🧬Cap47:"De entre todos mis crímenes"🧬
Genes.
Secuencias.
Dirección.
037
060
Números
Protocolos
La pulsera de Lune
Propensas a enfermedades
Sus inyecciones en la espalda, justo como las cicatrices de los desaparecidos.
Todo eso recordaba mi mente mientras estaba inconsciente.
Lentamente comencé a despertar y lo primero que mis ojos vieron al despertar fue un techo blanco. Me costó añales abrir los ojos por completo, y peor aún, levantarme de la cama donde estaba.
¿Dónde estaba?
¿Qué sucedió?
Las respuestas llegaron a mi mente más rápido de lo que hubiese querido. Lo último que recordaba era el sonido de un disparo y la imagen de Lune apuntándome con un arma. Me paré de madrazo al recordar todo, analizando la habitación y mi cuerpo. No tenía vendas, o algún orificio. No me dolía nada, no sangraba por ningún lado ¿Entonces que me disparó?
La habitación era un cuadrado pequeño, no había otra cosa que no fuese la cama y una puerta con la ventana en forma de círculo. Me acerqué rápidamente a la puerta, tomé la perrilla e intenté girarla para abrir la puerta. No funcionó. Me asomé por la ventana, pero me alejé rápidamente asustado, al ver pasar una camilla con un cuerpo cubierto con una sábana blanca. Nyx pasó por la ventana, ella empujaba la camilla.
— Mierda, mierda.— murmuré desesperado.
¿Qué hacía? No quería morir y menos en manos de ellas. Antes de poder hacer algo, la puerta se abrió bruscamente, dejando entrar a Dark y Lune, quien me apuntaba con una pistola.
— No lo hagas más difícil.— pidió de mala ganas Lune.— Date la vuelta.
— Lune...
— Hazlo.— amenazó. Su dedo apretó un poco el gatillo, la mujer iba a disparar sin importarle nada.
Obedecí. Me di la vuelta y tan pronto vi la pared blanca, sentí como alguien tomaba mis manos atándolas con un plástico. Una vez con las manos sujetas, una masculina mano le jalo por los codos, obligándome a caminar. Salimos del cuarto con Dark guiándome hacía el laboratorio principal. El lugar había cambiado, ya no estaban los archivos, las mesas estaban casi vacías y no había refrigeradores.
¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?
Dark me soltó y se fue, haciéndole una señal medio rara a Lune.
—Ya sabes lo que tienes que hacer.
—Claro que lo sé. — le contestó rudamente Lune.
Ella me tomó del brazo sin delicadeza, forzándome a sentar en una silla y posteriormente atarme con unas cuerdas de cuero.
— ¿Por qué haces esto?— le pregunté con incredulidad y dureza.— No necesitas hacerlo, eres un genio ¡Estás desperdiciando todo tu potencial!
— No, te equivocas.— Me daba la espalda, pero claro que veía su siniestra sonrisa.— Puedo hacer cosas más importantes que buscar la estructura de una proteína, de saber su función. Puedo curar gente, puedo evitar el sufrimiento de una enfermedad, puedo hacer más que ningún otro científico.
— Son vidas humanas.— le exclamé furiosos.
— Exacto.— me volteo a ver divertida.— Hay 7 billones de humanos que no aportan nada al mundo, nadie va a extrañar a unos cuantos. Incluso, les estoy haciendo el favor de ser útiles, de aportar algo a la humanidad. No sientas algo por ellos.— Señaló un par de cortes de cerebro.— Ayudan más así, que vivos.
— Yo no me refiera a ellos. No me importan, pero tú si.— todo lo que dijo, era verdad. Critican el uso de animales para nuestro bien, pero si hablan de experimentación con humanos, lo satanizan. Cuando es la mejor opción, la ciencia avanzaría tanto como uno quisiera. — Te estás manchando las manos con sangre. Tendrás conocimiento y poder a costa de ¿Vidas? ¿Realmente vale la pena? Cómo tú lo dijiste, son humanos, no valen la pena para que vayan a la cárcel.— me veía estupefacta, pero sin arrepentimiento.— No creo que no sientas el dolor que causas ¿Ya olvidaste a Skyler?
Eso la hizo enojar.
