Llevaba despierto más de una hora, pero no quería abrir mis ojos.

Me negaba a enfrentarme a la cruda realidad que me esperaba. Sabía dónde me encontraba. Escuchaba los sonidos de los aparatos médicos, a las enfermeras ir de un lado a otro, a los médicos, notaba como había una intravenosa en mi mano y una curación en mi pecho. Y aunque mi cuerpo completo me dolía y pesaba, el mayor dolor lo tenía en el corazón. No tenía 10 años para no comprender lo que vi, para no ser consciente de las consecuencias. Era la ley de la inercia, cada acción con lleva a una reacción, y aunque me negara a creerlo, las cosas eran más que evidentes.

Abrí los ojos porque ya no pude aguantar más. La luz del foco me lastimó haciéndome voltear a un costado. Mi vista se fijó en Cristopher, quien se mantenía sentado en una silla verde. Sus ojos verdes estaban rojos de tanto llorar, todo él estaba destruido.

— Buenos días, bella durmiente.— Su intento de ser gracioso, dolía. Volví a ver el techo.— !Hey¡— me llamó, pero no voltee. Intentaba deshacer el nudo de mi garganta, que me dejarán de arder los ojos y si hablaba, nada de eso iba a suceder. Y no quería ser egoísta, no solo yo estaba afectado con la situación. El amor de Cris igual ya no estaba, no podía pedirle que fuera fuerte por mí.— ¿Te acuerdas cuando no te quisiste ir cuando yo estaba internado? Estuviste conmigo cuando más te necesité.— Siguió hablando.— Me cuidaste cuando estuve en el psiquiatra, aunque tú sufrías por tu padre.— Lo voltee a ver.— No tienes que esconderme nada. Estaré aquí para ti, hermano.

Las lágrimas salieron de mis ojos, haciéndome sentir como cada una de ellas baja por mis mejillas hasta llegar a mi cuerpo.

Los días siguientes fueron tan grises como jamás lo habían sido. Trataba de seguir adelante, porque sé que a ella le hubiera jodido que no lo hiciera. No me preguntaron nada, puesto que no había sido el único que pasaba por ahí y sufrió algún tipo de consecuencia colateral. Pero eso no ayudó para nada a los Zays. Clausuraron sus laboratorios, al menos temporalmente, gracias a que, según documentos que "descubrió" la doctora Ariz, los incriminaban de robo de dinero y malas prácticas en el laboratorio. La universidad Anzu, les dio la espalda, así como el IIBM.

No les duró mucho. Demostraron su inocencia en todo, y además pudieron comprobar que los documentos que Ariz dio, eran falsos. Al igual que la policía encontró pruebas contundentes de que ella había provocado la explosión de la casa de los Zays, y de la supuesta nueva casa de las hermanas. La universidad, y el IIBM, se tuvieron que retractar de los que habían dicho, pero perdieron a sus vacas de oro. Los Zays se llevaron todas sus cosas y dejaron el instituto.

¿A dónde se fueron? }

No lo quise saber.

¿Qué pasó con las gemelas? ¿Con Dark?

Nadie habló de ellos, ni sus padres, puesto que no había mucho que decir.

Ya no estaban, y dijeran lo que dijeran, no iba a cambiar ese hecho.

No quise saber nada de nadie. Suficiente tenía con mi propia mente y mi propio vacío interno.

Me quería detener, dejar de existir para que el dolor que sentía mi alma se calmara, pero eso es imposible. El mundo no deja de girar, el tiempo no se detiene y la vida, aún con lágrimas y dolor, tiene que seguir. Me recluí lo que faltaba de vacaciones en mi cuarto. Mamá me comprendió y no insistió en nada, habló conmigo y consoló. Seth, no me dejó prenderme en el alcohol, mejor me daba té y helado. Me sentí un bebé inútil. Mi único consuelo que realmente me hizo feliz, fue Dhy. La gata no se iba de mi lado por ningún motivo. Me seguía hasta el baño y cuando la sacaba a pasear, caminaba a mi lado.

Era como tener un pedazo de Lune conmigo. Se parecía tanto a ella; El mundo le daba igual y dormía más de lo que yo creo es sano.

Me aferré a Dhy y a su recuerdo. Todo me recordaba a ella. El color azul, el verde, el negro. Cada canción de sus listas, eran por y para ella. No había día no pensara en los que fuimos y en lo que pudimos ser. Me costaba aceptar que jamás volveré a ver sus ojos heterocromáticos, que no los veré felices, tristes o sarcásticos. No volver a escuchar su irónica y cruda voz, que me hacía el día.

En mi mente vivía su fantasma, escuchándola cantar y bailar alrededor de mi sala. La veo usando mis playeras, específicamente aquella de Led Zeppelin que jamás recuperé y que uso para escapar de mí. Éramos tan jóvenes, demasiado tontos, para saber que el amor no es suficiente frente a la realidad.

Me acostumbré tanto a ella, a su ser, a sus enigmas y códigos, que la vida sin ella, se tornó aburrida y gris. Ya no era azul. La chica ruda de ojos bicolor, me enseñó a vivir, amar y apostar por más. Ella quería verme triunfar, confiaba en mí y en mis sueños. No podía tirar todo eso a la basura, y menos si ella me ayudó a construir el camino.

Cristopher me venía a la casa todos los días y juntos nos apoyamos. Él extrañaba a su psicópata novia, no había un día que no le llorara. No había palabras para quitarnos el dolor, pero estábamos ahí sin dejarnos caer. Somos como hermanos y ninguno dejó que el otro tomara malas decisiones. Yo tenía escondida la mochila de Lun, que me negaba a abrir, al menos hasta que el dolor fuera menos.

Tantos recuerdos, tantas vivencias con ella en solo 6 meses, que para mí fueron años. Y tenía muy claro, que jamás en la vida me encontraría a otra como ella. Nadie me podría mandar a la verga como ella. Nadie me diría mis verdades son ningún filtro. Nadie estaría para mí, como ella lo estuvo.

En el mundo no había dos como ella.

Ni siquiera su gemela.

Ellas destruyeron todo, y nadie lo vio venir.

El IIBM dejó de ser el gran instituto. Dejó de estar en la cima de la ciencia. El respeto de los investigadores cayó y con ella toda la estructura formada. Los Zays no solo eran el tope de la pirámide, ellos eran la ciencia. Sin ellos, todo acabó y poco a poco los demás institutos de la universidad Anzu, dejaron de ser relevantes para el mundo científico.

Sin embargo, mientras el mundo de la ciencia caía, el mundo exterior no se enteraba de eso. Estaban muy ocupados escuchando a políticos pendejos, a escándalos de artistas o cualquier cosa que saliera en la televisión. Porque así era la realidad. La ciencia solo era un mito para quienes no la conocían. Lo que pasaba en la comunidad científica, quedaba en la comunidad científica. Nadie se enteraba de nada y cualquier disturbio, era cosa del gobierno.

El mundo había perdido a dos grandes genios y no estaban enterados.

Al mes, regresamos a la escuela.

Ese día desperté sin ánimo de nada, con Dhy a mi lado.

— ¿Paso por ti después de clase, para que me acompañes por el anillo?— me preguntó Seth mientras desayunábamos.

— Si, me parece bien.— le respondí feliz por él. Valy tenía mucha suerte y Seth también.— Me voy.

— Cameron.— me detuvo y me abrazó, le correspondí.— Serás grande, ella lo sabía.

— Ya suéltame.— le dije entre risas.— Lo sé.

Llegué a la universidad Anzu y con ello al IIBM. El ambiente se sentía diferente; solo, sin ánimos y muy conscientes de lo sucedido. Me bajé del auto, yendo directamente a mi salón de clases, dónde Alex, Nuria y Cris, me esperaban. Nada más al verme, Nuria se lanzó en mis brazos sin decir nada y Alex me dio su apoyo total. Carolina, había sido investigada y expulsada del IIBM por haber estado aliada con Ariz, no le encontraron nada turbio, sin embargo, no la podían dejar seguir aquí, pero nadie noto su ausencia.

Pensé que todo este tiempo, me había servido para prepararme justo para este momento. No fue así. El vacío que dejaron era muy grande, tanto que nadie se sentó en dónde ellas, ni en los salones, ni en la cafetería. Mi mente creía que, en cualquier momento, la moto de Lune llegaría haciendo su ruidero y subiría al salón, haciendo sonar sus botas contra el suelo. Que Nyx llegaría junto a ella y se burlarían de todos nosotros por nuestras caras de sorpresa. Que sus ojos heterocromáticos me verían con diversión y me besaría. Pero no, ya no.

Tenía un deja vú, cuando pegaron las pirámides. Ya sabía quién estaba hasta arriba y por primera vez, no quería ser yo.

— Vuelves a ser el primer lugar.— Cris palmeó mi hombro con tristeza.

No, jamás lo sería.

[FIN]

"🥺"

Tengo sentimientos encontrados.

¿Cómo les pareció?

¿Les gustó?

Aún falta el epílogo.

Los quiero

Ale