Capitulo VII
Este capitulo contiene escenas algo PICANTES. En caso de que te incomode recomiendo ignorar aquella escena y recurrir a la parte marcada "ATP" Apto para Todo Público. Disfruten la lectura.
+18(?)
En cuanto la joven volteó para entrar escucho un golpe seco, apenas llego a dar media vuelta cuando unas enormes manos peludas la empujaron hacia dentro del departamento, acorralandola contra el primer muro que se interpuso. Levanto la mirada, sintiendo la respiración pesada de aquel mutante chocar contra su rostro.
—Solo será esta noche.— Susurró con su voz ronca inclinándose hacia ella, apoyando su hocico en sus labios, permitiendole escuchar sus ronroneos bajos.
Sus diminutas manos se apoyaron en el pelaje suave de su cuello y se deslizaron suavemente hacia sus mejillas para despues separarle con delicadeza. —Tus bigotes me pinchan un poco.— Susurró con una leve risa, escuchando como el mayor reía de igual forma, aunque algo apenado al respecto. —Vamos a un lugar mas cómodo..— Murmuró sonriendole. El félido asintio y se dejo guiar por la humana hasta una habitación oscura, la luz aún no había regresado por lo que lo guió a ciegas hasta aquella cama, la cual solo tenía un colchón nuevo aún con aquella bolsa.
______ se sento sobre aquella cama viendo apenas la figura de Takeshi aproximarse entre la oscuridad, sintiendo su mirada en ella, como un verdadero tigre en busca de su debil y sumisa presa. Pronto sintio su respiracion en su cuello, lo cual provoco que su cuerpo temblara un poco, especialmente cuando su lengua aspera se deslizo por su piel tan sensible, provocando un leve quejido. Las manos del mayor le hicieron recostarse suavemente mientras que aquellas lamidas lentas continuaban, pudo sentir un mayor peso a un lado de sus piernas, la cuales se separaron con ayuda de la mano derecha del felino.
—Ten cuidado.. Puedo.. Puedo sentir tus garras.— Murmuró cuando Tiger Claw comenzo a desvestirla.
—Oh.. Lo siento. ¿Puedes hacerlo tu? No quiero herirte, cachorra.— Murmuro apartando sus manos suavemente, escuchando una suave risa a la vez que ella susurraba "Esta bien". Gracias a su vision felina podia verla desvestirse frente a el, y estaba seguro de que ella no sabía o al menos no se daba cuenta de que es podia verle con claridad cuando ella no podia divisarlo bien.
Sus labios se unieron una vez mas pero ahora con mas fogosidad y deseo. Con la primer embestida sintio las zarpas del felino clavarse en sus muslos, deslizandose lenta y dolorosamente por sus piernas. Aquellas garras hechas para destripar se sentían extrañamente bien especialmente con aquellas almohadillas tan suaves, de igual manera que sus dientes clavados en su cuello, como metodo tradicional de un felino para que su "pareja" no se mueva durante el coito. Una sensación agridulce en todo su cuerpo, dolor y placer, rudeza y cariño en su maximo esplendor.
ATP
Aquella caliente y humeda noche acabo despues de varios gruñidos, jadeos y gritos. Con el felino recostado y la joven sobre su cuerpo, desnuda, deleitandose con al tranquilidad que sus ronroneos le brindaban. Podia oir apenas la lluvia que quien sabe hace cuanto habia comenzado. Habia perdido la noción del tiempo apenas se sento en aquella cama.
Sus parpados pesados eran simbolo de que pronto se rendiria ante morfeo. —Gatito..— Susurró esperando una respuesta por parte del mayor. —Deberiamos de hacer esto mas seguido.. Cuando cualquiera de los dos necesite un consuelo. Quizas un roce, lo que sea, cuando y donde sea..— Dijo en un murmullo mientras se acurrucaba en su pecho, sintiendo el pelaje un poco humedo por el sudor.
—Me parece una buena idea.. Ahora descansa. Mañana sera un largo dia.— Murmuro colocando ambas manos encima de la espalda de la femina, cubiendo toda su espalda y protegiéndola del frío.
La noche termino sorpresivamente rapida para aquel par de amantes. Cerca de las cinco el mutante se levanto y cubrio con algo a _____ para después irse de alli hacia la cede del pie. Varias horas después la joven despertó, quedandose en silencio observando su guardarropa aun recostada. Poco despues se sento y sintiendo una tela deslizarse limpiamente por su espalda, notando que se trataba de una prenda de Takeshi, su chaleco cafe. Inconscientemente esbozo una sonrisa y se levanto con cuidado, notando que en la bolsa que cubria aquel colchon aun habian restos de sus fluidos al igual que bastante sangre, probablemente de las heridas que el le habia hecho.
—Ah..— Suspira. —Le sacare esa bolsa y pondre sabanas limpias... Pero primero ire a bañarme.— Murmuro para ella misma antes de ir a meter aquel chaleco al lavarropas. Tomo algunas prendas propias y fue a darse una ducha. Al salir limpio sus heridas y las cubrio con un vendaje limpio para despues vestirse.
Fue a su habitacion, corto y tiro aquella bolsa del colchón y le puso sabanas limpias, almohadas nuevas y echó un poco de perfume de ambiente ya que habia bastante olor a sudor y 'otros fluidos'.
Se hizo el desayuno y paso el resto de la mañana jugando en sus consolas. Llegada la hora del almuerzo pidio unas pizzas gyozas y las devoró tan pronto llegaron.
La tarde paso con rapidez, y tan pronto se alzo la luna fue a trabajar. Reuniendose a robar con los Dragones Púrpura. Aquello le parecia aburrido. Preferia algo como la noche anterior, probablemente acabaria aceptando trabajar directamente para Shredder, ya que le resultaba mucho mas entretenido ir tras unos mutantes que por simples humanos que se aterrorizan y se rinden apenas les muestras un arma.
Esta vez Hun acompañaria al grupo a un banco que estaba por cerrar, pues habian acordado que el robo al museo sería en unos dias. Seria un robo grande por lo que nadie dudaba de la posibilidad de que aquellas tortugas aparezcan, razon por la que les pidieron que prestaran atencion y se apegaran al plan inicial. Al llegar esperaron al momento justo para sacar las armas, tanto blancas como de fuego para despues exigir el dinero, no lastimarian a nadie, pero podrian hacerlo si alguien intentaba algo.
Una vez les dieron el dinero salieron corriendo, la policia siquiera habia llegado ni se oian las patrullas por lo que estaban fuera de peligro, o eso suponian cuándo una ligera explosión causo mucho humo entre ellos. Fue entonces cuando, casi a ciegas, los Dragones comenzaron a pelear contra las tortugas. Una vez qur el humo de disperso, se pudo ver que la única persona de pie era _____, quien ya habia hecho evidente que tenia mejor tecnica de combate que todos los miembros de los Dragones Púrpura.
—Vaya.. El número me resulta injusto, cuatro contra uno.— Murmuro sin bajar la guardia, sus heridas dolian, especualmente las de sus muslos. No tardaron mucho en abalanzarse a atacarla. La femina lograba esquivar sus golpes y contraatacar, hasta que el de cinta morada golpeo con su Bo la parte trasera de sus piernas, haciendole bajar sus defensas debido al dolor de la carne rajada. Rapidamente, el de cinta roja, Raphael la tumbo en el frio concreto. —Oye, oye. No te aproveches de un enemigo que ya estaba herido. Eso es jugar sucio, ¿sabes?— Se quejo sin poner resistencia, observandolo de reojo, aunque pudo ver una enorme sombra en los techos, al distinguir aquella figura, sonrió.
—¿Hm? ¿Porque estas herida si eres mejor luchando que cualquiera de los Dragones?— Pregunto curioso el mutante de los nunchakos, inclinandose, notando y señalando el vendaje manchado de su cuello. —Vaaya, es como si un vampiro te hubiera mordido.
Algo harto de aquello, el lider hablo. —¿Quien te podria haber hecho eso? No eres del tipo que se deja herir... No asi.
—Hmm.. Tengo mas si quieres ver pero tendria que quitarme el pantalón..— Sonrió. — Ademas.. No deberia importarte quien lo hizo sino quien podria hacerte lo mismo... Aunque son la misma persona.— Confundido, Leonardo volteo a ver a sus hermanos.
Rapidamente aquella figura cayo sobre Donatello, haciéndole soltar un grito cuando sus piernas fueron aplastadas, por aquel mutante.
—Meterse con una mujer en la oscuridad de un callejon.. Eso no es lo que un hombre noble hace.— Gruño Takeshi tronando sus dedos antes de sujetar a Donatello de su caparazón y lanzarlo hacia Michelangelo. —Y mucho menos si esa mujer me pertenece.— Enseño sus colmillos antes de sacar su machete y dirigirse hacia Raphael, quien rapidamente se separo de la humana para bloquear su ataque.
—Gracias Tora~.. Aunque aquello de que te pertenezco es algo exagerado.— Agradecio con una risa antes de atacar a Leonardo. —Muy bien, ahora que eliminamos dudas, es hora de eliminar la plaga~...— Dijo antes de tomar su navaja y darle un corte en la mejilla, el cual habria sido severo de no ser porque el mutante se apartó.
—¡V-Ven con nosotros! Dejame demostrarte que el Clan del Pie es el verdadero enemigo.
—No me interesa nada de eso, Ninja de pacotilla.. Es ganar mi dinero lo que me importa, hago esto por trabajo no para comenzar a juzgar a las personas que me rodean. Si eres mi competencia entonces abstente a las consecuencias.— Respondio frunciendo el ceño iba a dar otro corte pero el mutante interceptó su mano y la tumbo rápidamente contra el suelo, inmovilizandola bajo su cuerpo.
—¿Acaso te pusieron ese gusano en tu cabeza? ¡Si hay alguien con quien no te conviene trabajar es con Shredder!
Al ver la situación de la fémina, Tiger Claw le dio una patada en el estomago a la tortuga de rojo y corrio a ayudarla, pero Michelangelo y Donatello se pusieron en su camino. —¡Fuera de mi camino, alimañas!— Gruño enfadado antes de atacarlos.
—No me interesa lo que debas decirme.— Murmuro desinteresada, sin poner resistencia. —Asi que puedes tragarte tus palabras.— Añadio antes de darle un rodillazo en la entrepierna, el mutante la solto rápidamente. —Ugh.. eso dolio un poco.— Masculló sobando su rodilla. —Katze, es hora de irnos.— Dijo antes de atacar a la tortuga de naranja, apartandola para poder acercarse al mutante. —Tenemos cosas mas importantes que hacer.— Murmuró con una leve sonrisa. Se inclinó y tomo una tapa de un bote de basura para bloquear el ataque de Raphael, que se había acercado por detrás.
—De acuerdo..— Ronroneo hacia ella antes de voltar a ver a los mutantes, activando su jet pack para despues cargar a la femina. —La proxima vez no les sera tan facil ponerse de pie, sucias lagartijas.— Gruño antes de alejarse.
El mutante de rojo los siguió con la vista, observandolos asqueado. —Maldición, ella se coje a ese gato...
—Si solo supieras la anatomía de un felino sabrías que es peor de lo que parece.— Murmuro Donatello aparentando su entrecejo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro