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🧪Cap45:" Indiferencia"🧪

— Eres un gran hijo de puta.— Nyx salió echando chispas de su auto. Azotó la puerta de su coche y vino a mi amenazadoramente.

— ¿Qué sucede? — Lune bajó del coche sordeada y confundida.

Nyx no le respondió, tan solo trató de irse contra mí y darme un golpe. La logré esquivar y Lune llegó a interponerse entre nosotros.

— ¿Qué te pasa?— le reclamé molesto.

— No te hagas pendejo.— me gritó furiosa.— Ten tantitos huevos y dile porque te acercaste a ella.

Me quedé helado ante ese comentario.

— ¿De qué hablas, Nyx?— Lune intentaba mantener calmada a su hermana, pero eso parecía ser algo imposible en este instante.— Cameron ¿Qué rayos...?

— Si, Cameron.— siguió insistiendo.— cuéntale que te motivó...

Lo había descubierto. Sabía, sabía perfectamente que Nyx lo podría averiguar, pero pensé que tenía más tiempo. Lune me volteo a ver, preguntándome con sus ojos a qué se refería Nyx.

— Esto es algo que no te incumbe, Nyx.— le dije tajante.— Lune...

— ¿Qué no me incumbe?— Me interrumpió al mismo tiempo que se zafó violentamente de su hermana.— Te metiste con mi hermana y mi familia, Cameron ¡Creo que si me incumbe!

— ¿Cameron?— Lune me veía dudosa.— ¿A qué se refiere?

No pude sostenerle la mirada, no podía verla a los ojos sabiendo el daño que venía.

— Matías. M. B.— dijo Nyx sin dejar de verme con rabia.— ¿Te suena?

— ¿El físico?— Lune la vio aún más confundida que antes.— ¿Eso que tiene que ver con nosotros? Nadie sabe qué pasó con él.

— Matías Martensi Berreth.— Nyx dijo pausadamente el nombre completo de mi padre.— ¿Sabes qué pasó con él después de que descubrieran su error, hermana?— a este punto yo apretaba la mandíbula del coraje e impotencia, y Lune me veía anonadada.— Se volvió loco...

— No tienes el derecho de hablar sobre algo que no sabes, Nyx.— Tajé con dureza. Apreté los puños en un intento de no explotar.

— Pero si tengo derecho a abrirle los ojos a mi hermana.— Lune estaba maquinando muchas cosas en su cabeza, conocía sus expresiones y estaba atando todos los cabos. Me veía a mí y a Nyx, una y otra vez.— Tienes que tener más cuidado, Martensi. Te robaste la secuencia de nuestros oligos de secuenciación masiva, hablaste con Carolina en la fiesta sobre nosotras. Ella fue quien denunció a nuestros padres, ella cree que hacemos algo turbio. Y tú querías saber... ¿Qué querías encontrar? Y sobre todo, ¿Qué ganabas con ello?—Cualquier respuesta que diera a esas preguntas, me iba a terminar matando. Necesitaba hablar con Lune, a solas, para explicarle los hechos sin el veneno de Nyx.— Tu querías encontrar algo que nos incriminara, tanto con tu padre, como algo que nos hiciera daño a todos los que portamos el apellido Zays. Ya te creía yo muy tonto e infantil, como para enojarte por una estupidez como quitarte el primer lugar.

Monte dans la voiture (Entra al coche).— Lune le ordenó a su hermana.

— Un error, eso querías.— siguió la rubia en voz alta.— Querías venganza....

—¡Monte dans la putain de voiture! (Métete en el maldito auto)— le gritó Lune con rudeza. Nyx inmediatamente se quedó muda ante la cólera de su hermana. No dijo ni hizo nada más, obedeció a su hermana y se metió en el coche.

— Vamos adentro, por favor.— supliqué.

— Te lo preguntaré una única vez.— no me veía a los ojos.— ¿Querías venganza?¿Querías hacer pagar a mí, a mi familia por algo que no hicimos?— estaba decepcionada de mí. Sus ojos mostraban las más purificada de las decepciones y dolía.— Solo hay dos posibles respuestas.

— Si.— Mentirle, no me serviría de nada. No lo pensé mucho, puesto que todo lo que dijo su hermana, era verdad hasta cierto punto.

Soltó una risa dolida.— ¿Por qué?¿Qué te hice?¿Me crees mal persona como para hacer algo de lo que nos inculparon?

— Nada, Lun.— claro que estaba desesperado.— Estaba enojado con el apellido, un enojo estúpido. Sé que tus padres no tuvieron la culpa, fue el mío que se obsesiono con ustedes y al final termino mal. Y no, no creo nada de eso, solo que es muy extraño...

