Antes de ser aplastada por aquel monstruo pensé que era extraño que cayera ilesa después de estar a una altura gigantesca, trate de recordar cómo fue que logré caer a suelo firme.

Un momento.

¿Suelo firme? ¿No estábamos en un velero?

Como partes de un rompecabezas mi memoria comienza a aclararse, al caer volví a sujetarme de la serpiente.

El impacto del ataque que lanzó Lex rompió la única escama imperfecta del monstruo y como el juego dominó, todas alrededor de fueron quebrando una a una.

Rápidamente apunté mi arma a esa brecha y perforé su carne ligeramente lo suficiente para no caer desde allí como excremento de paloma.

Entonces cuando llegue a cubierta, el enorme ofidio cerró los ojos y dejó del producir niebla, su enorme cabeza ubicada en el extremo de nuestra embarcación me resultó inquietante, pero lo fue aún más cuando el cambio de color de sus escamas paso de gris a negro, tuve una premonición de que la batalla no sería sencilla y luego...

Algo pasó.

O nada pasó mejor dicho.

Sentí una incongruencia en alguna parte.

Me sentí cansada ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Semanas, meses, años?

Aunque todo a mi alrededor seguía igual, algo se había detenido y por mi mente pasaron escenarios de Lex y yo luchando otra vez contra ese monstruo.

“¿Qué es esto? ¿Podría ser mi habilidad predicción?”

No, no lo era.

Similar pero diferente.

La serpiente aunque ya no despedía veneno o niebla de sus glifos actuaba como si hubiera enloquecido, una energía similar cuando activaba mi habilidad Berserk y aunque odiaba admitirlo la suya era más estable y fuerte.

No pudo hacerle frente, Lex y ella no podían hacerle frente, no en su estado actual.

Sus probabilidades de sobrevivir eran escasas, al final del episodio terminaba sin una o dos extremidades, si es que no era despedazada o comida directamente.

Eso era soportable.

Otras veces veía a Lex morir antes que ella de tantas formas creativas que resultaba asqueroso.

Sentí alivio que todo eso solo lo veía yo, porque allí seguía Lex.

Todavía tenía esa apariencia genial cuando la niebla dejaba ver su figura, estaba cansado y sudoroso, él no lanzaría otro ataque de esos en unos treinta minutos, podría hacerlo antes pero serían inútiles si no eran lo suficientemente podedoros como para acabarlo de un golpe.

Treinta minutos.

Antes de ese tiempo el maldito desgraciado nos había matado cientos de veces.

¿A quién diablos se le ocurre poner una fase de pesadilla al jefe final?

Oh demonios, hasta cuando tengo que vivir entre posibilidades.

Tic Tac...

Tic Tac...

Tic Tac...

Intentemos una vez más, de todas formas no hay nada qué hacer.

Tic Tac...

Mierda así no era.

Tic Tac...

¡Lex nooooo!

Tic Tac...

¡MALDITA SERPIENTE!

Tic Tac...

Estoy cansada

Tic Tac...

¡Solo cinco minutos, necesito cinco más! ¡No, solo 4 están bien!

Tic Tac...

Basta por favor...

Tic Tac...

Detente...

Tic Tac...

...

Tic Tac...

Una vez más.

Supongo
Tic Tac...

que he
Tic Tac...

sobrevivido
Tic Tac...

[La habilidad “Observador de flujo” se ha activado por sí misma con el fin de proteger el ego del usuario]

* * *

La cabeza de la serpiente cayó ruidosamente en la cubierta del velero, el color de las escamas cambiaron desde la punta de la cola hasta la cabeza, cuando el color brea ya estaba por mitad del cuerpo Yoshira corrió tan rápido como lo permitió su cuerpo al lugar donde se encontraba Alexander.

Este frunció el ceño e intentó decir algo cuando Yoshira se lanzó frente a él al mismo tiempo que el extremo de la cola de monstruo barría el lugar donde estaban, el mastin que se erguía en el medio de la embarcación se rompió como un mondadientes y cayó a treinta centímetros de donde ambos estaban, de inmediato Yoshira giro cinco veces abrazando firmemente el cuerpo de Alexander, justo cuando acababan de dejar ese lugar el gran cuerpo de la serpiente se dejó caer nuevamente como azotando un gran látigo.

Después de rodar unas cuantas veces más, contando el número de vueltas o deteniéndose de impreviso, Yoshira se levantó con rapidez y agarró del brazo a Alexander.

La serpiente se había erguido nuevamente y comenzó a mostrar los dientes, con las fugaces luces de la cueva se podía ver como su gran cuerpo se enrrollada como los espaguetis en un tenedor y el color del aura al rededor de su cuerpo se veía color tierra.

—Lex, escúchame con atención, pasaremos por debajo de allí.

Alexander no pudo replicar porque de inmediato unos glifos se estuvieron a punto de arrancarle la cabeza.

Estaba a punto de lanzar un hechizo cuando fue arrastrado por su hermana quién corría con pasos largos.

—¡No debes usar magia ahora, esa cosa lo sentirá y te seguirá como un perro!

Al terminar de hablar ella, la energía roja brotó de ella, sin embargo había algo diferente.

Solo sus brazos y sus piernas acumularon energía, cargó a su hermano entre sus brazos como a una doncella y volvió a correr, esta vez mucho más rápido.

Alexander se preguntaba por qué estaba en esta posición tan vergonzosa si solo hace tres minutos estaba haciendo una entrada épica.

SHHHHIIIISHHHERKK

La serpiente comenzó a sizear y nuevamente se lanzó hacia ambos.

Yoshira contó diecisiete pasos largos, luego giró en dirección al monstruo que los perseguía y lanzó a su hermano con la mayor fuerza posible.

Alexander ahogó un grito que se colaba por su garganta mientras que desde esa altura podía ver como Yoshira después de lanzarlo corrió directamente hacia la boca abierta del monstruo para sujetarse firmemente de los glifos superiores y patear con ambas piernas el paladar de la serpiente.

¡¡¡SHIIIIIEEEEESHHHH!!!

Yoshira usando el impulso de ambas piernas salió de aquellas fauces con tanta rapidez tal como entró, la serpiente por otro lado retrocedió sizeando amenazadoramente.

Alexander que estaba en caída libre fue sujetado nuevamente, esta vez en el hombro como si fuera un costal de papas.

Nuevamente la persecución siguió, esta vez con la serpiente tenía más cautela y su impulso disminuyó.

Finalmente Yoshira volvió a enfrentarse a su molesto enemigo. No dudó en avanzar y atravesar directamente el amarañado cuerpo del ofidio gigante.

Cuando lo atravesó finalmente soltó a Alexander al borde del destruido velero y le dijo.

—Quince minutos, debes atacar en QUINCE MINUTOS, no antes. ¡Escúchame, nunca antes! Oculta tu maná y espera, porfavor confía en mí.

Yoshira había calculado con total precisión los movimientos anteriores para ahorrar algo de tiempo en ese anuncio, intentó  explicar su plan mientras iban corriendo, pero nunca daba resultados, Alexander salía antes y el ataque no era letal.

Suplicó varias veces, funcionó en algunas ocasiones, pero al momento de hacer tiempo para Lex, ella moría por no racionar adecuadamente su energía, por tanto cambió de estrategia.

Sin ninguna duda lo arrojó fuera y Alexander cayó al agua.

No lo descubrió después de mucho tiempo, pero el agua en aquella cueva estaba llena de maná y las reglas de la mazmorra sobre no salir de la embarcación no se aplicaban allí.

Era el lugar perfecto para hacer descansar a Lex mientras él reunía fuerzas, ese también era el motivo de la serpiente a mantener parte de su cuerpo en el agua, pero por qué Yoshira lo arrojó justo en ese lugar.

Aveces el lugar más seguro es el ojo del huracán.

Y todos los lugares que probó fueron descubiertos.

Ahora sólo quedaba sobrevivir esos quince minutos.

—No sabes las ganas que tengo de hacerme un abrigo con tu piel.

