Capítulo 8: Joven Adulto
Solo dos años. Eso quedaba para que llegase el dos mil cien y consigo el fin de todo lo que se conocía como "humanidad" lo que no sabía en aquel entonces era que mi sueño sería el inicio de las pesadillas. Recuerdo que cuando veía planetas por el telescopio y estudiaba las nebulosas sentía un profundo temor que me llenaba de adrenalina, aunque yo no entendiese la razón sabía que ahí arriba donde ninguna nave podía llegar era donde estaba el futuro de nuestra raza. Ese mismo sentimiento lo compartía con el gran Francin Gabster, el Stephen Hawking de la nueva era, la única diferencia era que este nuevo prodigio no andaba en una silla automatizada que hablaba por él.
25 de junio, 2098
7:00 PM
Observatorio Norte
- ¿A qué hora volverás a casa - Cuestionó papá a través de la llamada - Apenas terminemos acá me iré de inmediato no te preocupes tanto- Me encontraba encerrado en el baño deseando por fin poder cortar la conversación - Tengo mis razones para preocuparme Mike ¿Hay muchos guardias dónde estás? - Créanme que me sentía sobre protegido y eso no me gustaba - Ya cálmate papá, y sí aquí hay muchos militares por alguna razón - Este suspiró como si supiese lo que ocurría, pero como siempre, no dio explicaciones - Llámame al terminar yo mismo te buscaré- Tomé eso como un "Hasta luego" y corté la comunicación pues Francin Gabster ya había hecho acto de presencia ante los que lograron pasar el examen de admisión, hizo falta tomarse todo el día para hacer una revisión minuciosa de cada aspirante pero al fin habían terminado. Suspirando tome fuerzas para levantarme del inodoro y salir del baño a escuchar el discurso del mejor científico de todos los tiempos - Vosotros los que estáis aquí presentes, os felicito, de quinientos aspirantes solo diecisiete pudieron cumplir con las exigencias para trabajar en este lugar. Superando una taza del ochenta y cinco por ciento de aciertos- Según me había contado Dilan, Francin era un europeo amante de la cultura española tanto así que aprendió el idioma tal cual es incluso con el acento pronunciado.
Me dirigía corriendo al salón de presentaciones ya que nos hicieron una pequeña cena de bienvenida - Jake... Pudiste haber estado aquí ¿Aún seremos amigos? - No me perdonaba por la decisión que tomé horas atrás, pero ya no se podía remediar.
- A partir de ahora tenéis la responsabilidad de estudiar el firmamento en busca de planetas parecidos al nuestro, mientras que algunos seleccionados trabajaran conmigo para crear una manera de viajar por el espacio... Ese es el futuro ¡Venid conmigo! Hagamos historia y démosle un nuevo horizonte a la humanidad- En ese instante entré por la puerta y observé a mi ídolo, subido en una pequeña tarima con su bata de laboratorio, tenía el cabello negro un poco largo y laceo debo recalcar que se le notaba muy inspirado al hablar. Poco antes de que me llamase papá me encontraba con Vanessa, quien pudo también ser admitida - Mi novia a cambio de mi amigo- No sabía decir si el universo era justo o lleno de casualidades ya que no pude cumplirle la promesa a Jake, pero mi pareja si iba a compartir este sueño conmigo.
No la veía a simple vista y eso que había solo unas cuantas personas en el lugar, los admitidos, Francin y los guardias no más que eso, mi estómago gruñó pues no había comido más nada luego de la comida italiana que preparó mamá antes de salir temprano en la mañana. Más que una cena, lo que habían preparado era todo un banquete elegante - Mañana os esperaré a todos aquí, por el momento disfrutad y celebrad pues ahora sois los mártires de la tierra, entregad vuestras vidas a la evolución humana. A nuestra preservación como especie ¡En las estrellas! - Supuse que sus palabras solo eran un discurso bien preparado para captar la atención. Pero el tiempo me hizo entender que hablaba en serio.
Me volteé para servirme un poco de comida y fue allí cuando vi a Vanessa... Riéndose de las cosas que decía Dilan - Ya se conocen...- En mi mente quería apartar al niño egocéntrico de un solo puñetazo - ¡Mike! Llegaste, Dilan de él te estuve hablando todo este rato- Me veía de arriba abajo casi sin creer que yo fuese su pareja - Así que... el impuntual chico carismático es el afortunado- Su tono de voz fue muy despectivo - Sí, tengo esa fortuna que otros desean - Claramente lo decía por él, nuestras miradas se cruzaron de tal manera que, si estas mataran, seriamos dos cadáveres. Entonces Vanessa recibió una llamada y se fue un momento a contestarla - Más respeto chico inglés - No iba a dejar que se insinuara de tal manera, entre hombres no se oculta el gusto - Cuídala hombrecito, hay lobos cazando - Prometo que estuve a un segundo de golpearle, pero Vanessa volvió en ese preciso instante - Mi hermano, Dan, ha estado esperándome fuera del observatorio durante todo el día ya tengo que irme - El señor Gabster alzó la mano y llamo a Dilan, quien con mucho ego y con una falsa cordialidad se despidió de nosotros.
Al principio no lo noté, me sentía mareado y poco a poco el tiempo se fue deteniendo y el espacio se congeló, todo el alrededor se mantuvo inmóvil como si fuesen presionado un botón de pausa - Tú... ¿Por qué un terrestre? - El sonido de la voz no era humana, apenas se entendía que estaba diciendo - Un hecho futuro afecta el pasado rasgando el tejido del universo mismo, ves cosas que no han pasado, tienes visiones... Claro ahora no lo entiendes... - Esa voz no era la del hombre que solía ver en sueños y con solo escucharla me generó una sensación de temor, por algún motivo sentía presión en mi cuerpo hasta que de pronto todo volvió a la normalidad. Tenía un malestar extraño algo como si hubiese emprendido un viaje muy largo y exigente, aunque no me hubiese movido, hasta mi mente se encontraba desgastada generándome una actitud somnolienta.
-Cariño ¿Estás bien? - Ella me tomo del brazo, casi me caí al piso sentía como si no tuviese fuerzas - Sí. Creo que si... No te preocupes- A partir de aquí mi vida empezó a tomar el rumbo que he tratado de explicar desde el principio de la historia. Durante toda la existencia del universo nunca se ha podido definir en sí que es en su totalidad, de tal manera que solo las películas se dieron la tarea de dejar volar las posibilidades, pero en mi caso, tenía el deber de buscar vida más allá del cosmos.
Estuve un año trabajando en el Observatorio del Norte. Pasó tan rápido como un asteroide por la atmosfera terrestre, se esfumó, pero no lo desaproveché pues logré descubrir un planeta con cualidades casi idénticas a la tierra y eso era lo que pedía el señor Gabster.
19 de septiembre, 2099
11 PM
Observatorio Norte
- Pero mirad nada más...- Gabster no quitaba el ojo del inmenso telescopio, estaba asombrado de que ese planeta fuera tan parecido a la tierra - Señor Francin, por muy increíble que sea ese planeta está a más de dos millones años luz de nosotros, en la galaxia Andrómeda - Dirigí mi mano hasta tocar su espalda en un gesto de consuelo - ¡Ja! Sois muy joven y al mismo tiempo muy incrédulo ¿Olvidáis mis investigaciones? Estoy muy cerca de idear una manera de viajar inmensas distancias joven Mike- Quizás era cierto, mi incredulidad no me hacía ver más allá del tiempo ni el espacio - Señor Francin. Estoy cansado ¿Puedo irme? - Este arrugó su cara - En serio debéis tener un sueño inmenso para decirme eso, joven solo te dejaré ir por que acabas de darme el destino al que debo llevarnos a todos- Suspiré y le di la mano al despedirme. Fue una hora y media de viaje desde el observatorio hasta mi hogar en el cual me la pasé pensando cómo tan rápido se me había ido un año simplemente trabajando luego de pasar la admisión. Además, ya no vivía en con mis padres. El tiempo trabajando en el observatorio me generó suficientes ingresos para comprar un vehículo y una casa donde vivir con mi futura prometida, Vanessa - Andrómeda... ¿Debería creer? No lo sé... - Entonces a mi mente llegó un murmuro fugaz - La vida es una odisea- Sentí como si ya me hubiesen dicho eso antes solo que no recordaba quién o qué. Mientras sujetaba con fuerza el volante de mi vehículo empecé a repasar esas visiones y sueños extraños que tuve hace tiempo atrás, yo muy bien supe que no eran producto de mi mente, pero ahora, lo ponía en duda -El día de la admisión, algo me habló, de tal manera que todo se detuvo por un instante y me sentí fuera de mí- Venía hablando solo, simplemente el sonido del vehículo levitando sobre el camino y los pequeños propulsores detrás donde debería ir el tubo de escape era lo que perturbaba mi silencio -Concéntrate Mike no estás para perder el tiempo recordando cosas sin respuestas.
Ciudad Odisea, Zona residencial del centro
1:00 AM
Finalmente llegué a mi hogar esperando poder dormir - ¡Cariño! Estás aquí, mira lo que pude hacer - Todavía no terminaba de pasar por la puerta cuando Vanessa me hablaba del trabajo, mi vida era trabajo, trabajo y más trabajo - ¿Y si mañana antes de irnos al observatorio me muestras? - Esta venía muy alegre con muchas hojas llenas de cálculos - Solo serán unos minutos Mike. Luego iremos a dormir ¡Te abrazaré toda la noche! - Una vez más me volví a enamorar de ella, amaba su actitud y la capacidad de emanar sonrisas por más cansada que estuviese. Preparé un poco de café y le di unos cuantos chocolates que compré en el camino a casa - Es increíble, han pasado dos años desde que estamos juntos y solo parecieron un instante - Ella cayó mis palabras metiéndome un chocolate a la boca - Y eso que aún nos queda una vida por delante - No dije nada, solo miré sus ojos marrones y la abracé con todo el amor que pude sentir.
Esa noche nos acostamos a las tres de la mañana, pero valió la pena, en verdad ella encontró una forma de viajar por el cosmos. En las hojas que me enseñó había ecuaciones físicas que explicaban como contraer el espacio en una dirección para hacer viajar una nave - ¿Francin ya sabe de esto? - Mis manos no soltaban las hojas era algo impresionante, solo faltaba llevar las ecuaciones a un plano para construir una nave y empezar los experimentos - ¡Claro que lo sabe! Por eso ayer me dejó salir antes que todos él quería que me centrara en esto y lo logré - Tal vez y solo tal vez si esto se lograba, podríamos sacar a los humanos de este pedazo de piedra flotante en el espacio llamado "Tierra" Hacia otro nuevo mundo, otros nuevos mundos - ¿Existirá? - Estando perdido en pensamientos balbuceé esa pequeña palabra - ¿Existirá qué? - Respondió mi pareja al levantarse del sillón para abrir la puerta del refrigerador y sacar un poco de helado - Nada... Estoy pensando en voz alta- Ya pasó bastante tiempo desde la última vez que soñé con ese hombre que veía en una colina llena de dientes de león. En el fondo de mi corazón sentía que ese sitio era real y por un instante quise convencerme de que así era.
Vanessa estiró su brazo ofreciéndome un poco de helado de vainilla. Pensé en aceptarlo pues recordé aquella infección estomacal que casi me mata - Tranquilo cariño, yo lo compré y me aseguré que no fuese chocolate blanco- Una vez más volvió a reír entrecerrando sus ojos y mostrando una sonrisa amable - Cuando ríes me haces sentir un universo dentro de mí - Esta se me lanzó encima acomodándose para comer su helado - Te amo en este y en todos los universos.
Los últimos días de mi "Vida terrestre" Fueron los mejores, aunque al mismo tiempo los más tristes pues mi amigo, Jake, ya no formaba parte de mi cotidianidad como antes incluso ya ni hablábamos desde aquella decisión que nos separó. Pero no se podía hacer nada además aquella maldita guerra... Me arrebató todo lo que quise, todo lo que formó parte de mi corazón, mi trabajo, mi familia, mi prometida... Todo.
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Próximo Capítulo 02/10/22
Agradezco tu lectura, para mi es un privilegio que sigas esta historia querido lector espero la estés disfrutando.
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