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🧬Cap6: "Mutante"🧬

Parecían ser como el sol y la luna, lo cual era curioso por sus nombres. Inmediatamente supe que significaban, aunque creo que soy el único que lo ha captado.

Lune, es luna en francés y Nyx es noche en griego, un juego de palabras que pocas personas comprendían. Pudiéramos decir que no les quedan sus nombres, pero claro que sí lo hacían. No eran tan diferentes al ojo humano normal, pero ante los míos se revelaban dos personas tan distintas. Tanto, que era difícil pensar que eran gemelas.

Nyx siempre con una expresión amigable y vestida de colores cálidos. La mujer seguramente tenía un closet con miles de prendas de distintos colores, a veces vestía de rojo, naranja, amarillo y rosa, combinándolo con pantalones de colores claros o mezclilla. Parecía ser la clase de persona que no se metía con nadie, pero solo era una fachada. Con lo que acababa de pasar, me di cuenta que es como un tiburón, si no huele sangre, no ataca. Su nombre le quedaba totalmente; La noche no es dañina, es hermosa y profunda, pero si le tienes miedo, te hará sacar lo peor de ti.

Luego estaba Lune.

Ella sí que parecía ser la representación de la oscuridad. Generalmente usaba ropa en colores fríos, la mayoría del tiempo negro, pero variaba, usaba azul, gris o verde militar. No usaba pantalones de colores como su hermana. Ella usaba mezclilla de diferentes tonos, algunos rotos y pantalones negros, daba la finta de ser una maldita, que lo era, pero solo para defenderse. No atacaba si veía sangre como un tiburón, ella, atacaba cuando le clavaban una lanza en su pecho. Sus ataques eran sutiles, pero letales, no necesitaba hacer mucho porque mataba al instante. Lune le quedaba como anillo al dedo, solo salía cuando había oscuridad, es brillante, hipnótica y hermosa, pero inalcanzable.

Si, así de diferentes, pero también así de iguales.

La crueldad se les veía en sus ojos heterocromáticos, en sus sonrisas. Las dos parecían entenderse solo con miradas, como si estuvieran conectadas y pensarán lo mismo. La situación con Carolina la planearon en ese instante, una decía algo y la otra comprendía lo que tenía que hacer y decir. Sutiles son sus pasos, pero avanzaban a grandes zancadas.

Al menos ya me daba una idea de ellas.

Y yo, sentía un maldito enojo atorado.

La clase de Saez concluyó. Varios alumnos se levantaron y se fueron, incluido Cris, que no tomaba la siguiente clase conmigo y Alex se cambió del lugar hasta enfrente porque que genética.

— Mamá tenía razón. — Le habló Nyx a su hermana.— Pero creo que ya nos libramos de Saez, gracias a tu fabuloso cerebro.

Rodé los ojos a su comentario. Volví a mi libreta de apuntes dibujando garabatos de nuevo.

— Hola, alumnos. — Saludó la doctora Ariz. — antes de comenzar la clase les voy a asignar a sus parejas para el proyecto final.

Me acomodé en mi asiento para poder ver lo que estaba pasando.

— Llamaré a uno y sacará un papelito de aquí. — señaló una caga de colores. — que tiene el nombre de uno de sus compañeros, si el nombre que sale ya tiene pareja o es ustedes mismos, se descarta. Recuerden que deben elegir una mutación que cause una enfermedad, o que se exprese al fenotipo.

Comenzó a llamar a todos.

— Alexandre. — nombró y mi amigo se levantó.

Tomó un papelito, con cuidado lo desdoblo y lo leyó. Una expresión de sorpresa y algo de nerviosismo se apodero de él.

— Nyx Zays. — dijo en alto.

— Yo. — alzó la mano la rubia, entusiasmada.

— Lune. Toma un papel. — ordenó Ariz ofreciéndole la caja.

Ella obedeció. Tomo uno, lo leyó y dijo indiferente:

— Cameron Martensi.

Mierda.

— Aquí. — dije de mala manera.

Ella ni me volteó a ver, no le importaba quien era o algo. Eso me podía más. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué se creía tanto?

Bufé enojado.

