Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 32

La mañana siguiente, eran alrededor de las 6 am, cuando el grito de Deuteros alarmó a la pareja que dormía tranquilamente.

-¡LO AMO! ¡LO AMO! ¡LO AMO! -grito Deuteros.

Camus de había levantado, solamente noto la puerta cerrarse, quedó un poco confuso, aquello lo había tomado por sorpresa. Pronto después llego Milo quien noto de la misma manera que Camus, solo que este de llevo al galo a la cama a seguir durmiendo.

* * *

Deuteros no habían dormido en toda la noche, meditando en lo que su hermano había mencionado, era torpe en serio, pues durante la noche había salido de su habitación con la intención de hablarlo con el, pero Aspros no durmió en aquel departamento, obligándolo a quedar aun encerrado.
Realmente no sabia a donde dirigirse, solamente corría por la acera, esquivando a las personas, pudiendo buscar con la mirada o algo a su hermano.

Se detuvo en la esquina, busco con la vista, girando a todos lados hasta que lo divisó, sostenía una bolsa de plástico, mientras sostenía su móvil, sonreía de una manera tan tranquila, cosa que Deuteros se ruborizó un poco, nunca le había pasado por la cabeza que su querido hermano fuera hermoso, sonrió, pues el también era así, aunque una vez que cruzo la calle para lanzarse a abrazarlo.

Aspros termino soltando la bolsa, aunque tiempo después cayo junto con Deuteros encima, el móvil quien aun estaba en llamada se le soltó, logrando divisarse un nombre.
Deuteros noto aquello, el nombre de la pantalla era de un sujeto que odiaba un poco, claro, el nombre de aquel tipo era Sisifo, un amigo de Aspros, aquel "amiguito" era cercano al gemelo mayor, aunque para Deuteros le molestaba un poco desde la universidad, puesto gracias a ese sujeto, Aspros se había alejado un poco de él, pero ahora tomo el móvil de Aspros y hablo.

-Después seguirán hablando -respondió para finalizar con la llamada.

Aspros noto aquello, junto los alimentos y se puso de pie tomando si móvil... Aspros escuchaba lo que Deuteros decía, parecían gemelos normales hablando de cosas sencillas hasta que subían las escaleras de aquel edificio.

-Estuve pensando lo que dijiste... ¿Es cierto? -pregunto. Aunque sintió la mirada de su hermano, quien provoco cierta pena. -Quiero estar seguro... -bajo su vista.

-Como eres un idiota Deuteros... Sabes bien que te lo dije porque es cierto -respondió.

Deuteros sonrió, abrazo a su hermano y beso su mejilla, tal vez ellos tendrían una relación mas que intimas, ahora el nuevo mundo era algo difícil, aun así estarían juntos para siempre.

Habían ingresado al departamento, veían a Camus quien llevaba una bolsa negra, el galo menciono que era basura para luego salir, Milo estaba mas que somnoliento mientras salio de la habitación, en su rostro tenia una fuerte marca rojiza, como si una bofetada hubiera hecho aquello.

Camus giro a la vuelta, donde estaba un pequeño callejón, escuchaba lis llantos de un bebé, este simplemente negó con la cabeza.

-Malas madres al no cuidar bien a un bebé -dijo para dejar aquella bolsa en un contenedor.

El llanto comenzó a ser mas fuerte, logrando captar aun mas la atención del galo, dedujo que aquel sonido no venia de las ventanas del edificio, busco con curiosidad y al mirar a un lado del enorme contenedor miro a un pequeño, que no paraba de llorar, aquel pequeño estaba rojo de tanto llorar, envuelto en una cobija ya algo vieja y sucia.

-Pero ¿que? -pregunto. -¿Quien fue capaz de dejarlo solo? -pregunto para pronto acercarse.

Camus acaricio un poco las mejillas de aquel bebé, aunque sintió si fiebre, aquel pequeño ardía en fiebre, lo tomo en brazos, lo sentía algo ligero, solamente se dedico a llevarlo adentro, había pasado por recepción en donde miro un letrero de "Regresamos en 30 minutos, vuelva mas tarde" simplemente paso de largo subiendo por los pasillos mientras intentaba calmar al pequeño de aquel llanto.

Estaba molesto, como gente en este año 20XX hacían tales cosas, no podía imaginarse, dio un suspiro cuando abrió de golpe, pudiendo notar a Aspros dándole un golpe en la cabeza a Milo por no entender lo que ellos estudiaban. Este alerto a ambos gemelos, Deuteros que salio de la cocina con un delantal puesto, notando aquel bulto en brazos de Camus.

Deuteros se aproximo, miro a Camus quien estaba preocupado, toco al pequeño quien seguía aun llorando para pronto tocar la mejilla de este. Pudiendo sentir su fiebre.

-¿Donde lo encontraste? -preguntó Aspros.

-Afuera, donde esta la basura -respondió.

-Hay que llevarlo al hospital, este niño demuestra más que una fiebre -hablo Deuteros con cierta calma.

Como si fuera un llamado, Deuteros cargaba al pequeño, pero este no paraba de llorar, cosa que le entrego a Camus logrando tranquilizarlo, una vez fuera del edificio, tomaron un taxi y fueron a un hospital cerca, Camus y Deuteros habían salido antes, mientras que los otros dos habían quedado en casa a terminar lo que el gemelo menor había hecho.

Camus y Deuteros habían llegado a urgencia, una de las enfermeras se acerco el rostro de Camus eran de miedo, le dijo todo lo que aquel bebé tenia, haciendo que la enfermera se llevara al pequeño a una sala.

Las horas pasaban, Camus comenzaba a dar vueltas mientras pensaba en todo lo que paso, Deuteros estaba tranquilo, esperando respuesta, pudiendo notar al galo y si estresante situación.

-Relajarte, pronto nos darán noticias del pequeño -hablo.

-Entiendo, aun así me preocupe, quiero saber como esta -hablo con preocupación aun sin detenerse.

-Sabes solamente tienes horas que lo conociste y ya te preocupas por el -dijo Deuteros detonando una sonrisa.

-No es momento para bromas -dijo con un poco de fastidio.

-No es una broma, es la realidad de las cosas, eres adorable cuando demuestras tu lado tierno, como lo haces con Milo -hablo.

-Si, eso ya no importa -respondió mientras miraba a otro lado con un sonrojo notable.

Deuteros se disponía a hablar nuevamente pero el médico interrumpido, Camus se acerco al hombre de bata, pidiendo por saber acerca del pequeño.

-¿Como se encuentra? -pregunto.

-Primeramente ¿Quien es el papá del niño? -preguntó.

-Bueno, el bebé no es de ninguno, lo encontré entre la basura -Respondió Camus.

-Eso explica -hablo. -El pequeño representa gravemente desnutrición, afortunadamente hemos podido calmar la fiebre, pero debido a los otros estaba propenso a fiebre amarilla y otras enfermedades, pedimos su autorización para inyectarle todas las vacunas -dijo el doctor.

Con aquello Camus solo afirmo, el doctor agradeció y se dirigió hacia la sala donde se encontraría el pequeño, Camus simplemente se sentó en las sillas que estaban ahí, Deuteros quedo en silencio, golpeo suavemente la espalda del galo y hablo.

-Animarte, el niño se repondrá ya veras -hablo animadamente.

-¿Y si no pasa? Siento miedo Deuteros, ese pequeño niño, no se por cuantas horas duro ahí... Es horrible -dijo el galo.

Deuteros lo miro, dio un suspiro y hablo.

-Sabes, una vez Kanon llego a la cabaña con un pequeño gato, estaba muy herido, Kanon lloraba para que lo curara, por fortuna, el pequeño gato si sobrevivió, Kanon solía cuidarlo muy bien, el gatito era fuerte... -hablo.

-Espera, ¿por que me cuentas eso? -pregunto.

-Por que es la misma situación, aunque es un bebé, ese niño tiene esperanzas, tal vez sea bueno que lo apoyemos en vez de preocuparnos -respondió.

Camus solamente miro a Deuteros para pronto tener la visita de Milo y Aspros, quien el heleno abrazo fuerte al galo.

