
⚗️Cap20: "Preguntas y más preguntás" ⚗️
Maratón
Querida Skyler:
Las cosas no van muy bien por aquí, al menos para mí. Siento que me estoy ahogando en un charco de agua sucia, dónde a cada movimiento que doy solo me hundo y ahogo más.
Trato de hacer lo mejor para nosotras, evito que no suceda otra vez, pero mientras más intento, más obstáculos hay.
Estoy consciente que no puedo hacer muchas cosas, que tengo que tener una coraza, un disfraz, para que no puedan lastimarme, no de nuevo.
Tengo que alejarme de los que quiero para protegerlos, para que no sufra con mi existencia. Las tres inventamos las reglas, reglas para mantenernos a salvó, para mantener a todos a nuestro alrededor a salvo. Equi siempre ha sido una rompe reglas nata, y aunque pasó lo que pasó, sigue sin aprender. Y desafortunadamente yo no puedo ver a mi hermana, la alegre y metiche, triste. Después de mucho tiempo, comenzó a sentir algo real por una persona, que es muy buena y sin malas intenciones. Creí que separados los iba a proteger, y estoy segura que aún es la mejor opción, pero no quería que se hundieras en una depresión como hace tiempo.
¿Te acuerdas del chico del que te conté?
Bueno, me tendré que alejar más. Ya estamos en riesgo con mi hermana, no puedo ser imprudente y también meter a otra persona en nuestras vidas.
También él se pasó de lanza y me dijo cosas muy hirientes, y no lo justifico. Pero tiene razón ante sus ojos, porque no sabe lo que conlleva ser parte de nuestra vida. No le guardo rencor, estaba defendiendo a su amigo, así como yo defendería a Equi o a tí, en un pasado.
Alejarme y evitarlo, es lo mejor que puedo hacer para el bienestar de Nyx. Así se me parta el corazón en mil pedazos.
Te quiere.
Lune.
Madre mía.
Y las preguntas se acumulaban cada vez más. No terminaba por entender algo, cuando escuchaba, veía o leía otra cosa, que me hiciera dudar de mi propia existencia.
Con esto podía deducir muchas cosas, las cuales no tienen sentido en esta realidad. Esta Lune de letras era una chica vulnerable, con sentimientos y que teme por ella y sus seres queridos. La carta estaba oculta en uno de mis libros sobre mi escritorio, no le había dicho a nadie, algo me decía que no lo hiciera. Ahora, no sé si devolverla o no. Si la devolvía ella sabría que la leí, y si no, ella se daría cuenta y se volvería loca buscando, o tal vez no.
¿Qué hacía?
¿Quién era él y él de la foto? ¿Son él mismo?
Y más importante.
¿Quién era Skyler?
— Seth.— Toqué su puerta.
Porque a diferencia de él, yo si tocaba.
— Pasa.— se escuchó desde el fondo.
— ¿Tienes ejercicios de alquenos y alquinos?.— Pregunté entrando su cuarto.
Seth es el ser más desordenado y flojo del mundo, su cuarto siempre tenía ropa por todos lados y en general todo estaba fuera de lugar. Yo también tenía un desorden, pero solo de ropa, de ahí en fuera todo estaba donde debería.
— ¿Ya terminaste los otros?— preguntó mientras buscaba entre sus papeles.
— Si, mañana es el examen de Saez y no me siento preparado.— expliqué sentándome en su cama.
— Sus examen son malos.— me extendió un bonche de hojas que acepte.— Sigues raro ¿Es por el examen o es otra cosa?
— Es otra cosa.— revisé las hojas impresas con ejercicios.
— Jamás olvidaré este momento.— Soltó y se giró completamente a mi.— Vaya que la gemela se clavó bien hondo en tu cerebro.
— Cuando creo poder dejar de lado, lo de papá.— continúe a explicar.— ella llega y hace algo que me jode, luego hace otra cosa que me hace darme cuenta que la tenía en un mal concepto y me convierto en el malo, y me manda a la chingada.
— Mierda, hermano.— arrastró su silla a su librero.— La única manera de sacarla de tu sistema es, válgame la paradoja, conociéndola, probándola. —Escogió un libro, lo sacó del estante y comenzó a buscar una página.— Es curiosos que se llame Eris, también. La diosa de la discordia.— Me extendió el libro. Lo tomé.— Irónico ¿No? Destruye su sistema, ve por ella.
— Vaya discordia que ha creado conmigo mismo.— Me rendí.— Pero no va a pasar, porque me odia.
— !Eres Cameron¡ — Me apuntó con el dedo.— ¿Enserio te estás rindiendo ante una chica?
— No es cualquier chica, para empezar es hija de los Zays.
— !Ya deja eso de lado¡ Has lo que quieras, en estos casos debes de hacer lo que te haga sentir bien.— regresó a su escritorio.— Ahora vete, tengo que acabar mi seminario.
— ¿Por qué me dices todo eso?— Cuestioné antes de irme.
— Eres mi hermano, te quiero ver bien.
Miércoles.
11:30am.
El doctor Saez estaba sentado al frente de la clase, cruzado de piernas y leyendo el libro: "Una breve historia del tiempo", de Stephen Hawking, como si le entendiera. Él es químico, y uno muy malo, no creo que sepa de física. Mientras los demás, estábamos tratando de averiguar qué era lo que debíamos de poner en su examen. Nos había sentado como él quiso y, además, nos obligó a poner nuestros celulares en una mesa a lado de él, porque sí googleábamos sus preguntas, claro que las encontraríamos en Internet, tal cual. No como el doctor Zays, que ni con libro en mano podríamos contestar su examen.
A la hora, Lune se levantó de su lugar, entrego su examen y se fue. Siendo la primera en entregar el examen. Y con ella, comenzaron a salir varios que se rindieron. Me concentré en mi examen, lo revisé al menos unas 5 veces, porque aunque sabía que estaba correcto, nunca se sabía con este hombre. Para mí sorpresa, fui el último en acabar.
— Cameron.— llamó el doctor.— Tu celular.
— Gracias.— Caminé para recogerlo.
— Y llévate el otro que seguramente alguno de tus compañeros olvidó.
El celular tenía una funda de la obra de Van Gogh, el cielo estrellado, una funda que sabía de quién era.
Lo tomé y salí del salón.
— Vaya suerte que me cargo.— dije en voz alta.
Le eché un vistazo al celular de último modelo. La funda estaba bien cuidada y la pantalla tenía una mica de cristal perfectamente limpia. Sin querer, apreté el botón de desbloqueo, encendiendo la pantalla y mostrándome su foto de fondo. El celular era de esos que se desbloqueaba con el rostro, así que me mostró por completo el fondo de pantalla que tenía.
La foto era de tres chicas, sentadas en el borde de una alberca, todas con el cabello suelto, con ropa muy similar y dando la espalda. No se veían sus rostros y aún con eso supe quiénes eran. Estaban en este orden; Una castaña, una pelirroja, una rubia. Sabía que la rubia era Nyx y la castaña era Lune, pero no sabía quién era la pelirroja.
Guardé el celular en mi bolsillo del pantalón y fui a buscar a la gemela.
La encontré en los pasillos de los laboratorios, con su hermana.
— ¿No te falta algo?— dije muy fuerte como para llamar su atención.
— ¿A quien le hablas?— Cuestionó Nyx.
Con el dedo índice señale a Lune.
— No.
— ¿Segura? — me paré frente a ella.
Me daba algo de satisfacción verla confundida y molesta por mi presencia.
— Si.
— Bueno, entonces supongo que me quedaré con esto.— saqué el aparato de mi bolsillo y lo agite en su cara.
Sonreí al ver cómo su cara cambiaba del enojo y la confusión, a la sorpresa y vergüenza. Se lo ofrecí, pero ella no lo tomó. Sabía, la mugrosa sabía que me estaba burlando internamente de ella, y sabía que no le iba a dar el celular sin jugar un poco.
— Toma.— lo volví a ofrecer burlándome.
Ella achico sus ojos, como amenaza.
— Quédatelo.— me dio la espalda y se fue.
Siempre, siempre gana.
— Dame eso.— me arrebató el celular Nyx.— ¿Tienes un momento?
— La verdad no.
Le valió madre.
Me tomó del brazo y me arrastró a un lugar del edificio donde nadie transitaba.
— No tengo...
— ¿Quieres a Lune?— me interrumpió abruptamente.
— ¿Qué? No...
— ¿Te gusta solo para coger o algo enserio?— la mujer no se andaba con mamadas.
— ¿Para qué quieres saber?— Cuestioné algo sacado de onda.
— Ella ha sacrificado mucho por mí, Cameron.— Su tono de voz se entristeció.— Y lo sigue haciendo, siempre se pone en segundo plano, pero ya no más.
— No estoy entendiendo nada.— Confesé.
— No quiere acercarte a ti por mi culpa.— explicó avergonzada.— Yo soy la culpable de que ponga una barrera entre ustedes.
— Pensé que ella era la que estaba en contra de todo eso de relacionarse con alguien.— Comenté.
— No, no como tal.— suspiró pesadamente.— Todas la preguntas que te has echo de nosotras, sobre ella, olvídalas, no te gustarán las respuestas.— palmeó mi hombro.— Si quieres conocerla, él único que puede romper todas la barreras, eres tú.
— ¿Por qué me dices todo esto?
— Porque la quiero ver feliz.
Nyx tenía las mismas facciones que Lune, eran idénticas. Sin embargo, no se asemeja en nada con hablar con Lune, la tajante, indiferente y cruda, Lune.
— No le pidas permiso.— Aconsejó.— No le des oportunidad de atacarte, y no la ataques directamente. Todos los movimientos que hagas, que no los vea, que no los sienta.
— ¿Y si yo no quiero nada?
— Si no quisieras.— comenzó a alejarse.— No me habrías escuchado y no estarías nervioso.
Les dejo el cap antes de irme a dormir.
¿Les gustó?
Me gustaría saber que piensan de este Capítulo.
No diré mucho al respecto.
Los quiere.
Ale.
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