Al término de las clases, siempre soy el primero en salir del salón, odiaba quedarme más tiempo del que debía ahí. Esta vez no fue la excepción. Salí al pasillo y me dirigía hacia mi laboratorio, ya estaba harto de ver y estar al pendiente ellas. Últimamente eran el tema principal y no podía evitarlo, eran completamente una piedra en los huevos.

— Hey, Cameron. — llamaron a mi espalda.

Voltee bruscamente encontrándome con la chica bicolor, caminando con flojera a mí. No corría tras de mí, camina lentamente y sin apuros. Me irritaba su maldita indiferencia.

— ¿Qué? — escupí molesto.

— Por si no te enteraste, somos pareja para el proyecto. — recordó con sarcasmo. — Mira, no quiero atrasarme y hacer esto a última hora ¿Qué mutación quieres?

Levanté mi ceja incrédulo. La observé detenidamente a los ojos, su ojo azul era brillante y parecía tener toques de morado, mientras que el verde era más un aqua muy denso. Tenía un fetiche por los ojos y esta mujer tenía los ojos más impresionantes que hayas visto. No era una heterocromía normal, los colores de sus ojos eran muy vibrantes y encendidos.

— Sé que mis ojos son atrayentes pero... ¿Puedes dejar de verlos y contestar la pregunta?— alzó la cejas amenazadoramente, rodando un poco los ojos.

— ¿Qué te parece heterocromía? Así también podrás presumir tu mutación a todos, como presumes tu apellido. — me burlé con pesadez.

De sus labios salió una risita burlona.— ¿Sabes que también puedo presumir que soy la número uno de esta escuela? — contraatacó.

Apreté los puños automáticamente, y le lancé una mirada de odio. Ella solo ensanchó su sonrisa.

— Tan solo eres una niña rica...—

— E inteligente. — terminó por mí. — No me conoces Martensi, las cosas que te dijo Ámbar no son nada de lo que soy. No me importa tu maldito número uno, no me importa que piensas o no de mí, no vivo de eso ¿Te molesta que te haya quitado de la cima? Si pudiera te la daría, solo es un puto número. — Estaba en shock ¿Ella sabía lo que nos dijo Ámbar?— No soy de meter sentimientos a la escuela, pero por lo visto no eres capaz de hacer equipo conmigo. — Dicho esto, se alejó tranquilamente y yo, tan solo me quedé ahí, como imbécil, viéndola perderse con su hermana. La había jodido, otra vez.

Me despeine mi cabello con frustración.

Cuando llegaron, acordé conmigo mismo no meterme con ellas y mucho menos con la chica de ojos peculiares. Ella era eso que sabía me iba a traer problemas. Sin embargo, no lograba contener mi coraje a ellas y siempre que me hablaban, terminaba como un imbécil. No me controlaba y soltaba mis palabras sin medida, pero ella no le afectó nada de lo que le dije, hasta me la regreso sin tocarse el corazón. No tenía un punto débil como todas las demás personas, no parecía que hubiera algo que le afectara, como si fuera perfecta. La maldecía, ella sabe que no las aguanto, que estaba molesto con ellas por el simple hecho de que llegaron. Y le gustaba mi enojó, porque claro que internamente se burlaba de mí frustración.

— No podemos hacer nada. — explicaba mi tutora Olivia Wood. — hicieron todos los exámenes finales de todas las materias, sacaron diez en todos. La dirección no las dejó entrar directo a 8vo por la tesis.

— Entonces ya no tengo asegurado mi lugar en la maestría. — dije cabizbajo.

— No creo. — contestó. — El doctor Zays sabe que eres bueno, también Violet y todos. Y no creo que seas tan tonto como para molestarlas o hacerles algún daño para que te quieran fuera. — Joder.— Tranquilo, solo sigue echándole ganas. — intentó calmarle.

Me había esforzado durante dos años para obtener el mejor promedió y demostrar, que era una mentira lo que se decía de mi familia. Mi madre es investigadora de energías renovables y mi padre, era físico cuántico. Ambos de grandes nombres, hasta que mi padre tuvo un error y nos tacharon de mentirosos. Cuando pasa esto en la ciencia, es grave, no es como con los políticos o alguna cuestión de ese tipo, todos sabemos que ellos son unos corruptos mentirosos.

La ciencia busca la verdad sobre la vida, no podemos engañar o alterar números, no podíamos decir que era una cosa cuando en realidad era otra. No es ético y más que eso, no es ciencia. No nos sirve de nada mentir para que un experimento salga, porque si no sale, es por algo y es cuestión de buscar lo que está sucediendo. Quién ha tratado de manejar números, editar imágenes o cualquier modificación sobre los resultados que sea falso, lo han descubierto y quitado toda su credibilidad como científico.

El apellido Martensi quedó manchado por ese pequeño error. Y a mí madre, a Seth y a mí, nos ha costado que la comunidad científica crea en nosotros, que crea que no somos unos estafadores, que somos lo que somos por nuestro esfuerzo y no por mentiras. Seth siempre me decía que lo bueno, es que los científicos no son reconocidos por los chismes, sino por tu desempeño.

Más tarde.

El laboratorio me relajaba, a lo largo de los años se convirtió en mí yoga, en mi manera de relajarme. Trabajar en él es de las mejores cosas de mi vida. El olor a solventes, mi mesa con diferentes frascos bien etiquetados y mis micropipetas acomodadas por tamaño, me hacían olvidar todo. Hoy tenía que hacer el medio para cultivar mis células y después infectarlas con virus. Estaba muy concentrado en la campana de flujo laminar, especial para esta clase de protocolos qué, por poco, no siento que mi celular estaba vibrando.

Llamada.

— Seth— dije llevándome el aparato al oído.

Me voy en una hora ¿Quieres que pase por ti o te vas en camión? — preguntó a través del auricular.

— Termino más o menos en ese tiempo. —

Te espero afuera de tu edificio. — declaró.

Afirme con la cabeza.

— Vale.

Cortó la llamada.

Mi auto estaba en el mecánico por su afinación anual. En la mañana me vine en camión, pero después de toda la odisea de la mañana y de las clases, no quería ver más gente. Terminé mis cultivos y dejé todo listo para el lunes.

— Cameron. — gruñí por lo bajo al escuchar que alguien más en este día me iba a fastidiar.

— ¿Si, doctora Ariz?

— La señorita Lune, me pidió que la dejara hacer el proyecto sola. — No, no.— No me comentó el motivo, aunque puedo deducir cuál fue. — explicó.— Mira, en la ciencia y en cualquier otra disciplina debemos de saber trabajar con quién sea, nos agrade o no. No pude decirle que no a su compañera, pero usted tiene la última palabra, puede hacer el proyecto solo, pero se le calificaría sobre de 7...

— ¿Qué? Pero...

— Es eso o convence a Lune de hacer el trabajo juntos. — sentenció con dureza.— Esto es la Universidad, Martensi, no la escuela secundaria como para hacer berrinches.

— Sí, doctora. — respondí cansado.

— Hasta el lunes. — se despidió.

¿Por qué rayos todo me sale mal?

Decidí que no pensaría más en ese tema. Era viernes, tenía un fin de semana por delante y no quería amargármelo. Cuando llegué al estacionamiento, Seth estaba recargado sobre su Mercedes negro, fumando y viendo a la nada.

— ¿Qué ves? — le pregunté cuando estuve a su lado.

— Nada. — contestó. Tiró su cigarro al piso y lo aplastó con su bota para apagarlo. — Tienes una cara.

— Ya no me lo recuerdes. — me adentré al asiento del copiloto.

— Vaya que tus amigas vinieron a girarte la vida. — se burló acomodándose en el asiento.— ¿Ella es una? — Señaló con su cabeza al frente, al mismo tiempo que arrancaba el coche.

— Ella es Nyx. — le dije viendo a la rubia subirse a su deportivo. — Aunque su hermana luego le dice Nox.

— Es lo mismo, solo que en romano. — Aclaró Seth. — es curioso como sus nombres son total oscuridad.

Hey!!!

¿Cómo estan?
Bueno otro Capítulo más.

¿Que les pareció?

¿Que piensan de las Gemelas?

¿De Cameron?

Ya saben que pueden dejar su voto o comentar lo que quieran, mientras será respetuoso.

Love u 💙💙💙

Ale 🧬

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