Una enorme habitación blanca, el lugar estaba vacío, solamente habia dos cosas...

Una cama...

Y una silla....

Ahí estaba un niño de 5 años, en sus manos cargaba unas figuras de acción, jugaba con una enorme sonrisa, usaba una baga color blanca. Su corta melena morada caía sobre sus hombros, sus ojos zafiro brillaban.

Ahí estaba aquel pequeño niño...

Detrás de un enorme cristal se encontraba dos hombres, uno de larga melena verdosa y piel blanquecina, sus ojos amatistas, usaba una bata blanca, el segundo era un hombre de cabellera azulina, ojos zafiro y piel bronceada, sostenía una sonrisa mientras veía por medio del cristal.

-Toma dato... -dijo el primer hombre.

-A la orden mi capitán -afirmo.

-Bueno, Proyecto A, la única persona capaz de resistir las primeras dos dosis a sido estable, no ha habido cambios de humor en absoluto... -miraba por el cristal -No ha tenido efectos secundarios -se gira hacia el segundo hombre. -¿Anotaste? -preguntó.

-Anotado mi capi... -dijo demostrando una sonrisa.

-Bien, sera mejor comenzar a implementar otra dosis antes de irnos -dijo.

-Bueno seria la tercera dosis -tecleo en una computadora.

-Si, pero necesitamos tener resultados, es la única manera, recuerda que el gobierno nos esta pagando esto, necesitamos hacer que ese niño obtenga... No se, un poder, fuerza o lo que sea... -dijo.

-Entiendo... No te alteres, iré por la dosis... -dijo.

Se habia puesto de pie y se dirigió hacia otra habitación. El primero miro por el cristal al pequeño quien seguía aun jugando, se veía tan tranquilo, jugando con aquellas figura.

Ambos entraron...

El niño al mirarlo temió.

-No me va a dolor ¿verdad? -pregunto.

-No ya que vas a recibir una paleta -dijo el peliazul demostrando aquella paleta.

-¡Yo quiero paleta! -exclamo sonriendo.

Hombre tomo la inyección, colocó aquella sustancia color rojizas, el pequeño fue sentado en la cama, extendió su brazo y fue implemente dado, aquella dosis.

Cuando término aquello simplemente recibió la paleta y comenzó a saborearla, el peliverde comenzó a tomar algunas notas mientras veía al niño, mientras que el peliazul veía con atención al pequeño.

-¿Ocupas algo mas? -pregunto.

-¿Algo mas? -pregunto confuso.

-Kardia... Vámonos -dijo frío mientras llevaba el maletín con la dosis.

-Te mandare mas juguetes -sonrió.

El pequeño sonrió para pronto retomar sus acciones con la paleta.

*   *    *

Quince años después...

Aquel niño habia crecido, con ello habia una serie de molestia podía entender todo los sucesos... Ahora quería algo más.

-Por favor dejenme salir, estoy cansado de esto -pidió.

-Lo siento, pero no, aun no tenemos nada... -dijo el peliazul.

-Kardia... Sabes bien que... Para mu has sido como mi papá, por favor sacame de aquí, quiero conocer cosas... Quiero... Saber... -dijo.

-No puedo Milo, a menos que se haya terminado y no hemos vistos cambios dastricos... Degel podría pensar que todo esto fue en vano -dijo.

Milo miro molesto... La ora lo comenzaba a consumir...

-¡Quiero salir! ¡No soy el único aquí! -dijo molesto.

-¿De que hablas? -pregunto.

-¡Saldre por mi cuenta! -dijo.

Milo giro su vista pudiendo ver a Kardia, sus ojos eran rojizo, Kardia sentía una enorme parálisis en su cuerpo, se sentía intimidado.

-Por... Favor... Milo.... -suplicaba.

-¡No! ¡Estoy molesto! -dijo.

Milo le dio la espalda podía notar la puerta, giro hacia Kardia y para pronto escuchó.

-Si te vas pondrás en peligro a todo lo que te rodean -dijo.

-¡Callate! -dijo.

Con aquello provoco una especie de ataque habia golpeado a Kardia como si fueran rayos pequeños.

Kardia cayo adolorido, miro de reojo a Milo, pudo notar las puntas de la cabellera del heleno cambiar.

-Milo....-susurro. -No estas... Bien... -quejo.

Milo no dijo nada y se dispuso a salir, las alarmas comenzaron a sonar por toda el área.

*  *  *

Degel caminaba veía con detenimiento cada informe hecho a través de los meses, seguía sin entender el enorme motivo por la cual el proyecto no tenia un resultado positivo.

Hasta que sonaron las alarmas...

Miro a unos soldados correr hacia un punto, retomo conciencia y de la misma manera se adentro pudiendo notar la situación.

El proyecto habia escapado, sin contar que su compañero estaba tendido en un charco de sangre.

-Demonios... -susurro aterrado.

*  *  *

Milo corría a unos cuantos pisos estaba la salida, estaba la entrada a una nueva vida, lo que tanto habia pedido...

Hasta que pudo mirar a soldados en la entrada, habían disparado aquella arma eléctrica que utilizaban sobre él cuando se comportaba de una manera brusca, pero en esos momentos no sentía ningún dolor en especifico, podía entender ciertos motivos hasta que sintió el enorme dolor de algunos golpes...

Rasguños...

-Debo salir... -pensó el heleno. -Quiero irme... -continuo.

Nuevamente aquellos doloroso golpes y electrocutadas, habia caído arrodillado, no podía creer tan cerca y a la vez tan lejos.

-No podrás salir de aquí experimento -se burlo el soldado.

-Eres patético... -dijo otro.

Milo tenia su vista baja, arrodillado, pudo detectar como aproximaban sus manos a su hombro, cosa que tomo como algo de beneficio, puesto habia comenzado a atacar por medio de golpes, logrando deshacerse de todos aquellos.

Rápidamente habia respirado aires... Aire fresco, por primera vez veía la luz natural.

No se detuvo y siguió corriendo, sabia que las heridas que portaba no Sanarían con facilidad.

Corrió sin detenerse sus piernas le dolían sabia que lo buscarían.

Se oculto entre la ciudad en los callejones se recargo en la pared y dando suspiros recobrando su respiracion quedó ahí.

*  *  *

-¡Deben buscarlo! ¡Es algo muy importante! -exclamo Degel mientras daba orden.

-Si señor -afirmaron.

Los grupos de elite se movilizaron por la ciudad, tenían que ser cuidadoso en no alborotar a la gente, aquella gente vivía en armonía, sabia que el gobierno buscaba nuevos beneficios.

Los elites se alejaron, Degel quedó en silencio, golpeo el escritorio, simplemente no era posible, miro el retrato que estaba ahí, ahí estaba Kardia y el, ambos eran una pareja perfecta en cosas de experimentó habían unido sus habilidades para iniciar ese nuevo proyecto.

-¡Demonios! -tomo asiento mientras colocaba su codo en el escritorio.

Lágrimas gruesas cayeron... Odiaba tanto lo sucesos.

-Mi amado... Kardia.... Perdoname... -se culpaba. -Te prometo que traeré de vuelta a ese proyecto... Y tu estarás mas que tranquilo -dijo mientras miraba el cuadro.

Simplemente siguió ahí, lamentándose de los sucedido... Odiaba saber el estado que se encontraba... El estado en donde nunca despertaría.

*  *  *

El atardecer estaba terminando y daba inicio a la noche...

Milo seguía ahí sentado en aquel callejón, miraba el cielo... Sorprendido por aquello, sus heridas aun no sanaban su ropa blanca estaba manchada por sangre y tierra, simplemente seguía ahí, sonriendo, su dolor era poco comparado a la belleza de la noche, mas allá estaba la banqueta en donde veía de reojo a la gente pasar, era muy extraño que no notaran su presencia pero estaba seguro así, que nadie supiera de él.

-Esto es el mundo....-susurro.

Siguió contemplado viendo las primeras estrellas, una emoción surco su rostro mirando la primera... Era realmente hermoso, poco a poco mas y mas estrellas siguieron apareciendo.

Un estruendo lo saco de su ensoñación, miro hacia el causante de aquello, pudo notar a un joven quien habia sido empujado, cayo al suelo su rostro detonaba dolor, de pie se encontraba un hombre de compestura robusta y de un gesto muy diferente.

-Eres igual de perra... Me saboreare todo tu ser... -dijo mientras se colocaban sobre él.

-¡No! Por favor... -rogaba.

-Callate....haces que me siga excitando... -dijo para pronto sostener ambas manos.

Colocó las manos del joven sobre la cabeza impidiendo que hiciera algo, beso el cuello mientras escuchaba en suplicaba que lo soltará.

Milo veia... Sentía que no debía meterse en aquello pero una sensación lo hizo que si.... Rápidamente sus ojos cambiaron se puso de pie y se aproximo, no sin antes hacer ruido... El hombre alzo la vista pudiendo notar al sujeto.

-¡Largo! ¿estoy ocupado que no vez? -replico.

-Dejalo... Lo estas lastimando -hablo tranquilo.

-Ja... Eso es lo sabroso... -dijo sonriendo.

Milo se aproximo, el hombre sintió un extraño miedo, y sacando su arma disparo, dando en el blanco tres disparos y aun así el heleno no cayó.

-¿Que demonios eres? -preguntó sorprendido.

-Deja de molestarlo... -dijo.

Habia acercado lo suficiente pudo lastimarlo, aunque por medio de un simple toque cayo...

-Ya no harás mas daño -dijo.

El joven miro con miedo al hombre, retrocedió hasta tocar la pared, Milo giro su vista hacia el y de aproximo a el. Estaba muy cerca de aquel joven, aquella melena aguamarina lacia...

-¿Estas bien? -pregunto.

Se acerco a su pecho sintiendo los latidos del joven.

-Sigues con vida... Estas alterado... -se alejo un poco. -¿Estas enfermo? -preguntó.

Miro el rostro sonrojado del peliagua. Este negó ante la pregunta.

-Bueno... -Se alejo.

Se puso de pie, miro hacia otros lados, se disponía a regresar a su escondite, pero sentía algo muy diferente un mareo... Una extraña sensación de debilidad. Cayo arrodillado sintiendo miles de nauseas.

-¡Oyes! -exclamo asustado el joven quien toco en su ayuda. -No estas Bien, vamos al hospital -pidió.

-¡No! -miro. -Ellos me esperan ahí... -dijo.

El joven miro confuso, aunque  pronto una idea loca surco su mente, lo llevaría a su casa, cueste lo que cueste.

*  *  *

Hola nuevo capítulo.

Espero sea de su agrado.

Chic@s ya tengo Amino, para que me sigan contenido sera lo mismo que tengo aquí y en Tumblr. Para que se unan y tengamos una plática juntos en vivo xD

Claro si ustedes pueden. El link esta en mi perfil de Wattpad. Para que vayan y se unan. Gracias.

Gracias nuevo capitulo

Atte:
Lakssy-Chan⭐