Ya llevaba mucho queriendo terminar con la tortura de su novia, pero pasaban los minutos y no sabía qué hacer.

— Bien, mírame, solo respira profundo conmigo y intenta relajarte — Nayeon le indicaba a Mina, quien se aferraba a ella con la respiracion acelerada y con un dolor de garganta — Tengo un poco de agua, ¿la necesitas?

Mina asintió contra su pecho.

Nayeon le quitó la mochila a Mina, donde había comida que Chaeyoung había insistido en llevar, pero también había dos botellas de agua de un litro cada una. Tomó una y apresurada le quitó la tapa, así dandosela a Mina, intentando calmar a su novia.

Se culpó enormemente por no tener un propio inhalador o no habérselo pedido a Chaeyoung antes, pero es que mientras han sido novias no se han presentado problemas respiratorios en Mina.

Solo lo sabía porque Mina se lo dijo una vez.

— ¿Mejor? ¿Peor? ¿Igual? — Mina rió por su desespero y eso relajó a Nayeon. Si Mina estaba riendo, era porque estaba mejor.

— Siento mi garganta arder, la sentía cerrada hace un momento — Mina dijo, tomando más agua mientras tomaba aire y Nayeon acariciaba su espalda.

Se habían metido a la primera habitación que habían visto porque Mina había tenido un problema de respiración en cuanto fue el primer susto, haciendo a Nayeon asustar más por el pensamiento de no poder ayudar a su novia.

Nayeon miró hacia la puerta, preguntándose por las demás pero por lo poco que había visto, habían corrido por el pasillo con aquella cosa detrás de ellas.

No sabía si estaba bien y le preocupaba muchísimo, pero no quería que su novia tuviese un ataque y prefirió distraerla.

Sacó comida de la mochila.

Comida se resumía en dulces y chucherías, pero era para comerlo, así no había un problema.

— Ten, come algo. Te puede ayudar un poco a calmarte, te gusta comer — le entregó una papitas, un chocolate de sus favoritos y el agua, pero Mina ya tenía esa mirada preocupada.

— Tenemos que ir por las demás — Mina dijo y Nayeon apretó los labios.

Claro que tenían, debían y querían ir por las demás, pero Nayeon no sabía cómo lidiar con un ataque respiratorio sin un inhalador.

Cuando no supo responder, un fuerte ruido en las plantas bajas las hicieron saltar y mirarse entre sí preocupadas y ansiosas.

— Ellas deben estar escondidas igual, y no tenemos inhalador — dijo y abrazó a Mina al verla querer replicar.

— Nayeon, son nuestras amigas — se quiso levantar y Nayeon la atrajo hacia abajo de nuevo.

— Y eres mi novia, apenas pudiste bajar las escaleras y te tuve que guiar porque casi te desmayabas — tomó de los hombros a Mina.

— ¿Y qué hay de ellas? — Mina frunció el ceño.

— ¿Y qué hay de ti? Yo no sé lidiar con un ataque respiratorio.

— Si llegamos, Chaeyoung tiene un inhalador — Mina no quería dejar allá a sus amigas, y Nayeon tampoco pero tenía otra preocupación también.

— Bajar de las escaleras solo fueron como diez segundos, diez segundos para casi desmayar. No quiero que te pase algo, Mina — Nayeon negó decidida.

— ¿Y si quieres que le pase algo a las demás?

— Las demás pudieron esconderse, pero tú no podrás llegar conciente allá con esa cosa por ahí — Nayeon dijo firme.

Mina gruñó y se recargó en el pecho de su novia.

— Dios... ¿Qué mierda era eso? — preguntó a nadie en realidad, era una pregunta para sí misma que no tenía respuesta.

— No sé, pero tampoco quiero averiguarlo... — Nayeon suspiró y miró alrededor, notando que estaban en una habitación para pacientes, y había una ventana — Se está haciendo de noche, maldita sea — notó y gruñó, mientras Mina cerraba los ojos y sus puños, frustrada.

— Esto se pone peor.

Nayeon asintió derrotada.

— Mejor ven, no quiero que te llegues a alterar de nuevo — Nayeon se recostó en el suelo, recargando su espalda en un escritorio de la esquina, atrayendo a Mina a recostarse encima de ella para que esté cómoda.

