Capítulo Paralelo 1
——17 años después——
—Presente—
Mac se hallaba dormido en el asiento trasero de un vehículo, mientras lo hacía tenia horribles pesadillas sobre una chica que lo perseguía, él estaba solo y no sabía por dónde escapar, de un momento a otro aparece en un extraño pasillo de escuela que le era un tanto familiar, sentía el ambiente del local como si estuviera allí, escuchaba las voces y las rizas de los niños en alguna parte pero no los veía, seguía estando solo, continua caminando de forma natural guardando discreción — ¿En dónde estoy? Y ¿Cómo llegue acá?— se preguntaba. Por una extraña razón se siente atraído a las escaleras, de repente aparece una leve sensación en su vejiga, tenía ganas de orinar.
Baja la mirada y observa el fondo del descenso, las escaleras eran tan profundas que desaparecían en una oscuridad infinita, era como si se tragara los escalones y todo lo que viniera con él, Mac se sentía un tanto turbado pues una pisca de razón en su subconsciente le indicaba que no era normal lo que veía, da unos pasos en retroceso y se tropieza de espalda con alguien, percibía la brisa de su aliente en su cabello, los latidos de su corazón se dispararon como misil—Hola mi querido hermanito— los ojos de Mac se sobresaltaron y una palabra vino a su mente como si la leyera—Nima— susurra.
Escucha unas ricitas de pequeña infante y es empujado, Mac luchaba para no caer pero sus pies patinaban como si el suelo se convirtiera en mantequilla, el chico extiende sus manos para sujetar el barandal pero este se esfuma como humo, la riza de su victimario era más lasciva y sádica, tan chillante que puyaba los sentidos, por ultimo voltea para verle el rostro en plena caída pero no ve a nadie, solo la escucha y de un grito desciende a la oscuridad.
... ... ... ... ... ... ...
Despierta sobresaltado que golpea el asiento de adelante— ¡Mac que te pasa!—gruñó su mejor amigo—Ahh... nada. Tan solo fue una pesadilla, lo siento—profesa sobándose la frente acompañada de una avergonzada mirada— ¡De nuevo!— exclama Cristian con vehemencia. Mac se limita a asentir.
—Amigo es la segunda vez que pasa lo mismo ¿Siempre tienes pesadilla?— inquiere volteando para atrás.
—Desde que mi cabello se tornó de otro color— expone con una mirada cansada.
—Mmmm... bueno, no soy psicólogo pero deberías hablarnos de ellos— se recuesta en su asiento con un suspiro adormilado pues a él lo levantaron por un golpe de susto.
—Mi madrastra por parte de mi papá es psicóloga, tal vez ella...— menciona una voz femenina— Olvídalo Rebecca. Él es fugitivo y por lo visto nosotros estamos iguales, no podemos tratar con cualquiera— reprende Cristian recostando su rostro a la ventana— Es una sugerencia ¡No te alteres!—asevera ella levemente alterada. Cristian guarda silencio y nadie dice nada hasta que un gruñido estomacal interfiere el silencio.
—Huí alguien está pidiendo en silencio— soltó la guapa chica con el volante en la mano.
—No fui yo— advierte Mac
<<Grrr... grrr... grrrr... >>
—Soy yo— suspira Cristian con mero fastidio, desviando la mirada. —Conozco un lugar donde podemos comer— propone Rebeca con su gesto encantadora.
En una lonchería de pueblo, un lugar no muy arreglado como un restaurant pero tampoco descuidado si no rustico, estaba la chica pagando con su tarjeta de crédito unos sándwich de pollo —Te prometo que te voy a pagar después, cuando recupere mi tarjeta— asegura Cristian con un gesto cohibido—No te preocupes— indica ella con una mirada relajada.
Los dos se aproximan a la mesa donde los espera Mac con la bandeja de los tres sándwich —Aquí tienes— entrega Rebeca gentilmente—Gracias por molestarte pero no tengo hambre— advierte Mac con una mirada caída—Fue un largo viaje y todavía no hemos terminado, tienes que comer— ordena su amigo con un tono alterado, Mac recoge su pan pero lo deja en el plato mientras que los otros comen—Mac por favor, no haces nada con pensar y pensar—vocifera su preocupado amigo con el alimento en la boca, él le ignora escuchando lo que dijo.
—Eehh... ya no falta mucho, creo que nos quedan unos diez kilómetros— anuncia Rebeca después de tragar, buscando otro tema para aguar la tensión. La barriga de Mac suena como chicharra interrumpiendo la conversación — ¡¿Vas a comer?!— Inquiere Cristian aún más alterado—Dije que no tengo hambre— insiste el chico con el ceño fruncido, vuelve a sonar su barriga y desvía la mirada— ¡¿Por qué eres tan terco?!— ataca su compañero de juegos.
—Eeehhh... la casa es grande y no hay mucha gente alrededor, así que no creo que...— cuenta Rebecca haciendo otro banal intento para aligerar la discusión, es interrumpida— ¿Por qué no quieres comer? Enserio, a veces eres insoportable— afinca Cristian molesto.
—Voy al baño— se levanta Mac cerio sin ganas de hablar.
—No. Esa escusa no funciona conmigo— reta Cristian furioso, le sujeta el codo—Suéltame— ordena su camarada en un tono frágil pero intenso—Hasta que me digas ¡Que carrizo tienes!—Mac chita con la lengua fastidiado— ¿Por qué no quieres hablar?— pregunta su amigo intrigado.
— ¡Déjame!
—Hasta que digas lo que te pasa.
— ¡No!— niega afincando sus dientes, estaba alterado.
—YA, ¡HABLAAA!
—VASTAAAA— Cristian es empujado y se desliza en el suelo tumbando la mesa, Rebeca se levanta sobresaltada con la comida en sus pies y todos los demás vociferan alterados, se detienen a ver la discusión. En el piso sube la cabeza y lo mira con vehemencia con ganas de golpearlo hasta que nota el brillo de sus ojos por las lágrimas—No debiste...—se restriega sus parpados el pobre Mac—No debieron a verme ayudado, lo lamento— afligido camina al exterior dejándolos atrás, Cristian muy impactado, intenta levantarse, llamándolo
—Mac...
—MAC...
—MAAAAAAC...
—— Capitulo 20: Involucrado (parte 1) ——
—Hace tres días—
<< Señores pasajeros este tren está llegando a su último destino, por favor retirarse de él ya que no prestara servicio de vuelta, gracias>>
<< Señores pasajeros este tren está llegando a su último destino, por favor retirarse de él ya que no prestara servicio de vuelta, gracias>>
<< Señores pasajeros este tren está llegando... >>
Abro mis ojos, me siento un tanto mareado ¿En dónde estoy? Ah... ¡Sí! En el metro, todavía no puedo creer que asesinaron a mis padres ¿Qué hora son?. Salí del vagón que se apagaba al instante, estiro mis brazos y miré la hora, eran las siete y media de la noche—A ¿Dónde voy?— pensé, no tenía algún sitio a donde ir, me hallaba perdido.
Esperé el siguiente tren, no me provocaba subir al exterior y si es de hacerlo ¿A dónde iría? Estaba completamente solo ¡Extraño a mis padres! Pero a la vez siento coraje y miedo, tragaba las ganas de llorar, no quería hacerlo ¿Quiénes eran esos sujetos? ¿A caso la que dicen ser mi hermana es la responsable? Si es así prefiero no conocerla. Entro al siguiente vagón, me siento y me pongo a pensar, escuchaba los murmullos de las personas a mí alrededor pero estaba desconectado de la realidad, deseando a que esto fuese una pesadilla.
<<Grrr... grrr... grrr...>>
—Ahs— me despierto abruptamente, ahora mi barriga pedía con vehemencia, tengo que comer algo. Salgo del vagón en la estación de dónde vengo a ver si consigo que comer, no quería ir a otra parte pues a pesar de todo sentía una pizca de seguridad acá, ya que crecí por estos lares. Camino por la avenida principal, de noche las calles se transforman en otra, haciéndote sentir vulnerable, las pocas personas que transitaban era de un aspecto miserable: borrachos, recoge latas, drogadictos, limosneros y uno que otra persona normal, completamente diferente en el día.
Sin darme cuenta llegue al vecindario donde está mi casa, siendo guiado por mi subconsciente como si todavía no digiriera el incidente de hace unas cuantas horas. No se crean estaba asustado pues no quería volver a toparme con esos asesinos, me acerqué a mi casa, detrás de un muro la inspeccionaba desde lejos ¿Qué extraño? ¿Dónde están los disparos? ¿La ventana rota y la puerta despedazada? Todo estaba igual como si nada hubiese pasado ¿Acaso todo está bien? ¿Fue tan solo una ilusión producto de mi desubicada mente? ¿Mis padres seguirán vivo?. Con una pizca de esperanza cruzo la calle, sentía un intenso frio regocijante en mi piel como si anhelara lo que pensaba, hasta que vi un misterioso carro negro estacionarse frente de la casa guardando una sospechosa distancia.
Me cohibí y me escondí en la oscuridad detrás de un carro, algo me pitaba que no estaba solo, agudicé mi visión entrecogiendo los ojos y logre ver más allá de lo que normalmente se alcanza, como si estuviera usando un binocular, divisé a dos sujetos muy familiares, uno inspeccionaba una pantalla que tenía al lado de la radio mientras que el otro hacia una llamada, me tapo la boca y grito ahogadamente con los ojos exaltados, mi corazón palpitaba con fuerza pues esos eran los sujetos que asesinaron a mis padres.
Me mantengo agachado, tratando de calmar mis nervios y seguir inadvertido, todo es real y no mera ilusión, gateo lo más que puedo sin hacer mucho ruido hasta que alcancé la esquina que pasaba fuera de sus vistas, me levanto y camino frenéticamente sin mirar atrás, quería correr pero no estaba seguro si había otro cerca, mis ojos recorrían toda la calle hasta el cielo, estaba paranoico hasta que de repente de un sobresalto caigo al suelo pues escuche los ladridos de un perro detrás de unas rejas. Me levanto y salgo corriendo, no quería ser perseguido de nuevo.
Estaba amaneciendo, la luz del sol tocaba mi cara, me quedé dormido, aparto el rostro como mero rechazo a la luz como si fuera un vampiro ya que me encandilaba, sin darme cuenta me dormí al lado de una bodega pequeña, enfrente de la casa de mi mejor amigo.
Grrr... grrr... grrrr...
Mi estómago pedía a gritos desayuno, quería ir a tocar su puerta a pedir ayuda o algún apoyo pero ¿Qué ayuda me podría dar? Sé que es mi mejor amigo y haría lo que fuera para ayudarme como yo a él pero después de lo que le dije e hice en la graduación no creo que me quiera volver a hablar, además esta situación se tornó extrema y no quiero que pague alguna consecuencia por mi culpa. No, no puedo, no debo hacerle eso, tengo que buscar otra salida o morir en ella—Mac ¿Eres tú?— escuché una voz conocida detrás de mí, volteo y era él— ¿Qué te pasó?— inquirió sobresaltado con una bolsa de pan en la mano, quería actuar natural, quería hacerle saber que todo está bien, quería intentar librarlo de alguna carga pero una vez más fui débil, una fuerte presión en mi pecho me hizo correr a él y llorar en su hombro, desahogando toda mi frustración.
Horas más tarde me hallaba comiendo un rico plato de macarrones con queso—Está delicioso— exclamé con mi barriga satisfecha y soplando el humo atrapado en mi aliento— Ah... gracias. Bueno, tú sabes, la comida guardada fría es mi especialidad, el secreto esta quitarle el papel aluminio y calentarlo en él microonda, escoges el tiempo exacto y ¡VUHALAAA! Obtienes una delicia— presume de forma burlona, rosando sus dedos sobre el labio como si estuviera roscando un mostacho—Hehehehe... enserio, tienes un dote para calentar la comida.
—Siiii... que te puedo decir, esa una de mis habilidades que nadie conoce— vocifera con una sonrisa mi gracioso amigo. Me sentía mucho mejor teniéndolo cerca, cuando le conté todo era como quitarme un gran peso sobre mi hombro, aliviando más la carga, ya no estaba solo— ¿Y tu madre?— pregunté visualizando a mi alrededor—Ah. Si, ella. Esta de un crucero con una persona que será mi padrastro— responde mientras lavaba los platos—Ah. Ok y ¿Cuándo se fue?
—Hace una semana.
—Y ¿cuándo regresará?
—Creo que, mmmmm... un mes o dos semanas.
—Wow es mucho tiempo o ¿No?
—Ni tanto hay a veces que se tarde hasta dos meses de viaje, pero bueeehhh...— explica de forma desinteresara como si fuese natural la ausencia de su madre.
—Ok, y ella ¿Fue a la graduación?— pregunté en un tono delicado.
Cristian se detuvo de restregar los platos y volvió al otro segundo—No. Pero no importa, no es la primera vez— dice con mero desanimo sofocando su fingido desinterés— ¿Y tú pa...— me interrumpe— Él tampoco fue.
— ¿No pudo?
—Si ir a apostar a caballo es estar indispuesto, si, digamos que no pudo— declara un tanto alterado, al parecer la conversación se giraba a muy incómoda para él—Lo lamento, no debí preguntar— excusé bajando mis hombros—No te preocupes, no es tu culpa, por lo menos se quiénes son mis...—De repente es interrumpido por un golpeteo a la puerta— ¿Alguien venía a visitarte?— gire preguntando con desconcierto—No, para nada iré a ver.
Se asoma a la ventana, escondiéndose en las cortinas — ¡Son policías!—musita de forma sobresaltada, no hallaba que hacer— ¿Qué hago?— inquirí en el mismo tono—Escóndete en mi cuarto— ordena señalando arriba, siendo sofocado por el ruido del golpeteo impaciente. Abre la puerta—HOOoola ¿Qué se le ofrece?— recibe fingiendo estar relajado.
——Fin del punto de vista de Mac——
—Hola mi nombre es el agente Kai y mi compañero Dirck— presente el agente de uniforme con lentes oscuros y de tiesa expresión—Y ¿Tus padres?
—Mi madre no se encuentra— anuncia Cristian con fastidio—Entiendo ¿Podemos pasar?— inquiere el inquietante hombre de penetrante voz—No—niega girando la cabeza a punto de cerrar la puerta— ¿Por qué?
—Eeehhh... mi madre me ordenó no hacer fiesta y no dejar pasar a desconocidos, así que lo siento— cierra la puerta hasta que es obstruido por un pie—Veo que nos estas confundiendo ¿Vez esta placa?— inquiere el sombrío hombre señalando el parche de su camisa en un tono intimidante—Si— afirma el chico incómodamente—Entonces sabes muy bien que no somos unos simples extraños— extiende su mano reteniendo la puerta—Si, no soy tonto, sé que son policías pero igual no los debo dejar pasar— insiste forcejeando—Parece que no entiendes, estas cometiendo un error— le gana empujando.
— ¡¿Por qué?! Es mi casa y tengo el derecho de dejar pasar o no— retrocede el joven guardando discreción
—No nos interesa lo que ordene tu madre y que este sea tu casa, nos enteramos de un asesinato, una pareja fue brutalmente masacrada y al parecer el sospechoso es un joven adolescente que desapareció dejando sus huellas en el charco de sangre, nos informaron que es muy amigo tuyo al parecer el único que tiene ¿Sabes en donde pueda estar?
— ¡No! no sé nada— niega Cristian con una pizca de nervio
—Entiendo—declara el deductivo hombre mientras rodeaba al chico recorriendo su vista desde la cocina hasta las escaleras, observa una foto que casualmente esta Mac con él, la sostiene—Sabes...—devuelve la foto—Que la sentencia de un cómplice por esconder a un criminal es igual al asesinato ¡Lo sabes! ¿Verdad?—advierte con un tono retador, Cristian afirma con la cabeza guardando silencio pero su mirada nerviosa lo delataba—Si no sabes nada, entonces no te molestará si mi amigo revisa arriba, al menos que escondas algo ¿Verdad?— inquiere con una sonrisa petulante, escondiendo la expresión de sus ojos por los lentes.
—No señor— Cristian baja sus hombros en rendición.
—Buen chico— con sus labios le indica que suba su compañero, él obedece—Sabes niño, hay algo muy extraño en todo esto— declara el agente recorriendo la sala y fijando su mirada en cada espacio que detectaba.
— ¿A qué se refiere?— pregunta el joven estremecido—Lo más extraño es que te limites a decir que no sabes nada y no te sorprenda lo que hizo tu amigo ¿Verdad?—gira a verlo como si descubriera la falla de su mentira, Cristian se hallaba entre la espada y la pared, de repente suena la radio del hombre en alta voz <<GSSssss... gsss... Verdugo seis, nos gsss... confirmaron que el objetivo fue a la casa de su compañero, captúrenlo y liquiden al que esté allí>>
—Enterado— afirma el hombre en un tono fríamente natural como si no le importara que se enterara. Ahora Cristian sabe que estos hombres no son policías, observa su sádica sonrisa asesina, deseando disfrutar lo que está a punto de cometer, Cristian de un sobresalto corre a las escalera y grita — ¡MAC ESCAPA, NO SON POLICIAS Y VINIERON A MATARNOS!— él hombre disfrazado de agente le da una patada en el estómago, tumbándolo al suelo y gruñe—Chico estúpido, me encargaré que sufras...
Continuará...
Hola queridos Protylectores espero que hayas disfrutado de este capítulo paralelo. Ahora quiero mezclar las líneas de tiempo entre el presente y el pasado, ya verán cómo se desenvolverá esta historia de una manera más interesante o moriré en el intento jejejeje pero no será siempre de este modo para no enredarlos. Sin más nada que decir, siguiente intriga: Pobre Mac al parecer Cristian y Rebeca son fugitivo al igual que él ¿Acaso Mac intentara escapar para salvar a sus amigos? ¿A dónde tenían pensado ir? Ahora regresando unos tantos días atrás del presente, el pobre Cristian tiene que salvar su vida a manos de esos asesinos ¿Cómo lo hará? ¿Acaso Mac dejará escapar su soldado interior para salvarlo? O ¿El mismo lo hará? Todo eso lo sabrán en los siguientes capítulos. UN SALUDO ^^
Ante de irme quisiera recomendarles un libro que me eh estado leyendo y tiene una trama muy buena más la narración parece de editorial. No se crean he aprendido algunas técnicas de ese libro. Su nombre es: "Festín de Almas" del autor @dwight77. Espero que la disfruten al igual que yo ^^
Le doy las gracias a @twentydreams por dedicar este dibujo a la obra
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