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Capítulo 32 La navaja de Ockham

Hemingway escribió: "no hay cacería como la cacería de un hombre, y aquellos que han cazado hombres armados por suficiente tiempo y les ha gustado, nunca se interesan por nada más".

Encajo la llave en la cerradura de la puertezuela del auto. En la emisora WDR ll radio suena I Was Made For Lovin'You, el asiento del copiloto huele cada vez a alcohol. Lyonya baja la ventanilla y saca la cabeza, lo fulmino con la mirada mientras exclamo: — ¡Si quieres seguir con vida será mejor que mantengas dentro todo lo que has bebido! El departamento de Lyonya está al doblar la esquina. Levanto la cabeza y miro la puerta de cristal, veo a Lyonya por el rabillo del ojo, intentando abrir la puerta de su apartamento con dificultad.

— Te invito a tomarte un trago.

— Creó que por esta ocasión voy a rechazar tu oferta; te veré por la mañana en la estación.

— Aun estás a tiempo para reconsiderar tu respuesta.

— Debo irme.

La puerta en la sala de interrogación está entornada. El teniente primero Jang Keun-Suk teclea levanta la mirada, se ve cansado, pero continúa preguntado:

Continuemos desde el principio: ¿Hace cuánto tiempo comenzó a notar la ausencia de Ninochka en su puesto de trabajo?

Enciende un cigarrillo y voltea hacia la puerta.

Capitán Amanda Müller, ella es Young, compañera de trabajo de Ninochka y la última persona en verla con vida — dijo haciendo un gesto con su mano.

Tiene el cabello rubio, ojos oscuros y cansados, se retira el flequillo, pero el cabello regresa a su sitio después de quitar su mano.

— Haré un poco de café ¿quieren que les prepare uno?

— Si, gracias.

El jefe Park se encuentra merodeando por la estación como un vago.

Por suerte han vuelto a preparar más café. También hay leche.

La detective Lee Minho sostiene uno en su mano.

— ¿Llevan algún avance con el interrogatorio? — pregunto mientras da un sorbo.

— Todavía no hemos obtenido nada relevante.

— ¿Que harás para conseguir las pistas que necesitas para armar el caso?

— Le mostraré algunas fotografías, espero que eso le refresque la memoria y pueda ayudarnos con el caso.

— Te deseo suerte — da la vuelta y se va.

Sobre los tejados de las casas una franja de luz se ha vuelto clara y brillante, esta mañana la parada de autobuses se ve concurrida. Hay una bonita vista desde aquí arriba. A lo lejos se ve despegar un avión.

El teniente primero Jang Keun-Suk está recostado sobre un sofá.

Traje tu café.

Gracias — Young bebe con cuidado el café sin hacer algún gesto —. Estuvo conmigo trabajando solo por un tiempo en el departamento de finanzas, no hablaba muy a menudo, realizaba respaldos de seguridad a los discos duros. Ella era de departamento de sistemas.

¿Noto algo fuera de normal? o ¿alguna actividad que hiciera con normalidad?

No sabría decir algo con exactitud. Recuerdo que recibió una llamada, creo que logró alterarla, lo digo por el tono de su voz. Cuando terminamos me ofrecí a llevarla y caminamos hacia el estacionamiento. Recuerdo que un hombre estaba esperándola.

Se estremece y da un sorbo a su café.

¿Algunas veces ha visto a este hombre? — me inclino hacia delante mientras le muestro una fotografía de Aleksander Sokolov.

No — su voz le tiembla — no había mucha iluminación en el estacionamiento, por lo que no logré verlo con claridad.

¿Que ocurrió después? — Pregunta el teniente primero Jang Keun-Suk.

Comenzaron a discutir — se calla por un momento — tenía miedo, parecía que llevaba un arma y miró hacia mi dirección. Entonces dijo que revelaría todo. Caminó hacia uno de los autos que se encontraban aparcados, después de eso no lo volví a ver. Me quedé quieta, tenía miedo, pero ya no oía nada, solamente estábamos Ninochka y yo...

Para y llora mientras apoya sus manos sobre su rostro, sus hombros tiemblan sin control.

¡Señorita Young! — exclama el teniente primero Jang Keun-Suk — estamos conscientes de que en estos momentos se encuentra en una situación bastante complicada, por tal motivo hemos aplazado su toma de declaraciones, pero necesitamos algunos datos importantes. Además, debo pedirle que participe en una rueda de reconocimiento; sólo es para poder descartar posibles sospechosos.

Levanta su mirada, parece asustada.

No tiene por qué temer, es algo de rutina. Estará detrás de un vidrio y nadie podrá verla.

Hago una leve sonrisa.

Para poder realizar la rueda de reconocimiento necesitaremos de algunos colegas, eso nos puede tomar una o dos horas.

Young asiente en silencio.

El teniente primero Jang Keun-Suk la acompaña hasta la puerta y se detiene mientras dice:

— Es normal que se encuentre agotada. Sin embargo, no ha aportado información vital para la investigación del caso. Aunque ha pasado solo algunas noches, estoy seguro que podrá reconocer a Velkan.

— Cuando tengas algo escrito, por favor hazme llegar su declaración.

— Te he dejado un informe sobre el caso en tu escritorio. También hay un expediente abierto, pero todavía no he terminado de examinarlo.

Del otro lado de habitación se escuchan continuos pazos. Kim saluda al pasar.

Lyonya todavía no ha llegado ¿quién ayudará a reunir a los sospechosos para la rueda de reconocimiento?

Entra el jefe Park.

— Buenos días, jefe — dice el teniente primero Jang Keun-Suk.

— ¿Como realizaremos la rueda de reconocimiento? ¿Usaremos a los detenidos del club nocturno Zillaˋs?

— Tenemos a un testigo que es una compañera de trabajo y fue la última persona que vio viva a la víctima. En estos momentos se encuentra con uno de los oficiales tomándose un café.

— ¿Qué relación tiene con los detenidos del club Zilla's?

— Aquella última noche en la que vieron viva a la víctima, un sujeto las abordó en el estacionamiento, creo que se trata de uno de los hombres de Velkan — contesté.

— ¿Tendré que asignar más gente para la división de crímenes violentos?

— Primero esperaremos a la rueda de reconocimiento. Si no nos aporta nada tendremos que movernos.

— Yo pondré al corriente a Lyonya — respondí.

— Puede que nos aporte algunas pistas para el caso — tuerce el gesto el teniente primero Jang Keun-Suk, apaga su cigarrillo y después se va.

— Veamos si la detective Lee Minho logró reunir a la gente para rueda de reconocimiento. El número de frecuencia de su radio es 67894 — dijo el jefe Park mientras toma su radio.

— Habla la detective Lee Minho.

— Necesitaré a los detenidos del club Zillaˋs para una rueda de reconocimiento.

— De acuerdo, pero me pudiste haber llamado antes.

— ¿Los requiero en la sala del espejo?

— Te los enviare enseguida a la sala del espejo — afirma Lee Minho.

De una pequeña fisura salen los rayos del sol, lo cual iría muy bien para poder trabajar en el lugar de los hechos. Tengo una ligera sospecha de que no son los detenidos del club Zillaˋs porque la declaración ya no coincide ni tampoco la ropa. Young no pudo haberse equivocado tanto.

Entra Lyonya y pide un cigarrillo.

— ¿Ya han comenzado con la rueda de reconocimiento?

— Aun no, la detective Lee Minho se encuentra haciendo los preparativos.

— ¿Kim ya encontró algo?

— Se encuentra analizando el gafete encontrado en la escena donde se descubrió una huella parcial que al parecer es de la víctima, aunque no hay nada en concreto.

— ¿Por qué tendría que haber una huella del asesino en el gafete de la víctima?

— Sólo es llamativo, no sé qué relación tenga. Cuando llegó el camión de iluminación la unidad de reconocimiento ya se encontraba afuera. Sin embargo, todo estaba bastante mojado.

Da una larga calada a su cigarrillo, parece tener una fuerte resaca, bebe un sorbo de café de mi vaso. Un camión llega al aparcadero de la estación. Los oficiales ya están en la puerta. También está la detective Lee Minho. Han traído a los sospechosos. Velkan tiene mala pinta, es probable que se haya dormido. ¿nadie le dijo que tenía que peinarse?

— Delante de usted hay un espejo — dijo un oficial.

— ¡Tienen algún peine! — exclamo Lee Minho — que alguien consiga un peine. Se toma su tiempo Velkan para arreglarse.

— Colócate mirando al frente — ordené.

Aún tiene mala pinta.

— Pueden ir por la testigo a la cafetería y llevarla a la sala de fotografía.

El teniente primero Jang Keun-Suk se va.

Los detenidos reciben una tabla con números y se levantan para la fotografía. La testigo se encuentra impaciente. Da una calada profunda a su cigarrillo.

— Puede acompañarme — dije mientras la observo por el rabillo del ojo aún está muy nerviosa.— No tiene nada de que temer, los detenidos se encuentran detrás de un espejo, no pueden verla ni tampoco tener contacto directo.

Asiente en silencio mientras apago la luz.

Se queda parada un metro delante de la puerta contigua a la otra habitación. Observa de abajo arriba el cristal. Le tiemblan las manos, veo caer la ceniza de su cigarrillo. Avanza dando pequeños pasos, coloco mi mano sobre su hombro y la empujó con suavidad. Observa y da dos respiraciones profundas mientras sacude la cabeza varias veces. Vuelve a observar.

— ¿Ninguno de los detenidos es el que vio aquella noche?

— No es ninguno de ellos.

— Por favor, tómese su tiempo.

Alzo la mirada y hago una mueca de desilusión, la acompaño hacia afuera.

— Tomaremos un descanso y haremos una segunda ronda.

Abro la puerta.

— Haremos lo mismo, toma otro número y colócalo de otra manera.

Velkan observa al teniente primero Jang Keun-Suk sin entender lo que está sucediendo y añade: — ¿Por qué debo de hacer los mismo? ¿Qué está sucediendo?

— Si yo fuera tú cooperaría, claro si no quieres atender tus negocios desde la cárcel.

— ¡No puede ser cierto! — agarra aire y grita — sólo porque hicieron una redada al club no les da el derecho a retenerme como a un delincuente, les enviaré a mi abogado cuando esto termine.

— Tranquilo, no queremos que las cosas se salgan de control. Era una broma, esta noche regresarás a casa.

— Vaya broma — lanza una mirada fulminante, toma el número cuatro y se levanta.

Desde el otro lado de la habitación el jefe Park hace un gesto con su mano.

— Si continuamos a este ritmo no tendremos evidencia sólida en contra del director de industrias Unsun y este caso comenzará a estancarse.

— ¿Sugiere que salgamos nosotros y armar el caso?

— Capitán Müller ¿acaso no fui claro?

— Si, jefe Park.

— No me importa lo que hagan para encontrar evidencia sólida en contra de industrias Unsun, ya tengo suficiente con tener al fiscal sobre mí.

Ha quedadoclaro — respondí.

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