EXTRA: NYX ZAYS
Adrenalina.
Una no tan simple hormona. Un tan importante receptor. Se transformó en molécula a la cual me había echo adicta.
Esa sensación de muerte que irónicamente me hacía sentir viva, era lo que más buscaba. Desde esa paranoia de fugarme de casa para ir a verlo, hasta ese cosquilleo en mi estómago por colarme a propiedad privada. Lo necesitaba, lo quería y hacia lo que sea por seguir sintiendo todo aquello que me hacía sentir poderosa.
Él me hacía sentir poderosa.
A su lado, creía poder hacerlo todo.
Bajó su sombra, me creía invencible.
En el momento en el que lo vi, supe que quería ser como él. Un rebelde, un rompe reglas y alguien que llevaba su vida al límite, sin importarle nada. Culpo a qué mis primeros años de vida, me la pasé encerrada con las 5 mismas personas. Y cuando salí a la vida, la quería vivir al límite.
Que tontería.
Recuerdo a la perfección la primera vez que lo vi y tengo muy vivo las sensaciones que me causó. En mi primera fiesta, que ya de por sí era algo nuevo para mí, ver a un chico saltando del techo de la casa y en seguida saltarse la barda de al lado para llegar a la casa contigua, me dejó perpleja. Mi lado más puro y salvaje salió a la luz. Yo quería hacer eso, huir a dónde quisiera y meterme en lo prohibido.
Cada uno de nosotros tuvo una reacción diferente de él.
A Dark le caía mal. Mi hermano ya había escuchado de él, puesto que no era para nada anónimo y no existía persona en todo París que no lo conociera.
Skyler le dio el beneficio de la duda. Al inicio tuvo miedo y pánico que llegara la policía por su culpa, pero el hombre le endulzó el oído, como solo él lo podía hacer. Así que Sky no quiso hacerse prejuicios.
Ojalá lo hubiera echo. Ella si la abría escuchado.
Por último, estaba Lune. Ella lo odio nada más lo vio. Le bastaron unos microsegundos, para quererlo lejos de ella. En ese instante no dijo nada, literalmente nada. Él intentó saludarla con su pose altanero y con el ego hasta el cielo. No sé qué habrá pasado por la cabeza de él. Tal vez creyó que ella lo veía mal y hacía cara de pocos amigos para hacerse la misteriosa. Pero no. Lune no necesitaba hacerse la misteriosa o la enigmática, si lo veía mal era porque no le gustaba nada de él. No le respondió el saludo y pudo ser incluso más grosera con él, pero se aguantó por Asher. Si no fuera por él, estaba segura que le hubiera dirigido un desplante mucho peor.
Cuando estuve solas con mi hermana, el único comentario que dijo fue: "Es un pendejo".
Confundí el amor con la sensación de adrenalina. Confundí una relación, con la adoración. Seguía todo lo que él hacía. Mi mente inmadura creía que, al hacerlo, él me vería más que como una simple niña y estaría a su altura.
Ahora que lo analizo, es la cosa más estúpida. ¿Cómo pude ser tan idiota?
Hice todo por él, y me refiero a todo.
Si él me decía, salta a un lago llena de cocodrilos, lo hacía.
Si él me decía, roba una tiendita, lo hacía.
Métete a una casa abandonada, lo hacía.
Huye de la policía, lo hacía.
Y aun así, jamás fui algo para él.
Fui uno más de sus juguetes. Una chica más con la que jugaba, pero la única que lo idolatraba a tal grado que hacía que su hombría se subiera hasta la luna. Solo importaba él. Yo era su fiel sombra. Y cuando ya no me necesitó, me votó como si fuera basura. Me cambio por alguien que sabía él, que me iba a doler.
Si, me destrozó. Pero para su desgracia, yo aprendí mucho de él. Yo no era Lune, quien era capaz de mantener su cabeza fría y analítica. Tampoco era Skyler, quien creía en el karma. Yo tenía la venganza tatuada en mi ser. Él me enseñó a jugar y jamás imaginó que podía mejorar su propio juego. Lo quemé vivo, sin apiadarme de su alma.
Luego de él, mis sentimientos murieron. Me sentía sin ninguna emoción y me cuestionaba a mis misma si alguna vez iba a sentir algo real. Porque lo que viví con él, no iba más allá de la piel.
No amé.
No sentí.
Y lo que más me frustraba, no viví.
Las fiestas donde terminaba sin conciencia, las huidas de la policía por entrar a propiedad privada y el sexo sin ninguna conexión, era la misma muerte en vida.
Los que me amaban de verdad, me lo advirtieron y no los escuché. Fue hasta que Lune me abrió los ojos de una forma tan dura y cruel, que no me quedo más que ver la verdad. Me enfrasqué tanto en mí, que cuando fui consciente de lo demás, mi mundo y familia se desmoronaba. No me percaté en qué momento a mi pequeña hermanita, Lun, le rompieron el corazón y cuando Sky se enfermó. Lune sabe utilizar las palabras y las que me dedicó, me golpearon tan duro que dejaron secuelas. Me obligaron a cuestionarme que valía la pena y que no. Ella estaba destrozada, muerta en vida y lo dejó de lado para curar a Sky.
La envidiaba.
¿Por qué no podía ser como ella? Poder ignorar el enojo y furia, para concentrarme en lo importante.
Y luego, la oí llorar en medio de la noche; Lloraba por Sky y por su corazón roto.
Ella si se enamoró, sintió y vivió. Yo no.
Quedé con un profundo vacío. Si lo que tuve con él fue enamorarme, que plástico era el amor. Me refugié en mí, puesto que ya sabía que no podía sentir.
Pero llegó Cristopher.
Su sonrisa opaco todo lo malo que llenaba mi interior. Una chispa, eso era él. Alegría, diversión, curiosidad y calidez, transmitía al mundo. La sutileza con la que se acercó a mí, fue suficiente para saber que no me haría daño. No le importaban los demás, ni demostrar que era el más poderoso de todos. Le importa ver el paisaje, disfrutar de las pequeñas cosas y ser feliz.
Se preocupaba por mí y no torcía las cosas para que solo se tratara de él. Escuchaba mis estupideces, se reía conmigo y no de mí. Me hacía ver qué hay más en esta vida que llevar todo al límite, que era bonito ver las cosas pasar y luego, hacer que pasaran. A pensar en los demás y a ser yo. Y por eso, por lo que era todo él y porque representaba todo lo que yo no era, me dolía no poder enamorarme de él. Lune me amenazó desde el momento en el que descubrió que estaba sintiendo algo por él.
— No lo puedes involucrar en esto, él no se merece sufrir con nuestra existencia.— me dijo duramente.— Sabes bien que seguimos en riesgo y nuestro futuro pende de un hilo. Por hiciste las reglas...
— !YA LO SÉ¡— le grité. En muchos años no le había levantado la voz y este acto mío la dejó muda.— No quiero ser egoísta, Lune pero..
— Te va a valer madre.— me interrumpió.— Él es bueno, no lo metas en esto.
—¿Por eso no quieres intentar algo con Cameron?— No necesitaba que me confesara nada, para que yo me diera cuenta cuanto le gustaba.
— Es diferente porque a Cameron ya le hicimos daño.— se talló la cara con frustración y tristeza.— Mi conciencia me lo repite una y otra vez. No quiero lastimar a nadie más.— Suspiró pesadamente.— Cristopher es el que menos merece ser lastimado.
Odiaba que tuviera razón.
Al día siguiente experimente por primera vez, lo que se sentía tener el corazón roto. Decirle que no lo quería, fue lo más devastados que jamás había echo. Tenerlo tan cerca y al mismo tiempo tan lejos, era uno de los precios que debía pagar por mis decisiones del pasado.
Pensaba que lo que decían sobre el corazón rota eran puras tonteras, hasta que lo viví. El pecho se me encogía, un nudo en la garganta se me enredaba y quería quedarme en mi cama llorando hasta que mis ojos se hincharan a tal grado que ya no pudiera ver. Días estuve así y de no ser porque Lune se hartó, hubiera seguido un mes o más.
— ¿Puedo hablar contigo?— le cuestioné con nerviosismo a Cris.
— ¿Todo bien? ¿Te ocurre algo?— me vio con preocupación.
Pese a que fui mala con él, seguía siendo amable y bueno conmigo.
— Es sobre lo que dije antes.— inclinó la cabeza confundido.— No es verdad. Lune consiguió la manera de que mis padres no sepan nada, porque no nos dejan tener novio, porque usualmente solo nos utilizan, pero sabemos que tú no eres así. Y hay cosas que de nosotras que lastiman y yo no te quería lastimar, pero es que si siento algo por ti y yo no supe que hacer. No lo pensé, como siempre, hasta que mi hermana me dijo que debíamos de pensarlo hacer un plan para que nadie salga herido...
— ¿Cuáles son las condiciones?— me detuve abruptamente ante su pregunta. Lo decía enserio. Me estaba entregando el completo control de lo que podíamos ser y no estaba acostumbrada a eso.
— No saber de mi pasado y confiar ciegamente en mi.— respondí más rápido de lo que me hubiera gustado. Pero, aunque no estaba saltando de un risco y no estaba haciendo nada que peligrara mi vida, la en mi adrenalina estaba hasta el tope. Caí en cuenta que esta es la adrenalina que yo necesitaba.
— ¿Es todo?
—Si.
— ¿Cómo una relación normal? Bueno, quitando lo del pasado.— se rio de mí !Se estaba riendo de mí!
— No estás entendiendo.— lo señalé con mi dedo.— Hay cosas que no...
— ¿Serás tú?
— ¿A qué te refieres?
— Si ¿Me dejaras conocerte a ti?
— ¿Si?
— Es todo lo que quiero.— me tomó de las manos tiernamente. Yo no dejaba de estar impactada.— ¿Tu qué quieres?
¿Yo?
Sentir, era lo único que quería en mi vida.
— A ti.
Extraño actualizar por acá.
¿Qué les pareció el extra?
¿Se esperaban está Nyx?
Déjeme todo lo que piensan.
Para mi fue sentimental escribir este extra, la mente de Nyx es muy salvaje y diversa.
Pues bueno, no sé que más decir así que....
Los quiero.
Ale
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