16 - PARTE DIECISÉIS
— Tengo hambre — fue lo primero que Tzuyu dijo al abrir los ojos para un nuevo día.
— Ya hice el desayuno, eres la única que no se ha levantado — Sana la saludó, quitándole las cobijas y sonriendole.
— ¿Qué hay de comer? — Tzuyu se estiró cansada, no había dormido mucho por obvias razones de Momo haciendo ruido a las cuatro de la madrugada.
— Pues hice sopa de chorizo para todas, pero como no te gusta el chorizo, pues te hice huevos revueltos — Sana le revolvió el cabello mientras doblaba las cobijas.
— Ya voy, gracias — aún cuando dijo aquello, no se movió para nada del sillón.
— Hasta Momo que no durmió está acá — Sana comentó.
— Estoy segura que tiene las ojeras más oscuras que veré en mi vida — Tzuyu abrió los ojos, exagerando un poco.
— Sí, pero está feliz comiendo — Sana mandó la indirecta.
— Ya entendí, ya voy — Tzuyu asintió mientras se levantaba.
— ¡Tzuyu, ven acá o me voy a comer lo tuyo! — Chaeyoung amenazó desde la cocina y Tzuyu se apresuró en llegar.
— Ni lo pienses, hambriada — Tzuyu llegó con Sana siguiéndole para servirle su desayuno.
Todas estaban sentadas muy cómodas, desayunando pero tenían unas expresiones que extrañaron a Tzuyu. No se veían específicamente felices. Hasta Boo, que estaba en el hombro de Momo, estaba serio.
— Debemos comentarte sobre algo — Chaeyoung le apuntó al asiento para que se siente al lado de Momo, quien efectivamente tenía unas ojeras grandes y ojos cansados.
— ¿Por qué esas caras? — Tzuyu preguntó, empezando a comer.
Sana se sentó a comer igual.
— Se hizo noticia oficial en el pueblo hoy en la mañana, de un asesino suelto por aquí — Chaeyoung no puso anestesia, solo lo soltó.
— ¿Ah? — Tzuyu estaba bastante consternada.
Chaeyoung envió una mirada a Sana y esta asintió, las demás también como apoyo.
— Papá me envió un mensaje, diciendo que nos vayamos a casa — Chaeyoung empezó — Le dije que estábamos con Sana, pero nos debemos ir cuando terminamos el desayuno.
— Me perdí — Tzuyu comentó mientras miraba a todas.
Chaeyoung suspiró y se puso pensativa un momento, así que Mina tomó el lugar de explicar.
— Hace días hubo algunas desapariciones que pasaron desapercibidas, pero hoy en la mañana se encontraron los cuerpos, todos en un mismo lugar — Mina dijo y Tzuyu la miró perdida todavía.
— Por eso ya se hizo noticia y en todos lados dicen que no debemos salir después de las ocho de la noche, que tengamos cuidado — Nayeon agregó, tomando la mano de Mina.
— ¿Cómo tantas desapariciones pasaron desapercibidas? — Tzuyu preguntó desconcertada, porque en ningún momento había escuchado sobre desapariciones en el pueblo.
— Ni idea, pero no se han dado a conocer las identidades de la gente — Nayeon se encogió de hombros.
— ¿Entonces no podremos ir al edificio? — a Tzuyu le vino la duda.
— Yo iré — Sana asintió — Pero primero las llevaré a casa, en auto será rápido — les avisó, no dando permiso para contradicciones pero aún así Momo alzó su mano, cosa que a Sana le dió ternura y le dió permiso de hablar.
— ¿Podría acompañarte? Necesito algunas cosas — la menor pidió con una sonrisa. Boo igualó su sonrisa, sacando la lengua.
Sana dudó pero había aceptado antes que la ayudaran, así que tendría que cooperar con algo.
— ¿Te dejaran tus padres? — primero preguntó y Momo negó un poco.
— Solo tengo abuelos. Si les digo que estaré en casa de una amiga, me darán permiso — sonrió y Boo ladró como exigiendo.
— Entonces a comer y luego al auto — les apuntó a los platos, que casi estaban llenos porque comían muy lento, y se pusieron a acabar.
Después de aquel desayuno, Sana llevó a las demás para dejarlas en la puerta de sus casas y observando hasta que entraran, no queriendo que les pasara algo si tenía algún descuido.
