🧪Cap39: "Lun, yo..."🧪
— ¿Qué tienes?— me cuestionó Lune nada más estuvimos solos.
El resto de la comida y en todo el rato que estuvimos con mi madre, me la pasé pensativo y sin decir mucho. Demonio se percató de eso al instante, pero no había comentado nada.
No respondí a su pregunta, porque en realidad no sabía que responder.
— ¿Estás molesto conmigo por haber venido?— preguntó sería, muy, muy sería.
Entonces me di cuenta lo ridículo que me estaba comportando. Ella había venido por mí, se había quedado por mí y yo solo estaba teniendo pensamientos ilógicos. No era justo para ella.
Cómo respuesta a su pregunta, la jalé a mí y la abracé. Me correspondió, escondiendo su ser en mi pecho.— Lamento que hayas pensado eso,— murmuré.— No pasa nada malo.—Sentí como movía su cabeza en afirmación. Solté un suspiro antes de decir lo que pasaba.— Mi padre está en ese centro psiquiátrico.—Me volteó a ver con el ceño fruncido.—Hace pocos años que está internado, porque tiene esquizofrenia. —Su rostro se suavizó y yo sentía como las lágrimas se acumulaban en mis ojos.
No quería que viera lo mucho que me afectaba el tema, y mucho menos, se enterara que el detonante de la locura de mi padre, había sido por causa de su familia.
Papá era el mejor físico del país y estaba seguro de que podía ganarles a los Zays. El ego se le subió a la cabeza, la envidia invadió su cuerpo y cayó en un estado altanero. Trabajó día y noche para poder obtener al famosa materia oscura y con ello ganarse el Nobel. Se los restregó en la cara al matrimonio científico más poderoso del país, no conforme con eso, les dijo que su ciencia era falsa. Cuando papá sacó su artículo en dónde demostraba haber obtenido la materia oscura. Los doctores Zays, señalaron que era falso. Papá les había escupido en sus rostros, claro que ellos no iban a perder la oportunidad de regresársela. Comprobaron que los datos no eran correctos, que no era la materia oscura lo que tenía mi padre. Fue todo un escándalo.
Muchos físicos del mundo analizaron los datos, las metodologías, las condiciones, en fin, todo. Al final, los Zays ganaron. A mí padre lo tacharon de mentiroso y le quitaron toda credibilidad. Después de eso se obsesionó con los Zays y aunque mamá le dijera que los dejara por la paz, no lo hizo. Los investigó por meses, hasta que se le zafó el tornillo y comenzó a decir un sin fin de incoherencias. Ya no era el mismo. Poco a poco, nos dimos cuenta que algo andaba muy mal y tiempo después nos quedó claro que ya no estaba mentalmente bien. En sus últimos momentos de lucidez, me dijo que ellos lo hicieron, que ellos sabían. Al poco tiempo le detectaron esquizofrenia y desde ese día ha estado internado en el centro psiquiátrico.
Por mucho tiempo odie a esa familia, les tenía un rencor profundo y añejo. Por ellos solo veía a mi padre una hora al día en un estado deplorable. Por ellos, mi héroe ya no me salvaba. Por ellos mi familia se había roto. Cuando entré a la universidad y conocí a los doctores, se me hizo difícil comprender por qué hicieron lo que hicieron. Estaba muy molesto con ellos y los quería ver fallar, pero me callaron la boca. Ellos no hacían nada malo, tan solo trabajaban. Cuando Violet me dio clases, vi su nivel de inteligencia y supe que ellos solo se defienden. Eso no hacía que mi coraje se fuera, eso no me devolvía a mi padre. Cuando llegaron las gemelas, todo lo que viví con mi padre regresó de golpe. Las odiaba por ello. Creía que de alguna manera podía usarlas para hacerles sentir lo mismo que yo. No me imaginé que me iba a enamorar de una.
— No sabía.— susurró y noté como pasaba sus dedos por mis mejillas, quitando las lágrimas que no era consciente que había soltado.— Lo lamento mucho, lo siento.— me abrazó más fuerte y yo a ella. Afortunadamente, nos encontrábamos solos en el estacionamiento.
— ¿Por qué te disculpas? No fue tu culpa.— intentaba dejar de llorar.— Es un tema difícil.
— Perdón.— volvió a disculparse.— Puedes llorar Cam, no tiene nada de malo sentir.
En todos estos años, jamás había llorado el suceso. Cada vez que lo veía o se hablaba de él, me tragaba las lágrimas y mis sentimientos. Mamá ya tenía suficiente como para que Seth y yo, nos quebramos. Pero Lun me transmitía paz y conocimiento de saber que estaba ahí para mí. Así que lo hice, lloré en su hombro lo que nunca había llorado. No me dijo nada para consolarme, no había ninguna palabra que pudiera hacerlo.
— Eres tan fuerte, Cam.—me dijo besando mis mejillas.
