, ya te lo dije- era la tercera vez que lo aseguraba
-No parece, él tiene una forma... peculiar de referirse a ti- dijo el de azul poniendo un poco más de alcohol en la tela
El contacto del alcohol con la piel lastimada provocó un fuertemente ardor por el cual la pelinegra cerró los ojos y se mordió los nudillos de su otra mano con tal de soportar.
-Perdón, pero es necesario- dijo él con cierto pesar al notar el gesto de la chica
-No importa, solo duele un poco- dijo ella soltando un pequeño suspiro
Leo la miró de reojo y esbozó una suave sonrisa.
-Dentro de unos minutos o tal vez horas, el dolor se intensificará ¿eso lo sabes o no, linda?- aquella voz llamó la atención de ambos
Sus miradas se dirigieron al castaño que estaba en la puerta de la cabina.
El de azul maldijo por dentro al escuchar el apodo que el chico utilizó para Karai, pero decidió disimular su molestia al seguir en su intento por curar la herida de su amiga.
-Wow, ese sí que es un mutante, he visto tortugas grandes pero esto es de otro nivel- dijo el chico mirando a Leonardo con asombro y a la vez algo de repugnancia
A pesar de aquello, el mutante se mostró despectivo, sentía la inmensa necesidad de protestar pero sabía como reprimir eso.
-Es de quien te hablé, su nombre es Leonardo- dijo la chica esperando a que el oji-azul saludara, pero este parecía absorto en lo que hacía- Leo- lo llamó en un hilo de voz casi inaudible
-Ah.. Si, hola- saludó él con cierta indiferencia y aún sin apartar la mirada de su trabajo
Karai frunció ligeramente el ceño, no entendía por que de repente su amigo se comportaba así y tampoco le agradaba.
-Entonces... ¿Son amigos?- preguntó el de azul mientras vendaba el brazo de la joven
Ella entrecerró los ojos y abrió la boca para protestar pero otra persona se adelantó a hablar.
-Lo somos, somos amigos desde la infancia- respondió Ning- Amigos, compinches, confidentes, ex-novios...
Leo tuvo un tic nervioso en su ojo al escuchar lo último y apretó inconscientemente los vendajes con los que empezaba a cubir la herida de su amiga.
-¡Au!- se quejó Karai y el de azul al instan aligeró el agarre
-Uy, perdón, no quise lastimarte- se disculpó rápidamente el mutante colocando su mano en el brazo de la chica y maldiciéndose internamente por su torpeza
-No te preocupes, estoy bien- aseguró ella regalándole una sonrisa que logró aliviar a su contrario
-Como decía...- Ning retomó la palabra restándole importancia a lo sucedido- Sí, fuimos novios pero al poco tiempo terminamos, ya que solo estabamos juntos para poder escapar de nuestros padres- explicó haciendo un movimiento de hombros como gesto despreocupado
-Luego nos dimos cuenta de la idiotez que era eso y terminamos, pero aún somos buenos amigos- dijo la pelinegra dirigiendo su mirada hacia el castaño
-Algo distantes, pero sí- esbozó una sonrisa ladina
El de azul pestañeó varias veces mientras procesaba la información. Luego entrelazó el extremo de la venda entre las que rodeaban la herida y así terminó su trabajo.
-Ok...- habló el oji-azul tomando asiento al lado de la pelinegra- Básicamente es tu ex- hizo énfasis en lo último mirando con incredulidad a su contraria
Trataba de darle a entender que desde un principio supo que había algo más, tenía que retenerse de querer decir "¿No qué amigos y ya?"
Karai torció los labios y entrecerró los ojos aceptando el hecho.
-Era extraño imaginar su relación de "solo amigos"- hizo énfasis en lo último-, cuando él te halaga como si fuesen algo más- recalcó y su voz se escuchó más baja, como si tratase de que solo su contraria lo escuchara
-¿Qué hay de malo en eso?- preguntó Karai haciendo un gesto de rareza- Puedes halagarme también- se recargó en el brazo de su asiento para estar más cerca del rostro de Leo
Su expresión era coqueta y su tono se escuchó seductor y provocativo. No tenía la intensión de verse interesada, pero le gustaba usar sus encantos femeninos, y quería saber cuál sería la reacción de su contrario ante eso.
-¿E-eh?- la gran cercanía hizo que el rostro de Leo ardiera y sus ojos se abrieran con sorpresa
Él tragó saliva y se alejó un poco como acto de reflejo. Quería poder controlar sus deseos que lo tentaban a reducir la distancia de sus labios y en resultado, su nerviosismo fue visible cada vez que desviaba la mirada tratando de evitar el contacto visual y cuando sus manos apretaron el asiento.
-Solo bromeo- aclaró ella con un tono juguetón a la vez que recuperaba la postura
Leo rascó su nuca y sonrió aún un tanto nervioso. Por otro lado, Ning rodó los ojos con una sonrisa antes de volver a la cabina.
Los dos amigos se recargaron en el respaldo de sus asientos con la mirada en distinta dirección.
El silencio se apoderó del lugar por unos minutos, pudo tratarse de una situación incómoda que fue provocada por lo que había pasado en su charla anterior, pero no era así. Cada uno se había tomado el tiempo de pensar en su preocupante situación desde su propio enfoque.
Karai miraba por la ventanilla observando como se alejaban de la ciudad y poco a poco también del país. Mientras tanto, sus pensamientos estaban en la fotografía que guardaba en su traje, era una foto vieja y rota donde se veía a su madre, estaba segura de que en esa situación pudo haber contado con su ayuda y eso le entristeciá en gran manera.
