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Capitulo 15

Krest se encontraba molesto, como había sido capaz de caer tan bajo, Zaphiri había revelado mucho, como odiaba que hiciera eso.

Y finalmente lo vio.

Zaphiri se encontraba enfrente de Krest, detonando una mirada fría en absoluto. Krest hacia lo mismo, no podia creer que el lo traicionara no de esa manera.

-¿A que me has llamado Krest? -pregunto.

-Es raro que no explotes enojado, odias que te llame -dijo de manera tranquilo.

-Me importa poco, tengo cosas que hacer, así que date prisa -dijo.

-Antes no decías eso, antes querías pasar tiempo conmigo, pero desde que te fuiste en esa misión importante te ausentaste aquí... -dijo Krest quien se ponía de pie.

-No me interesa eso, eso quedo atrás, ahora si eso era de lo que querías hablar me iré -dijo.

-¡No espera! Debes de saber que gracias a Kardia, Degel piensa lo contrario -dijo el castaño.

-La guerra no la vamos a ganar entiende, ellos nos superaran por mucho, aunque tengamos a soldados con "poderes" será imposible debes entenderlo -dijo Zaphiri.

-¡Lo dices porque tu maldita perra quedó mal...! ¡Por él me abandonaste! -dijo mientras lanzaba un jarrón del escritorio. -Zaphiri, aun no te perdono... -se calmo -Pero puedes volver a estar conmigo -dijo mientras se aproximo al moreno.

Zaphiri no se movía en absoluto, estaba ahí, sereno, no respondió ante aquellos insultos.

-Krest, siguiras cayendo tan bajo, tu mismo comenzaste todo, jugaste conmigo, Creíste que no sabría de eso, Lugonis fue mejor y seguirá siendo mejor, el demostró ser mejor que tu -dijo.

Zaphiri alejo al castaño, se giro dejándolo solo, Krest quedo ahí, de pie, molesto por aquello lanzo nuevamente otro objeto hacia la pared, mientras la ira aumentaba en excesos.

* * *

Camus veía a Milo quien acomodaba una habitación de manera emocionada, había buscado los utensilios de limpieza para comenzar con la limpieza de aquella habitación, Camus no hacia nada en absoluto, odiaba que el heleno le prestara mas atención a ese sujeto que a el, solamente quedaba esperar, esperar y esperar.

-¡Ya termine! -exclamo Milo.

Aquello despertó a Camus quien había quedado dormido en el sofá de la sala, con el televisor encendido, se había negado en ayudarle puesto la terrible idea de que dormiría con ellos no le agradaba en absoluto.

Bueno, llego ese momento.

La cena había sido sencillo aunque elegante, Camus había comenzado a sacar loa gustos culinarios, a decir verdad Milo adoraba eso de Camus. Inclusive cuando hacia postres de manzanas.

Sencillamente el día había sido tranquilo, sin ninguna interrupción en absoluto, todo relajado.

Ambos cenaban de manera tranquila hasta Milo hablo.

-Camus, encontré una foto en la habitación estaba dentro de una caja con algunos libros -dijo.

-¿Foto? -preguntó curioso.

-Si, vi a Kardia en una de esas fotos, no se porque pero ese niño ¿eras tu? -pregunto.

-¿Kardia? ¿Quien es Kardia? -pregunto.

Milo quedó confuso ante aquello, era extraño, simplemente se puso de pie tomo la mano del galo y lo dirigió hacia la habitación, había dejado las cajas en la habitación de alado, en donde sacó una, abrió y le dio una foro, estaba aquel pequeño niño y ese hombre.

-El es Kardia, parece que el es un familiar tuyo -dijo mientras le daba la foto.

-Nunca lo había visto antes Milo, ¿estas seguro que no son tuyas? -preguntó.

-No, yo ni traía nada de los laboratorios, aunque dime algo Camus, recuerdas como eras cuando estabas mas pequeño -dijo.

-No, mis padres comentaron que estuve en coma por mucho tiempo, que finalmente desperté, aunque recuerdo a ver despertado aquí en casa -hablo.

-Entiendo, pero ¿porque esta el aquí? -preguntó.

-No lo se, simplemente no se quien es -dijo.

Siguió buscando entre las pertenencia encontró una foto de sus padres aquella en donde se veía sonriendo junto con ambos, Ecarlate y Mystoria.

-Mira ellos son mis papas, el es Ecarlate y el Mystoria -dijo sonriendo. -Los ame tanto aunque me sigue doliendo su perdida en absoluto -dijo.

-Vaya tu si tuviste familia, yo nunca pude conocer a mi padre, Kardia fue para mi mi padre en absoluto, aunque no cabe la duda que hizo todo lo posible por mi -dijo.

-¿A que te refieres? -pregunto.

-Mira cuando eran pequeño, conocí a otro proyectos, a Saga lo recuerdo vagamente... Recuerdo que hubo un niño que fue amable conmigo desde el primer momento -dijo. -El día que murió me dolió mucho no a verlo ayudado, pero ese hombre que estuvo ahí lo lastimo, le inyecto algo, el simplemente cayo al suelo retorciéndose y yo... No hice nada -dijo.

Aquello comenzaba alterar a Milo, su cabello se torno rubio enormemente, sus ojos derramaban lágrimas y sus zafiros se cambiaban.

-Nunca pude ayudarlo, no tenia poder suficiente, el era mi amigo, era una persona quien amaba... Era alguien importante para mi... -las lágrimas no se hicieron de esperar. -Camus no quiero que ti también te mueras, todo aquello que yo toco se muere y no quiero que tu te mueras -dijo entre llanto.

Milo lo abrazo fuertemente, realmente eso había sido doloroso, Camus sintió una enorme punzada en su pecho, simplemente cayo, los abrazo y acaricio su rubio cabello.

-Camus morir por ti, moriría para que tu estés bien -dijo entre sollozos.

-Calma Milo, orita no es momento para el llanto, estamos juntos y siempre lo estaremos, no me alejaré de ti, porque también voy a pelear -dijo.

Aquello parecía calmar al heleno, las caricias gentiles del galo eran reconfortantes para él, cosa que siguieron así por un corto tiempo mas.

* * *

En camión.

Kanon veía por la ventana, era tranquilo, debía de admitir, aunque sentía la necesidad de estar ahí, como si algo lo llamara, miro su palma de su mano, pudiendo recordar aquella época en donde vivía junto con su "hermano" ese día en que su hermano quiso matarlo, ese día en que Deuteros decidió dejar aquel mundo y vivir tranquilo, desde ese momento, Kanon fue feliz hasta que hubo una serie de pesadillas en donde el "hermano" pedía a gritos ser liberado, pedía a gritos destruir aquel mundo e irse, hablar con su amado hermano. Porque realmente no eran la misma persona.

-Saga si llegó a verte nuevamente te prometo que haré todo lo posible para que creas en mi, creas que soy tu hermano y no un clon como Aspros te dijo -pensó con seriedad.

La situación ya seria mas diferente, era cierto, Kanon no poseía poder alguno, pero tenia aquella especie de presentimiento de gemelos, sabia que su hermano estaba realmente confundido, que necesitaba tener todo su cabeza aclarada.

En cuestión de horas llegaría y con ello una sonrisa se plasmo en su rostro. Sabia que Milo lo recogería en la estación, sabia que estaría Camus con él, a decir verdad adoraba ver celoso al galo, no entendía el motivo pero eso le provocaba gracia.

~ ~ ~

Cuando llegó pudo verlos, ambos estaban juntos, Milo sonriendo y Camus con un rostro serio un típico de el, exclamo sonriente y saludo a Milo, pronto paso con Camus quien extendió su mano, Camus la tomó con cierto toque de confusión y al momento de apretarla fue jalado hacia Kanon para recibir un abrazo.

-Me da gusto verlo a ambos, por cierto se ven diferente... -dijo mirando a ambos. -Mmm... ¡Oh! ¡Ya se que es! Camus te ves gordo -río y siguió su camino junto con Milo.

Aquello había dejado en shock al galo, ¿en serio? ¿Gordo? No, ¿o si? No debía admitir había subido unos cuantos kilos, mas no estaba gordo. Odiaba que Kanon se burlara ¿desde cuando acá el geminiano hacia eso?

Los siguió con un deje de molestia podía notar como Milo sonreía mientras Kanon le contaba anécdota relacionado a la situación penosa que vivía Surt, en esas ultimas semanas el gemelo había provocado de todo en aquel pelirrojo. Todo haciéndolo con discreción, no quería levantar sospechas, pero sabía que Surt pronto tiraría la toalla y regresaría a su país de origen.

-Entonces se ira -dijo Milo.

-Según dice él, aunque lo dudo -hablo Kanon.

-¿Quien se ira? -preguntó.

-Descuida un viejo amigo mio, que Milo conoce -respondió Kanon.

Camus comenzaba a molestarse aun mas odiaba que lo dejaran a un lado en esas conversaciones, quería sabes mas, quería tener atención. Quería que Milo lo mimara como todos los días, sin contar aquellas noches en donde se entregaban, aunque eso ya no seria y todo gracias a la visita de ese gemelo.

* * *

Degel estaba en su oficina guardaba los archivos, para pronto escuchar la puerta abrirse, Albafica miro al peliverde.

-Entonces es cierto -hablo triste.

-Sabes que no miento, te lo dije, iré a buscar yo mismo al proyecto y daré fin a esto -dijo mientras tomaba una especie de cubo metálico.

-Degel debes saber que cuando va un científico la cosa ya es seria, los científicos para el país son algo de importancia, nosotros podemos dar la cura o brindar un resultados -dijo Albafica.

-Lo se, pero este proyecto se salio de control por mi culpa, yo debo estabilizarlo, hacer que regrese aquí, aparte buscaré información de lo que mencionó Saga... Y Kardia -susurro lo último.

Albafica miro al peliverde irse. Simplemente bajo su vista, no podía hacer nada, era su compañero de trabajo, se dirigió hacia una sala en donde miro a su proyecto aquel joven quien estaba sentado, el peliceleste que estaba dentro de aquella blanca habitación estaba pálido, sus ojos celestes no daban brillo en absoluto.

Aquella bella flor que aquel joven daba se veía algo pequeña no era como antes, Albafica había notado aquello, simplemente se dedicó a estudiarlo pero no era nada de salud. Algo mas había sucedido. Se a dentro pensando que seria la mejor opción y una vez enfrente hablo con dulzura.

-Afrodita, hijo, ¿que pasa? -preguntó de manera tranquila.

-Estoy triste, ese sujeto tiene a alguien que lo ama y yo... Yo no tengo nada, no me basta ser hermoso si no tengo a alguien que me alabe papá, quiero alguien para mi, alguien que me quiera, me comienzo a sentir solo, quien tener una familiar, dar... Vida como lo hago con mis bellas flores -dijo triste.

Albafica quedo sorprendido, aunque no podía darle todo lo que pedía, buscaría una manera de hacerlo feliz, le gustaba verlo que sonriera, aunque sea para burlarse de otros, desde que salio de aquella intoxicación del veneno del proyecto Antares había cambiado mucho, sin contar que lo mismo habían pasado con aquellos que se habían enfrentado a Milo, Saga había resistido pero en pocas palabra no mucho, puesto habían llamado indiscretamente a Kanon, aunque el no supiera.

Aquello que Milo poseía era diferente, muy diferente, hacia aquel que recibiera su ataque viera la realidad, que viera un mundo, que se sintiera feliz con aquella persona o simplemente los hacia delirar que no sufrieran su muerte.

* * *

~Hola.

Traigo nuevo capítulo disfruten lo.

Esperen mas detalle en los nuevos capítulos.
Si tienen dudas pongalas y se las voy a responder eso si ser verdad.

Así que gracias.
Los esperó para la próxima.

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