La pareja bajó en una sola casa, al parecer estarían juntas, y las dos hermanas igual con su padre esperándolas afuera, aliviado de verlas bien en casa.
Sana observó esa última escena casi con envidia, pero se fue con Momo y Boo. El perrito por la ventana parecía ver todo con asombro y curiosidad.
Al igual que Momo.
[ . . . ]
Momo leyó la noticia de su celular y volteó hacia Sana. Estaban camino a pie hacia el edificio, y a Momo se le hacía desprotegido no tener un arma, ya había tenido mucho el rifle y por eso antes se sentía segura, pero ahora no tenía nada más que su celular en la mano.
Las esperanzas quedaban en Sana, que tenía una escopeta con lo que a veces cazaba animales para Jihyo, aunque ahora la tenía más para protección.
— Se está diciendo por las noticias que vendrá ayuda urgente de la cuidad para atrapar al asesino — Momo empezó a contarle — Dicen que puede ser un asesino serial que hace poco estuvo por la cuidad, que tal vez se mudó acá porque casi lo atraparon — mostró su teléfono con la noticia.
— ¿Ayuda urgente? — Sana cuestionó al aire.
— Sí, ya sabe, mejores policías o mejores agentes de los que puede tener este pueblo pequeño — se encogió de hombros, discretamente apegándose a la mayor.
— Uhum — Sana asintió solamente.
— ¿No le parece extraño? — Momo preguntó después de un rato.
— ¿El qué? — Sana la miró confundida.
— No sé, algo de esto no me convence — comentó disgustada, tenía un mal sabor de boca y no era por alguna comida.
— ¿No crees que haya un asesino serial en el pueblo? — Sana preguntó, recibiendo una mueca descontenta de Momo — Pues puede parecer irreal pero son cosas que pasan en la sociedad — Sana se encogió de hombros.
— Es que... — Momo se detuvo — Nada — terminó por decir y miró a Sana — Me estoy acercando a mi objetivo — decidió comentar un poco sobre lo que ha estado investigando.
— ¿Ah? — Sana soltó desconcertada.
— Lo de la cura para Jihyo — Sana le puso extrema atención — Creo que me estoy acercando un poco a un antídoto aunque no es seguro — agregó lo último insegura.
— ¿En serio? — aún así Sana estaba esperanzada.
— Solo debo encontrar alguna cosa que tenga un efecto con el líquido — dijo y vieron el edificio a lo lejos, acercándose cada vez más.
— ¿Una cosa? — Sana frunció el ceño.
— Puede ser lo que sea, una planta, otro líquido, algo sólido — pensó un momento — ¿Qué tipo de sangre es usted? — preguntó de repente y Sana se quedó pensándolo un rato.
— Creo que O positivo — si se esforzaba en recordar, un día fue con Hinata a una revisión médica y esa podía ser. O+ era la más común, así que eso la hacía afirmarlo más.
— Mmh... Y Jihyo es AB negativo, con cambios — Momo murmuró distraída.
— ¿Qué quieres decir? — Sana preguntó confundida.
— ¿La sangre de usted está contaminada? — en igual de responder, Momo preguntó.
— ¿Si estoy enferma de la sangre? — preguntó y Momo asintió — Pues no, siempre he sido una persona sana... físicamente — agregó lo ultimo con un poco de gracia.
— Es por si acaso, necesitaría su tipo de sangre porque es un tipo que puede ser compatible con la de Jihyo — Momo explicó breve, ambas entrando al edificio para ir justo al séptimo piso donde Jihyo debía estar.
— Aunque fuera de otro tipo de sangre, las personas con sangre AB pueden tener transferencias A, B, AB o O — Sana obvió con una sonrisa.
— Ah, cierto — Momo cayó en cuenta — ¿Entonces? — preguntó expectante.
— ¿Entonces qué? — Sana frunció el ceño — Por favor, especifica, yo me pierdo — aclaró.
— Necesito solo un poco de su sangre para mezclar algunas cosas y ver qué causa — pidió sonriendo.
— ¿Por qué específicamente mía? — Sana le cuestionó mirándole.
— Porque usted me acaba de decir que es una persona sana físicamente, su sangre es sana — sonrió expectante todavía.
— Bien — Sana aceptó por fin.
