Capítulos 33
Degel se encontraba en esa cabaña, sonrió mientras escribía cada movimiento que hacían aquella persona.
Se detuvo cuando un vago recuerdo surco su mente.
Fue ese día en que lo vio de nuevo.
*Inicio de Flash Back*
Degel quedó sorprendido, quería acercarse, pero el ataque de Saga lo hizo retroceder, pudo notar como aquel clon salio volando, estrellándose por los edificios, logrando así quedar en medio de la avenida.
Degel veía horrorizado lo que estaba pasando, no podía creer que aquel sujeto quien era idéntico a su antiguo amigo, saliera herido, detuvo como pudo a Saga, para pronto aproximarse al clon, quien al momento que este se detuvo miro al peliverde, nuevamente estaban frente a frente.
-Deja de pelear, esto no te llevara a nada bueno -suplico.
-Debo acatar órdenes -hablo frío.
-…. -pensó. -Te ordeno que te detengas -ordeno.
Esas palabras hicieron que se detuviera el clon. Tal parecía que Krest había enseñado de como seguir ordenes nada mas. Era muy difícil de creer que este sujeto, haya podido lograr causar tanto alboroto. No por el simple hecho de que pudiera lograr contener algo, sino que se aprecia tanto a él, lo sostuvo de la mano, podía sentir la mano fría de aquel clon para pronto sonreír.
*Fin de Flash Back*
Con aquello se había despedido del grupo, ahora que le había ensañado lo que realmente era podía notar como debía ser realmente, una personalidad explosiva a decir verdad.
-Degel, ¿por que esa cosa peluda no se queda en su lugar? -preguntó mientras señalaba a uno cuyo.
-Es un cuyo, un animalito, son como los conejillo de la india, deben de estar en constante movimiento -respondió.
-Comienza a sentirse extraño -hablo.
-Es normal -respondió.
-No entiendo porque lo tragiste -habló el peliazul.
-Para que pudieras convivir con él -sonrió.
Kardia retomo su vista a aquel animal, Degel sonrió aunque pronto cambio su rostro, recordó que Deuteros se había molestado, se habían llevado a Kardia, le había mencionado el gemelo menor que el enseñaría todo pero el se negó, no quería que se... Enamorara, si, lo admitía, no quería eso.
Por eso se lo llevo...
--
La cena entre ambos había sido tranquila hasta que Kardia hablo.
-Por que siento que ya te había conocido -hablo.
-Por que así era, tu y yo nos conocimos en la universidad, fuimos juntos a las mismas clases y grupos, según tu decías que era para cuidarme -dijo mientras sonreía.
-¿Cuidarte? ¿De quien? -pregunto confuso.
-Descuida ya no importa -sonrió.
Kardia miro confuso al peliverde, aun así se tranquilizó y continuo, pero había algo extraño en ese clon, detonaba algo de tranquilidad, algo que Degel sentía, era una especie de tranquilidad inocente, y eso no era todo.
Kardia miraba a Degel de vez en cuando, pudiendo notar aquellas facetas del rostro, eran delicados y poseía algo que llamaba su atención. No podía deducir cosas a ciencia cierta, aunque cada vez que veia a esa persona miles de cosas le hacia sentirse .... ¿Extraño?
Lo miraba, la curiosidad aumentaba cuando se trataba de verlo escribir en aquellos libros, no sabia que era y las veces que intentaba saberlo estaba cociente de que Degel lo descubriría. Finalmente se quedó ahí, viéndolo.
-¿Que pasa? -pregunto Degel sin verlo.
-Eres un doctor muy extraño, el doctor Krest dijo que podía a ver problemas conmigo -respondió.
-¿Problemas? -pregunto.
-Si, pero ya no importa, a menos intentare vivir mi vida -respondió para pronto sonreír.
Degel solamente alzo su vista, lo miro relajado, aunque anoto lo mencionado tal vez podría saber de algo a futuro o a menos saber si le pasa algo. Se tranquilizo un poco y siguió en lo suyo hasta que hablo.