Me interrumpió. — ¿Todo esto fue una maldita mentira? ¿Tus palabras? ¿Acciones? ¿Todo por qué querías hacernos sentir lo que tú? ¿No fue suficiente para conocerme y saber lo que soy capaz y no? — ahora sí estaba molesta. — Me abrí a ti, te dije cosas que jamás le dije a nadie !Me enamoré de ti¡ Y tú, solo querías destruirme !Lo prometiste¡

— No, no pienses eso.— quería llorar por la incapacidad de explicar la cosas.— Solo fue al inicio... Déjame explicarte.

— Te escucho.— se cruzó de brazos.

— No tengo excusa, y no te pienso ocultar nada.— tomé sus manos.— Si, quería venganza, quería que sintieran lo que yo siento cada vez que veo a mi padre con una camisa de fuerza. No sabía que estaba buscando, solo quería justicia. Mi padre se equivocó y eso fue suficiente para hundirlo. Olvidé todo eso, en el momento en el que te conocí realmente.

— ¿Y ya? ¿Crees que eso cambia algo? ¿Y qué me dice que no me estás mintiendo ahora?— Se soltó de mi agarré y se llevó su mochila al hombro.— Ya no creo en ti. — Dejó salir un suspiro cargado de rabia y frustración. — Te di la pistola para matarme, y disparaste sin dudar.

— ¿Te vas a rendir así de fácil? Te estoy diciendo la verdad.— ahora yo me comencé a enojar. — Esto tiene remedio, Lun ¿Enserio tiras lo que sentimos a la basura? Dame la oportunidad de demostrarte que no te quiero hacer daño. Todo eso quedó muy en el pasado, cada acción, palabra que te he dicho es verdad ¿No me conoces? ¿No te lo demostré en estos días?

— Si, lo haré. Tirare todo esto a la basura.— su cara se tornó neutral y nada afectada por el tema.— porque yo si aprendo de mis errores y no pienso estar con alguien que me quiso hacer daño. No voy a pisar la misma piedra dos veces.— le alejó de mí y yo sentí un gran vacío en mi interior.— pero no te voy a dar la satisfacción de verme mal, porque como tú hay muchos, Cameron.— nada de ella se notaba afectado.— No vale la pena sufrir por ti.

— Lun...

— No me digas así.— comenzó a acercarse al auto.— Desde el inicio siempre supe que debía mantenerme lejos de ti, pero fui una estúpida y pensé que eras diferente.

Dicho esto, se subió al carro de Nyx y se fueron a toda velocidad. Cualquiera cosa que pudiera haber echo o dicho, no iban a hacerla cambiar de opinión. La conocía lo suficiente para saber que no es de esas que hacían y decían esto, para llamar la atención, que seguramente mañana cambiaría de opinión y esperaría que llegara a rogarle. No.

— Maldita sea.— cerré la cajuela de mi coche bruscamente.

¿Qué hacía?

Perderla no era una opción para mí, pero era consciente que toda esta situación era mucho más compleja, que cualquier otra pendejada por la que los novios pelean. Recobrar su confianza era una cuestión casi suicida.

Pasaron las horas y yo solo me tomaba shots de tequila para apaciguar la presión en el pecho que tenía desde que Lune se fue. Estaba solo, en este jodido apartamento. Pensando en mis putos errores y yo ya no quería pensar más. Alguien tocó la puerta y aunque sabía que no era ella, quise tener la esperanza. Al abrir, Cristopher me recibió con un golpe en la cara. No me moví, ni respondí ante su agresión.

— ¿Qué les hiciste?— Cris tenía los ojos rojos y el rostro con una expresión de molestia, que se esfumó en cuanto me analizó. — Mierda hermano, estás peor que yo.

Sentí como la sangre emergía de mi nariz, la toqué como si nada y volví a la sala, donde tenía mi tequila.

—¿Te contó?— le pregunté desganado.

— Me cortó, más bien dicho.— explicó él entrando al departamento. Fue por algo a la cocina, mientras yo me sentaba en el suelo.— No me imaginé que Lune te habría cortado también, pensé que había sido una simple pelea.

— Pues sí.— me tomé dos caballitos de tequila. El alcohol quemaba mi garganta y dañaba mi cuerpo, pero necesitaba sacar todo. Recargué mi cabeza en el sillón, quedando viendo hacia el techo.

— Verga, no sé qué decirte.— habló mi amigo después de varios minutos en silencio.— jamás te vi así.