— Siento que voy a vomitar — Mina comentó cansada.

— ¿Quieres comer para pasarlo o crees que lo hará empeorar? — Nayeon cuestionó viéndola.

— Quiero agua — Nayeon se la dió en un instante.

— Intenta... no sé... dormir un poco, ya va a ser de noche — Nayeon le dijo, abrazandola contra sí.

— No creo poder dormir con todo grabado en mi pupila — Mina dijo y Nayeon estuvo de acuerdo, porque no podría dormir en ese momento, pero quería que su novia se relajase.

— Solo intenta, relájate y yo estaré despierta. Te despertaré si escucho o veo algo, tú solo relájate.

Unos minutos después, Nayeon pudo escuchar y sentir la respiración tranquila de Mina, así que supuso que ya había dormido, y lo confirmó el fijarse y sus ojos estaban cerrados.

El ataque respiratorio, el correr, el susto, todo la había cansado.

A las dos, pero Nayeon se quedó despierta.

Despertandola cuando la veía tener gestos de miedo por obvias pesadillas, acariciando su espalda para que volviese a conciliar el suelo, dando besos ocasionales en su rostro cuando se despertaba alterada por sueños malo.

Todo hasta que pasaron las horas y amaneció.

[ . . . ]

Tzuyu y Momo querían ir a por las chicas y estar juntas de nuevo.

Pero con una chica débil por la perdida de sangre y coja por la herida en su pierna, no estaba en sus planes de llevarla con ellas.

Y Tzuyu tampoco quería dejarla allí.

— Puedo ir yo sola a ver dónde están, luego volver — Momo propuso mientras arreglaba la correa del rifle en su torso, viendo a ambas hermanas discutir.

— No puedes ir tu sola, pero yo sí me puedo quedar aquí sola — Chaeyoung argumentó con el ceño fruncido, mientras Tzuyu copió ese gesto.

— No quiero dejarte sola — negó la menor.

Chaeyoung suspiró al igual que Momo.

No habían ido por las demás porque la noche había llegado y Chaeyoung se había desmayado pálida por la sangre perdida. Tzuyu había estado en pánico toda la noche, en cada momento verificando que su hermana tuviera una respiración tranquila y que se estuviera recuperando ahora con la herida vendada.

Momo solo había estado a su lado, alumbrando todo con la linterna del celular, que no tenía señal para llamar a la pareja que habían perdido de vista.

— Solo cierren la puerta, vayan por la pareja y regresen — les hizo un gesto — Aquella cosa está en las plantas bajas, yo hice aquel ruido y allá debe estar.

Cuando Momo y Tzuyu habían sido salvadas por un ruido en el piso abajo, había sido Chaeyoung que había aventado una silla por la ventana, afortunadamente haciendo un giro doblado que dió con la ventana de una planta abajo y la rompió.

Por eso había desangrado tanto, porque no tapó la herida rápidamente, sino que había ideado y puesto en marcha aquello para salvar a las dos más menores.

Estaban ahora en el piso cuatro, mientras Mina y Nayeon debían estar en el quinto o ahí fue donde las perdieron.

— Pero si vuelve, estás muy vulnerable — Tzuyu dijo preocupada.

- Tengo el arma pequeña de papá, ustedes llevense el rifle que Momo sabe usar - apuntó a su mochila donde estaba el arma, mientras Momo tenía el rifle en su espalda.

— Volveremos en un momento con las otras dos — Tzuyu se levantó para irse.

— Sí, sí, sí, apresurense, vamos — las ahuyentó con un poco de diversión, quería aligerar el ambiente pesado.

— Come y toma agua, que sigues muy pálida y voy a cambiar el vendaje cuando regrese — amenazó aunque no sonó como una amenaza verdadera.

— Claro, apresurense. Mina tiene ataques respiratorios, debió pasar una muy mala noche — comentó y Tzuyu se regresó al escucharla.

— Entonces danos el inhalador, así lo tiene más rápido.

Chaeyoung sacó de su mochila el inhalador y se lo dió rápidamente.

— Ten. Con cuidado — pidió viéndolas salir de la habitación. Se quedó suspirando y comiendo aquella barra nutritiva de la cual estaba cansada, había cenado unas tres de esas y un poco de chocolate, acompañado con agua.

[ . . . ]

Nayeon pudo ver cómo poco a poco la luz del celular dejó de ser necesaria porque la luz del sol empezaba a alumbrar por la ventana.

Mina había despertado mínimo unas veinte veces en toda la noche, por pesadillas, por agua o por solo estar desorientada. Todas esas veces, Nayeon estaba abrazandola y calmando sus emociones para poder volver a conseguir dormir de nuevo.

Solo fue una de esas veces que Mina vió el sol ya alumbrando un poco y se quedó despierta, pero también a los pocos minutos fue que se escucharon unos pasos y las dos se miraron alertadas.

Mina se quitó de encima de Nayeon y ambas escucharon más de cerca los pasos.

Cuando Nayeon se iba a acercar a la ventana a ver, Mina la detuvo y la jaló temerosa de que sea algo más.

Recordaban bien las palabras de Momo que les decía que no estaban solas en el edificio, no sabían si aquella cosa gigante era la única que las acompañaba.

— Solo miraré por la ventana — ignorando las demás quejas de su novia, Nayeon vió por la ventana y pudo ver a dos chiquillas viendo todo alrededor sin hacer mucho ruido — Tzuyu, Momo — se alegró al verlas y estas la vieron exaltadas, hasta que se acercaron apresuradas dentro.

Tzuyu nunca había abrazado con tantas ganas a Nayeon.

— Están bien — Tzuyu dijo alegre y Momo rápidamente se dirigió a Mina para darle el inhalador que Mina ya no necesitaba pero que necesitará cuando salga.

— ¿Nosotras? Ustedes era más probable que sean heridas — Nayeon dijo y las revisó a ambas para buscar posibles heridas, afortunadamente no encontrando alguna.

— Chaeyoung lo está, un corte en la pierna pero ya le puse vendaje — orgullosa, Tzuyu informó.

— Es mejor que vayamos allá con ella. No estemos separadas de nuevo, es lo mejor ahora — Mina empezó a guardar todo en la mochila.

— Está en el cuarto piso, y aquella cosa está en los pisos de más abajo, así que vamos con cuidado de no hacer ruido solamente — Tzuyu les informó mientras abría la puerta.

— Vamos, Mina — Nayeon ayudó a su novia para salir y caminar por el pasillo, Momo al frente porque era la que tenía el rifle y sabía usarlo.

Las cinco bajaron al cuarto piso y rápidamente se dirigieron a la habitación donde Chaeyoung estaba en el suelo, viendo algo en su cámara, pero observó detenidamente la puerta al ver que había ruidos, aunque sonrió cuando vió que entraban las cuatro chicas en un buen estado.

— Tardaban un segundo más y mandaba al dron a buscarlas — Chaeyoung dejó la cámara y Tzuyu se apresuró a ir con ella y quitar el vendaje que tenía una mancha roja.

— Ya te dije que no sirve en estas partes, aunque misteriosamente tu cámara sirve aquí dentro — Tzuyu se quejó un poco.

— No importa, mejor salgamos de aquí — Chaeyoung dijo mientras Tzuyu colocaba nuevas gasas y otro vendaje limpio, después de echar alcohol que ardió fuertemente en la mayor.

— ¿Cómo? — Tzuyu cuestionó — Tú no puedes caminar bien — apuntó a su pierna.

Chaeyoung rodó los ojos y empezó a echar las cosas en la mochila con la ayuda de las demás.

— Del mismo modo que guíe a la criatura a los pisos de abajo, la guiaremos a los altos. Tenemos que hacer ruido en las plantas de arriba y salir cuando esté distraída — ya había pensado un poco un plan.

— No vamos a sacrificar a una — Nayeon negó con el ceño fruncido.

— Claro que no, pero tampoco podemos aventar una silla hacia arriba, es más difícil — eso la pareja de novias no lo entendió, pero las otras dos rieron bajo.

— Puedo "sacrificarme" — Momo de repente habló, parándose al ver que todo ya estaba listo en las mochilas. Solo faltaba escapar de ahí.

— ¿Qué? No, no, no, sácate esa idea. Nadie se sacrifica — Chaeyoung negó y la miró seriamente, no estaba dispuesta a dejarla hacer eso.

Momo mordió su labio y apretó la correa del rifle.

— No, me refiero a que voy yo y hago ruido arriba hasta atraerla, me escondo en el hueco de las escaleras y cuando la vea pasar, me voy hacia abajo con ustedes — era simple y corto, digno de desconfianza también.

— Suena tan simple que creo que va a fallar — Chaeyoung comentó.

— Me llevo el rifle y puedo dispararle — Momo siguió ideando — Hemos visto que siente dolor y tarda en regenerarse, así que me dará tiempo de escapar — recordó con una sonrisa.

— Debemos tener en cuenta que no debemos dejar que salga de este edificio, sino, nos perseguirá por el bosque — Tzuyu les recordó dudosa.

— No estoy segura de dejar a Momo ir sola — Chaeyoung, siendo la mayor, sentía más responsabilidad en hacer que todas estén bien.

— Si voy con alguien más, es mas probabilidad de hacer ruido al escapar y así el plan fallará.

Chaeyoung asintió poco convencida, pero al fin lo aceptó.

— Tenemos que tener un tiempo límite, y cuando pase ese tiempo, ir por ti — Mina dijo preocupada.

— Bien, unos... ¿quince minutos? — cuestionó y le disgustó la tremenda mueca que hizo Chaeyoung.

Momo pensó, las Son eran realmente exigentes.

— ¿Tantos? — Chaeyoung preguntó disgustada.

— Estamos en el cuarto piso, subiré al quinto y tendré que bajar muchas escaleras. Solo lleven mi mochila, tiene algo importante — se quitó la mochila y se la dió a Mina, a ella porque sabía que ella no la abriría — La iré a distraer por veinte minutos, haciendo ruido para que puedan ayudar a Chaeyoung a bajar cuatro pisos de escaleras — parecía que el plan empezaba ahora.

— Luego afuera esperaremos quince para que tú bajes cinco pisos. Si sales, nos vamos de esta mierda. Si no sales, entramos por ti — Chaeyoung aseguró, las demás asintieron.

— Exactamente — Momo sonrió — Empieza justo ahora, voy al quinto piso y empezaré a hacer ruido. Tiene pisadas fuertes, entonces cuando escuchen que esa cosa ya esté arriba, salen y bajan lo más rápido posible — abrió la puerta y las demás casi la vieron como si se fuera a la guerra.

Era peligroso ambas cosas.

— Momo... cuídate — Tzuyu le dijo con un poco de vergüenza. Momo sonrió y alzó la mano en despedida.

— Soy pequeña, me escondo fácil — cerró la puerta y salió corriendo hacia las escaleras, yendo hacia el quinto piso.

En el quinto piso que ya había explorado, Momo empezó con tomar un escritorio y aventar lo con todas sus fuerzas hacia la pared. No lo destrozó, pero hizo un ruido fuerte. Sonrió y siguió con más.

Había un florero que se estrelló contra el suelo. Tomó una escoba vieja, sirviéndole el palo de madera para golpear de aquí y allá. Con el palo golpeó los escritorios, las paredes, algunas camillas, sillas. Recorrió el quinto piso como si fuera propio, escuchando las pisadas fuertes aproximarse hacia ella.

Probablemente ya no necesitaba hacer ruido pero por puro gusto aventó otro florero que no le había gustado mucho su visual. Por puro impulso también disparó dos veces el techo y ya había terminado.

Había dado la vuelta y regresó en silencio a las escaleras para bajar rápidamente. Escuchó rugidos allá arriba y sonrió para deslizarse por el barandal de las escaleras.

No había cumplido eso de esconderse en el hueco de las escaleras pero tampoco lo necesitó. Cuando menos lo pensó, ya estaba en la recepción con las demás para irse de allí lo más rápido posible.

Esta vez Mina saltó aquel hoyo de hormigas, todas evitaron el lodo, y tomaron el camino corto pasando por algunos campamentos de adolecentes.

Esta vez, no tuvieron que ver aquel cartel que tenía demasiado sentido ahora que vivieron una noche aterradora en un laboratorio abandonado.

Esta vez, las demás se fueron por su propio camino, y las hermanas Son hacia el hospital para atender más adecuadamente la herida del pie de Chaeyoung.