Leo estaba cabizbajo, no podía sacarse de la cabeza la última pelea con esa tortuga temperamental, y la imagen de las otras dos tortugas restantes que dejaban pruebas obvias de que no había sido el único proyecto del Kraang. Además, ahora sabía que ellos eran los "Soldados de fuego", pero tenía muchas dudas que traían consigo la angustia.
-Debiste irte cuando te lo pedí- el dueño de las Katanas decidió cortar el silencio con su reclamo
La pelinegra lo miró y por unos segundos no dijo nada, sabía bien a lo que se refería.
-No iba a quedarme de brazos cruzados sabiendo que posiblemente necesitabas ayuda- replicó Karai finalmente
-¡Él pudo matarte y eso solo hubiera sido una carga más en mi conciencia!- exclamó dirigiendo su mirada a ella
-Pero no fue así y...- hizo una corta pausa al recordar algo que rondó por su cabeza desde aquella pelea- ¿Por qué no lo acabaste? Tenías la oportunidad de hacerlo- miró hacia el piso, no podía creer tuviera que cuestionarlo algo que ella sin dudarlo hubiera hecho- ¡Ellos mataron a Casey!- escupió con encono
Leo cerró los ojos al recordar esa escena tan espantosa y traumática en el departamento de su amigo, aún le dolía y quería poder arrancar esa imagen horrible de su cabeza.
-Debemos vengar su vida- prosiguió- Los acabaremos con nuestras manos y los haremos arrepentirse de haberse metido en nuestro camino, ellos...
-Karai- la interrumpió, pero se tomó un momento antes de hablar, le preocupaba lo que había escuchado- Eres genial, todo en ti lo es, pero no me gusta ese lado vengativo que tienes- volvió a mirarla- La venganza es horrible y solo lleva a más dolor, te hará caer cada vez más, no dejes que te consuma
Pidió aunque muy en el fondo era consiente de que él tampoco podía controlar su parte vengativa, sabía que si no podría controlarse si estuviera frente a frente con Draco, pero no quería arrastrar a Karai hasta el fondo del abismo por que lo habían lanzado a él.
Sabía cual era su destino, sabía que no sería el clásico héroe que se queda con la chica y tenía un final de cuentos de hadas. Estaba condenado a huir para tratar de sobrevivir y a vivir para asesinar en nombre de la justicia.
No obstante, se preguntaba lo mismo ¿Por qué no tuvo el valor para acabar con enemigo?
🍃
El Jet había pasado lo que restaba del día en vuelo con dirección su destino. Ning dormía dejando el piloto automático activado, pero lograba despertarse de vez en cuando para revisar que todo estuviera en orden.
Del otro lado, Karai y Leo habían pasado casi todo el viaje dormidos y mientras Leonardo dormía plácidamente estando sentado, la pelinegra había optado por una posición más cómoda en la semicama que se había convertido su asiento al accionar una palanca.
-Bellos durmientes, despierten- habló el castaño elevando su tono para hacer que ambos se despertaran
-¿Qué? ¿Eh?- el de azul se reincorporó alerta pero sus párpados caídos amenazaban con obligarlo a dormir de nuevo- Yo lucharé con ese...- miró a sus lados pero al no ver peligro dejó caer su espalda en el respaldo de nuevo
-¿Qué pasó?- preguntó Karai ayudándose con antebrazo para elevarse un poco
-Aterrizaremos dentro de poco, así que denle la bienvenida a Tokio, la vista es impresionante- avisó Ning dándole un sorbo a su café y ofreciéndole una taza a la tortuga
-Jamás dormí tan bien- comentó Leo mientras se tallaba un ojo con una mano y con la otra recibía el café
Se había quedado dormido por accidente, había pensado en cerrar los ojos unos segundos pero el cansancio le jugó en contra. No obstante, para su suerte y sorpresa, no tuvo ninguna pesadilla que interrumpiera su descanso.
-Estos asientos son más cómodos de lo que parecen- dijo Karai mientras miraba por la ventanilla
-Ni que lo digas, hay que viajar más seguido- se giró para mirar a su amiga y seguidamente le dio un sorbo a su café
-No tendría problema con ello- dijo mirándolo divertida
Minutos después después, el Jet descendió en un bosque alejado de la ciudad. La puerta se abrió y las escaleras se desplegaron hacia el piso para permitir que la tripulación saliera.
-Espera, espera- la pelinegra puso una mano en el pecho del mutante para evitar que saliera de la aeronave
Ella tenía un algodón con alcohol y un poco de crema en sus dedos, esta la humectó en los nudillos moretoneados de su contrario y el algodón lo pasó suavemente por sus pequeñas heridas en el rostro y brazos.
-Hey, tranquila, estoy bien- dijo con un tono dulce el de azul tomando suavemente las manos de su amiga- Pero tú deberías subirte esto- dijo agarrando la manga que aún estaba bajo el brazo de ella y que por poco dejaba a la vista parte de su sostén.
-Ah.. Claro- estiró el material de su traje y con ayuda del oji-azul volvió a acomodarlo como debía
Ning se acercó a la puerta del Jet e hizo una reverencia como forma de despedida y respeto, ellos correspondieron imitándolo.
-Gracias por arriesgarte Ning, nos veremos después de que se resuelva este lío- dijo Karai con una sonrisa
-Así será- el chico devolvió la sonrisa y entró de nuevo al Jet cuando Leo y Karai se alejaron- Está hecho...- llevó una mano a su oreja para encender su comunicador- Morirá lentamente si no lo entrega
*-Perfecto- se escuchó una voz grave y fría del otro lado de la línea
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Continuará...
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