A punto de terminar mi sopa sentí un pinchazo que provocó que me sumerja en la oscuridad. 

Al despertar mi cabeza palpitaba pero mis sentidos me alertaron de que no estaba solo y de que estaba amarrado a una silla. 

—¿Qué...?

—Qué ingenuo, pensaste que matando al pobre hombre estarías libre— aquella voz pertenecía a una mujer, pero no la podía ver— pero aquella sólo era una de las pruebas más de la lista, bien hecho, has pasado todas las pruebas. 

—¿Quién eres? ¡déjenme en paz!

—Disculpa, me olvidé de presentarme, soy Hanna, la cabeza de este proyecto. Eres el primer sobreviviente de muchos que pasaron por ésto, felicidades. 

Reí incrédulo, ésto era un clan de locos. 

—Ahora es cuando firmo el contrato, salvo al mundo pero antes de salir grito ¡¿dónde está mi supertraje?! y mis fans ríen.

—Que bueno que te lo tomes con humor y ya que lo nombraste... ¡Domi trae el traje!— se movió hacia la luz y pude notar que era mujer de unos 50 años, tenía un aspecto cansado pero sus ojos brillaban con emoción.

La tal Domi apareció con un traje y creo que dejé de respirar, era más impresionante de lo que alguien se podría imaginar cuando ve aquellas películas de Marvel.

A simple vista era negro, en los brazos tenía unos bordados de hilos plateados que simulaban ¿la energía, mis venas? no sé, en el pecho del lado izquierdo estaba bordado un rayo. Unos anillos en los dedos que seguro tendrán alguna utilidad y un cinturón para ¿armas?. Junto a un pantalón y botas simples. 

—Prosigo a explicar sus funciones— Domi carraspeó y volví mi vista hacía él— este traje fue creado por los científicos que trabajan en este gran proyecto, cuenta con una tela que, explicado del modo lunfardo, se asemeja a la de los bañadores, el agua resbala de ella y no logra dañar al químico.

—¿Químico?

—Sí, penetra en tu piel y sirve como conductor de energía, es una ayuda para manejar tus poderes y distribuirlo entre las armas que se infiltran en el traje. Por ejemplo, estos anillos no son simples, con esto puedes lanzar ondas de energía. En tus muñecas hallarás del lado de adentro un tipo de disco pequeño que al accionarlo se convertirá en un campo magnético. 

—Espero que te haya gustado la explicación, para tu suerte no necesitas pagar con dinero sólo cumpliendo con el deber y desde hoy serás Shockman, si todavía tienes vida social, no dirás nada de ésto porque mientras dormías te puse un chip y no te gustará saber qué sucede si lo pongo en función— se acercó hasta donde estaba amarrado y con parsimonia desató cada nudo, no me moví, no quería saber si era verdad— ¿se entendió, Ciro Luchini?— tomó mis mejillas entre sus manos, una clara amenaza, sólo pude asentir. 

No tenía escapatoria, me tenía bajo su mando y tampoco podía matarlos porque todavía me sentía débil y no quería cargar más muertes en mi conciencia. 

Nota:

Me cuesta un montón escribir esta historia pero a la vez me encanta, estoy descubriendo nuevos mundos en mi imaginación. 

Espero que les guste, el traje es súper básico pero son sus armas lo que lo hacen especial. 

¡Espero que les guste, saludos!