Capitulo 3
Habían llegado a casa, Milo miro como Camus se dirigía a su habitación. El no hizo nada y se dirigió hacia la sala.
Miro la puerta en donde habia entrado Camus, aun así se dirigió a encender el televisor, veía una serie de anuncios, de diversas cosas.
-Mmm... Es muy emocionante -dijo.
Siguió cambiando encontrándose con una serie de anuncios, hasta que encontrarse con una película extraña, no entendía nada, veía algo extrañado.
Camus habia salido, prepararía algo de cenar cuando miro aquello.
-¡Milo! -exclamo.
Aquello hizo que el griego saltara espantado, apago el televisor de golpe y se puso de pie, mirando a Camus con sumo temor.
-¿Porque veías esas películas Milo? -preguntó de manera seria.
-¿Yo? No, no lo se... -respondió.
-Milo estabas viendo porno, recuerdo que no enciendo el televisor en ciertos canales... -dijo dirigiéndose y tomando el control.
-¿Que es eso? -preguntó.
-Es un control... -dijo tomando el control.
-¡No! ¡Eso no! ¿Que es porno? -pregunto.
Camus quedó choqueado, no sabia si responder o no, simplemente siguió en silencio, encendió el televisor pero esta ve cambiando el canal.
-Milo eso no tiene importancia -dijo para pronto encaminarse a la cocina.
-Eh... Bueno, ¿te ayudo? -pregunto.
-Por lo menos si sabes cocinar o picar verdura... -dijo.
-Si, Kanon me enseño... Se picar comida... -sonrio.
Camus miro a Milo, ese nombrecito, le provocaba cierta molestia, aunque no entendía, Milo simplemente lo siguió hasta la cocina, en donde Camus saco unos tomates y cebolla.
-Bueno si no puedes solo dime -dijo mientras se dirigía a sacar mas ingredientes.
Milo comenzó a picar lentamente, aun estaba nervioso, aun así se concentró lo suficiente, quería sorprender al francés y esa manera sería la adecuada, siguió con sumo cuidado de no cortarse, a su lado y picando en cuadros la carne de pollo, estaba Camus quien veía de reojo el proceso, sonrió por lo bajo por el esfuerzo y como las manos del joven temblaban.
Habia pasado mas de diez minutos para que Milo terminara, Camus agradeció el apoyo y se digirió a tomar dichos ingredientes y hecharle al pollo que seguía en un sartén.
El proceso de la cena era muy tranquilo, entre pláticas y juegos, hasta que finalmente tomaron asiento en la sala, en donde pudieron ver una película tranquilamente.
Aunque no habia sido de todo, puesto Camus comenzó a mandar una serié de mensajes, Milo quedo confuso no sabia de aquellos aparatos.
* * *
Habia llegado el día de la cita, ese día Milo habia salido solo, ya que Surt se habían llevado al galo a una cena romántica, el caminaba con tranquilidad, mientras ocultaba sus manos en su bolsillo de los jeans. Siguió caminado hasta que escucho la voz de Kanon, este de acerco corriendo, en manos llevaba una bolsa.
-¡Hey! Mira hice esto para ti -le entrega el paquete.
-¿Por que? -preguntó sosteniendo el paquete.
-Porque te lo mereces, vi que no comiste así que me empeñe en hacerlo para tu cena -sonrió.
Milo miro aquello sonrió y se dedico a irse pero fue detenido, un beso se a posicionó en su mejilla, Milo quedó sorprendido, miro a Kanon quien ya le habia dado la espalda. Este no quiso detenerlo, simplemente lo miró alejarse.
Habia llegado a casa, se dedicó a pensar por la escena aun no entendía, aunque seguían confuso, Camus simplemente le habia mencionado que eran una cita.
Una cita, salir y conocer a personas nuevas, sin ningún compromiso, segun palabras de Camus, pero Milo sentía algo extraño, pero desecho todo cuando recordó la comida de Kanon, las pocas veces que habia probado la comida de Kanon, siempre era estupenda y ahora no sería la excepción...
La noche seguía su curso, Milo miro el reloj que se haya en la pared y como niño chiquito comenzó a contar y descifrar, recordando las palabras de Camus.
-La manecilla pequeña marcan horas son las 11... Con... Uno, dos... -comenzó a contar hasta que finalmente término. -46... 11:46 de la noche -dijo con una sonrisa.