Soltó un comentario del que cualquier ambientalista se horrorizaría y corrió hacia el monstruo.

Alexander por otro lado cuando cayó al agua estaba a punto de sacar la cabeza de allí cuando notó algo extraño.

Podía respirar.

Tal como un pez con branquias bajo el agua podía respirar.

Maná

Todo el agua estaba lleno de maná.

Cualquier mago habría vendido su alma si era necesario por solo poner un pie allí.

Alexander lo entendió de inmediato.

“Debo tomar todo”

Ese lugar era perfecto para mejorar las capacidades mágicas, puede incluso que esa condición rara que tenía Yoshira podría hacerse curado y deseaba que ella también lo tuviera.

En efecto, no estaba equivocado. El maná puro del agua en esa cueva era tal que podría rejuvenecer los circuitos de maná quemados y ampliar círculos de corazón de maná para magos, incluso podría mantener con vida por algún tiempo a un moribundo.

Yoshira también lo sabía.

Eso último lo descubrió a las malas, recuerdo feo era mejor olvidarlo.

Después de muchas vueltas ya no lo quería.

“Por más que ponga una excelente espada en las manos de un cocinero no lo volverá un maestro de la espada”

Era mejor dárselo a quien sí podía usarlo.

Quince minutos.

Ese sería el tiempo que le tomaría absorber todo el maná, Alexander se preguntaba si esos quince minutos fueron un número que Yoshira le dio al azar o si sabía algo más.

Podría salir un poco antes, él estaba seguro que incluso si no eran los quince exactos podría ayudar, pero...

‘¡Escúchame, nunca antes!’

Su voz sonaba tan desesperada.

‘Oculta tu maná y espera, porfavor confía en mí’

Confianza, eso era.

Alexander tomó una decisión.

“De acuerdo, serán quince minutos”

Se escucharon sizeos y gritos de dolor.

Al parecer Merlín no fue tan desgraciado pues apesar de ocultarle sobre las propiedades del agua, le puso un temporizador como mensaje en una ventana de estado.

[El “anciano de la barba enredada” ha comprado un objeto de un uso en la tienda]

[Temporizador programado en quince minutos]

[15:00]

[13:26]

[11:01]

[08:59]

[05:30]

[00:01]

[00:00]

SPLASHHHHH

Alexander finalmente salió del agua, había ocultado su maná y para cuándo la serpiente notó algo extraño ya era tarde.

Todo estaba en el estómago del joven mago.

El báculo en la mano de Alexander canalizo todo su maná, él localizó a su presa con rapidez.

Estaba con la boca abierta justo en su dirección, pero no lo atacaría.

Yoshira lo sujetaba con la “Cuerda del cielo” que le prestó, le sorprendió que ella lo tuviera, casi se había olvidado de ese ítem por completo.

SSSSSSHHHIIIISHHHEEKK

La mitad de la cuerda presionaba debajo de la mandíbula de la serpiente y la otra mitad atravesaba dentro de su mandíbula de derecha a izquierda entre los músculos que mantenían unidos a su maxilares.

Yoshira enrolló ambos extremos de la cuerda en su manos, mientras que tiraba con tanta fuerza que desgarró algunos músculos de la boca abierta del monstruo.

Alexander se sorprendió al ver a su hermana estrangular a una criatura tan enorme, la energía roja en sus brazos fluctuaba de vez en cuando y la serpiente no dejaba de retorcerse para que lo soltara.

Tal vez fue así como Hércules mató al león de Nemea.

En esa posición se hizo visible nuevamente el punto débil de la serpiente, un agujero en su perfecta armadura que dejaba ver su carne.

SLASHHH

El maná salió disparado, potente, impetuoso y destructivo.

Golpeó el objetivo y finalmente la batalla terminó.

El fin de este capítulo estaría marcado con un punto final.

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N/A:

¿Cómo van banda?

¿Perdieron la fe?

Yo sí, pero no podía dejar a Yoshira allí.

Casi olvido lo divertido que es escribir, así que aguantenme porfavor.

Bye~❤️