-Sabes mañana iremos a ver a mas gente -hablo Degel mientras cerraba la libreta.
-¿Mas gente? -dijo mientras veía a su amigo.
-Si, con aquellos con quien te enfrentaste -respondió.
-Bueno mientras no me hagan enojar todo esta bien, ya que no quiero pelear estoy muy relajado y feliz como para andar discutiendo -hablo.
Degel simplemente sonrió, tal parecía que tenía ciertas cosas de su antiguo ser, a pesar de no ser aquella persona, si no un clon. Otro día a muy temprano irían a ver a Camus y Milo, quería saber de su estado y si era necesario, hacer algunos apuntes.
* * *
Kanon pasaba su brazo por los hombros de Milo, lo hacia para que el galo sintiera el duro dolor de los celos, quien por así decirlo, comenzaba a sentirse el frío en la sala, Saga noto aquello y simplemente se dedico un suspiro, estaba dispuesto a recibir a su hermano con cualquier fractura o daño.
-Kanon, podrías alejarte de Milo, por favor -hablo Camus de una manera que sostenía una sonrisa y una especie de aura siniestra lo rodeaba. -No queremos que el bebé sea violento ¿o si? -preguntó.
Kanon quedó en silencio, si le había aterrado un poco la manera en como era el galo, separo su brazo de este y se dedico a contarle todo lo que habían pasado. A donde habían ido y que habían hecho en su viaje.
-Conocí la famosa torre inclinada, no sabia que podían hacer eso -hablo.
-Bueno, esa torre se reconstruyó nuevamente, ya que la guerra había sido muy desastrosa, destruyo algunos monumentos sin contar que otros se destruyeron -habló Camus mientras le daba biberón al bebé.
Siguieron su conversación y uno de esos se vieron, los gemelos se miraron al recordar aquel suceso, sucesos que optaron no revelar y solo contar las cosas superficiales.
-Fue un viaje muy interesante debo admitir -habló Milo sonriendo.
-De hecho para mi lo fue -dijo Saga mientras sonreía.
No paso mucho cuando, llego Aspros quien a los gemelos optó por mirar con fastidio e irse a la habitación, Deuteros salio de la cocina, había visto la reacción de Aspros, era triste ver que su hermano no aceptaba de todo la vida de ambos "hijos" mas que podía hacerse, esa noche Deuteros hablaría con Aspros.
-¿Como se llama el pequeño? -preguntó Saga.
-Se llama Hyoga, es pequeño, pero sera muy amado -respondió Camus quien lo abrazaba de manera amorosa.
El día había sido tan tranquilo, los gemelos habían decidido quedarse y tratar de hablar de lo que podía pasarle, ya que aun no se sentían fuerte ante aquello, esa noche después de que la pareja (Milo y Camus) se fuera a su habitación con el pequeño niño, los otros gemelos quedaron ahí, Aspros dio un suspiro de resignación cuando término, para pronto ponerse de pie, pero fue detenido, puesto Deuteros le tomó la mano obligándolo a tomar asiento.
-Nosotros queríamos decirte que... Nos perdones, sabemos que nosotros no somos lo que tu esperabas, mas que quieres que hagamos, el destino y tus números no pudieron hacerlos especiales, ahora mas que nada, solamente dire, que mi hermano y yo, somos capaz de darnos amor, inclusive hemos sido capaz de sentirte orgulloso de nosotros -hablo Kanon de manera serio.
Aspros miro por unos momentos a sus gemelos. Quien pronto se puso de pie, Deuteros noto aquello, no sabia que pasaría simplemente seguía ahí, viendo el posible final.
-No importa lo que ustedes se hagan, para mi ustedes ya han comenzado a contar de una manera que no tienen ideas y ver como Deuteros los apoya en todo, así que no me queda otra opción mas que aceptarlos tal y como son -dijo Aspros.
Deuteros sonrió, puesto eso nunca pensó que lo diría su hermano, los gemelos quedaron atónitos, puesto pensarlo que se llevaría acabo una discusión, pero no, ahora solo se dirigieron hacia Aspros le dieron un cálido abrazo, el mayor solamente quedo así, no era mucho de afecto, pero al final término dándoles un fuerte abrazo, puesto ambos habían sido sus proyectos, en donde compartió miles de cosas, las primeras palabras, frases, dibujos, planas, etc.
Deuteros se veia contento, ahora debía de buscar un sitio mas grande, mas no podía dejar que sus niños durmieran en la sala, mañana a primera hora saldrían a buscar un nuevo departamento o una casa nueva.
Finalmente...
- -
Shaka y Mü.
Ambos son dos personas diferentes con un poco del mismo poder. Ambos se veían tranquilos, viviendo en el mismo departamento, todos inquilinos de aquel edificio, a excepción de Deuteros, Aspros, y demás, pensaban que ellos dos podrían tener una relación, mas no fue así, Shaka respetaba a su compañero, son como hermanos, durante la mañana Shaka salia a su trabajo, cuando regresaba, Mü, podía percibir algo de aquel rubio, una sonrisa tonta y varios suspiros.
¿Era normal? Para Mü verlo así ya era normal, puesto desde que comenzó a trabajar el rubio, todo el tiempo era así. En las mañanas iba emocionado y regresaba de esa manera.
-¿De nuevo lo has visto? -preguntó Mü mientras dejaba un jarrón.
-Si, no puedo creer que realmente salga con alguien mas... -dijo con algo desilusionado.
-Animate Shaka, ya veras que todo saldrá bien -hablo Mü con sinceridad.
Shaka sabia bien que pronto cambiarían aquellos sentimientos, pues aquella persona ocultaba un enorme secreto, el rubio estaba ansioso porque aquello se descubriera, aunque sea por mera "coincidencia".
~
Finalmente llego un día apropiado. Día en que Shaka estaría presente para apoyar a aquella persona, mas no había visto a aquella persona citada por aquella persona que había pedido, Shaka estaba sentado algo lejos aunque atento ante todo, mas no menciono nada, algo había salido mal.
Solamente opto por esperar el momento adecuado.
Simplemente dejó ir a aquella persona.
~ ~
Todo estaba tranquilo, Milo había podido empacar algo de ropa, Camus había hecho lo mismo, la poca ropa del bebé había sido añadida, se irían a buscar otro sitio, en donde pudieran vivir tranquilos, Camus había predicho vivir en Francia como anteriormente lo hacia, cosa que Milo no se negó y simplemente lo siguió, aunque ese mismo día tuvieron una enorme visita.
Los integrantes del departamento vieron con asombro, como aquel peliazul estaba bien vestido, detonaba un gesto algo fastidiado mientras tenia ambas manos en sus bolsillos.
Poseía una camisa de botones blancas, con una corbata que estaba algo desagustada, sin contar que usaba pantalones de vestir negros y zapatos negros, su melena estaba algo acomodada, en los brazos poseía algo enroscados las mangas, puesto según Kardia odiaba sostener las mangas largas, cosa que Degel afirmo, puesto conoció eso del verdadero kardia.
Degel se acerco, abrazo a Milo y después a Camus, aunque miro con cierta confusión al pequeño que era sostenido por el galo, Camus los invito a pasar, Deuteros miraba atento, no mentiría puesto había llamado su atención aquella persona, dio una sonrisa pero solo obtuvo una especie de confusión de parte del peliazul quien pronto retomo su vista hacia la joven pareja quien sostenía al bebé.
-Deuteros... -llamo Aspros en susurro. Puesto había notado como su hermano, había caído en la tristeza.
-Descuida estoy bien -sonrió.
Deuteros sintió su mano ser sujetado por la mano de su gemelo, simplemente sonrió y siguió tranquilo, sin ningún miedo en absoluto.
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