Miro hacia la puerta... No habia visto a Camus llegar y ya era tarde. ¿Acaso la citas se tardaban mucho?
Milo no quería dormir solo, así que se dirigió a la cama de Camus, en donde al tocar la almohada sintió tranquilidad y un aroma de vainilla y canela surco sus fosas nasales.
-Camus vuele bien... -dijo demostrando una sonrisa, mientras apegaba aun mas su nariz a la almohada.
Camus era acompañado por Surt, el pelirrojo veía un poco triste tal parecía que su cita no habia salido nada bien.
-Camus, en serio, perdón no quise hacerte eso... -apenado -creo que fui muy rápido -finalizo.
-Lo hiciste Surt, como pudiste darme un beso así nada mas, eres mi amigo, no puedes hacer eso -dijo de manera seria.
-Lo se, por favor perdoname... -dijo mientras baja su vista.
Camus miro a Surt, dio un suspiro y afirmo, el pelirrojo alzo su vista sonriendo y simplemente agradeció, habia terminado su cita y este simplemente se fue, Camus ingreso al departamento, miro vacío aquel sofá, aunque siguió su camino hasta su habitación, no habia nadie, simplemente estaba la ventana abierta.
Se aproximo a aquella pudiendo mirar a lado del edificio de un piso menor que el suyo un hombre, este giro si vista, sus ojos rojo intenso, no podia notar bien su silueta, Camus se adentro, cerro la ventana y se dedico a buscar algo de protección.
-Milo... ¿Donde demonios estas? -pensó mientras buscaba un bate.
Con el pasar de las horas, Camus comenzó a quedarse dormido, pudiendo así no saber nada, hasta otro día, otro día que se levanto y pudo notar al heleno acostado en el sofá.
Camus quedo confuso, miro al griego quien se veía cansado, aun así no sabia como había entrada al departamento, debido a que las puertas y ventanas estaban cerradas, aunque algo llamo su atención, una de aquellas ventana de la sala estaba abierta.
-Entonces por ahí entraste, pero ¿como? -preguntó.
Camus se dirigió a despertar al heleno, Milo despertó se estiró dando un bostezo, el galo de encaminó a la cocina a preparar el desayuno, aunque Milo siguió recostado, en sus brazo poseía una especie de cortada, agradecía que la sangre había secado y le impedía seguir saliendo, aunque aun así ardía todavía, sin contar que anoche los sucesos habían sido algo extraños para él.
Milo tomo una ducha rápida, sabia que el galo galo haría lo mismo, y una vez que salio Camus hizo lo mismo.
-Milo podrías decirme ¿a donde estuviste anoche? -preguntó.
-Estuve... Bueno... -nervioso -que digo, que digo -pensó -Kanon.... -dijo finalmente.
-¿Estuviste con Kanon? -preguntó confuso.
-¡Si! Kanon... Me invito a su casa anoche, llegue algo tarde -respondió.
Camus miro al heleno, era algo extraño de parte de el, dejo el tema a un lado, no le gustaba mucho hablar acerca de aquel hombre del restaurante, siempre Kanon y él tenian sus diferencias pero tal parecía que Milo y Kanon no las tenían.
Camus encendió el televisor pudiendo ver como una serie de escenas de la noche anterior se mostraban, la presetante daba cierta información que no era de todo revelador, simplemente algunos vídeos de calles de aquella ciudad.
"Se le pide a la ciudadanía que guarde sus casas durante las noches, la policía fue inmovilizada el día anterior por la noche, un sujeto que no iba armado al parecer, los oficiales aun sigues en el hospital y esperan que una vez que salgan den testimonios de quien fue el causante del ataque"
La escena mostrando aquel vídeo en donde estaba aquel hombre enfrente de los oficiales se mostraba para pronto se cortara repentinamente. Camus quedo un tanto sorprendido, mientras que Milo veía concierta tranquilidad.
-Que extraño, anoche vi aquel hombre a lado -dijo Camus.
-¿Eh? No te hizo daño ¿cierto? -preguntó temeroso.
-No, no, simplemente me miro, entre en pánico y me adentre a la casa -dijo.
Para Milo algo así era una especie de salvación, aunque tenia miedo, miraba a Camus que comía tranquilo, los ojos amatistas no perdían aquella esencia de misterio, cosa que le provocaba cierta reacción.
-Camus... -llamo el heleno.