— Lo bueno es que tengo vendaje aquí, no necesito mucha sangre pero sí bastante — Momo palpó su mochila, asustando un poco a Sana por sus palabras.
— ¿No me voy a desmayar, verdad? — se dió en la necesidad de preguntar.
— Si usted es fuerte, no — Momo sonrió.
[ . . . ]
— Se supone que no debe burbujear — Momo casi se toma el cabello mientras daba un pisotón.
Boo a su lado parecía ver juzgando hacia ella. Momo no sabía bien si el tenía suficiente consciencia para juzgar, pero estaba con muchas sospechas de que sí, porque esos ojitos mirándola de lado no eran una mirada amable.
— ¿Por qué me juzgas tan feo? — preguntó con ojos entrecerrados, Boo ladró y le dió la espalda — Vamos a ver quién te dará comida — bufó volviendo hacia los químicos en la mesa.
Estaba por volver a su concentración, vertiendo la sangre que Sana le dió junto a otro recipiente, pero al parecer a cierto cachorro le alteró su anterior comentario. Boo se echó sobre todo, asustando a Momo porque algunos recipientes fueron tirados.
— ¡Boo! — el perro la miró alarmado pero Momo lo tomó y lo llevó afuera — Anda, ve a curiosear con Sana y Jihyo — le dió una palmada y le cerró la puerta.
Momo volvió a su trabajo, tenía sueño y estaba estresada, pero no tenía mucho qué hacer y realmente estaba interesada en encontrar lo que se proponía.
Las tareas de clases ya no eran lo suficiente difíciles.
Encontrar el antídoto para volver a la normalidad a una persona que sufrió de experimentación, lo es un poco.
Pero solo un poco.
Momo observó los recipientes tirados y bufó, resignada a utilizar lo que no se ha tirado al suelo. Un momento de silencio mientras recogía y encontró un medicamento abajo del mueble.
Lo miró un momento y recordó haberlo visto otras veces. Leyendo, recordó a sus abuelos.
Amoxicilina, era un antibiótico bactericida, para combatir infecciones producidas por bacterias.
Momo la conoce por los diversos problemas de salud de sus abuelos, al igual que algunos otros medicamentos para algo similar.
— Amoxicilina combate, mientras que ciprofloxacino y eritromicina tratan — murmuró lo que algún día su abuelo le dijo de los medicamentos.
Lo de Jihyo era relacionado a bacterias, de hecho, tenían un papel importante.
Ella era así porque su cuerpo reaccionó hacia las bacterias, de algún modo construyendo un físico monstruoso con un tipo de sangre que peleara siempre. Su sistema siempre estaría peleando contra bacterias desconocidas, las cuales seguirán haciendo que sea así, sin regreso a su cuerpo normal.
Entonces un antibiótico bactericida podría ser la solución, pero claro, Jihyo moriría porque su cuerpo se saldría de control al no tener con qué pelear.
Y por eso tuvo el primer descontrol.
Si ahí estaban esas cápsulas de antibióticos, significa que las usaron para algo y Momo no cree que alguien las necesitaba para algo más que Jihyo.
Una suposición llegó a su mente, y es que Hinata debió inyectarle algo relacionado a antibióticos bactericida, así haciendo que Jihyo se descontrolara perdiendo por momentos la razón.
Amoxicilina podría crear un nuevo descontrol como el primero, pero si investigaba podría usarlo de una manera que no se creara un descontrol, sino una liberación más delicada de el monstruo que plantaron en Jihyo.
Momo no conocía bien si podría funcionar, pero aún así sacó unas pastilla, abriendo la cápsula para mezclarla.
— O tal vez eritromicina y ciprofloxacino puedan — murmuró mientras veía al polvo mezclarse.
Escuchó el llamado de Sana para irse y pudo ver que estaba oscureciendo. Momo se la había pasado investigando mientras Sana y Jihyo estaban en la habitación donde dormía Jihyo, tal vez solo relajándose o comunicándose.
Momo apretó los labios pero aún así tenía que ir por algo más, medicamentos.
— ¿Puedo llevarme más cosas? — preguntó apuntando a la mesa y a su mochila.
Boo, ahora que Sana abrío la puerta, entró corriendo.
