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Capítulo 10: El cuadernillo de bocetos.


Aún quiero ser tu chico favorito
Quiero ser el que te haga pasar el día
El que piensas mientras estás despierto
Y no puedo esperar a ser tu número uno
Seré tu mayor fan y tú serás mía
Pero aún quiero romperte el corazón
y hacerte llorar

—Best friend, Rex Orange County.

Habían pasado varios días desde que Kaminari se mudó a casa de Shinsou y solamente se habían topado tres veces, Denki descubrió que lo que le había dicho el peli morado era verdad; dormía en el día y trabajaba de noche, tal cual a cuando estaban en la universidad.

Inevitablemente las memorias y sentimientos de preocupación se hicieron presentes, por ello había comenzado a levantarse aun más temprano—no tanto como para sentirlo en su rutina diaria— para preparar comida suficiente para ambos, Denki no era un experto cocinando, pero después de vivir varios años solo aprendió a preparar lo básico. Al parecer Shinsou sobrevivía solamente con comida instantánea y café, por lo menos, ese fue el primer pensamiento que tuvo el rubio al revisar la cocina, así que sin preguntar fue y compró un montón de comida —la más sana que pudo encontrar— y cada mañana dejaba una buena porción de alimentos preparados; el pretexto que había usado con el peli morado fue que no sabía calcular la cantidad de comida para una sola persona y siempre terminaba haciendo de más.

Shinsou no era tonto y Denki lo sabía muy bien, pero aun así, ambos se hicieron los desentendidos.

Así que solamente se habían visto tres veces en los tres días que llevaba viviendo con Shinsou, durante el desayuno. Denki ponía dos platos sobre la mesa y comenzaba a comer, a los segundos Shinsou se hacía presente en el cuarto y se sentaba a comer en silencio junto al rubio. Al terminar Denki se encargaba de los platos y salió rumbo a su trabajo, en cambio Shinsou si se encontraba de humor regresaba al estudio o simplemente se dejaba caer en el sillón a descansar.

Ambos habían creado una rutina muy similar a la que llevaban en sus tiempos de universidad.

Hoy había sido un largo día para Denki, los últimos días lo habían sido. Después de aplazar demasiadas obligaciones para irse de viaje tan pronto como llegó tuvo que retomar sus responsabilidades habituales y las que había aplazado. Fue una suerte que Todoroki lo ayudara con alguna de ellas, de lo contrario no habría salido de la oficina tan temprano.

Tan pronto como llegó a la casa se adentro en la cocina en busca de algo para comer, al sentarse en la mesa un bulto de papeles captó por completo su atención y siendo Kaminari curioso Denki se acerco y tomo el primer papel del montón.

Lo observo por ambos lados y pudo darse cuenta que era un libro muy similar al que Shinsou siempre traía consigo en la universidad, en esos tiempos el peli morado le dijo que era para plasmar ideas que surgían de la nada.

Denki solía meterse en donde no le llamaban, así que sin importarle romper la privacidad del peli morado abrió el libro, después de todo en la universidad solía husmear entre los dibujos de Shinsou y este nunca le dijo nada.

El pulso del rubio se aceleró en cuanto observó el primer boceto, era un retrato suyo, pasó la yema de sus dedos sobre las líneas del dibujo y estas se detuvieron en la pequeño arete que se encontraba dibujado; inconscientemente Denki se llevó la mano a la oreja en donde anteriormente había portado un arete, hace ya mucho tiempo de eso, tanto que inclusive la perforación se había cerrado. Era un dibujo suyo de cuando estaba en la universidad, de eso no había duda.

Paso página y encontró más dibujos suyos, cada uno de ellos de su rostro, en algunos portaba una sonrisa, en otros una mirada melancólica. Un nudo se formó en la garganta de Denki y un pensamiento se instaló en su mente, Shinsou había seguido dibujandolo a pesar de que le pidió que dejara de hacerlo en cuanto ambos se separaron. los recuerdos de esos días eran dolorosos, inclusive ahora.

Siguió pasando páginas y la burbuja que comenzó a crearse se rompió llevándose consigo todos los sentimientos del rubio, dejando solamente un sabor amargo. Ante él se encontraba el dibujo de una mujer desnuda, Denki sabía que no debía seguir pasando pagina pero aun así lo hizo y encontró lo que inconscientemente había estado esperando, más desnudos; de hombres y mujeres por igual, algunos de ellos más reveladores que otros pero todos mostrando un ligero toque de sensualidad, y lo peor de ello era que cada uno llevaba una fecha diferente, Denki sabía muy bien lo que significaba. Así que de golpe cherro el libro y lo dejo en donde estaba, eso se sacaba por fisgonear en donde no debía.

El ruido del teléfono  de la casa lo hizo alejarse de golpe de la mesa, apresurado se dirigió al aparato y contestó:

— Hola.

Al otro lado de la línea se escuchó un suspiro de alivio y la voz de Shinsou se hizo presente.

— Denki, que bueno que estás en casa — habló el peli morado — estoy en la galería de mi padre y deje olvidado en casa unas cosas, ¿crees que podrías traermelas?

Denki sabía muy bien lo que había dejado olvidado, se tragó las ganas de gritarle y con mucho esfuerzo respondió.

— ¿Es una libreta y unas hojas?

— Sí, ¿puedes?

— Claro, en unos minutos llego a la galería.

Shinsou le agradeció y prometió recompensarle por ello, Denki simplemente colgó la llamada sin dejarlo terminar. La molestia comenzó a apoderarse del pequeño cuerpo del rubio y esta no iba dirigida principalmente a Shinsou, no, la molestia era consigo mismo, por tener otro sentimiento que no fuera indiferencia hacia el peli morado después de tanto tiempo.

Denki quedó asombrado al ver la fachada de la galería, le recordaba vagamente a la película una noche en el museo. La ciudad era demasiado grande, así que eran contadas las veces que el rubio había pasado por el lugar, y justo ahora se daba la oportunidad de observarla detenidamente.

Al entrar quedó aún más asombrado, el lugar era tan pulcro y estético que le causaba un gran sentimiento de satisfacción a su lado perfeccionista. Cuando salió de su ensoñación se dirigió a la que parecía ser la recepcionista del lugar.

— Hola, estoy buscando a Shinsou Hitoshi.

La mujer lo observó de arriba a abajo para después dirigirle una mirada cansada.

— Lo siento, pero no puedo dejar entrar a desconocidos. No me fue notificado que vendrían a buscarlo.

— Oh — murmuró — ¿podrías llamarlo y decirle que estoy aquí?

— Mira chico — volvió a hablar de nuevo la mujer — ¿sabes cuantas veces personas como tu han venido a buscarlo?

— Pues en realidad no — respondió un poco exasperado — solamente he venido a traerle unas hojas que dejó en casa — y para demostrarlo levantó el bulto de hojas que traía consigo.

— La misma excusa que usan todos — movió su mano con desdén.

Denki estaba apunto de alegar cuando dos manos se posicionaron en sus hombros.

— Margaret, buen día linda — el rubio escuchó una voz cantarína en su oído derecho dirigiéndose a la mujer — yo me encargo de este joven.

La mujer asintio y siguio con lo que sea que estuviera haciendo al otro del escritorio. Sin tener tiempo de protestar Denki fue arrastrado hacia una puerta que decía "solo personal autorizado", cuando la hubo cruzado sus hombros quedaron libres y el hombre que lo arrastró consigo se puso frente a él.

— Así que tu eres el desafortunado — hablo con una sonrisa traviesa en sus labios — eres más bonito de lo que esperaba  — susurro tomándole la barbilla y moviendo su cara a ambos lados — tienes facciones estéticas, sí...definitivamente tienes un rostro de ángel.

Denki dio un paso atrás cohibido por los halagos y se aclaró la garganta incómodo.

— Gracias... — dudo y agradeció al mismo tiempo — Yo soy...

El hombre frente al rio y movió sus manos interrumpiendolo.

— Sé quién eres — respondió sonriente — Shinsou me hablo de ti. Soy Hawks.

Parecía que Shinsou le hablaba a todos sobre el.

Denki asintió como si lo supiera, Hawks estrecho sus ojos analizandolo y después una carcajada salió de su pecho.

— ¡Dios! — exclamó — Uvita no te ha hablado de mi, ¿verdad?

¿Uvita?

El hombre frente a él se dio la vuelta y comenzó a caminar por el pasillo, Denki supuso que quería que lo siguiera así que emprendió su camino detrás de él.

Ambos se adentraron a un gran salón, lo primero que captó la mirada de Denki fue una gran manta negra que tapaba algo, a cada lado de esta gran figura se encontraba una mesa con pinturas y lo que supuso eran herramientas que utilizaban en la galería.

— Este es el estudio donde trabajamos Shinsou y yo — Hawks se detuvo frente a una de las mesas y comenzó a ordenar el desastre que tenía — bueno, solamente lo utilizo yo, es muy raro que el venga a trabajar aquí.

Denki movió la cabeza en señal de asentimiento, aún se encontraba observando todo a su alrededor; cuando se dio cuenta que Hawks no lo estaba viendo respondió.

— Si, tiene un estudio en casa. ¿Tú también eres pintor? — preguntó.

Hawks termino de guardar sus herramientas y se sentó en un taburete.

— Hago un poco de todo, pero mi fuerte es la escultura. Eso que está al fondo — apuntó hacia la gran manta negra — es la obra que expondré en la siguiente exhibición, te diría que es pero quiero que sea una sorpresa para todos. En fin, no hablemos de mí, ¿cómo es que el amargado de Shinsou terminó casado con semejante belleza? No me lo tomes a mal, tengo pareja y lo amo demasiado; pero mi lado creativo aflora cuando veo algo hermoso. Además, tu complexión me resulta vagamente conocida, sobre todo la curva de tu cuello.

Denki río nervioso y estaba completamente seguro que su cara se encontraba del mismo color que el cabello de Kirishima. Kaminari siempre fue débil ante las personas atractivas y ciertamente, el hombre frente a él poseía una belleza sin igual; ¿era algún requisito? ser tan hermoso como una obra de arte para poder crear una.

— ¿Te gustaría posar para mi? — preguntó — ya estoy planeando mi próxima exhibición, tú encajas perfectamente en ella.

— Yo no hago eso — respondió rápidamente, por lo menos ya no.

Hawks lo miró con ojos de halcón, buscando alguna brocha que le permitiera salirse con la suya.

— Te pagaría una gran suma de dinero.

— No necesito dinero, simplemente no estoy interesado en inmiscuirme en el arte.

Hawks suspiró resignado.

— Una lástima.

—¿y Shinsou?

— Debe estar en las oficinas de su padre — respondió, mientras se daba vueltas en el taburete —¿cómo te trata Aizawa? Aquí se comporta como un viejo gruñón, no puedo ni imaginar lo que debe de sentir ahora que le quitaron a su retoño.

Denki se frotó el cuello con las manos.

— En realidad, solamente lo conozco por fotos.

Hawks dejó de darse vueltas y lo observó asombrado.

— Dios... la que te espera— rio entre dientes —. El único consejo que te puedo dar es que te ganes a Hizashi, si Hizashi te ama te aseguro que Aizawa no te tocará un pelo.

— ¿Quien es Hizashi?

— Si que estas desinformado — le respondió Hawks — es increíble que te hayas casado con Shinsou sin saber sobre su familia. Mi abuela me decía que tienes que conocer antes a la familia de tu pareja si es que quieres pasar toda la vida con esa persona, fíjate muy bien cómo se llevan, me dijo — hizo un pequeño ademán con las manos como si lo estuviera apuntando — en fin, Hizashi es el otro padre de Shinsou, es un amor de persona y el único que es inmune a la amargura de Aizawa.

Denki estaba seguro que Hawks solo exageraba, además, todos amaban a Denki, no había ninguna sola persona en el mundo que se resistiera a sus encantos, por lo menos hasta ahora.

— Bien, tendré en cuenta tu consejo. Creo que los conoceré en unos días, nos han invitado a cenar — comentó.

Hawks pareció meditarlo unos segundos, estaba por decir algo cuando su teléfono comenzó a sonar.

— ¡Dabi! — el rostro de Hawks se iluminó en cuanto contestó la llamada — yo también...si, espera. Denki tengo que tomar esta llamada, el amor de mi vida aclama por mi.

El rubio asintió con una sonrisa y le dijo que no se preocupara,mientras tanto Denki se dedicó a permanecer en el mismo lugar pensando en lo dicho por Hawks, definitivamente necesitaba cuestionar a Shinsou sobre sus padres, no podía ir a la guerra sin armas.

— Estás aquí.

Para cuando reconoció la voz, Shinsou ya se encontraba a su lado con una expresión aliviada.

— No se como olvide esto en casa — habló tomando la libreta y el montón de hojas de las manos de Denki — estoy tan cansado...

— Tal vez debas trabajar menos o cambiar tus horarios de trabajo —mencionó el rubio.

Shinsou acercó uno de los taburetes.

— Debería — susurró — ¿viste los bocetos?

— Algunos, solamente los que están en las hojas, — mintió — son hermosos.

Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Shinsou.

— ¡Uvita! — grito Hawks entrando al salon — tu esposo es un encanto, si no estuviera con Dabi te lo robaba.

— ¿Por qué te dice uvita? — Denki se inclinó hacia Shinsou y en un susurro preguntó.

— Solo ignoralo — respondió de vuelta — creí que ya te ibas a casa, Hawks.

— Efectivamente, pero me encontré a tu pareja a punto de pelear con Margaret en recepción y decidí quedarme un poco más.

Shinsou volteo a observar a Denki con un signo de pregunta en su rostro.

— No me dejaba entrar — respondió, encogiéndose de hombros. — creo que es hora de irme, fue un gusto hablar contigo Hawks.

Estaba por caminar a la salida cuando Shinsou lo detuvo del brazo, se acercó a él y le dio un pequeño beso en la comisura de la boca.

— Te veo en casa.

Sabía fingir muy bien.

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