— No te ofendas, pero no quiero hablar mucho.— sentía como mis ojos se llevaban de lágrimas, pero no quería sacarlas.

— No sé la razón, pero si debiste ser un imbécil para...— lo voltee a ver mal.— No estoy ayudando ¿Cierto?— negué con la cabeza.— Esto es muy raro ¿Por qué ambas terminarían con nosotros al mismo tiempo? Solo me dijo que yo no era suficiente para ella.

— Siento que me quisieron alejar, pero no entiendo el motivo— comenté.

Nos pusimos hasta la madre ese día. Cris lloró unas cuantas veces más y yo intentaba entender lo sucedido. Habíamos pasado unos días increíbles ¿Cómo algo tan pequeño podía joderlo todo?

Pasaron los días y aunque intente hablar con la gemela, fue una misión fallida. En general, no tenía ni la más mínima idea de que hacer para que creyera en mí. Mi lógica me decía que debía estar para ella y seguir al pendiente, sin ser acosador. Pero la mujer me la dejo difícil, ahí pude ver qué ella puede desaparecer un día y nadie nunca en su vida la va a encontrar. Fui a su departamento, pero nadie abrió, tampoco estaba la moto, ni el auto. Me vi en la necesidad de preguntarle al portero, quien me dijo que el lugar estaba deshabitado y en venta. No sabía la dirección de sus padres y no creía tan buena idea ir. Luego, me bloqueó de todos lados. Lo único que me quedaba era esperar a la cena de reconocimientos, y rezar porque fuera.

17:00pm.

Seth había llegado de congreso, vio mi deplorable estado y tardo en comprender el motivo de este. Y al igual que yo, no comprendía nada y me dijo que era un pendejo, tiene razón. Navidad había sido normal y sin nada relevante; cena con mamá y Seth. Me torturaba a mí mismo, poniendo las playlist que habían quedado en mi cel y quizá tenía la esperanza que todo esté tiempo separados la hayan calmado y visto diferente el paisaje.

Hoy era la cena. Había comprado un traje completamente negro, con camisa, corbata y zapatos -más bien botas- todo de color negro. Llegamos todos juntos; Alex, Cris, Nuria y yo. Cada uno vestido lo más elegante que pudo. Nuria llevaba un vestido amarillo, que hacía juego con su cabello naranja; Cris un traje color vino con una corbata negra y Alex con un traje azul marino y moño rosa bajito. Los demás del IIBM también venían bien vestidos. Aún no entrabamos al salón como tal, nos mantenían en el jardín, tomando mojitos o algún preparado con alcohol, y bocadillos. La mayoría se tomaban fotos, puesto que es muy raro que un científico se arregle, tenían que aprovechar la ocasión.

— Quita esa cara, Cameron.— pidió divertida Nuria, la mire feo.— Bueno, no la quites.

Casi todos estaban presentes, solo faltaban los Zays y por ningún lado se vio a la doctora Ariz. Sinceramente, estaba nervioso. No veía a Lune hace días, estando acostumbrado a verla diario y cando llegaron, me quedé sin habla.

Lune llegó portando un vestido azul marino como solo ella podía usarlo, con botas extremadamente altas de color azul muy oscuro. Cantaba la canción que se escuchaba por todo el lugar, lo hacía con felicidad y diversión. Se había maquillado solo un poco, pero no lo supe por sus ojos, los supe por sus labios. Los cuáles estaban entintados de un color café muy oscuro, casi tirándole al negro. Nyx a su lado, usaba el mismo vestido, pero en morado y sin botas.

Ella estaba feliz.

Yo estaba que me llevaba el carajo.

La ceremonia inició. Iba todo bien, era ignorado por ambas hermanas, hasta que llegó la hora de la entrega de los reconocimientos y llegaron a nuestra generación.

— Lune Eris Zays y Nyx Equidna Zays, en primer lugar.— anuncio el subdirector del IIBM. Las gemelas fueron a recibir su reconocimiento y las obligaron a quedarse ahí esperando a los otros lugares.— Cameron Martensi en segundo lugar.— me levanté de mala gana de la mesa y fui para allá. Nuria gritó como loca, feliz de mi segundo lugar.

— gracias.— dije aceptando una cosa de vidrio pequeña y un papel.

— Felicidades, eres de los mejores.— me dijo el subdirector.

Si, lo que sea.