— Lo que necesites pero mientras no sea innecesario, te dije que yo también estoy investigando — Sana le aceptó, haciendo que Momo empiece a guardar todo lo que creía necesario.
— No tendrás que hacerlo por mucho — murmuró para sí misma.
Se despidió cortamente de Jihyo mientras Boo parecía querer morderla por dejarlo afuera, y Sana la seguía detrás.
En el camino al auto no hablaron mucho, porque Momo no era habladora y Sana no tenía mucho que decirle mientras veía a los alrededores.
Lo del asesino la tenía inquieta, porque como Momo, tenía sentimientos encontrados por eso, pero de una forma más extraña.
Llegaron al auto y Momo colocó su mochila en sus piernas, abrazandola mientras miraba al frente.
— ¿Tienes antibacterianos o antibióticos? — preguntó de repente al sentir al auto arrancar.
— ... Ahh... No — Sana contestó desconcertada.
— Bien — Momo asintió.
— ¿Necesitas? — Sana preguntó al verla con una expresión de preocupación.
— Los conseguiré con mis abuelos, creo que deben tener — Momo dijo encogiéndose de hombros.
— ¿Lo que investigas tiene que ver con medicamentos o los ocupas porque te sientes mal? — Sana preguntó preocupada, pero viéndose en la obligación de tener la vista al frente porque había autos por las calles y lo último que quería es un accidente.
— Encontré pastillas de cápsula amoxicilina abajo de la mesa, es un antibiótico bactericida — Momo le empezó a contar — Creo que es el que hizo a Jihyo tener su primer descontrol — Sana frunció el ceño, pensando.
— ... Jihyo me dijo que sí pensaba en ese momento, ella se descontroló voluntariamente porque buscaba desesperadamente paz.
— Voluntariamente, pero podría ser con la influencia de una dosis de amoxicilina, tal vez fue su última dosis — Momo dijo haciendo una pequeña mueca.
— ¿Crees que lo que Hinata le dió la última vez fue amoxicilina? — Sana preguntó.
— Sí, la amoxicilina combate infecciones producidas por bacterias, lo que Jihyo tiene es una bacteria que podría matarla pero algo más inyectado en su sangre hace que su cuerpo esté en una pelea perpetua — Momo explicó más o menos.
— ¿Ah? — pero Sana no entendió del todo.
— La bacteria desconocida que tiene, pelea siempre contra su sangre contaminada, haciéndola así. Si podría quitar la bacteria, pero también apartar la contaminación de su sangre, podría revertir todo — Momo alargó su explicación.
Cuando volteó hacia Sana, está tenía su rostro indiferente.
— Me perdí — Sana confesó haciendo a Momo suspirar.
— Creo que la solución está en un antibiótico o antibacteriano — resumió derrotada — No necesitas entenderlo, yo lo hago — se encogió de hombros.
[ . . . ]
— ¿Y qué piensan? — Momo cuestionó, volteando hacia las demas con una sonrisa.
Nayeon y Mina veían con atención, claramente abrazadas, pero le ponían atencion.
Chaeyoung y Tzuyu tenían la misma cara de no haber entendido nada.
Boo parecía desinteresado y con sueño.
Sana asentía, ella sí había entendido ahora.
— Tengo hambre — Tzuyu soltó por primero que pensó.
— Que bueno — Momo aplaudió — ¿Qué piensan sobre lo que acabo de explicarles? — preguntó más especifica.
— Que no puede no haber efectos secundarios — Sana dió un comentario razonable.
— Oh, ya los anoté — Momo sonrió mientras se acercaba a su mochila y empezaba a sacar papeles inentendibles para las demás. Solo Sana y Momo eran las que sabían más, las demás estaban como apoyo y ayuda a lo que necesiten.
— ¿Cuales serían? — Chaeyoung preguntó curiosa.
— Ni sé porqué les hablo de esto, si no entienden — Momo murmuró buscando en la mochila.
— Sí entendemos — Tzuyu frunció el ceño.
— Con una explicación de manzanas — Momo apuntó a la libreta con la que les había explicado, efectivamente había manzanas.
Había algunas manzanas pintadas de negro haciendo el papel de las bacterias y otras lilas con el papel de la sangre contaminada. Las manzanas rojas representaban la sangre limpia, y el antídoto que les tenía en reposo era una manzana color azul.
Apenas así habían entendido.
— Pero entendemos — Chaeyoung guiñó el ojo y sonrió.
Momo suspiró y por fin encontró la libreta que quería, hojeando hasta encontrar la página.
— Podría haber aumento de su temperatura que normalmente se queda entre veintiocho y treinta grados Celsius... Dolores e inflamación de algunas extremidades — todo quedó en un pequeño silencio — No es mucho — se encogió de hombros.
— ¿No es mucho? — Chaeyoung bufó — Tendrá temperaturas elevadas, y le dolerá e inflamará todo — alegó.
— Considerando que antes había posibilidades de morir, es bueno — Momo sonrió simple. Era como si fuera la maestra, y las demás los alumnas enojadas por dejar tarea.
Estaban en casa de Sana, pero en una habitación que Sana le dió a Momo para que la pase investigando lo que quiera allí. Anteriormente Sana la usaba para investigar también, pero la había abandonado cuando la gente del pueblo empezaba a indagar por su casa cada que la visitaban.
— ¿Y por qué no usas otro medicamento? — Nayeon, quien parecía cansada, cuestionó.
— ¿Eh? — Momo soltó desconcertada.
— Sí, el ibuprofeno es bueno para reducir temperatura, calmar el dolor y desinflamar — Nayeon se encogió de hombros — Me tomé una pastilla antes de venir porque tenía dolor de cabeza y un poco de fiebre — restregó su mano contra su rostro, mientras Mina le acarició una mejilla como consuelo.
— ... Justo lo que necesito — Momo murmuró viendo a la pareja siendo empalagosa de nuevo.
— Exacto — Nayeon asintió.
— ¿No lo pensaste? — Chaeyoung sonrió burlesca.
— Que Nayeon haya atinado no significa que tú hayas ganado, Chaeyoung — Momo peleó recelosa.
Tal vez se tomó un poco personal que Nayeon sí encontró una solución y ella no.
— Aún así, agregar un medicamento más podría dar con otros efectos secundarios — Sana comentó atrayendola al tema importante.
— También, pero aún así buscaré — pensó un poco, viendo sus libretas llenas de apuntes y rayones.
Ahora entendía un poco las películas donde personajes tenían un desorden en sus escritorios cuando trabajaban. Ella por estar buscando hacía un desorden, tachando y escribiendo de todo.
— Lo de ibuprofeno es para que no sienta dolor o malestar, pero si no se puede agregar entonces se tendrá que hacer sin él — Momo comentó después de unos segundos escribiendo — Sufrirá, pero es una probabilidad grande de que sea su último sufrimiento en esa forma — las miró expectante.
— ¿Harás una inyección? — Sana cuestionó al ver algunas jeringas vacías y empaquetadas en el escritorio.
— Pensaba hacerlo una pastilla, pero es más difícil hacerlo sólido, así que una inyección sería lo más perfecto — Momo asintió.
— ¿Te dan miedo las inyecciones? — Mina le preguntó a Sana.
— Más o menos, no me gustan porque siempre vi a Jihyo recibiendo dosis por agujas — Sana confesó inquieta.
— Es entendible — Mina asintió.
— Si no funciona, ¿podría hacerle algo peor? — Sana preguntó acercandose un poco.
Momo volteó hacia sus apuntes, hojeando algunas hojas hasta detenerse y leer algo.
— Según lo que investigué, esto funciona o no funciona — todas la miraron sin entender — O sea, tendrá muchos efectos en ella, o no tendrá ninguno — hizo un gesto obvio.
— Entonces, vuelve a la normalidad o se queda así — Sana dijo y asintió.
— Según lo que investigué, sí — Momo afirmó — Pero si te pone insegura, puedo investigar más — ofreció como consuelo.
— Por favor — Sana aceptó casi gustosa.
— ¿Ya vamos a comer? — Tzuyu interrumpió la charla, sí tenía mucha hambre. Las demás la miraron pero ella miraba a Sana, y ésta, sabiendo que era la que cocinaba, sonrió.
— Te haré comida, vamos — Sana le revolvió el cabello a la menor, haciendo que esta sonría y la siga para comer. Momo igual la siguió, comería para compensar la falta de descanso.
— Una mamá más — Chaeyoung se burló de su hermana.
— Cállate, Chaeyoung — Tzuyu no pudo evitar sonrojarse.
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