— Estoy llorando ¿De dónde?— intenté alivianar el ambiente.
— Llorar no es un signo de debilidad.
— Gracias por estar para mí— besé su coronilla. Ella negó con su cabeza, restándole importancia.— Lun, yo...
— Lo sé.— me interrumpió.— Yo también.
Las palabras no importaban. Solo eran eso, palabras. Nosotros no necesitamos decir nuestros sentimientos, porque nos los demostrábamos, a nuestra manera.
Los días siguientes fueron normales. Mamá no dejaba de hablar de Lune y Valy, lo emocionada que estaba y lo feliz que nos veíamos. Pensé que me iba a decir algo respecto a lo de papá, pero no lo hizo, ella sabía bien lo que pasó. Cuando fuimos a ver a papá, al día siguiente, ella le contó hasta los mínimos detalles de nuestras relaciones con las chicas. A mí me daba lo mismo que mamá se lo dijera a papá, mientras no se le saliera el apellido, todo iba a estar bien. Seth si estaba necio en que no dijera nada. Mamá se fue el lunes en la tarde, dejándonos solo para recoger la ofrenda.
— No le dijiste lo de sus padres ¿Verdad?— preguntó Seth barriendo los pétalos de Cempasúchil.
— No, aún no es tiempo.— contesté recogiendo los platos de la ofrenda.
— Sé qué harás lo que se te venga en gana.— caminé hasta la cocina aun escuchándolo.— pero creo que deberías decirle, para que lo sepa de ti y no lo descubra por alguien más.
— Sé me hace raro que no sepa.— comenté volviendo a la sala.
— Tal vez si sabe, pero aún no hila los puntos.— lo voltee a ver.— Yo creo que si sabe del escándalo que se armó, tal vez no de las consecuencias.
Ya lo había pensado anteriormente. El mundo se enteró de eso, pero nadie sabe lo que pasó con Matías Martensi.
Martes.
10:00am.
La pequeña explanada del instituto estaba decorada, todavía con temática del día de muertos. No era coincidencia o que se le había olvidado quitar todo. Hoy era una mini kermes, en donde los alumnos de último semestre iban a vender comida y varias cosas, para recaudar fondo para su graduación. También habría el típico concurso de catrinas y de calaveritas ¿Me importaba? Claro que no. Más no me caía mal que solo tuviéramos una clase.
Era tres de noviembre, cumpleaños de Nuria. Alex me había obligado a pasar por un pastel en la mañana y como lo íbamos a partir hasta después de clases, antes de llegar al salón me desvíe a mi lab y lo guardé en un refrigerador que teníamos. Se supone que estaba prohibido tener comida en estos refris, pero nadie hacía caso. Así que para cuando llegue al salón, ya estaban todos. Lo que me sorprendió, y mucho, fue ver a Lune con un vestido rosa y una cara de maldita. Lo curioso es que si llevaba sus botas negras militares. Nyx por su parte le hablaba y parecía arrepentida.
— Está súper bonito tu vestido Lune.— la chuleo London. Nyx con una seña le dije a London que no dijera nada más.
— Gracias.— contestó tajante Lune. La pobre de London se sacó mucho de onda y mejor se fue.— Te odio, si no fueras mi hermana ya te estaría enterrando viva.
— Ya te pedí perdón.
— Y con tu perdón, seguramente no me dolerá la cabeza.— le reclamó.
Me acerqué a Alex y Nuria, que estaban a lado de ellas.
— Feliz cumpleaños.— le dije a la chica loca. Me agradeció y le di su abrazo de cumpleaños.— ¿Qué está sucediendo aquí?
— No sé, pero Lune está emputada y lo que le sigue.— aclaró Alex.
Yo creo que hoy era un mal día para Demonio. De la nada, Scott entró al pasillo con un ramo de rosas rojas y caminaba directo a ella.
— Dime que Nyx no tiene nada punzo cortante.— dijo Cris llegando con nosotros.
— Hola Lune, yo quería pedirte disculpas por lo de la otra noche.— le dijo Scott apenado.— Te traje estas flores como disculpa.— Lune vio con asco las flores y yo me reía internamente. Le ofreció las flores pero no las tomó de inmediato.— Quería también, invitarte al cine...
Lune agarró el ramo de flores de mala gana.— gracias.— soltó forzadamente.— pero no gracias, así déjalo.
Nyx estaba al tanto de lo que pasaba, alerta y dispuesta a lo que sea.
—Yo realmente quiero compensarte...
—No. — No, era no. Fin. Adiós.
— Oh, está bien.— Scott decepcionado, aceptó lo que Lune dijo y se metió al salón. Incluso Alex se tensó ante el tono de voz que uso Lun con Scott, daba miedo.
Lune fue al bote de basura, lo abrió y comenzó a deshacer todas las flores. Tomaba una flor, arrancaba los pétalos con furia y los lanzaba al bote.
— Pobres flores.— soltó Nuria.
— Qué bueno que son la flores y no yo.— comentó Nyx a nuestro lado.
— ¿Por qué está tan enojada?— le pregunté.
— Llegando le tire encima mi latte verde y la ensucie toda. El vestido que trae fue lo único que conseguí para que se cambiara.— explicó apenada.
— Ella que odia esos colores.— me reí de ella.
— Imagina como me odia en este momento.
El doctor Saez llegó y Lune dejó las flores en paz. La veía de muy mal humor, quizá más al rato, la pueda hacer enojar un poco. Después de las clases, bajamos por el pastel y Nuria invitó a todos los demás de la generación. La verdad que bueno porque no nos íbamos a acabar el pastel. Le cantamos las clásicas, y para mí, odiosas mañanitas y repartimos el pastel.
— Los hombres son necesarios para el mundo.— habló Dylan con pastel en su mano.— Sin nosotros no hay reproducción.
— Claro que no, ya no son necesarios.— lo contradijo Marihont.— Una mujer se puede embarazar sin la necesidad de un hombre.
— Es cierto.— confirmó Nyx.— Al ovulo le das el juego de genes que les falta !y listo¡ Bebé en camino.
— Es cierto, así clonaron a Dolley.— recordó Cristopher.— Somos innecesarios en esta vida.
— Pero ya no habría sexo.— comentó indignada Carolina, si, ella también estaba aquí.— Esa es la parte divertida.
—Si sabes que dos mujeres pueden tener sexo ¿No?— Nuria le informó despectiva.— Y existen juguetes, no necesitas un pene para eso.
Maldita sea, éramos reemplazables.
Lune se mantenía callada, comiendo sus dos rebanadas de pastel. Le quitó su rebanada a Nyx, porque la niña no puede comer cualquier cosa. Sin embargo, parecía más tranquila que hace rato. Pasamos un rato conviviendo y festejando a Nuri. En un momento, nos fuimos a ver que vendían en la kermes. Compramos una que otra chuchería, veíamos quien hacía más ridículo con su disfraz de catrina, a ver quién se parecía más a un panda que una catrina. El momento se tornó tenso, cuando Ámbar apareció de la nada con un pequeño regalo en la mano. Estábamos por irnos, cuando sucedió. Nuria hablo con ella y le aceptó el regalo, sin embargo, Ámbar le dijo algo que no logramos escuchar pero que hizo que Nuria la dejara. Ámbar podía ser un poco metiche y estaba seguro que le había dicho algo sobre su nuevo novio, Henry. Por fortuna, Nuria no le hizo caso, pero tampoco le regreso el regalo.
Jueves.
6:00pm.
Cris había dado su seminario, le había ido bien. Desafortunadamente, estamos por terminar el semestre. Teníamos que terminar proyectos y estudiar para exámenes, tantos que ya no sabíamos en dónde vivíamos. Al mismo tiempo, debía terminar varios experimentos y por ello no tenía tiempo ni para comer.
— Tengo una pregunta.— Cristopher llegó a mi mesa de lab y se sentó en mi silla. Yo seguía trabajando con mis tubos parado.— ¿Lune baila ballet?
— Nop.— puse mis tubos contra luz para poder ver mi pelet.— ¿Por?
— Nox me dijo que hace años les gustaba mucho ir a recitales de ballet,— Tomó uno de mis tubos y lo vi contra luz.— Le quise dar una sorpresa llevándola a un recital de Disney, y cuando le dije, se puso triste.
Ellas escondían muchas cosas y más las que eran personales.
— Pensé qué tal vez Lune bailaba o algo, y ya no.— continúo explicándome. Negué con la cabeza.— Tú sabes algo.
— Tengo muchas dudas con respecto a ellas, pero sé que tengo que esperar a que ella me quiera decir algo.— comencé a acomodar mis tubos en la centrífuga pequeña que tenía.
— Su cumpleaños está cerca y también hay algo ahí, como si les lastimaran ciertas cosas.— concordé con él.— No me gusta verla triste, pensaba regalarle un collar de una bailarina de ballet con un pincel, pero no sé qué tan buena idea sea.
— Yo creo que más que afectarle, le gustará.
— Pensé que Lune era la única con tatuajes.— voltee a verlo muy sorprendido.— Nyx tiene un 002 en su pie.
Hola mundo !!!!
Estamos a nadaaaaaaaaaaa
Tengo miedo ¿Y ustedes?
¿Qué les pareció el cap?
Cam tiene mucho que decir, y Lune aún más.
Cada uno tiene que dejar de lado mucho para estar juntos.
Pues bueno.
Saben que pueden dejar su voto y comentar todo lo que quieran.
Pueden seguirme en mi Ig : @a.s.scarlett
Los quiero.
Ale
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