Me hicieron colocarme a lado de las gemelas, específicamente de Nyx. Y me daba miedo estar al lado de ella. La castaña parecía evitar mi existencia y no la culpaba. Fue algo incómodo esperar ahí, en lo que llegaba Cris y se ponía a lado de mí, pero no mejoró el ambiente. Los cuatro, nos negábamos a movernos para evitar cualquier tipo de contacto.

Nos tomaron una foto, dónde fingimos felicidad y luego de eso, pudimos ir. Caminé un poco para largarme a mi lugar y seguir tomando tequila. Sin embargo, la señorita bicolor, se atravesó en mi caminar y se tropezó conmigo.

— Perdón.— me dijo.

— No importa.— le contesté, sin verla siguiéndome derecho.

Por dentro me moría por jalarla y hablar con ella a solas. Cosa que no hice, porque no sabía muy bien que decir.

A la doctora Ariz le dieron un reconocimiento por haber alcanzado el nivel 2 de investigación. Se lo dieron como por mero compromiso, porque la doctora no se presentó a la cena. A los doctores Zays les dieron un reconocimiento y homenaje por el Nobel. Me gustaría decir que presté atención, pero no. Me mantuve viendo el mantel de mi mesa o revisando mi celular. Lune había tomado muchas fotos de nosotros con mi teléfono, y díganme masoquista, pero me gustaba verlas.

00:00

La comunidad científica estaba en la pista de baile, celebrando el final de un año. Alex bailaba con London, Nuria arrastró a Cris con ella y yo me salí del salón hacía el jardín. Me senté en los sillones de color blanco chiquitos tan comunes y me dispuse a fumar. No era fan de esta acción, de echo lo odiaba hacer, pero necesitaba perder el tiempo y la mente. El jardín estaba solo, dejándome por fin respirar un poco de aire fresco. De repente una femenina mano, me quitó de la boca el cigarro y lo apagó en el suelo, pisándolo con su zapato.

— Se supone que me odias.— le dije a Nyx que estaba frente a mí.

— Si, pero eso te hace daño y suficiente ha soportado...— se calló en seco.— Da igual, ten.— la voltee a ver. Me tendía una tela color negra.— Te la manda.

Era mi playera que se llevó puesta ese día.

— Que se la quede y si no quiere, que venga ella misma a dármela.— me levanté del sillón, sacando otro cigarro y encendedor de la bolsa de mi saco. Me lo trató de quitar nuevamente, pero la evité. Encendí la droga y me la metí a la boca.— Nos vemos.

Me fui de ahí, dejándola con su réplica en la boca. Me sentía de la mierda, no necesitaba más cosas de ellas, escucharlas o verlas. Al inicio creí que me sentiría un poco mejor al verla, pero fue todo lo contrario. Actúe indiferente toda la noche, hablando lo más mínimo y conviviendo a fuerza. En el momento que escuché su voz y estuve a centímetros de su ser, recordé cuanto la quiero y lo pendejo que soy. Ya me quería ir.

— Ya me voy.— les grité a mis amigos bailarines.

— Quédate otro rato más.— pidió Nuria.

— No, nos vemos.— declaré. Cris y Alex, comprendieron y no me dijeron nada.

De la mesa tome el reconocimiento y diploma, para después irme directamente a mi auto. Mi cigarro iba por la mitad cuando llegué al área de los baños, me paré para acabármelo.

— ¿Así será? Te comportaras como un dramático.— la voz tajante de Lune se oyó a mi espalda. No voltee. Le di una última calada al cigarrillo, saqué todo el humo y tiré la colilla en el bote de basura.

— Yo no mando a mi hermano a darte cosas que olvidaste y no te bloqueo de todos lados.— me lamí mis resecos labios, girándome para verla.— ¿Yo soy el dramático? Mira, ya estoy harto de sufrir por ti.— le arrebate la playera.— Sé que los dos sentimos algo muy fuerte el uno por el otro, lo quieras o no admitir. — No me fijé en su reacción, me quedé viendo la playera.— No la quiero. —Sentía como se formaba un nudo en mi garganta. — No solo te rompí el corazón a ti, o a este punto no se si siquiera te lo rompí.— En toda la noche no me fijé en ella, no quería torturarme in vivo. Dejé la tela sobre una maceta. — Has lo que quieras Lune. — Me encogí de hombros. — Romperme más, eres la única lo puede hacer.

Dicho esto, saqué las llaves de mi pantalón comenzando a caminar al estacionamiento. Sin decirle nada más y sin esperar respuesta.

No me odien jijijiji

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Quedan tres capítulos y ya esta todo sobre la mesa.

Voy a advertir, en el próximo cap comienza al desastre.

Yo los quiero mucho.

DNA

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