Capítulo 27
Degel llego a esa base, esa base en donde fue testigo de recibir una noticia que por mucho había sorprendido.
-¿Estas hablando en serio? -preguntó el peliverde sin creer aquello.
-Si, ese chico esta mas enfermo ahora... -respondió Zaphiri mientras caminaba por los pasillos.
-¿Como es posible hicieron estudios de sangre? Ya que el tenia problemas respiratorios -hablo.
-Pues ahora tiene nerviosismos... Gracias a todo lo que a pasado -hablo Zaphiri deteniéndose enfrente de una puerta.
-¿Donde esta el otro? -preguntó.
-Están los dos juntos, no se quiso separar de él, a pasado horas ahí espera el que despierte -dijo mirando hacia la puerta.
-Ustedes creen que deban... -silencio y bajo la vista.
-Leí cada reporte que me enviaste, si es erróneo se debe eliminar... -hablo.
-Pero Camus lo controla, el quiere... -silencio.
Degel se había dado cuenta, que para el primer proyecto que tuvo, podía ser una buena idea, aunque como hacer que todos aquellos olvidaran que la pareja de jóvenes fuera feliz. Ya que gracias a Camus, Milo se controlaba, no hacia destrozos, no hacia sus ataques hacia personas que se acercaban a ello, no se hacían nada.
* * *
Milo se encontraba a lado de la camilla, sujetaba con fuerza la mano del galo, este seguía durmiendo tranquilamente, Milo simplemente quería verlo despierto, quería que estuviera bien, ya bastante había pasado para que a final de cuenta el galo pereciera así.
-Camus, amor, despierta, no me dejes... -susurraba.
No quería ver a su novio de esa manera, no quería verlo asi, ¡No, ya no! Lo abrazo le importo poco desconectar aquellos tubos que le daban algo de suero al cuerpo, lo abrazo sentía su cuerpo helado, tenía que el francés estuviera muerto pero no, no fue así, su respiración era normal, hasta que un pequeño movimiento del francés hizo reaccionar al heleno, se separo, mirándolo con su atención.
-Mi... Milo -llamo el chico.
-Camus ¿estas bien? ¿Te duele algo? -pregunto con desespero.
-Estoy bien... -respondió con voz débil..
-Me da gusto... -sonrió un poco.
Pudo darse cuenta que el galo comenzaba a cambiar su cabello, aquel rojizo al igual que sus ojos. Esos escarlata eran demasiado, eran aquellos por lo que Milo peleaba y protegía, Camus acaricio con dulzura la mejilla del heleno, sintiendo la piel cálida de este, comparada con su piel, ambos eran tan diferente.
Degel ingreso, miro la escena, algo que le hizo recordar aquellos momentos en donde ambos niños jugaban, y ese día en que Milo había ido a buscarlo, ahora aquella escena se repetía, no iba a reprenderlo, simplemente sonrió.
-Hola... -saludo.
-Degel... -hablo molesto el heleno.
-Espera Milo, no hagas nada que después lamentes -hablo Camus quien sujeto la mano de Milo.
-Amor, él causo todo, el causo wur nosotros nos separaran, el causo que tu no... -interrumpido.
-Te equívocas, la idea de separación fue Kardia -hablo Degel.
-Eso yo lo se, mis padres adotivos me dijeron que había sido un buen hombre -hablo Camus con aquella seriedad.
-Si, admito que nosotros solamente daríamos muerte a tu vida pero Kardia vio mucho, ahora mas o menos comprendo a Milo -hablo.
Mientras ellos hablaban, alguien mas había llegado, alguien mas que para muchos conocerían. Y uno odiaría sobre todo.
-¿Que quieres? -pregunto molesto.
-Saluda primero, se cortes Zaphiri -respondió con cierta burla.
-¿Cortes? ¿Tu fuiste cortes? -preguntó con ironía.
-Tks... -dijo molesto.
-Como pensé, y bien, ahora vete -ordeno.
-No, hasta que me aceptes de regreso -hablo.
-¿Aceptarte? ni loco, ya que se bien, que tu provocaste la muerte de Lugonis, mi prometido -hablo.
-Me da gusto, ese imbécil sabia que tu eres mio solamente -hablo mientras de aproximo. -Nunca olvidare las veces que tu me hacías tuyo, que hacías que gritara tu nombre y esas veces en que podía sentir tus manos guiar por todo mi cuerpo -hablo mientras estaba a escasos centímetros del rostro del moreno.
-Krest... Alejate de mi -ordeno.
-Hay Zaphiri, quiero volver contigo, es lo único que pido y tu no me haces caso -hablo.
-Nunca lo haré, prefiero morirme a estar de vuelta contigo -dijo.
Krest quedó un tanto sorprendido, apretó sus puños, la habitación comenzó a helarse, las manos de aquel castaño tomaban forma de hielos adhiriéndose a ambos brazos.
-Es una lastima que puedas seguir así -habló con calma.
-Como si no te conociera Krest, se bien que te mueres de enojo por dentro... -hablo el moreno.
-Perdoname mi Zaphiri, pero saber algo así no hace que me sienta de todo feliz, hay algo que si puede hacerme sonreír -hablo.
Con aquello, Zaphiri sintió aquella habitación helada, podía jurar que de su boca salia el vapor provocado, Krest sonrió y con aquellas manos cubierta de hielo tocó las mejillas del moreno, Zaphiri quiso alejarse mas no pudo hacerlo puesto las manos heladas le impedían un movimiento..
El beso duro un poco mas, cosa que Zaphiri no se movía y Krest comenzaba a disfrutar, una mano del castaño de pasaron a la mano del moreno quien lo obligo a colocarla en sus caderas.
Siguieron así por unos segundos mas hasta que Krest se separo.
-Y bien, ¿Crees que merezco una oportunidad? -pregunto sonriendo.
-Tu hijo estaría tan decepcionado de ti -respondió secamente.
Krest quedo congelado, dio dos pasos hacia atrás alejándose del moreno, con suma sorpresa.
* * *
Camus y Milo escuchaban atento a lo que decía Degel, el peliverde había tomado asiento cerca de la pareja, al mencionar a Kardia, Milo sintió miles de cosas extrañas, cosas que le hicieron sentir aun mas pésimo, sobre todo aquel asunto de que el griego era su padre.
-Tuve la culpa, se que soy culpable u pagaré ¡lo juro! -exclamo preocupado.
-Descuida, Kardia hubiera pensado que fue un error, sentía que tu querías irte -hablo Degel, con cierta tristeza.
-Tu querías a Kardia -hablo Camus. -A pesar de no saberlo -siguió.
-Descuida eso ya no importa, se bien que fue feliz con ese sujeto -dijo con molestia al final.
-Pero aun así nunca te olvido, no creo que Kardia te haya engañado -hablo.
La vista de Camus era tan penetrante, Degel solamente baja la vista ante aquella mirada, era como so supiera lo que su mente estaba pensando, Milo se alejo, pudiendo que el galo se pusiera de pie.
-Milo, dejarme hablar con él a solas -pidió el galo.
-... Pero... -dudo dio un suspiro y afirmo.
Milo salio de la habitación, Mirona Degel y se aproximo a él, se hincó ante él y coloco su cabeza en las piernas de peliverde.
-Sabes que me siento mejor, agradezco lo que hicieron conmigo y así como hace Milo, también a alguien mas... -hablo.
-¿Alguien más? -pregunto confuso.
-Mystoria siempre menciono que la vida es hermosa, a pesar de no sentir algo así, siempre dijo que era bello... -hablo.
-¿De que hablas? -pregunto confuso.
-Yo solamente quiero que estés conmigo cuando esto nuevo pase -respondió para verlo.
Degel no entendió mucho simplemente veía al galo, pronto el pelirrojo cambio su vista, mirando hacia un punto fijo.
La voz del francés menor eran algo de confusión y sobre todo preocupado, pero de una manera tan tranquila.
-Hay algo que me esta preocupando Degel... -hablo Camus sin quitar la vista de aquel punto. -¡Milo! -exclamo.
Se puso de pie con rapidez y corrió hacia afuera, le importo poco que su estado era algo inestable quería ver a su amado, cuando abrió la puerta pudo verlo salir, salir volando estrellando lo a uno de aquellos muros, Camus se aproximó a el, miro con preocupación, pidiendo que pudiera decirle quien había sido capaz de herirlo.
Zaphiri se encontró caminando, en sus manos poseía una especie de lanza granadas, aquel enorme artefacto asesino, miro al pelirrojo quien auxiliaba al heleno quien yacía en el suelo, apunto en contra de ambos esta vez le importaba poco aquello de civiles.
Degel noto aquello y rápidamente empujo el arma hacia otro lado, el misil de aquella arma se disparo logrando destruir un muro, Zaphiri miro al doctor.
-¡¿Que demonios le pasa?! -exclamo el doctor. -¡Esta loco! -replico.
-Doctor hagase a un lado, esos dos deben morir -hablo.
-Ni loco, usted y yo habíamos acordado que estarían bien, sin ninguna molestia -hablo.
-Usted... -hablo Milo.
Milo se puso de pie, enfrente de Camus mientras su melena comenzaba a teñirse de rubio, Zaphiri quedo en silencio, no iba a dejarse derrotar de manera tan sencilla, acabaré con aquella error.
Lejos de ahí, Krest veía todo, una sonrisa se mostraba en su rostro, le encantaba ver como su amado haría el trabajo sucio, aquel trabajo que esperó por mucho tiempo, tuvo que mencionar que Milo había sido causante de la muerte de Lugonis para que el moreno perdiera toda gordura.
Odiaba admitir que le gustaba hacer enojar a Zaphiri, solamente esperaría tranquilamente.
Veía como aquel rubio se disponía a hacer un ataque, pero Camus lo detuvo, algo en ese pelirrojo le resultaba familia, aquella manera de hablar, algo le hacia tan familiar, algo que le hacia dudar, recordaba aquel proyecto, pero tenia aquella educación...
-Mystoria... -susurro.
Había recordado a su hijo, su pequeño hijo que hasta la fecha no supo su estado, simplemente la muerte, conocía el proyecto Acuario Beta, mas nunca había conocido esa manera de hablar, hablar con otro proyecto o persona. Zaphiri se detuvo... Silencio un poco pensando en las miles de palabras que Degel le mencionaba.
-Usted mas que nada sabe quien causo todo, pero en vez de matarlo debería encerrarlo -habló Degel.
Zaphiri estaba en silencio, tenia razón, debia dar justicia por su amado, aunque un reclamo en el fondo se hizo notorio.
-¡DEGEL IMBECIL! -grito de manera molesta.
-¿Krest? -pregunto con asombro el peliverde.
-¡Como te atreves a lavarle la cabeza a mi futura pareja! -replico mientras se acercaba.
Cada paso que daba Krest, sus huellas eran cubierta por el frío, la estancia en donde se encontraban comenzó a helarse, podría jugar que el heleno podía estar temblando, Krest se detuvo, sus manos tomaron forma de enormes hielos adheridos a sus brazos, su rostro de molestia, enfado e ira lo había sido notorio.
-Degel, siempre fuiste un dolor de cabeza pero ya quedara eso en el pasado -habló Krest. -Te acabaré contigo como lo hicieron con Kardia -lanzo una especie de ataque.
Había juntado si puño y lanzo hacia enfrente una especie de ventisca fue en dirección hacia Degel, doctor se cubrió pensando recibir aquello pero no fue así, Milo lo había alejado suficiente como para que estuviera a salvo.
-Doctor... -lo miro un poco y giro hacia Krest.
Degel miro a Milo, realmente tenia rasgos de Kardia, simplemente sonrió y se alejo dejando a Milo actuar, Zaphiri se encontraba viendo a su ex pareja quien de un momento a otro cambio la manera de verlo.
Krest por su parte, tenían ambas manos un poco extendidas, cada mano sostenía una especie de esfera cristalina, una sonrisa sádica y unos ojos realmente rojizos, que lo hacían ver sombríos debido a la sombra de su fleco. Zaphiri y Milo estaban confusos, no sabrían como atacaría aquel loco.
* * *
¡Hola!✨
Lamento la demoran pero cuando estoy trabajando de noche mis ideas no crecen y por lo general paso dormida.
En estos momentos estoy en mis 20% de energía debido a la gripe, que tengo dolor de cuerpo, por ahora les dejaré este capitulo, mas adelante subiré más.
Pd: últimos capítulos.
Gracias.✨
Las quero😘💕
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