Degel se encontraba aturdido, ya era tarde y no veía cambio en aquel proyecto, veía que seguía igual, miro la hora dio un suspiro y saco una aguja, era el momento de que aplicarle una inyección al proyecto.

Entro a la habitación. Milo estaba ahí, con su vista baja, escuchaba todo a su alrededor y escuchar la puerta abrir, seguido de los pasos le hizo quedar aun sin movimiento. Esta hincado, sus manos estaban cubierta por una especie de guantes especializados, era de un plástico que era o potente a cualquier cosa; Milo estaba en silencio, cuando sintió la mano de Degel sostener su brazo.

-Milo... Todo estará tranquilo debes entender que esa aura que cargas no te guiara a ningún lado, te mandaran a la guerra, mas allá de estas ciudades, en la nueva Rusia -hablo el peliverde.

Inyecto aquella sustancia, logrando un pequeño estremecimiento en el heleno, aun así no replico.

-Solamente... Quería ser feliz... Solo quería vivir como debe de ser... -hablo de manera tranquila.

-Descuida pronto seras libre... -hablo.

-¡No! ¡NO, NO ES CIERTO! -grito.

Con aquello alzo su vista furiosa, sus ojos brillaban aquellos iris color escarlata seguían en su punto máximo, aunque había algo diferente aquel contorno blanco había cambiado a negro. Su melena seguía igual, se disponía a golpear a Degel quien pronto cayo al suelo, había visto como Milo se había puesto de pie, se iba a lanzar en contra de Degel, pero aquellas cadenas le impidieron llegar hasta él, provocando que cayera al suelo.

-¡AAAH! ¡NO TE VAYAS! ¡QUIERO JUGAR CONTIGO! -gritaba con burla.

Degel veía horrorizado pronto las alarmas se encendieron, la puerta se abrió y en cuestión de segundos un humo somnífero comenzó a expandirse. Degel había sido sacado por Albafica quien al estar afuera quedó en estado pensativo.

-¿Degel que paso? ¿Por que el proyecto esta así? -hablo.

-No, no, no lo se -hablo.

Albafica simplemente miro confuso aquello, se aproximo a la ventana viendo como el proyecto jalaba intentando acercarse al cristal, el humo comenzaba a expandirse mas y el proyecto comenzaba a sentirse débil.

-Tonto el mismo se a herido -hablo Albafica.

-No puedo creerlo, Milo siente aun ese dolor... No puedo creer que su cerebro solamente recuerde eso -hablo Degel.

-¿De que hablas? -pregunto confuso.

-¿A que hora se va el jefe? -preguntó con desespero, mientras sujetaba de la bata del peliceleste.

-¿Eh? Como a las ocho, pero para ¿que quiero que se vaya? -preguntó.

-Utilizare el laboratorio, necesito sacar un resultado a esto -dijo mientras sacaba la muestra.

-... -miro.

Albafica no menciono nada, simplemente miraba como el peliverde dejaba nuevamente aquel tubo de ensayo en una especie de nevera, Degel se acerco al cristal podía notar las heridas del proyecto, sobre todo en los tobillos, aquel proyecto se encontraba dormido.

* * *

Camus se encontraba mareado, el barco se mecía de manera lenta, cosa que le provocaban los mareos. Kanon por su parte miro con cierta burla al peliagua, adoraba sufrir al galo, a pesar de que estuviera preocupado por su amigo.

-¿Cuan-Cuanto falta, Kanon? -preguntó el galo.

-Tranquilo, ya falta poco, por fin conocerás mi casa de pubertad -dijo mientas daba un fuerte golpe en la espalda del galo.

Dos horas mas y por fin tocaron tierra, para Camus había sido tan duró, puesto al pisar tierra cayo, pero fue sostenido por Kanon. El galo seguía aun con sus mareos a pesar de estar en tierra, era confuso pero sobre todo odiaba, ahora, los barcos.

-Bien, ahora ¿donde esta esa casa? -pregunto.

-Corrección, es cabaña, esta algo retirado de aquí -hablo.

-No vayas a salir como en las películas, que esta en la base del volcán -dijo mientras tenia sus brazos cruzados.

-Eh.... -dijo mientras sonreía nerviosamente.

-Eso es ilógico, ¿como puede vivir alguien así? -pregunto.

-Deuteros, pero lo hace por vigilar y estudiar el volcán... -hablo.

-Eso es estúpido, pensé que ese sujeto era científico -hablo.

