Capítulo 17 - La primera vez.
Esta semana les traigo un extra :)
Espero que les guste ^.^
Las cosas no estaban yendo en lo absoluto como necesitaba, los años habían pasado, y el planeta tierra, justo como lo conocíamos en el pasado, había dejado de existir. La vegetación había muerto, igual que casi toda la población de nuestro planeta. Ese ser seguía alimentándose de los pocos humanos que quedaban, y pronto conseguiría destruirlos a todos.
Peter hacía ya tiempo que había perdido la fe, pero seguía cuidándome, a mi lado, como un buen amigo, un excelente amigo, aunque no es que hablásemos demasiado, no después de todo lo que habíamos vivido. Creo que el día en el que miramos hacia Tyler y no vimos sus ojos devolviéndonos la mirada lo supimos, las cosas no volverían a ser las mismas jamás.
No pudimos destruir a ese ser, al Destructor, pero estábamos decididos a hacerlo de otra manera, quizás si esa cosa jamás tomaba el control, si jamás existía, las cosas volverían a su estado habitual.
Tenía treinta y nueve años, ya casi había olvidado lo que se sentí cuando ese chico me miraba, pero jamás olvidaría los maravillosos días que pasé a su lado, cada día, o lo mucho que él creía en mí, que podía hacerlo, salvar a la humanidad, a él mismo, de nuestro propio destino.
Lo estudié todo, cada una de las variantes, pero por más que lo intentaba, después de construir aquella máquina, con la ayuda de Pit, tan sólo había conseguido retroceder un par de minutos, a lo sumo algunas horas. Pero era meramente imposible retroceder meses, incluso años, y menos aún, a una fecha específica. Seguía intentando perfeccionar el arnés que medía la temperatura corporal y las pulsaciones, aún seguía dándome fallos, cuando Pit entró en la sala.
- Tenemos que irnos, está cerca – tragué saliva, aún no había podido lograr nada, y ese ser estaba cada vez más cerca de encontrarnos – recogeré el equipo y nos marcharemos a las montañas. Estamos demasiado cerca del mar, Sarah.
- Aún no está lista para ser transportada – me quejé, mirando hacia el suelo. Me coloqué los pedales en los pies y los sujeté con la cinta, me coloqué el arnés y agarré el mando, pulsando el botón rojo. La máquina se encendió – Los últimos retoques han mejorado el hormigueo de mi estómago – aseguré, para luego emprender la marcha, un suave trote al principio, pero a medida que subía la intensidad de mis pisadas, que aumentaba la velocidad, sentía ese bufido en mis oídos.
Sabía que pronto aparecería unos minutos antes, quizás unos minutos después, pero para mi sorpresa, aquella vez, algo fue distinto, anómalo.
Abrí los ojos, observando el bosque, no había ni rastro de la cabaña, si quiera de Pit. Eso sólo me preocupó. ¿A dónde había ido?
Me detuve a escuchar el rumor del viento, el canto de los pájaros, observé la vegetación rodeándome, y una tonta sonrisa apareció en mi rostro. Lo había logrado, había viajado atrás en el tiempo, pero .... ¿cuánto tiempo había retrocedido?
Miré hacia el reloj, y la sorpresa se vio reflejada en mi rostro, pues había retrocedido casi 20 años.
- Lo harás, ¿me oyes? – escuché en mi cabeza, su voz, las promesas que nos hicimos la última noche antes de que esa cosa tomase el control, después de hacer el amor – Tu eres la única que puede salvarnos, Sarah. Y sé que lo harás, porque yo creo en ti.
Sonreí, como una tonta, al darme cuenta de que él tuvo razón desde el principio, yo lo lograría, aunque en ese momento no sabía hasta qué punto podría cambiarlo todo.
- ¿Dónde demonios habías ido? – preguntó Pit frente a mí, tan pronto como reaparecí en nuestro tiempo, con una tonta sonrisa en mi rostro – Te estoy diciendo que esa cosa viene a por nosotros y tú...
- Tenemos que irnos – le dije, ignorando todo lo demás. Él se quejó al repecto.
- Es lo que acabo de decirte.
- No, no hablo de ir a escondernos a las montañas – él me observó, sin comprender – Tenemos que volver a casa, a América.
- ¿Cómo dices? ¡Eso sería una locura!
- Lo he conseguido, Pit – abrió la boca, sin dar crédito – He retrocedido 20 años, pero necesito estar en casa para impedir el accidente de mi madre, quizás también impida que la NASA haga ese viaje al espacio... Todo puede ser posible – estaba entusiasmada y él lo sabía.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro