Capitulo 7 Confesión
Al caer Granger inconsciente, Malfoy decidió cargarla y llevarla a San Mungo. En cuanto la tuvo en sus brazos, se sorprendió al darse cuenta de la ligereza de su cuerpo y del mal estado en que se encontraba.
Se apareció en el hospital, pidiendo una camilla para llevarla a urgencias, debido a su estado febril.
—¡Rápido, una camilla!
Prontamente la depositó en la camilla que le dio una bruja. La llevó a un cuarto y, sin perder tiempo, comenzó a examinarla con varita en mano, susurrando algunos hechizos para saber su condición real.
Las enfermeras traían compresas frías para bajar la fiebre, colocándoselas en la frente y en el estómago.
Por unos segundos, Hermione abrió los ojos y miró directamente a los ojos grises de su doctor, mientras una sonrisa tonta aparecía en su rostro— Tus ojos son hermosos—dijo para luego caer inconsciente
—¡Estás delirando, Granger!— dijo el medimago, desconcertado
Después de varias horas, lograron estabilizar a Hermione. Draco llamó a su madre para que no se preocupara por ella, la cuál terminó por dejarlo a cargo de su hija, ya que ella no podía salir con su hijo especial y tendría que lidiar con los arranques del marido.
Al terminar la llamada ,regresó al lado de la chica, acercando una silla mientras la observaba dormir y comprobaba que la fiebre había cedido.
Pasaron así varios minutos hasta que la joven comenzó a abrir los ojos con pesadez, y con susto trató de incorporarse, mirando hacia los lados.
Draco, al darse cuenta de ello, se levantó e impidió que se levantará de la cama.
—¿Dónde estoy?—miró las instalaciones y pronto lo dedujo—¿Por qué me trajiste aquí?—dijo con enojo, mirando al medimago y hubiera seguido reclamándole si no fuera porque un ataque de tos se lo impidió.
El negó con la cabeza, dejando pasar su ingratitud. Pese a las negativas de la chica por dejarse ayudar, tomó su varita y de un movimiento aproximó un recipiente para que Hermione pudiera vomitar .
Avergonzada ,pero aún enojada, se limitó a darle las gracias cuando le ayudo a limpiarse y recostarse de nuevo.
Después de examinarla, Draco se sentó a su lado, mirándola con reprobación.
—¿Por qué me miras así?—dijo Hermione, seguido de un ataque de tos.
El medimago negó con la cabeza y contestó—Las preguntas aquí las hago yo y tú solo respondes. ¿Comprendes?
Ella achico los ojos y le miró con recelo—¿Desde cuándo estás así?
—¿De que…?
—Y mas importante aún, ¿por qué no te habías atendido?
La joven bajó la mirada y sintió sus ojos humedecerse—No es así, yo...
—ah, ¿no?— alzó la voz, levantándose de la cama—¡No te hagas la tonta ,conmigo!
Ella, sin fuerzas para discutir y encararlo, se refugió en su tos y se negaba a verlo.
—¡Granger, no me hagas perder la paciencia!— suspiró cansinamente, tratando de calmarse y tomó asiento junto a ella—Puedes confiar en mí .¿Por qué es tan difícil que lo hagas?
La chica le miró sorprendida y respondió—¿Por qué habría de confiar en ti? Siempre me humillaste y…
—¡Maldita sea ,Granger ,ya te pedí perdón por eso!—se levantó de nuevo ,sin dar crédito a lo que oía—¿Qué quieres que haga?¿Suplicar?
—No estaría mal —contesto ella, tercamente
—Me he esforzado en demostrarte que he cambiado y no soy el mismo Niño mimado de antes, pero al parecer todo lo que hago es en vano —tras decir esto, Draco salió de la habitación, dejando a la chica pensativa .
Las horas pasaron y la noche llegó, acompañada de lluvia y relámpagos que alumbraban débilmente la habitación de la chica, quien intentaba dormir, pero la tormenta no la dejaba.
Y menos aún cuando cerraba los ojos y veía a Malfoy, con esa mirada sincera y arrepentida, pidiéndole perdón.
Después de un rato, la puerta crujió al abrirse. Eso la alertó, pero al darse cuenta que se trataba de Malfoy, se tranquilizó .Se acercó a ella y comenzó a revisarla, hablandole con un impersonal tono profesional.
Eso la hizo sentir incómoda y culpable a la vez, pues nuevamente veía ese semblante frío y distante que tanto le disgustaba .
Al encontrar que su respiración había mejorado y la fiebre había desaparecido, Malfoy se dispuso a marcharse, cuando de pronto escuchó su voz y se detuvo.
—¿No piensas hablarme?
Él se dio la vuelta y le observó incrédulo—Creí que eso era lo que querías. No te molestaré más con mis disculpas—respondió, dándose la vuelta. Pero una vez más ella lo detuvo.
—Necesito comunicarme con mi madre, debe estar preocupada …
—Tu madre está al tanto de todo —respondió cortante, y ella asintió
—Gracias .
É,l sin tener nada más que decir, se dirigió a la puerta.
—¡Malfoy!
—Dime.
—¿Podrías quedarte?
Malfoy levantó una ceja interrogante —Le temes a la tormenta, ¿verdad?
—¡No!—negó, aunque sabía que tenía razón—Yo sólo …quiero saber algo—improvisó rápidamente
El medimago sonrió y se acercó a ella —Lo que sea que quieras saber te lo responderé antes de que termine la tormenta, y tendrás que lidiar con ello tú sola.
La joven pudo ver cómo él estaba disfrutando su venganza, pero no se iba a dejar vencer tan fácilmente.
—Cuéntame, ¿cómo decidiste ser medimago?
Él borró la sonrisa de su rostro y su semblante se tornó serio —No hablaré sobre eso.
—Quieres que confíe en ti, pero tú no confías en mí. Creo que alguien no predica lo que dice —dijo ella, en tono amistoso.
Malfoy se llevó una mano a la nuca, pensándolo. Luego de unos instantes se sentó a su lado y habló—Me estás diciendo que si accedo a contarte eso, tú me contarás que es lo que te atormenta.
Ella tragó saliva—Es posible.
El joven se río y comenzó su relato—Fue por mi madre….
Hermione pudo vislumbrar bajo la tenue iluminación de la habitación como el rostro del medimago se entristeció al recordar.
Flashback
Después del juicio al que fue sometida la familia Malfoy por haber ayudado al “Innombrable” , sólo Narcissa y su hijo fueron absueltos gracias al testimonio de Harry. Para su desgracia, el patriarca de la familia fue condenado al beso del dementor.
Eso devastó a la familia y sumió a la mujer en una fuerte depresión, que acabó por dañar su salud, llevándola a enfermarse. Por más que su hijo la llevó con distintos medimagos, ninguno pudo encontrar la cura para ella.
Los años pasaron, y la mujer se encontraba en su lecho de muerte, recostada en su cama con su hijo a su lado, sosteniendo su mano .
—Madre, dime qué puedo hacer para ayudarte.
Ella sonrió melancólica y cerró los ojos por unos momentos. Tiempo después, los volvió a abrir y una pequeña lágrima descendió por su mejilla—Aún recuerdo aquella vez—tosió y luego continuó, bajo la mirada preocupada de su hijo—cuando estábamos en el jardín y hablabas con tanta efusividad sobre esa chica Granger.
El resopló ante el recuerdo —Y yo recuerdo la golpiza que me dio mi padre después de eso.
Ella negó con la cabeza un par de veces—Perdónanos …te hicimos mucho daño.
—Madre... No hay nada que perdonar—contestó Draco, besando su mano.
—Si lo hay, si lo hay …. Tu vida sería menos desdichada si no te hubiéramos criado de esa manera. Perdóname hijo—le vio con los ojos inundados en lágrimas.
—No sigas, madre…
—Hijo, prométeme que seguirás tus sueños sin importar lo que digan los demás…promételo
—Te lo prometo madre, pero ya no hables así , estarás bien. ¿Sabes? Empecé con mis estudios de medicina y podré ayudarte más que esos inútiles medimagos—dijo con tono afectado.
Narcissa sonrió, complacida —Se que lo harás, serás el mejor— dijo comenzando a cerrar los ojos—Prométeme… que buscarás a esa chica y serás muy feliz. Prométemelo
Él sentía como su progenitora se apagaba con cada palabra que daba —Madre, no te vayas.
—Prométemelo…promételo—tras de eso cerró los ojos.
—¿Madre? ¡Madre!—alarmado, tomó sus signos vitales y comprobó lo que ya temía—Madre, no me abandones.
El rostro siempre frío y sin emociones del joven se demudó en una expresión de completo dolor, y sendas lágrimas corrían por sus mejillas, mientras abrazaba el cuerpo sin vida de su madre.
—Te lo prometo , madre…. No me dejes, no me dejes solo—continuó llorando hasta que no pudo más.
Fin flashback
Al terminar su relato, observó a la chica intensamente, hasta que ella ruborizada volteó hacia otro lado.
—Lamento lo de tu madre. No lo sabía.
El asintió —Tantos años fuera del mundo mágico, es imposible que lo supieras. Supongo que valió la pena, ¿no?
—¿Qué cosa?
—Dejar todo atrás para ser una asistente dental —dijo esperando ver su reacción
—No lo entenderías
—¿Ah, sí? Pruébame.
Ella tomó aire y suspiró, para luego sonreír—Así que hablabas de mi con tu madre—dijo cambiando de tema.
El sonrió inconscientemente al recordarlo—Si ,bueno. No te creas tan importante —se alzó de hombros—Sólo le conté lo fastidiosa y sabelotodo que eras en el colegio.
Ella, tras toser nuevamente, le hizo un campo en su cama y palpó el espacio, en una clara invitación para que él se sentara a su lado —Bien, quiero oírlo—le sonrió. Él, en un principio sorprendido por verla sonreír por primera vez desde que la volvió a ver ,se sentó y rascó su nuca, pensando por dónde empezar.
¡Hola, gracias por seguir leyendo!
¡Nos leemos!
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