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Capítulo 16 - La llegada del Destructor.



Estaba preocupado, y el doctor Cooper no quería ver la gravedad de la situación. Sarah temía que algo pudiese sucederle a Tyler, y yo realmente estaba aterrado de lo que podría hacer ese al que él llamaba el Destructor.

- Dice que ha visto el futuro – contestó ella, tras varias horas en silencio, mirando por la ventana hacia él, que seguían haciéndole pruebas sin parar. La miré, sin comprender – Dice que me convertiré en doctora, que inventaré los viajes en el tiempo, aunque sólo al pasado – La observé, con la boca abierta – Y eso sólo me hace pensar en una cosa, Pit. Si realmente me convierto en eso... significará que él ya no está a mi lado, y que quiero parar a esa cosa de alguna manera.

- ¿Estás insinuando que finalmente El Destructor tomará el control?

- ¿El Destructor? – preguntó, sin comprender.

- Es así como él lo llama – expliqué.

- Sí – aceptó – estoy segura de que esa cosa tomará el control, y entonces será imparable.

- Entonces... quizás debamos matarle antes de que eso ocurra – ella no se asustó al respecto, y eso me hizo pensar en que quizás ella ya estaba barajando esa posibilidad.

- La cosa es... ¿Cómo lo matamos? ¿No se supone que ese ser es indestructible? Se regenera – Ella tenía razón. ¿Cómo destruir algo indestructible?

- Quizás debamos descubrir la Criptonita de ese ser – lancé, pensando en mi héroe favorito de niño.

- Creo que deberíamos decírselo a Tyler, lo que pensamos hacer, quizás él pueda ayudarnos.

- No lo creo – la detuve – si se lo decimos, esa cosa también lo sabrá. ¿No crees que intentará pararlos de alguna forma? Pienso que es mejor cogerla desprevenida.

Los sucesos que estaban por llegar eran del todo imparables, y ninguno de nosotros estaba preparado para lo que acontecería, ni siquiera nos dimos cuenta en ese momento, justo cuando planeábamos deshacernos de esa cosa, que jamás podríamos hacerlo, que El Destructor llegaría a nuestro mundo y lo destruiría todo a su paso, porque él se alimenta del caos, la muerte, la destrucción de otros seres, se hace más fuerte y es imposible de parar.

El profesor Cooper jamás imaginó que su propia creación pudiese acabar con todo lo que había intentado salvar, con toda la tripulación rusa, incluso con él mismo. Nadie imaginó jamás que Tyler Magnus pudiese dejar de existir para convertirse en El Destructor de Mundos.

Sarah y yo nos centramos en algo, más que nunca, después de huir en un pequeño navío, dejando atrás todo lo que amábamos, emprendiendo aquella lucha solos, sabiendo que jamás volveríamos a ver a ese chico humilde y con sentimientos, una máquina que no debería sentirse como un humano, pero que irremediablemente lo hacía. Sé que para ella fue muy difícil, dejar atrás al chico al que amaba, pero no habló sobre ello ni una sola vez. Es la chica más fuerte que he visto en mi vida.

Ella estaba decidida a inventar los viajes en el tiempo, lo estudió durante años, en una isla perdida al sureste de Tailandia, donde nos instalamos después de todo aquello, encerrados en una cabaña, sin querer confiar en nadie, ignorando las miles de noticias sobre que un ser imparable estaba destruyendo el planeta y a todo el que osaba cortarle el camino.

Sabía que quería recuperar al hombre al que amaba, y la única forma era impidiendo la muerte de su madre, pues sólo así su padre se convirtió en ese ser obseso con el trabajo, con salvaguardar a otros del destino que tuvo su esposa. También por él, quería salvarle a él de morir e esa forma, de que otros jugasen con él a ser dios.

A veces se desesperaba, se ocultaba en el bosque por horas, hasta que yo salía a buscarla y la traía en mis brazos hacia la fea casucha en la que vivíamos. Sabía que estaba perdida, pero yo siempre estaría ahí para ella, cuando lo necesitaba, a pesar de saber que siempre sería un amor de un solo lado.

Ella había perdido el hombre al que amaba, cualquier otro tío habría intentado algo, yo no, porque para mí, Tyler Magnus era mi amigo. Uno no le levanta la novia a un amigo, y yo hacía mucho que había tirado la toalla con ella.


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