-De hecho es científico, pero no biológico como Aspros, ese desgraciado -dijo en susurro lo ultimo.

-Eso es tonto, pero llevarme... Quiero saber todo de una buena vez -hablo Camus.

-Esta bien -hablo.

Su camino seria igual de largo, solamente que esta vez seria a pie, para el francés aquel extenso camino era algo "difícil" por el simple hecho de que nunca había podido caminar mas de dos kilómetros, Kanon mencionaba que aquella casa estaba en la base de aquel volcán, y aquel volcán estaba bastante alejado del pueblo.

-¡Debimos a ver tomado un coche! -exclamo Camus con cierta molestia.

-No hay manera de llegar, solamente a pie... -hablo Kanon.

-Estoy cansado... -hablo.

-Pues ni modo, aparte ya casi llegamos debes esperar un poco mas -hablo.

Su camino fue tranquilo, aunque algo lento debido al francés y una vez que llegaron fueron recibidos por el mayor, quedo sorprendido al notar la compañía del gemelo menor, los invitó a pasar y ofreció agua y asiento, Camus hizo esto dejándose caer al sofá y teniendo una vista hacia el techo.

El lugar demostraba una serie de planos y miles de rocas, poseía instrumentos como palas, picos y algunos artefactos que usaba para las expediciones al volcán. El moreno de larga melena azulada, sujetada en una sola cola baja miro con detenimiento al nuevo inquilino. Algo en ese joven le hacia tan familiar.

-Deuteros quise saber si sabes acerca de... -interrumpido.

-¿Sabes como se encuentra Milo? -preguntó interrumpiendo la pregunta del gemelo.

-¿Milo? -preguntó Deuteros sin quitar la vista del menor.

-Disculpa lo, el es Camus, es un amigo que quiere... -silencio.

-¿Camus? ¿En serio? -preguntó mientras se aproximaba al francés. -Es increíble... Gracias a los dioses que sigo con vida para verlo de nuevo -sonrio.

-¿Eh? -Camus reaccionó, Deuteros tomó del mentón alzando la vista del chico viendo aquellos gestos finos. -¡Oiga! ¿Que le pasa? -pregunto confuso.

-Sigues teniendo esos bellos ojos... Me da tristeza que mi Kardia no haya podido verte de nuevo... -hablo para luego soltar su mentón.

-¿Kardia? -preguntó Kanon.

-¿Su Kardia? -pregunto Camus.

-Si, aunque admito que el estuvo enamorado de alguien mas, ese Degel nunca lo apoyo, nunca le demostró nada de lo que él le brindaba -hablo con cierta frialdad.

-Ya tranquilo Deuteros, desgraciadamente Kardia murió, pero necesito saber que harán con el, ¿que harán con el proyecto Antares? -hablo.

-¡Ah! El proyecto... De hecho es el proyecto que le a causado tanta molestia a Degel -sonrió victorioso -he sabido que lo mandaran a la guerra, pero es inestable inclusive si es mandando a la guerra, atacara por igual a todo -hablo.

-¿Inestable? ¿De que habla? -preguntó Camus confuso.

-hmp -sonrió. -Bien, sera raro, pero sera informativo para ti -Dijo mientras se dirigía a su asiento. -El proyecto Antares seria el primer proyecto en sostener un sistema sanguíneo inmune y venenoso, así como el proyecto Piscis, solo que el proyecto Antares sostendría veneno animal y no vegetal, dicen los informes que es mas peligroso, su "doble personalidad" es seña de su cerebro -hablo.

-Eso pose el clon de Kanon -hablo Camus.

-En efecto, Saga esta completo gracias a Kanon, si este perece Saga saldría de control, pero ese es otro tema, los informes de Kardia dicen que ese proyecto por lo general esta en constante actividad, su energía sobre pasa... -mira a Camus -Me refiero que emana cono fuego... Si algo pasa a su alrededor que le afecte en sus sentidos sera realmente dañino... Provocando su cambio de temperamento con la necesidad de matar sin ningún objetivo... -hablo.

-Hay una manera de como calmarlo -hablo Kanon.

-No, he leído reportes de Kardia y no he sabido de alguna manera de detenerlo, aunque pueden usar métodos sencillos -miro a Camus.

-Mmm... -se sonrojo.

-Descuida, debo entender tu miedo, de la misma manera en que te vi por primera vez... -sonrió.

-¿Que? -pregunto mas confuso el peliagua.

-Si, aquella vez que tenia la mitad de tu cabello rojo intenso, seña de que tu ADN modificado cambiaba poco a poco, Kardia no fue estúpido a decir verdad -dijo.

-¿De que rayos habla y como sabe eso? ¡Mis padres dijeron que siempre habría problemas con los estilistas -hablo.

-¡Oh! Ese Mystoria y Ecarlate, realmente te amaban que ocultaron algo así, pero descuida lo primordial es de que seas feliz -sonrió. -Eres muy pequeño para que te hayas enrollado con un proyecto -hablo.

-Soy un adulto y estaré todo lo posible para salvar a Milo -hablo.

-Bien, acomodare las habitaciones -dijo sonriendo para dirigirse hacia dicho lugar.

-¿Siempre es así?  -pregunto Camus mirando a Kanon.

-Es mejor que estar con ese estúpido de Aspros -habló.

Mientras que ellos hablaban en la sala, Deuteros había entrado a la primera habitación. Su mirada triste y los recuerdos se hicieron presentes.

*Inicio de Flash Back*

Deuteros se encontraba en la oficina de Aspros, el segundo sostenía una jeringa con una extraña sustancia quien pronto se le aplico a un bebé, después a otro.

-Aspros, deberías dejar este estúpido proyecto -hablo Deuteros.

-No, es mi deber como científico, dar a conocer nuevas formas de vida -habló.

-Pero ni siquiera sabes el verdadero objetivo, sabes bien que ese viejo Krest es una mentira, solo utilizara a estos pequeños para su bien -hablo.

-¿Quien te dijo eso? -pregunto con burla.

-Hay Aspros, dañarás a bebés por beneficio de un hombre que ha hecho daño, este hombre va a colaborar utilizando a estos niños en la guerra, la nación no quiere guerra y ese hombre mandara a esto... -dijo.

-Dejate de tonterías Deuteros y ayudame -replico.

-... -se acercó y sostuvo a uno de los bebés -Zaphiri tenia razón, Krest esta loco... -susurro.

-No digas tonterías, el nos esta pagando para esto... -dijo mientras sostenía a otro bebé.

-Si... Claro -hablo.

Deuteros había dejado aquella habitación, su camino lo había llevado a detenerse en una de las oficinas y ese era de la pareja de científicos mas jóvenes, el peliverde y aquel peliazul se hayaban conversando, el peliazul se veía animado.

-Kardia, ya callate, tengo todo el día escuchando te -dijo el peliverde con suma irrigación.

-Lo siento Degel, pero me emociona, me emociona participar en esto, aparte porque quiero decirte algo muy importante -hablo.

-Lo siento por ahora debe de tratarse del trabajo -hablo.

Deuteros simplemente quedo sorprendido, tal parecía que aquel joven no veía el enorme afectó que tenia, movió su cabeza en negación y siguió su paso, sabia que ellos dos podría a ver algo de química, aunque seria extraño... ¿O si?

Muchos años mas adelante.

-Ya no puedo Deuteros, el prácticamente me odia, ya no puedo negarme a nada -dijo Kardia sentado en aquel sofá para recargarse en el respaldo.

-Tranquilo, debes entender que es muy difícil... -hablo.

-So, difícil perdió un proyecto, era su vida, me hecha la culpa por no implantarle la dosis correcta... -hablo.

-Tu hiciste lo correcto, ambos sabemos que ahora esta mejor -hablo.

-Si, pero quiero a ese niño también fuera de aquí, pero es muy inestable... Tengo miedo que un día de esto tome algo diferente, no demuestra "poder" o cambio alguno y eso es peligroso -hablo.

-Entiendo pero ya todo saldrá bien, ya que no es necesario que recuerdes lo horrible -se acercó mas.

Deuteros término por estar cada vez mas cerca del menor, al grado de poder sentir su respiración, el menor no hacia nada tal parecía estar acostumbrado a aquello, un beso pequeño hizo que ambos desboradaran aquel amor que se tenían escondidos... Las caricias y todos, cada beso... Todo.

*Fin de Flash Back*

-Señor Deuteros, ¿quiere que le ayude? -pregunto Camus.

-¡Oh! Descuida ya he terminado pero gracias -sonrio. -Prepararé la cena y así puedas contarme un poco de ti -sonrió.

El salio dejando a Camus confuso, algo dentro de su pecho indicaba que no andaba del todo bien el estar ahí.