-¿Si? -preguntó.
-¿Puedo decirte algo? -pregunto.
-Claro, dime ¿que es? -pregunto con curiosidad.
-Hace unos días, vi una novela de televisión en donde una persona revela un secreto tan grande -baja su vista.
-¿Milo? -pregunto.
-Me gustas Camus... Te amo Camus.... -dijo.
Camus quedó sorprendidos, ¿aquello era real? Simplemente miro a Milo, sin nada mas que decir que solo verlo.
* * *
Los laboratorios se encontraba completamente desesperados.
Degel estaba enfrente de aquel hombre que habia dado orden al proyecto.
-Degel me has decepcionado, ahora el proyecto A esta afuera haciendo destrozosos, ¿no podemos ubicarlo? -pregunto.
-Perdone señor, le juro con mi vida que lo traeré de vuelta... -dijo.
-Mas te vale, no quiero que los noticieros sigan hablando de esto -dijo.
-Si, saldré a buscarlo -dijo para salir.
Degel se sentía confuso, no podía entender como un proyecto se ocultaba, necesitaba pesar buscar desde cero, mandaría a todas las tropas en búsqueda de aquel hombre, no podía dejarlo así.
Aunque habia recordado algo, habia dos hombres capaces de saber, dos hombres que eran sumamente sabios y que les seria de utilidad.
* * *
Nuevamente la rutina de siempre, ahora Milo se sentía raro, después de que le dijo aquellas palabras, Camus simplemente se puso de pie y dijo: "Vámonos a trabajar", pensó que sería diferente y que de la misma manera que las novelas le responderia con un: "Si Te amo también" pero aquello se esfumo, simplemente no podía entender.
-¿Que sucede Milo? No te ves muy animado -dijo Kanon quien llegaba apenas.
-Kanon... ¿Que haces cuando duele el corazón? ¿te lo quitas o... Que? -preguntó.
-¿Por que preguntas eso Milo? -pregunto.
-Le dije a Camus que lo amo, el parece que no ama a mi... Y es... -interrumpido.
-¡Espera! ¿Te declaras a Camus? -preguntó.
-Si, Aunque... -interrumpido.
-Sabes por el momento sera en vano que te haga caso esta saliendo con Surt y dudo que lo vaya a "dejar" pero animarte espera un poco y llegara alguien más, para el ser humano hay mucha personas -dijo.
-¿Entonces no hay posibilidad de que Camus me ame? -pregunto.
-Eso no lo se, aunque debes aceptar la derrota, Surt te ganó -dijo.
Milo bajo su vista tenia razón el había llegado mucho tiempo después, aunque su corazón realmente comenzaba a sentirse feliz cada vez que veía a Camus y eso lo habia descubierto ayer, quien al mirarlo con otra persona y eso le habia afectado, nublando su vista y pudiendo sentir la necesidad de destruir lo que estuviera su paso.
Hasta que entro Surt quien detonaba una enorme sonrisa, Kanon miro aquello quien pronto preguntó.
-¡Hey! ¿Porque esa sonrisa? -preguntó.
-Tuve una noche maravillosa con Camus, tuvimos momentos malos pero fue suficiente -dijo sonriendo.
Milo escuchaba se giro pensando que seria la mejor opción de todo, aun así podía sentir su molestia de la manera en como hablaba aquel hombre de su amigo, simplemente siguió pudiendo calmarse.
* * *
Afuera se encontraba un pelilila y un rubio, el pelilila miraba a todos lados, parecía que buscaba algo con recelo, el rubio se detuvo miro a cierto sitio.
-Mü, puedes obtener algo de información de ahí -dijo el rubio.
-Claro Shaka -afirmó.
El pelilila simplemente giro su vista, sus ojos se tornaron brillantes, pudiendo obtener una especie de conexión con los presentes de aquella zona.
-Hay dos inviduos que saben, uno de ellos tiene sus rangos mentales elevados, tal vez sea el proyecto A -dijo Mü con cierta tranquilidad.
-Bien, sera mejor buscar a ese proyecto -dijo.
Ambos ingresaron al establecimiento.
* * *
Hola, nuevo capítulo, si, admito que no haya subido mucho, pero debía hacerlo, ya tenia un buen tramo listo, así que solo lo concluí.
Espero y les guste. Dudas las respondo.
Gracia por leer.
Atte:
Lakssy-Chan⭐
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro