Capitulo 9 Enfrentamiento
Capitulo 9
A la mañana siguiente, cuando Malfoy se dirigía a la habitación Granger, se percató que tenía visitas: Harry y Ron.
Al entrar, los tres se quedaron viendo. Ron le miraba con recelo y Harry se mantenía inexpresivo.
Después de su apático saludo, Malfoy les pidió, o más bien les ordenó que salieran de la habitación para poder revisar a su paciente.
—Draco—regañó Hermione por lo bajo.
—¿Podrían salir un momento, por favor?— preguntó Malfoy, con el mayor de sus esfuerzos en ser amable.
Hermione sonrió, complacida, y miro a sus amigos salir por la puerta.
—¿Qué le pasa?—preguntó confundido el pelirrojo, ya que estaban afuera.
—Ahora te explico—respondió su amigo de lentes.
Estando nuevamente solos, Hermione le veía tomar apuntes. Le parecía adorable la forma en que su ceño se fruncía al escribir de manera concentrada.
Draco le sorprendió mirándole y, confundido, preguntó:—¿Pasa algo?
Ella negó con la cabeza, sonriendo—Me sorprende lo mucho que has cambiado.
—Espero que en el buen sentido—bromeó el rubio.
—Por supuesto
Ambos se quedaron viendo por varios instantes, hasta que él rompió el silencio —Me gusta eso—le señaló
—¿Qué? - Hermione ladeó la cabeza
—Verte sonreír—respondió él, acercándose y acomodando un rebelde mechón de cabello detrás de la oreja de la joven.
Ella se sonrojó ante su tacto y sentía su corazón acelerarse al verle aproximarse cada vez más, percatándose por primera vez de la hipnotizante mirada grisácea del joven.
Draco se detuvo a escasos centímetros de Hermione , mirando sus labios y luego a ella, como una forma de pedir permiso para continuar. Al no ver resistencia o repulsión en su mirada, siguió hasta posar sus labios sobre los suyos .
La joven en un principio no podía creer lo que estaba pasando, sin embargo, tímidamente le correspondió ,en un dulce y tierno beso.
Al separar sus labios, Draco sonrió como no lo hacía hace mucho tiempo y pegó su frente contra la suya para luego darle un beso en la frente.
Hermione, aún con el corazón latiendo fuertemente contra su pecho, finalmente habló—Creo que eso no es parte del tratamiento médico —dijo bromeando
Draco se encogió de hombros—Lo es para mí .
Ella rió—Eso es abuso de poder ,señor.
—No cuando soy tu medimago —respondió divertido.
En ese momento, entro una enfermera para informarle que su amigo Blaise lo esperaba en su consultorio.
Zabbini se encontraba sentado en el escritorio de Malfoy, muy ocupado husmeando sus documentos, cuando el medimago abrió la puerta y le miró en su asiento.
—¿Qué crees que haces, Blaise?
—Te tardabas en llegar y estaba aburrido—respondió Blaise con simpleza
El rubio rodó los ojos —Largo de mi silla, idiota.
El moreno se levantó de mala gana y se sentó en el asiento frente al escritorio, al tiempo que Malfoy se acomodaba en su silla .
—¿Y que tal todo?- Preguntó Blaise
—¿A qué te refieres?—preguntó Draco de forma distraída mientras acomodaba el desastre de papeles que le había dejado
—A tu conquista con Granger—respondió el moreno, como si fuera obvio.
—¿Me vas a decir que solo viniste hasta aquí para saber de mi relación con Granger?—preguntó el rubio, levantando una ceja
Blaise sabía que su amigo no era tonto, así que trató de sonar lo más convincente posible —No veo que hay de malo en querer ayudar a mi amigo—dijo bajo la mirada incrédula del rubio—Vamos, dime, ¿ya lograste algo con ella?
Inconscientemente el medimago dejo escapar un suspiro y Blaise tuvo su respuesta.
Zabinni se acomodó en su silla —¿No me digas que...?—Blaise dejó la frase sin acabar de forma sugerente y levantó una ceja
A lo que el rubio rodó los ojos —¡Siempre tienes que pensar en sexo!
—¿Acaso hay algo más?—ambos rieron —¿Y que tal ,ya te la tiraste? ¿Cómo lo hace?—preguntó Blaise y Draco borró la sonrisa de su rostro, para luego violentamente tomar al moreno de las solapas
—¡No vuelvas a hablar sobre ella de ese modo!—le advirtió y el moreno levantó las manos de modo conciliatorio.
—¡Cálmate, amigo!—dijo y el rubio soltó su agarre—Yo solo tenía curiosidad ,pero si no quieres contarme como es en la cama …..
Harto de escucharlo, Draco gritó: —¡Lárgate de aquí , Zabinni!
—Esta bien ,está bien. ¡Que carácter! —contestó, arreglando las arrugas de su saco—Se nota que no te las has tirado —dicho esto salió del consultorio, dejando a un cabreado Malfoy.
Tras varios días de recuperación, y pese a las insistencias de Malfoy y sus amigos , Hermione decidió volver a casa. Su madre la recibió con una sonrisa, su hermano a su manera le demostró su cariño: mostrándole uno de sus dibujos. Y su padre, con el semblante molesto, se limitó a mirar con mala cara a Malfoy, quien le había acompañado.
Hermione, al darse cuenta de ello, intentó presentarlos. Pero su padre la calló en seco y se acercó al rubio —¿Quién es usted y porque se llevó a mi hija sin mi consentimiento?
El joven dio un paso hacia adelante sin amedrentarse—¿Acaso su hija necesita permiso para enfermarse o acudir al hospital si se siente mal?
El señor Granger sentía la ira emanando de su ser al escucharlo—Vive en mi casa bajo mis reglas. ¡Aquí se hace lo que yo diga y se acabó!
Malfoy no daba crédito a sus palabras —Ya veo. Usted hubiera preferido verla morir de neumonía en plena calle a que yo la atendiera, ¿cierto? ¡Pero qué clase de padre es usted!
—¡Quién te crees que eres para levantarme la voz! Además, ella no estaba enferma. Todo está en su mente. ¡Es algo psicológico! ¡Por el amor de Dios!
Las mujeres, al ver el intercambio de palabras, intentaban apaciguar las aguas. Pero fue imposible, y poco a poco se fue subiendo el tono de la discusión.
El medimago sentía una mezcla de impotencia y coraje hacia el tipo y, no pudiendo contenerse más, descargó su cólera en un puñetazo que le lanzó a la cara haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo —A ver dígame, ¿eso es psicológico? ¡Pedazo de imbécil!
El dentista se incorporó, limpiándose la sangre que había brotado de su labio roto, y se dirigió al joven dispuesto a golpearlo. Sin embargo, su esposa se puso frente a él, deteniéndolo. Mientras Hermione se llevaba a rastras a Malfoy fuera de la casa.
—Déjame ,Hermione. Le voy a partir la cara a ese desgraciado—decía Draco, entre tanto la chica le pedía cordura y calma—¿No oíste las estupideces que dijo ese infeliz?
Ella asintió, su rostro lleno de tristeza. —Si lo oí, pero debes calmarte. ¡No hagas nada estúpido, por favor!
Pero el seguía sin prestarle atención, intentando apartarla del camino para darle su merecido al hombre. No obstante, Hermione le tomó de la cara con ambas manos, obligándolo a verle a los ojos .
—Draco—al hablarle por su nombre, el joven presto toda su atención hacia ella. Eran pocas las veces que le llamaba de esa manera y le fascinaba la forma en que sonaba en sus labios—Por favor, vete. No lo empeores, ¿si?
—No te puedo dejar aquí ,él…
—Estaré bien, lo prometo.
El joven, dando un último vistazo hacia la casa y luego a Hermione, decidió ceder. Asintiendo, posó las manos sobre las de ella que aún acariciaban sus mejillas, y luego de soltar un suspiro de frustración, habló —Me iré, pero solo porque tú me lo pides.—Ella asintió—Júrame que cuidaras de ti.
—Si, si. Pero ya vete por favor —apremió al escuchar a su padre gritarle desde dentro.
—Vendré a verte ,sin que ese estúpido muggle me lo impida—dijo robándole un fugaz beso en los labios para luego desaparecerse.
Hermione sonrió al verlo alejarse, y luego de unos momentos se armó de valor entrando nuevamente a su casa.
Su padre se encontraba siendo atendido por su esposa ,curando la herida de su labio.
—¡Que sea la última vez que veo a ese tipo en mi casa! ¿Entendiste?
—Si, padre—dijo siguiéndole la corriente para evitar más discusiones.
—Eso espero —le escuchó decir antes de subir las escaleras hacia la recamara de su hermano y jugar con el.
¡Hola de nuevo!
Gracias por sus comentarios y votos eso siempre anima a continuar la historia
¡Nos leemos!
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