— Justamente por eso lo hago.— apretaba los dientes, su mandíbula estaba tensa, sus puños y seguramente iban a terminar en mi rostro.— Mi hermana estuviera aquí, de no ser por qué no había tratamientos más efectivos. Si ella estuviese aquí, las cosas serían distintas. Con esto, tendremos la ciencia a nuestras manos. Tendremos el reconocimiento y poder, para eso estamos aquí.
Para su desgracia, la conocía. Su boca, sus expresiones y su cuerpo completo, se encontraban seguros de lo que decía, pero sus ojos no. Sus ojos contaban una historia completamente distinta a la que yo estaba escuchando. A Lune lo último que le importaba era el dinero y mucho menos ser reconocida. Ella amaba la ciencia, pero odiaba el poder.
— Mientes.— le solté seguro y ella titubeó, una acción que para mí fue suficiente para comprender que había un motivo diferente por el que hacían esto.— Mátame si quieres, pero antes, dime los verdaderos motivos por el que haces esto.
Me vio confundida.
— Tienes que ver esto.— Nyx entró abruptamente a la habitación con computadora en mano.— ¿Por qué sigue vivo?— me señaló.
Lune le rodó los ojos, arrebatándole la laptop. Me ignoró por completo, prefirió revisar lo que su hermana le había dado. Ambas se alejaron de mí, hablando muy bajito, tanto que no entendía nada de lo que decían.
— En 6 meses sabremos.— Lune dejó de lado la laptop.
— Ya inició.— entró Dark a escena.— Miren.
En la misma lap, puso algo que solo ellos veían, pero por sus expresiones, la cosa no era algo bueno.
— Es una perra.— Nyx aventó un material de vidrio al piso.— ¿Cómo preparó esos falsos documentos?
— Tuvo un poco más de dos años para prepararse, Nyx.— le aclaró tranquilo Dark.— Lo que va a suceder es lo siguiente, y espero que tú.— señaló a Nyx.— hagas lo que te dicen, sin impulsos.— Nyx asintió de mala manera.— Van a registrar todo el laboratorio de nuestros padres. El IIBM ya les retiro todo su apoyo, pero ya tienen el Nobel, son intocables.— siguió explicando, como si yo no estuviera aquí.— Los documentos falsos sobre el robo de dinero y mal uso de la ciencia, ya están siendo procesados, no faltará mucho para que intenten ir tras nuestros padres.
— Vendrán por nosotras, eso es lo que quiere.— Dijo Lune viendo el piso pensativa.— por eso no dijo nada de esto, bueno y porque no tiene pruebas, pero no le convenía que nosotras estuviéramos expuestas.
— Nos necesitan vivas y limpias de todo.— exclamó Nyx.— ¿Qué hacemos?
— Sus dos años de ventaja, no son nada contra nosotras.— Lune me vio y yo no sabía qué hacer.
— No tenemos salida, ellos se lo buscaron.— sentenció Dark.— Si ellos disparan, nosotros creamos una explosión.
Los rostros de los 3 hermanos se tornaron oscura y demoníaca. Alguien quería verlos caer, querían destruir todo su imperio, pero ellos eran mucho más ingeniosos e inteligentes. Meterte con ellos, era sinónimo de meterte con el diablo.
— Saben qué hacer, no sean débiles.— las señaló duramente el chico alto.— La mujer solo quiere venganza por sus hermanitos. No se compara con nosotros.
— Creo que deberían comenzar a entender que jamás se podrán vengar de nosotras.— Nyx me volteo a ver, entendí la indirecta.— Si la veo, la mandaré directamente con sus seres queridos.
Tengo miedo, para que hacerme tonto.
— ¿No lo ibas a...?— Dark me señaló.
— En eso estaba, pero me interrumpieron.— contestó volviendo a manejar los reactivos en una mesa frente a mí.— No te preocupes, tu no podrás decir nada de lo que escuchaste.— me calmó Lune.
— ¿Gracias?— contesté sarcástico.
— Solo mátalo, ya.— Nyx le lanzó una pistola a Lune.
— No, les estaríamos dando lo que quieren.— Dark le quitó el arma de las manos a la castaña.— Al menos no lo hagas aquí.
Ellos decidían mi vida en mi cara y yo no podía hacer nada. Nyx comenzó a teclear a lo bestia en su laptop, Dark comenzó a quemar unos papeles en un bote de metal, mientras Lune preparaba una inyección y juntaba varias cosas en una hielera chiquita. Lune se acercó a mí, con una tremenda jeringa e intenciones de inyectármela.
