Capitulo 31
Kardia miro a Saga quien nuevamente se ponía de pie, era la cuarta vez que veía a ese sujeto ponerse de pie, el clon, miro atento, hasta que escuchó la voz de alguien mas, se había girado notando al pelimorado, quien estaba débil mientras se agarra el estomago y sonreía de manera dolorosa.
-Dime... ¿Que te dijo ese viejo? -preguntó.
-... -no menciono nada. Solo miro a Milo concierta confusión.
-Ahora entiendo, ese ingrato no te enseñó a hablar -dijo.
-Milo... -dijo Saga.
Kardia miro hacia Saga quien se hayaba de pie débil, sus ojos celeste no quitaban la vista de ambos, girando su vista... Hasta que miro hacia enfrente, en donde miro a Degel quien lo apuntaba de manera tonta, puesto temblaba al tratarse de un arma.
Notaba las facciones del peliverde, quien detonaban preocupación, triste y a la vez dolor.
-Yo... -hablo el peliazul.
Ambos proyectos quedaron silencio, mirando asombrados al peliazul. Quien pronto después continuo hablando.
-... Lo siento -silencio.
Degel quedo en silencio, sorprendido, su rostro detono una sonrisa, podía jurar que en cualquier segundo lloraría, no podía contenerse, puesto ahí estaba su amigo, más que su amigo, aquella persona que lo amaba.
-¡NOOOO! -grito.
Una voz que para muchas era conocida, Krest gritaba mientras sentía su cuerpo intumirse debido a la dosis que Deuteros había insertado, el castaño quedaba cada segundo sin movimiento alguno, Camus vio con algo de sorpresa puesto aquel grito pensó que era de ataque pero al verlo caer al suelo de manera cansada y con una respiración agitada de calmo, miro a Deuteros quien se hayaba detrás de todo.
-Lo siento si el te asusto, pero pensaba matarte -hablo Deuteros de manera tranquila.
-Gracias -agradeció.
No paso mucho cuando la presencia de mi cayendo a lado de Camus hizo reaccionar, el pelirrojo simplemente se arrodillo mientras notaba las heridas del rostro.
Saga se aproximó tranquilo, a lo lejos pudo notar a Kanon, quien sonreía tranquilo, mientras hacia una seña de despedida, Saga no parecía gustarle aquello, puesto de un momento a otro desapareció de la nada.
* * *
Esa misma tarde...
Avenir siendo líder de aquella ciudad, Presidente, quede decepcionado de los sucesos, de los procedimientos que pasaban aquellos humanos, las dulces palabras de Krest debido a sus experimentos habían sido descubierto, el hombre no pensaba deshacerse de ellos simplemente dejarlos y que estuvieran custodiados, no podía creer que aquellos proyectos tuvieran vida.
Krest había despertado, esta sujetado en una cama, estaba confuso y su cabeza le dolía demasiado, miro a un medico entrar, aquel hombre de bata blanca. Lo miro atento, notando que le mostraba una pastilla blanca y un vaso de agua.
-Te lo tomaras ¿verdad? -preguntó el hombre.
Krest no sabia si responder, aunque la palabra de Deuteros al ingresar lo saco de sus pensamientos.
-Krest debes tomarlo es por tu bien, te ayudará a sanarte -hablo de manera generosa.
Krest miro aquello, sonrió y tomó y bebió el agua.
Krest estaba en una especie de hospital psiquiátrico, era el mas tranquilos de todo, puesto la manera mas sencilla de hacerlo sentir miserable era de esa manera.
* * *
Después de todo aquello, había podido obtener un departamento, era algo grande a decir verdad, Camus había terminado de curar las heridas de su amado, beso con dulzura aquellos labios y abrazo, Milo se quejo que mas bien termino siendo burla.
Había pasado alrededor de dos días.
El terrible final de Krest, la "desapareció" de los gemelos, Saga y Kanon, incluyendo que Degel se había ido, no sabían a donde pero se había ido, dudaba que se fuera solo, puesto no parecía triste y se disponía a regresar. Con ellos y a diario iba Albafica y Manigoldo, junto con su proyecto Afrodita, quien se veían felices. Cerca de ahí, vivían como amigos Mü y Shaka quien estaban tranquilos y felices.
