Eres el sentimiento que no puedo dejar
Eres el escalofrío que no puedo sacudir
Eres el colmo que necesito ahora
Eres el hábito que no puedo romper

—Habits, Louis Tomlinson.

Los rayos del sol golpearon por completo su rostro. Shinsou gruñó ante la intromisión de la luz en sus ojos y enterró la cara en la espalda de su pareja.

Podía escuchar el pequeño murmullo que hacía al exhalar e inhalar aire, apretó con fuerza su agarre y dio un suspiro cansado.

— Denki — le llamó con voz ronca.

Esperó varios segundos pero no hubo el mínimo movimiento.

— Denki, se que estas despierto — murmuró contra la oreja del rubio.

Esta vez, él rubio se removió un poco entre sus brazos pero no volteo.

— Denki, vamos a llegar tarde.

— Así no me llamo — habló con voz somnolienta.

Shinsou sonrió y recargo su barbilla en el hombro del rubio.

— Ah, cierto, lo siento — se disculpó, intentando ocultar la risa que quería salir de su garganta. — Kaminari.

Denki gruñó y alejó el brazo de Shinsou de su cintura.

— Ya, ya — rió volviendo a enredar su brazo en la cintura del chico.— Cariño — susurró besando su hombro — mi vida — beso el hueco entre su cuello y hombro — amor — susurró sobre su oído.

— Ahora sí, ¿Qué deseas? — preguntó el rubio, feliz. Volteando hasta estar frente a Shinsou sin zafarse del agarre del peli morado.

Hitoshi lo observó con ojos entrecerrados y se acercó a sus labios dejando un beso rápido.

— Eres demasiado mimado — refunfuñó.

Denki sonrió, dentadura a la vista y ojos cerrados.

— Así me amas — respondió cantarín.

— Sí, así te amo — lo acercó a él y enterró la nariz en la cabellera rubia.

Se sorprendió un poco cuando Kaminari se posicionó arriba de él, ahogó un jadeo en cuanto sintió al rubio removerse.

— ¿Sabes cuánto me excita escucharte decir que me amas? — preguntó, acariciando con la yema de sus dedos sobre su pecho.

Shinsou no respondió, enrollo su mano sobre la muñeca del rubio que jugueteaba sobre su piel y lo atrajo hacia sí.

Definitivamente llegarían tarde a los preparativos finales de la boda

***

Habían pasado varios meses desde que Hitoshi terminó en el hospital.

El tiempo transcurrido se sintió como un sueño para Shinsou, había aclarado todos los malentendidos con Kaminari y ambos expusieron sus sentimientos ante el otro. Al principio, las dudas y el miedo estuvieron ante cada acción del rubio, Shinsou podía notarlo; y, en cada una de esas veces, Hitoshi se encargó de eliminarlas y demostrarle a Denki cuán amado era por él.

En ese transcurso de tiempo también se dedicaron a preparar la boda de sus amigos, y ahora, el día llegó y ambos llegaron extremadamente tarde.

— ¡¿Por qué demonios llegan a esta hora?! — les gritó Bakugou en cuanto los vio entrar por la puerta del salón — ¡A Kirishima casi le da el infarto en cuanto no llegaron a la hora acordada y para el colmo no contestaban el teléfono!

Shinsou hizo una mueca ante el saludo de su amigo.

— Buen día a ti también, cariño — saludo Denki a su lado. — Había mucho más tráfico del previsto, pero ya estamos aquí. Tú deberías estar arreglándote, ¿Qué es eso que llevas puesto? — preguntó, al ver la playera sin mangas y short que vestía el rubio.

Katsuki gruño, hizo bola la hoja que traía en su mano y se la aventó al rubio, logrando pegarle en la nariz.

— Si no hubieran llegado tarde no habría tenido que bajar y recibir lo que sea que hayan organizado — contestó enojado — ¿Qué demonios estás tramando, rata rubia? — preguntó, acercándose amenazadoramente a Denki — Llegó un gran paquete y no me dejaron revisarlo, "Los novios tienen prohibido ver el contenido hasta la fiesta", eso me dijeron.

Shinsou se puso frente a Denki en cuanto se percató del acercamiento de Katsuki hacia su pareja.

— Tranquilo, estuve revisando todo junto a Denki. — Trato de calmar a la bestia de su amigo — No tienes nada de qué preocuparte.

La mirada furiosa de Katsuki se posó sobre él.

— Mas te vale, de lo contrario te quedaras viudo —dicho eso, se dio media vuelta y subió las escaleras rumbo a las habitaciones de la gran casa.

Shinsou suspiró y cuando estuvo seguro que Bakugou ya no podría escucharlos, volteo hacia Kaminari y preguntó;

— ¿Qué hiciste?

— Es una sorpresa — respondió alegre — pero cuando esta termine tendrás que ayudarme a desaparecer de Katsuki, de lo contrario si quedaras viudo.

***

Un par de horas después de que Kaminari tranquilizara los nervios de Kirishima y Shinsou se burlara un poco de los nervios de Katsuki, ambos se encontraban en la habitación que les fue asignada para que se alistaran antes de la ceremonia.

Shinsou salió del baño y se quedó en la puerta de este, observando la espalda de Denki.

— ¿Necesitas ayuda? — preguntó, sin moverse.

Escucho el bufido que hizo el rubio y volteo hacia él con corbata en mano.

— Esta estúpida cosa no quiere ponerse en su lugar — refunfuño, moviendo la prenda de arriba a bajo.

Hitoshi se acercó y tomó la corbata de las manos del rubio, con delicadeza pasó una parte de ella por el cuello de su pareja. Podía sentir los ojos de Kaminari sobre él; cuando estuvo lista se alejó un poco y le dio una sonrisa.

— ¿Te quieres casar conmigo? — la pregunta brotó de sus labios sin siquiera pensarla. Denki a su lado parpadeo confundido y ladeo su cabeza con en señal de confusión.

— Huh. —fue lo primero que salió de su boca — Ya estamos casados, cariño.

— Bueno, ni siquiera recordamos la ceremonia — respondió — Quiero decir, ya sabes, una ceremonia formal, fiesta, nuestras familias y amigos.

— Siempre tenemos los videos y los recuerdos de la boda, — Kaminari rió —pero, siendo sincero; nunca me imaginé teniendo una boda con fiesta o algo similar, tal vez no estábamos completamente conscientes pero supongo que lo hicimos de corazón y un poco de la maldad de Bakugou. Inconscientemente lo queríamos, así que no, no necesito una gran fiesta y una ceremonia, nuestra boda en las vegas representa completamente nuestra relación, además, es una buena historia para contar cuando estemos viejos.

— Dios, — murmuró — soy tan afortunado de tenerte.

Kaminari rió y enredo sus brazos sobre el cuello de Shinsou.

— Ambos somos afortunados de tenernos. — habló, después de dejar un pequeño beso sobre los labios del peli morado — Muy bien, creo que es hora de que bajemos, entre más pronto comience la boda, más pronto podré darles su regalo de bodas.

***

— Hola a todos — Shinsou observó a su pareja arriba del pequeño escenario que habían montado cerca de la pista de baile — el día de hoy estamos celebrando la unión de mis dos bros, que digo bros, mis hermanos. — dio una pequeña pausa y sonrió hacia sus amigos — Parece que fue ayer cuando le tiramos el café encima a Katsuki en la salida de la facultad de artes e hicimos que reprobaron una materia, Kiribro terminó rendido a tus pies al ver tu cara de limón agrio — Hitoshi rió y alguno que otro invitado — ah, que tiempos. Amigos — apuntó hacía la pareja de casados — deseo que su vida esté llena de felicidad y amor, y que la vida les traiga una y mil bendiciones, los amo demasiado. Katsuki — llamó al rubio — se que probablemente me vas a matar por esto, pero...va a valer toda la maldita pena, créeme, habré muerto en paz.

Esa fue la señal para que Hitoshi se levantara y caminara hasta llegar a un lado del escenario, con la esperanza de sacar a Kaminari lo más rápido posible de ahí en cuanto se desatara la furia de Katsuki.

— Los novios, por favor siéntense en las sillas que están en medio de la pista — Kirishima fue el primero en dirigirse al lugar mencionado, en cambio, Katsuki fue arrastrado por Izuku y Shoto hasta la silla. — espero que disfruten su regalo.

Las luces que iluminaban la pista se apagaron y por unos segundos todo estaba en penumbras, de pronto, las luces se encendieron y comenzaron a cambiar de colores; y música electrónica comenzó a sonar desde los altavoces.

De un lado del escenario salieron seis hombres semidesnudos, tres de ellos caminaron hacia el pelirrojo y el resto hacia el rubio. Hitoshi no necesitaba acercarse para comprobar el rostro de los bailarines, al llegar a la casa lo primero que hicieron fue ir por el paquete mencionado por Katsuki y abrirlo; dentro de él, se encontraban seis máscaras con el rostro impreso de los novios. Así que ahora, Hitoshi estaba completamente seguro que los tres bailarines que bailan sugerentemente sobre Kirishima tenían en su rostro una máscara con el rostro de Katsuki y lo mismo para el otro chico.

Desgraciadamente no se encontraba lo suficientemente cerca como para ver los gestos que hacían los novios, ya se encargaría de ver los videos cuando llegará la película de la boda.

El sonido de la música se fue disminuyendo de a poco.

— Hitoshi — escuchó el llamado de Kaminari sobre la música — la canción está por acabar, creo que es hora de que me saques de aquí.

Inevitablemente la risa burbujeó desde su pecho y rápidamente entrelazo su mano con la del rubio arrastrándolo hasta perderse detrás del escenario.

Denki Kaminari era maravilloso.

Y tenemos el epílogo jeje

Ya solo queda el extra de la boda en las vegas, no se cuando lo traeré pero seguro antes de que acabe el año.

Mil gracias de nuevo por darle la oportunidad a mi primer historia, espero leerles en los comentarios de las siguientes, sus comentarios me alegran un montón el día.

El príncipe perdido y las tres estrellas es la nueva historia que voy a seguir, por lo pronto, solo esta el epilogo y el primer cap; esta semana publico el segundo.

Nos leemos luego.