— ¿Me vas a matar con eso?— le dije rudo, pero me estaba cagando de miedo.
Nyx se comenzó a reír como loca.— Cobarde.— dijo en voz alta.
— Más o menos.— respondió con una sonrisa.
Su sonrisa se desvaneció nada más al fijar su vista a mis espaldas, dónde estaban las pantallas de las cámaras de seguridad. Dejó la inyección de lado, sin dejar de ver la pantalla. Al pasar a mi lado, giró la silla dirigiéndome a dónde ella iba. Nyx también se había levantado de su asiento, y Dark por su lado, veía desde otra pantalla.
En ella se mostraba una camioneta negra blindada y tres hombres, vestidos de negro con sus rostros cubiertos por unos pasamontañas. Los tres intentaban abrir el portón y la cara de mis inquisidores no me daba buena espina. Los tres hermanos tan solo estaban atentos a uno de los tres hombres, específicamente al más delgado de todos, uno que caminaba de una manera curiosa.
— No lo mataste.— le reclamó Lune enfurecida hacía Nyx.
— No es como que me haya regresado a verificar.— se excusó Nyx.— !Ah¡ Hijo de puta.— Tomó una pistola, e intentó salir pero Dark y Lune le impidieron el paso.— Quítense, voy a matar a ese desgraciado.
—¿Y si no es él? — Preguntó Dark sorprendido.
—Camina como imbécil, claro que es él. — Lo regañó Lune, muy endiablada tratando de evitar que Nyx saliera de la habitación.
Tuvieron una mini pelea entre ellos, en dónde terminó perdiendo Nyx.
— Ni modos, se nos adelantaron.— Dark a tomó una garrafa bastante grande.— Ya saben qué hacer. Sigan el plan al pie de la letra.— señaló a la rubia.
— Si, si.— le contestó la chica.
Dark salió de la habitación, regando lo que contenía la garrafa: gasolina. Las hermanas se movieron rápidamente por toda la habitación, sacando varios chalecos, mochilas y armas. Yo no sé de armas, pero lo que sacaban parecía letal. Lune me desató, me entregó un chaleco antibalas y un pasamontaña.
— Si no quieres morir aquí, póntelo.— no me vio, ni nada. Me aventó las cosas y se fue a ponerse lo suyo.
Me puse, como dios me dio a entender, el chaleco y el pasamontaña. Vi como las gemelas se armaban hasta los dientes y cubrían sus caras con la tela del pasamontaña como la que me dieron. Me concentre tanto en ellas, que fui el único que se sobre saltó ante el ruido del portón yéndose al carajo.
— Haz lo que te diga...
— ¿Cristopher?— fui directo a la pantalla que proyectaba el exterior. Cris estaba en el otro portón, intentando abrirlo.
— ¿Le dijiste dónde estaba?— me gritó Nyx.— Ahora si te mato.— cargó la pistola con silenciador en mi cara.
— !No le dije nada¡ Seguramente, Alex le dio la dirección.— me defendí.
— No hay tiempo,— Lune bajó con su mano el arma de Nyx.— Tenemos que distraerlos.— Dicho esto, me entregó una pistola.
— ¿Qué te hace pensar que la quiero?— iban de un lado a otro, acomodando muchas cosas al centro.
Nyx desconectó todo de las pantallas, saco las tarjetas de memoria y las rompió con sus manos. Lune tomó la hielera y me va cambio por la pistola.
— Vamos.
Seguí a las gemelas, no sabía que pasaba y temía por mí. Y aunque saliera vivo de este lugar, no me iba a librar de las Zays. Llegamos a un pasillo, que se dividía en dos; uno daba a la parte trasera de la estructura y otro a la puerta delantera. Nyx nos detuvo pegándonos a la pared, en cuanto escuchamos que la puerta de entrada era abierta.
— ¡Vamos amor, sal de tu escondite!— la voz sarcástica, no tan masculina, de un hombre se hizo presente.
Nyx rugió ante ello, cargó sus dos pistolas y trató de salir, pero Lune la detuvo, de nuevo.
— Nox.— Advirtió Lune.— Haz lo que quieras, pero tienes menos de 2 minutos. Voy por Cris y te veo en la camioneta.
— Bien.— contestó molesta.
— Cameron, en cuanto te diga, corres hasta la camioneta y Cris, sin mirar atrás.— ordenó Lune.
Le trate de contestar, pero Nyx salió de nuestro escondite con las dos pistolas levantadas.
— !Sorpresa¡— El mismo hombres habló con una diversión crual.—¿Me extra...
La mujer inició una lluvia de balas contra quién sea que le haya llamado "amor".
—!Corre¡— gritó Lune y salió en friega hacía la parte trasera.
Corrí detrás de ella, por más enferma que esté la cabeza, algo me decía que los que vinieron estaban peor. Pasamos por detrás de Nyx quien, disparada a diestra y siniestra, hacía tres hombres que se vieron obligados a esconderse. Y ellos regresaban el disparo, pero no le daban a nada.
— ¿Quién mierda son? ¿Y por qué les disparan?— pregunté gritando y corriendo.
— No te importa.— contestó Lune que iba más a delante de mí.
— Me están disparando, creo que si me importa.
Me ignoró. Abrió el portón con un control que aventó al suelo, una vez cumplió su función. Cris se hizo presente en nuestro campo de visión y se quedó petrificado al vernos. No le dio tiempo de decir o hacer algo, cuando Lune le disparó y cayó al suelo.
— Cargarlo.
Esa orden fue para mí. Corrí hacía él, una vez llegué lo levanté del suelo, para después llevarlo a la camioneta. Lune hablaba con Dark, quien sostenía un encendedor en la mano. En todo el camino, me olió a gasolina, me daba una gran idea de para donde iba la cosa. Nyx salió de la edificación echando madres.
—Están atrapados en el lab principal, no tardaran en salir. — Avisó Nyx, sofocada y molesta.
Dark nada más la escucho y dejó caer el encendedor al suelo, provocando que un río de fuego se formará hacía la casa.
—!Cris¡— exclamó la rubia al ver que tenía al chico cargando.— ¿Estás loca? ¿Y si lo matas?— la vi feo.
— No, bájale.— Lune abrió la puerta de la camioneta. Me subí acomodando a Cris a mi lado.— Son tranquilizantes.
Dark se subió a una motocicleta y se fue sin decir nada, dejando que la estructura se incendiara terroríficamente. Nyx se subió atrás con nosotros y Lune en el piloto. Salimos lo más rápido que la señorita pudo manejar. Dejando atrás una casa en llamas. Nyx se rasgó la manga de su playera y dejo a la vista una herida de bala.
— Maldito.— gruñó.
En lo que se terminaba de romper la ropa, pasamos a lado de la camioneta de los hombres. Lune se detuvo un momento y le disparó dándole en dónde podía, hasta que de la nada se prendió en fuego y explotó. Seguramente Dark le puso gasolina y algo más para que eso sucediera. Una vez Lune cumplió su objetivo, nos alejamos ahora del lugar.
— Dame esa caja de atrás.— me pidió Nyx.
Le pase la caja de primeros auxilios. Ella solita de vendo y curo las heridas. Lune manejaba a toda velocidad, sin decir ni una palabra.
— Creo que me deben una explicación.— rompí con el silencio.
— Creo que te debemos un disparo en la cabeza.— me contestó Nyx. Quien ya abrazaba al desmayado Cris.
Miré a Lune por el retrovisor, quien estaba pensativa, mirando la carretera. Claro que pensaba si decirme o no. Un mensaje le llegó. Sin dejar de manejar, lo vio.
— Cambio de planes.— eso llamó la atención de Nyx.— Debemos dejar la camioneta y buscar un lugar para escondernos hasta nuevo aviso.
— ¿Qué sucedió?— Nyx se pasó al copiloto.
— Los Revén.— con esa simple frase las dos se callaron por un instante.
— Muerto, así debería estar.— Nyx golpeó la guantera.
— El IIBM se fue en contra de nuestros padres, están arreglando eso.— le explicó Lune a Nyx.— si salimos de la ciudad, les estaríamos dando muchas respuestas. Y si tenemos encima a Revén pendejo...
— ¿Me pueden explicar que está pasando?— exigí nuevamente.
— Perfecto, vamos a tu casa.— dijo Lune.
— No, ni de broma.— le dije.
Pero ella tenía una pistola y yo una hielera. Dejamos la camioneta en algún lugar abandonado, de ahí nos fuimos caminando a mi departamento. Las niñas se habían cambiado y guardado todos los chalecos y armas en las mochilas que llevaban. Yo creía que nos verían raro, caminando por la tarde noche con un tipo desmayado en brazos. Pero la gente no ve, y el único que dijo algo fue mi portero que pensó que Cris estaba borracho. Seth abrió la puerta, quedando estupefacto de nosotros.
Al parecer estuve dos días desaparecido. Y Cris fue a buscarme, porque Seth estaba que se lo llevaba la verga.
— Están en mi casa.— les dije nada más se sentaron en el sillón.— Quiero explicaciones de todo.
Las hermanas se miraron fijamente y Nyx le asintió la cabeza a su igual, como dándole permiso.
— ¿Podemos ir a tu cuarto?— pidió suavemente la chica bicolor.
Le hice una seña para que fuéramos y otra a Seth para que esperara.
— Casi me matas, me disparaste y...— me abrazó.
— Perdón, perdóname por todo.— dijo contra mi pecho. Me sorprendí un poco, pero terminé acunándola en mis brazos.— Yo solo te quería fuera de todo esto, pero eres imbécil.
— Más bien, te quiero.— corregí.— Aunque ya no sé qué pensar de ustedes.
— Nyx está enferma.— se separó de mí, sentándose en mi cama. Me puse junto a ella.— Tiene Alzheimer y un sistema inmunológico deprimido. Estuvo a punto de entrar en un coma intestinal y bueno, varias cosas más.— veía sus manos.— No podía perder otra hermana, y podía no hacer algo.
— Pero eso es extremo.
— Casi todo fue consentido.— explicó.— Cada humano sabía a lo que iba y los que donaron su cerebro fueron personas que estaban condenadas a morir. Les dimos dinero para sus familia, jamás sufrieron.—Lo que me estaba diciendo era verdad, no como antes.— Los que desaparecían eran los únicos que no, aunque no todos, pero solo tomábamos muestra de su médula y ya, no les hacíamos daño. Las necesitábamos para generar CD4, es todo. —¿Malas o buenas? Yo ya no sé qué era qué.— David, el chico de Harley, tenía problemas económicos, a su madre la despidieron del trabajo y con su suelo de la tienda no le alcanza para sustentar a sus hermanas y madre. Llegamos a un acuerdo, donó sus células. Le dimos dinero y mi pulsera que tiene unas piedras preciosas que puede vender. — Se removió dudosa, sobre si seguir hablando. —Yo también estaba enferma.— eso me hizo un nudo en el estómago.— Pero Skyler me donó al morir su médula, y sobreviví.
— ¿Y ellos?— claro, esa era una parte, pero que querían los que fueron por ellas.
— Muchos no nos quieren y entre ellos la familia Revén.— Dijo con un odio marcado.— Quieren los tratamientos que hemos echo, para ellos tener el reconocimiento y nos quieren matar a nosotras para que no digamos nada. Ariz es una de las integrantes de esa familia, no sabía hasta que Cristopher mencionó su apellido ese día. Si perdemos la credibilidad y todo, no podremos salir a defendernos, no nos creerían. Pero tampoco pueden arriesgarse a que nosotros sigamos vivos, por eso acaban de cuestionarle el Nobel a mis padres y fueron por nosotras. No tenemos escritos los protocolos, los quemamos. Nos necesitan para eso. Nos necesitan con vida.
Me explicó más cosas, como que ellas planearon nuestra ruptura, para que ni Cris, ni yo estuviéramos implicados. Al final de una larga conversación, nos perdonamos. Fuimos con Seth y los demás. Cris seguía dormido y por lo que supe, no despertaría hasta mañana. Le contamos a Seth lo que pasó, sin muchos detalles para que no le diera un paro cardiaco. El resto del tiempo nos dedicamos a esperar órdenes de Dark. En el plan inicial, ellas tenían que subir a un avión hacía España, pero por las circunstancias que les puso Ariz no podían.
Unas horas más tarde, Dark se comunicó con Nyx y ella nos dijo que debíamos ir a la casa de sus padres en voz de ya. No podían usar la camioneta ya que la podían tener checada, así que tuve que llevar mi coche.
— Voy con ustedes.— Proclamó Seth y no pudimos hacerlo cambiar de opinión.
Nos pusimos los chalecos y ellas prepararon las armas. Seth estaba en pánico, pero tuvo que aceptar que era mejor así. El plan en sí era muy sencillo; debíamos llegar a la casa, y estacionar unas cuadras antes, dónde estaría Dark. Eso hicimos.