-¡Perdonen si entramos así chicos! -se disculpó Alba.
-Aspros y Deuteros dijeron que habría fiesta hoy -dijo Manigoldo sonriendo.
-Bueno... -interrumpido.
-Por esl hemos venido preparados -dijo Dita mientras demostró un fino vino.
-¡Oh no! -susurro Milo.
-¿Que sucede Milo? -preguntó Manigoldo.
-Es que Camus no puede beber -respondió.
-¡Claro que puedo! -replico mientras se acercaba y le quitaba la botella a Dita -¿Que quieres apostar Milo? -preguntó.
-Nada... -dijo para pronto quitarle el vino. -Tu no debes porque luego te alocas, aparte no quiero que seas un borracho -dijo para abrazarlo.
-No enfrente de los pobres -habló Manigoldo.
-Jeje... Lo siento -hablo Camus mientras se separaban avergonzados.
-Bueno, sera mejor esperar a Aspros y Deuteros, ellos solamente nos dirán las buenas nuevas -sonrió Albafica.
-¿Como cuales? -preguntó Milo.
-Bueno, he sabido que nos dirán el camino que tomara Krest, pero realmente no se muy bien -respondió Albafica.
-Y creo que has acertado Albafica -una voz se escuchó, los presentes se giraron dándose cuenta de que era Aspros, quien detrás de el estaba Deuteros quien detonaba una amplia so risa.
-Entonces ¿que pasara con el? -pregunto Camus.
-Supongo que sera complicado, pero a Krest le queda dos caminos, seguir en ese lugar psiquiátrico o morir -habló Deuteros -He estado dándole medicamento, que yo mismo me di la tarea de crear -hablo.
-¿Te refieres a la dosis que Kardia y tu crearon? -pregunto Albafica.
-Si, ya que pude transformarla en pastillas, cada cierto tiempo Krest tendrá que tomarlas, porque si reconocería todo -hablo.
-¿Eso no es peligroso? -pregunto Manigoldo.
-No, porque posee ingredientes naturales -hablo Aspros mientras tomaba asiento.
-Bueno... ¡Ah! Antes de que lo olvide... -hablo Albafica, quien pronto dejo una serie de documentos que saco de su mochila. -Hace poco encontré estos documentos, fue relacionado al clon de Kardia, que mas bien no había sido el único -hablo.
-¿No era el único? -preguntó Camus mientras seguía leyendo los papeles.
-Las notas fueron hechas por Asmita, Krest lo asesino al no tener un buen resultado al tercer intento -Albafica.
-Ese sujeto es un monstruo -hablo Milo.
-Lo peor del caso, es de que Asmita se encargaba del proyecto de Shaka, pero al notar la enorme capacidad que tenía el proyecto al tener todo controlado -hablo Aspros.
-Si, me dio tristeza, es como si hubiera dejado a Shaka solo -hablo Afrodita.
-Descuida Mü esta con el, ambos crecieron juntos, Mü un proyecto especial de todos nosotros -hablo Deuteros. -Por cierto ¿Donde esta? -pregunto.
-Bueno, ellos mandaron un mensaje de que vendrían -hablo Camus.
Después de aquella charla, la celebración de hizo a acabo, era una especie de unión de ambos, Milo y Camus, Shaka y Mü habían llegado de manera tranquila aunque tarde, puesto en sus manos cargaban algunas cosas que utilizarían para celebrar.
La tarde y noche había sido tan tranquila, ningún problema salio en absoluto, quedo en silencio, pensando a fondo todo lo que tenia enfrente. El heleno noto aquello al grado de preocuparse.
-¿Que pasa Camus? -preguntó.
-Es que... No puedo creer que sea algo diferente a lo que era es todo, no, no lo creo -sonrió un poco.
-Descuida, yo te protegeré y no me importa lo que digas -hablo el heleno.
-Gracias Milo... -lo abrazo.
Deuteros quedo en silencio, notando aquella pareja, le hizo recordar a Kardia quien intentaba obtener la atención de aquel cuatro ojos, pero nada... Dio un suspiro, se puso de pie y se encamino hacia su habitación, cierto par de ojos notaron aquel semblante triste del gemelo.
La reunión siguió tranquilo, hasta que finalmente decidieron retirarse, Milo tenia una plática con Mü, quien mas bien parecía discusión.
-Debiste ayudar Mü -hablo mientras hacia un gesto molesto.
-No quería Milo no me sentía fuerte -hablo de igual manera.
-Ya, Milo deja al invitado en paz -hablo.
-Lo siento Camie, pero a veces me hacen enojar ellos dos, teniendo un verdadero poder se les ocurre ocultarse y llorar -hablo.
-Debes entenderlo que no estaban preparados mentalmente para enfrentarse a Krest, aquella persona que ellos vieron como padre -hablo Albafica.
-Aun así, fue estúpido de su parte -hablo Milo cruzándose de brazos.
-Como si tu fuiste capaz de golpear a Krest -hablo Manigoldo.
-¡Claro! Seria capaz de hacerlo -exclamo victorioso.
-¡Milo! -exclamo Camus.
-Perdón amor... -hablo apenado.
Aquello quedo en una leve risas, los visitantes se retiraron y simplemente dejaron a la pareja y a los gemelos, quien de un momento a otros no vieron a Aspros.
El mencionado se encontraba enfrente de la puerta, estaba viendo el picaporte, sus manos temblaban a decir verdad entraría a decirle a su hermano sus sentimientos, puesto ya lo había visto sufrir y no quería verlo ni escucharlo llorar. Dio un suspiro se disponía a abrir la puerta pero aquel miedo, nervios, o lo que sea, se lo impedía.
-Vamos Aspros, es tu hermano -se dio auto confianza. -El podrá entender te o no... -ahí esta la disputa.
Quedó así por unos minutos hasta que decidió abrirlo de golpe. Pudo verlo, veía con detenimiento un pedazo de papel, noto el rostro de su gemelo, pudo ver como este se giraba intentando limpiar sus lágrimas mientras se disponía a hechar aquella hoja de papel a la al cajón de la mesita que estaba a lado de la cama.
-Aun estas triste por el... -hablo Aspros mientras se sentaba a su lado.
-No, no... Estoy bien ya sabes... -su voz se escucho entrecortada.
-Deu... Sabes que cuentas conmigo para decirme todo lo que sientas... -hablo.
-¿Por que te comporta así? Tu siempre fuiste cruel conmigo, hasta con Saga y Kanon... -habló, bajando su vista.
Aspros dudo en decirle, aunque dio un respiro... Y juntando sus manos hablo.
-Deuteros, seré franco contigo, no entiendo lo que paso, pero me agradas te... Sabemos que no hay nada entre nosotros, somos hermanos, pero llamaste mi atención, me enamore de ti -Lo miro, pudo notar el rostro de su hermano perplejo por lo que decía -Pero me di cuenta que no podía y comencé intentar "odiarte" o alejarte, pero eso nunca funciono, estas ahí para mi, inclusive para Kanon, quien de seguro esta feliz de mostrarle a el mundo a Saga -sonrió un poco. -Entenderé todo de ahora en adelante -se puso de pie -buenas noches nos veremos después... -se despidió y salio.
Milo y Camus habían notado a Aspros salir mas no dijeron nada, no querían discutir con el gemelo mayor, mas solo quedo en silencio.
Deuteros estaba ahí, sorprendido por aquello, no sabia que hacer, pensar o decir, estaba en blanco.
Miraba hacia cierto, procesando todo lo que habían dicho mas no tuvo mas que un silencio.
* * *
Hola.
Después de todo esta historia ya esta llegando a su fin, habrá como dos o tres capítulos en donde contengan contenido... Mmm... Como decirle, Kawaii, por alguien que sera especial. Muuuuuy especial.
Ahora si.
Gracias por leer.
Los agradezco a cada una de los lectores.
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