-¿Que ha pasado? -preguntó Aspros.

-Todo esta bien, solo nos han dicho que el pequeño esta algo... Mal, pero ya se esta mejorando -respondió Deuteros.

-Entonces ¿cuando podremos ver al pequeño? -preguntó Milo.

-Aun no lo se -respondió Camus.

Milo lo abrazo, no quería que su amado francés entrara en pánico o miedo, se quedo aso por un rato, pudiendo sentir como el peliagua se tranquilizaba. Poco después los gemelos mayores comenzaron a hacer el papeleo.

-Bueno, sabemos que ese niño sera fuerte -hablo Milo sonriendo.

-¿Como sabes que sera fuerte Milo? -pregunto el galo.

-No lo se, lo presentí -sonrió.

-Ay Milo, aunque debo admitir que así va a hacer -hablo sonriendo.

Mientras que las horas pasaban, ambos estaban ahí, conversando de cosas, de cientos de cosas, hasta que finalmente el doctor que estaba atendiendo al pequeño apareció.

-¿Como se encuentra doctor? -preguntó.

-Bueno, esta delicado, estará en observación, se le esta suministrando suero y vitaminas, el pequeño a pasado por un mal momento a decir verdad -respondió.

-¿Cuantos días estará ahí? -pregunto nuevamente el galo.

-Estara alrededor de tres días más, por el momento solo queda seguir esperando -respondió. -Si me disculpan tengo que atender otros asuntos -dijo y se alejo.

Camus dio un suspiro relajado, aun así no quería irse. Milo tuvo que convencerlo, por fortuna Aspros y Deuteros tendrían una manera de como arreglárselas y no dejar solo al pequeño, cosa que para el heleno sería algo cansado, aunque para Camus era fascinante.

- -

Durante esos días, habían hecho papeles para que aquel pequeño bino quedara con Camus y Milo, el galo había hecho todo lo posible y al ver al pequeño de unos 7 meses le provocaba cierta sensación de cuidarlo, era difícil puesto nunca había cuidado a un pequeño, pero ahora lo haría.

Veía al pequeño siendo alimentado por las enfermeras, Milo miraba al galo, quien pudo notar que estaba a punto de llorar, cosa que confundió y preocupo al heleno, puesto nunca lo había visto de esa manera.

-Camus... -llamo.

-Perdón Milo, pero no pude soportarlo, es muy bonito ese bebé cierto -hablo.

-Si, ni que lo digas -hablo mientras abrazaba al galo.

El bebé quien seguía pegado al biberón noto aquella silueta, sus ojos zafiro y las pocas hebras rubias, hicieran que el pequeño sonriera animado, simplemente siguió bebiendo de la leche.

--

Llego el esperado día.

El pediatra, le había indicado miles de cosa para que el pequeño no recayera, ni tuvieran problemas, también había mencionado que el pequeños era un buen niño. Puesto nunca de negó a nada, cosa que para ellos era algo difícil.

Esa misma tarde había terminado y salido del hospital, Milo se sentía aliviado, puesto aun no salia fe su trance de aquellos hombres de bata, Aspros y Deuteros tuvieron que acompañar a la joven pareja hasta el departamento, después de todos ellos habían pagado el hospital.

Una vez en casa, Camus quien sostenía al pequeño de lo entrego a Milo para preparar la medicina y leche quien lo revolveria. Milo lo sostenía torpemente, aunque veía al pequeño, sus enormes ojos azules miraban atento al pelimorado.

-Esto da miedo -susurro el bicho.

-¿Que te da miedo? -preguntó una voz conocida para el bicho.

-¡Kanon! -exclamo mientras lo miraba.

-¡Oh! -Nota el bulto en brazos -¿Que es eso? -pregunto.

Kanon se aproximo, pudiendo mirar al bebé, Saga quien estaba ahí, simplemente se dedico a sonreír. Puesto había visto a su hermano curiosear de manera muy tranquilo. Saga lo había visto así muy pocas veces en sus viajes y ahora le daba ternura.

En ese momento todo sea paz.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro