avance

Era una hermosa noche estrellada, la música electrónica sonaba por los alrededores, y nuestro querido protagonista, ya hacía en medio del salón, sudando después de tanto saltar de alegría, pues en esta hermosa noche de luna llena, podía festejar uno de sus más recientes logros.

Ya que hace tan solo unas horas, por fin había culminada sus estudios de la escuela primaria, y sin duda alguna seria un momento que atesoraría toda su vida.

En la mañana, se presento a la escuela, acompañado de sus abuelos, los cuales sostenían entre sus brazos a una pequeña de cabello rubio platinado, pues realmente eran las únicas personas que deseaba que lo acompañasen ese día.

Con el pasar de los minutos en aquel foro, uno a uno de los ahora ex alumnos fueron nombrados para presentarse a recibir el documento que certificaba que habían culminado su periodo de estudios en aquella institución.

El turno del peliblanco llego, se puso de pie y recibió varios aplausos de las personas que tanto amaba, comenzó a avanzar hacia sus ahora ex maestros, y antes de poder pisar el primer escalón del podio, un fuerte estruendo se escuchó.

Pues abruptamente por la entrada, llego el resto de su familia, los cuales se veían acelerados, ya que pese a tener ropa formal, se veía muy desalineada, debido a la prisa que tuvieron al cambiarse, por no decir de lo horrible que se veía su maquillaje.

El peliblanco los vio por un momento con indiferencia, solo para darles la espalda, y subir a recibir su certificado, pues el intencionalmente no les había informada de este evento, ya que no deseaba que estuvieran ahí.

Pero por lo visto, alguna de las hermanas menores, no pudo evitar soltar la sopa, no necesitaba pensar mucho el quien había sido, ya que se las cobraría a esa supuesta amenaza rosa.

Uno a uno paso con los maestros de la institución, para saludarlos antes de recibir aquel documento, y aunque trato de darles una sonrisa sincera, no pudo evitar mirar con tristeza el lugar que seria para su querida amiga de cabello carmín.

A quien lamentablemente no volvió a ver después de su regreso, pues una pequeña lesión en la pierna le impedía salir de cama por lo menos durante seis meses.

Ya habiendo culminado el evento formal, el director de la escuela les recordó a todos sus alumnos que podían presentarse en la noche para la fiesta que les habían organizado, y el grupo de amigos no tardo en acordar que irían en grupo, para así evitar ser rechazados por alguna chica... o chico, en el caso de una recién integrada peli negra.

Y una vez bien organizado el plan, por parte del peliblanco, el grupo de perdedores se separó momentáneamente para ir con sus familias a celebrar.

Tan pronto como llego con su familia, el rostro de alegría del peliblanco paso a ser nuevamente neutral, los observo a todos detenidamente, notando la usencia de Lynn padre, como ya hacía meses, pues por lo visto, se había ido a negociar con inversionistas, para así lograr hacer más grande su franquicia.

Rita se acercó para felicitarlo, dándole un incomodo abrazo al peliblanco, pues sabia que su hijo no era tan torpe como para no decirles de este evento de forma accidental.

El peliblanco solo recibió aquel abrazo como una formalidad, pues, aunque había comenzado a convivir mas con ellos, este aun no los consideraba una familia, así una a una las hermanas repitieron la acción de su madre, incluso Lynn Jr., quien a base de amenazas termino cediendo.

Pero todo cambio cuando sus abuelos se acercaron, su rostro se suavizo y una cálida sonrisa se marco en sus labios, prácticamente brinco a sus brazos de alegría, y ellos solo lo recibieron lo mejor que pudieron.

Esto le dolió a la madre, pues ella debería ser la que recibiera a su hijo en brazos, no su padre, sin embardo no dijo nada, sabia que el camino para arreglar su relación con su hijo seria largo, por eso no debía precipitarse y echar a perder la poca cercanía que aun tenían.

Terminando el abrazo de la enternecedora familia, el peliblanco quería ir a festejar con las personas que amaba, sin embargo, su abuelo le informo que eso no sería posible, pues recientemente su abuela se sentía enferma, por lo que solo lo acompañarían en este evento, para posteriormente retirarse a reposar.

El peliblanco solo agacho la mirada, y se despidió con una sonrisa, pues entendía que sus padres ya no eran jóvenes, y su prioridad ahora era tenerlos a su lado el máximo tiempo posible, sobre todo a su abuela quien cada vez se enfermaba mas seguido y con peores síntomas.

La mujer de avanzada edad dejo a la pequeña niña en sus brazos, y este la recibió con una gran sonrisa, la cual fue correspondida con una dulce risa de alegría, los adultos mayores se despidieron de los demás, y dejaron el recinto para partir rumbo a su hogar.

La madre aprovecho el momento para comentarle a su hijo la posibilidad de salir a festejar, pero este solo la rechazo cortésmente, indicándole que prefería descansar, para el evento de esta noche.

La madre con una profunda tristeza acepto la decisión de su hijo, pero eso evito que pasasen por un pastel helado, pues aunque sea de forma indirecta, quería compartir la felicidad de su hija, y sabia bien que jugando la carta de Lily, el peliblanco no se negaría.

Pasaron las horas, la hermana menor de la familia ya hacia dormida en una cesta de ropa limpia, en la habitación del peliblanco, después de regocijarse siendo alimentada por su querido padre, y el peliblanco solo se arreglaba con su ropa para festejar.

Un conjunto sencillo de parte de su mentor, un pantalón de vestir negro, una camisa de vestir naranja y una corbata negra, junto a sus nuevas botas rojas, se observo por un momento al espejo y no pudo evitar pasar sus dedos sobre sus cicatrices.

Cualquiera que lo viera ahora y no lo conociera, juraría que ya no es un niño, incluso el mismo, no podía reconocerse, pues a comparación de su yo de hace un año, se veía como los errores de su familia calaban en él.

Dio un suspiro cansado y volvió a sonreír, pues esta era una noche para festejar, tomo su cabello y lo ato en una cola de caballo, se vio a si mismo en el espejo nuevamente, y se motivo para seguir adelante.

Salió de su habitación con la pequeña en brazos, busco a su madre para entregársela, la cual la recibió nerviosamente, pues sabía que no podía fallarle nuevamente a su hijo, el peliblanco se alejó de ella sin decir palabras, pues con su mirada bastaba para darle una advertencia a su madre, y después partió con sus amigos a festejar.

Era una hermosa noche estrellada, la música electrónica sonaba por los alrededores, y nuestro querido protagonista, ya hacía en la entrada del salón, junto a sus amigos, quienes ya estaban listos para festejar hasta el amanecer, o los vinieran a buscar, lo que pasara primero, después de todo seguían siendo niños.

Al principio comenzaron bailando en circulo, uno a uno demostraban sus mejores pasos de baile, y más pronto que tarde mas personas comenzaron a unirse, siendo estas las "adorables" socias del peliblanco, cookie, y la recién integrada a los negocios brownie.

Zash no pudo evitar sentir un escalofrió atravesando su espalda, pero aun así por el temor que le tenia a la "dulce" niña no pudo evitar negarse cuando cookie lo saco a bailar.

Y así uno a uno el grupo de perdedores comenzó a separarse, Liam saco a bailar a brownie, la cual gustosa acepto, mientras que Rusty se alejó molesto de que ninguna chica lo sacase a bailar, a pesar de gastar mucho en su ropa.

Dejando solos al tercio de amigos, Clyde en un principio trato de acercarse a Stella para invitarla a bailar, pero los nervios no lo dejaban moverse, el peliblanco al notar esto, puso un brazo sobre su hombro y le metió el pie para que caminase, acción que termino provocando que el joven moreno quedase de frente con su nueva amiga.

El chico de lentes se dio la vuelta con la intención de retirarse, pero al ver los ojos de su amigo, diciéndole que confiase en si mismo, trago profundo para tomar valor, volteo a ver nuevamente a su amiga, y fallando en ocultar sus nervios, la invito a bailar.

La joven morena se sonrojo ante la acción del joven de lentes, y un poco nerviosa acepto la invitación, el chico de lentes volteo a ver a su amigo con una sonrisa, solo para darse cuenta de que el peliblanco ya no estaba ahí.

Tan pronto como el grupo de amigos se termino de dispersar, el peliblanco se alejo de la pista de baila, con la intención de ocultarse para así poder subir al segundo piso sin ser visto, y una vez ahí, salió al balcón.

Topándose con la sorpresa de que no estaba solo, pues alguien que no esperaría ver allí le había ganado el lugar.

–

Lincoln: Dimartino...

Dimartino: ¿eh? Ah Lincoln, eres tu, crei que... eras otra persona ¿Qué haces aquí? La fiesta es allá abajo, además, este lugar esta prohibido para los alumnos.

Lincoln: que extraño, yo estaba a punto de hacerle la misma pregunta, además ¿Qué no los chaperones deberían cuidar a los niños?

Dimartino: tuche, escucha, yo no dire que te vi aquí si tu no dices que me viste fumando, ¿trato?

Lincoln: trato.

–

De esa forma ambos se quedaron en un silencio que comenzó a ser incomodo mas pronto que tarde.

–

Dimartino: ...

Lincoln: ...

Dimartino: ¿me diras por que subiste hasta aquí?

Lincoln: a respirar, pero supongo que el aire no será tan fresco como esperaba.

Dimartino: lo siento, no debería hacer esto frente un alumno.

Lincoln: bueno... literalmente hablando ya no soy su alumno.

Dimartino: cierto, pero aun asi debo dar el ejemplo.

Lincoln: supongo que si.

Dimartino: por cierto me contaron que te fuiste por varios meses, antes de que yo llegara... ¿Por qué?

Lincoln: pasaron muchas cosas, no se si supo que fui atacado por una pandilla en mi casa.

Dimartino: supe del caso, pero no sabia quien había sido, supongo que eso responde algunas preguntas.

Lincoln: ¿Cómo cuales?

Dimartino: la ultima vez que nos vimos no tenias esas cicatrices, y me preocupaba el de donde venían.

Lincoln: supongo que es raro ver al alumno mas sereno aparecer con cicatrices de un dia para otro.

Dimartino: si... pero es raro.

Lincoln: ¿Qué cosa?

Dimartino: son diferentes, dime ¿todas te las cicieron esos pandilleros?

Lincoln: no, solo estas, las otras me las hice en mi viaje.

Dimatino: ya veo, deberías cuidarte mas.

Lincoln: eso intento, de hecho me las gane por eso.

Dimartino: pero... no esta tan mal sabes, cuando llegues a la universidad las chicas se te pegaran como moscas para sabes un poco mas de tu historia.

Lincoln: supongo... de hecho hay una chica... es una amiga... un poco mayor que yo, y... supongo que me ve diferente desde que regrese de mi viaje.

Dimartino: ya veo, y dime ¿conozco a esta chica? Tal vez pueda ayudarte a acercarte a ella.

Lincoln: no lo creo, es una amiga de otra ciudad, además de que es mayor que yo, todos mis intentos por acercarme han fallado, supongo que no importa cuanto crezca como persona, para ella sere solo un niño.

Dimartino: tal vez, o tal vez debas esforzarte para que ella note tu cambio.

Lincoln: gracias... y... ¿Cuándo se va?

Dimartino: ¿Cómo sabes que me voy?

Lincoln: el anillo de compromiso, el hecho de que siempre es maestra sustituta, es obvio que no quiere acentuarse, solo esta de paso, y el hecho de que este aquí sola, significa que ya no le importa que pase con el empleo, asi que supongo que se ira pronto.

Dimartino: mi novio me propuso matrimonio, y le ofrecieron un nuevo puesto de trabajo, me ire con el en dos días.

Lincoln: felicidades.

Dimartino: a mi lo que sorprende es que te dieras cuenta, si nunca volteas a verme.

Lincoln: ¿a que se refiere?

Dimartino: Lincoln... no soy siega, soy plenamente consciente de mi belleza, y conoxco el tipo de atención que atraigo en los hombres, pero tu... eres diferente, hace un año cuando fui tu maestra, tu volteavas a verme, pero ahora... no lo se, es como si fuers otra persona, no se si esa chica de la que hablas te enamoro tanto que no puedes ver a otra mujer, o si el ataque te dejo algún tipo de shock.

Lincoln: no es eso.

Dimartino: ¿ah no?

Lincoln: Dimartino, ¿usted saldría de manera romántica con alguien de 12 años? ¿o con algún alumno?

Dimartino: jamás.

Lincoln: es por eso, simplemente prefiero aprovechar mi tiempo, en lugar de babear como un niño viendo a un dulce ¿no se si me entienda?

Dimartino: supongo que si.

Lincoln: bien.

Dimartino: pero supongo que es triste.

Lincoln: ¿Qué?

Dimartino: no poder llamar la atención de alguien especial como tu, supongo que me sentire celosa de esa amiga tuya.

Lincoln: vamos... no juegue conmigo.

Dimartino: lo siento, pero te vias tan serio que tenia que hacerlo... lo siento.

Lincoln: ¿Por qué?

Dimartino: se que tu y agnes tenian una relación especial, y lamento que lla no pudiera estar contigo hasta el final.

Lincoln: si, yo también lamento que no estuviera, pero no pasa nada, se que volveremos a encontrarnos.

Dimartino: si, después de todo ambos viven en la misma ciudad, visitarla no será un problema.

Lincoln: no es por eso.

Dimartino: ¿no?

Lincoln: no, es por que ambos estamos destinados.

Dimartino: ¿a que te refieres?

Lincoln: digame, ¿Qué tan probable es que un maestro le de clases al mismo alumno dos años seguidos?

Dimartino: poco.

Lincoln: ¿y tres?

Dimartino: menos.

Lincoln: la señorita Jhonson me dio seis años seguidos, por eso ella solia decirme que estamos destinados a encontrarnos.

Dimartino: debes quererla mucho.

Lincoln: sin dudarlo... vaya, son mis amigos, creo que es momento de despedirnos.

Dimartino: cuídate mucho Lincoln.

Lincoln: igualmente, señorita dimartino.

–

Con una sonrisa en su rostro, el joven peliblanco se despidió de la hermosa mujer, se dio la vuelta y antes de dar si quiera el primer paso hacia la puerta, se dio la vuelta bruscamente, asustando a la peli castaña.

El peliblanco la tomo del brazo y la jalo hacia el, acción que la hizo caer hacia su dirección, cosa que el albino aprovecho para plantarle un beso en los labios, la mujer no supo como reaccionar, por lo que permaneció inmóvil unos segundos... eso hasta que entro en si, se alejo y le panto un golpe en el rostro al peliblanco.

–

Dimartino: oh por dios Lincoln, lo siento... espera, ¿Cuál lo siento? ¿Por qué hiciste eso?

Lincoln: la ves que me atacaron, termine al borde de la muerte, y si yo hubiera merto, lo habría hecho con muchos arrepentimientos por las cosas que no había hecho.

DiMartino: ¿pero por que me besaste?

Lincoln: sentía que si no lo hacia ahora... me arrepentiría toda la vida, lo siento... pero no lo siento, cuidese mucho, créame que no le deseo nada mas que la felicidad a usted y su afortunado esposo.

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De esa forma el peliblanco cruzo la puerta, dejando sonrojada a la mujer, quien no se esperaba esa respuesta.

Mientras tanto el peliblanco ya hacie de vuelta en la pista de baile, pues sus amigos se habian reunido para tener otro baile grupal, pero antes, se acerco para tomar ponche, pues tanto bailar y haber besado a esa super modelo le habian dado sed.

Este se acerco a la barra donde ya hacia la dulce bebida, se sirvió un vaso y comenso a tomar... hasta que escucho una conversación que lo dejo perplejo.

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¿??: ¿estas seguro de esto?

¿??: si, solo es para animar la fiesta.

¿??: ¿de donde dices que conseguiste esta cosa?

¿??: mi hermano de la universidad, dice que siempre toman esta cosa en las fiesta, asi que no te preocupes.

¿??: no estoy seguro, creo que es mejor no hacerlo, además... ¿Cómo lo agregarías con tanta gente cerca del ponche?

¿??: tonto, fui yo quien lo preparo, le agregue esa cosa cuando solo era agua con azúcar.

¿??: eso significa que...

¿??: ahora si viene la verdadera fiesta.

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Tras escuchar esas palabras, es peliblanco observo su vaso a medias, mientras comenzaba a palidecer, sus amigos al notarlo no tardaron en acercaese a el para seguir con el baile, pero al notar su aspecto no pudieron evitar preopcuparse por el.

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Clyde: Lincoln... ¿estas bien?

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En eso momento el peliblanco salió de su trance, volteo a ver su vaso, después observo los vasos que ya hacien en las manos de sus amigos, y por ultimo el ponche del que todos seguían veviendo.

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Clyde: ¿lincoln?

Lincoln: hay caraj...

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