— No lo mataron.— Dijo al verme.
Qué buen sujeto.
— Ya sabe.— contestó Lune.
Les dio un radio a cada hermana y explicó lo que teníamos que hacer; Entrar en la casa, sacar los pasaportes y cosas importantes. Hoy se iban del país. Rits y Violet, habían pedido un amparo para sus hijos puesto que ya no solo tenían amenaza de los locos esos, que ya me olvidé el apellido, también de el mismo IIBM. Sin embargo, estaban seguros que iban a venir por ellas aquí, así que teníamos que actuar rápido. Ya estaba embarrado hasta el cuello de esto, aunque quisiera no podía dejarlas- a Lune- solas. Seth se quedó en el auto y yo fui con los Zays.
Entramos a la casa sin problemas.
— Nos separaremos, para hacer esto más rápido.— Hablo Dark.— Lune ve por tu gata y los pasaportes, Nyx y yo iremos por los documentos para mis padres. En 20 nos vemos con el hermano de Cameron.
Asentimos.
La casa era gigante y minimalista. Todo en colores blancos, no había muchos muebles, y nada de decoración. Parecía que nadie vivía aquí. Subirnos a la segunda planta, dónde encontramos a Dhy echada en la cama de Lune. La cargué haciéndola maullar.
— Ahí está su transportadora.— señaló el piso junto al armario. Metí a la gata dentro y esperé unos minutos a Lune que metía cosas a su mochila.
— Listo.— avisó y se colgó la mochila al hombro.
Bajamos en silencio, yo cargando la transportadora con Dhy adentro y ella su mochila. Al acercarnos a la puerta, vimos una camioneta negra estacionada con varios tipos al rededor. Nos alejamos de ahí corriendo.
— ¿Qué hacemos?— le dije.
— Vamos por atrás.
Salimos por otro lado, tuvimos que dar doble vuelta ya que terminaron en la calle contraria a la que habíamos llegado. Ella me había quitado la transportadora y corría abrazada a ella. Llegamos con Seth, dándonos cuenta que nadie más que nosotros habíamos llegado. Esperamos unos minutos, pero no llegaban. Lune estaba desesperada y al borde del colapso. No podíamos ver qué sucedía y Lune solo se aferraba a la transportadora con Dhy.
El radio emitió un sonido, ella se alejó para responder.
— Todo saldrá bien.— me tranquilizó Seth desde adentro del auto. — Una vez en el aeropuerto, no les podrán hacer nada.
Lune vino a mí, con ojos llorosos y agitada.
— Los tienen acorralados.— Chilló al llegar a mí.— Nyx recibió un balazo, están ocultos.— Su cabeza estaba maquinando algo para ayudarlos.— No tengo otra opción.— me dijo contundente.— Tengo que ir con ellos, tu ve por la policía y llama una ambulancia, para Nyx.— me entregó la transportadora.— Promete que la vas a cuidar. — Señaló a la felina.
— Voy contigo, que Seth vaya por la policía.— le dije tomando a la gata.
— !No¡ Haz lo que te digo, no me harán nada, no pueden.— sacó una pistola.— No te metas más en esto, solo ve por ayuda.— Acepté a regala dientes.— ¡Promete que la vas a cuidar!
— Hasta que regreses.
Salió corriendo hacia la casa, yo dejé a la gata en los asientos traseros y en el momento en el que iba a subirme al copiloto, una mano me detuvo. Lune me jaló, besándome sin aviso. Respondí a su acción. Al separarnos me abrazo y dijo lo siguiente:
— De todos los crímenes que cometí, tú eres lo único que hice bien.
No me dejó hablar y se fue. Aturdido por la situación, no comprendí sus palabras. No vi entre líneas lo que me estaba diciendo, no hasta que mi hermano arrancó el auto a toda velocidad.
"Eres único que si hice bien"
Que idiota.
Era su despedida.
No, no lo iba a permitir.
—!Detente¡— grité de la nada. Seth freno en seco y sin hacerle caso a lo que me decía, me bajé del auto corriendo hacia la casa.
De lejos noté como la camioneta negra ya no estaba, no había nada. Antes de poder llegar, la casa explotó. El gran sonido ensordecedor bloqueo mis sentidos. Y lo último que supe fue que algo se clavó en mi pecho y la casa se destruyó.
**Inserte su sentir aquí**
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