Justo después de que el sonido se detuvo, una colosal cueva apareció a la vista.

[Condición para superar 2/3 del recorrido:

• No abandonar el velero.
• Sobrevive a la red trófica dentro de la cueva]

"¿Red trófica?"

No me dio tiempo de procesar lo que leí, porque ni bien el velero se adentro en la cueva, escuché chillidos, burbujero y otros sonidos extraños.

La luz poco a poco se fue apagando dentro de la boca de la cueva y una oscuridad asfixiante envolvió el ambiente.

Me puse en guardia y ralenticé mi respiración evitando hacer ruidos innecesarios.

Instintivamente lo sentí, a pesar de que mi vista no me era de utilidad, mis otros sentidos aún me daban una idea de lo que ocurría..

Bloquear un sentido hizo a los demás más sensibles.

Fue posible gracias a que cuando me forcé a sentir maná mis sentidos se habían vuelto dolorosamente sensibles, aunque ahora no estaban a esa intensidad, logré conservar un poco de aquello.

Detecté una vibración bajo el agua y el tenue olor a sangre en el ambiente.

Trague saliva.

PAAAM

Algo había chocado con el velero.

"¡Mierda! ¿Es otro como el anterior?" Sentí una sensación de crisis, al parecer el pez tortuga me había dejado una fuerte impresión.

Maldije mi suerte, apenas habíamos podido con nuestro querido pez tortuga.

Afortunadamente o desafortunadamente no fue eso.

KIIIIEK

AEEEGHHH

Por un breve instante una luz brillante iluminó la cueva, fueron solo unos breves segundos, pero fueron suficientes para darme cuenta qué quería decir con "red trófica".

Una enorme serpiente había envuelto a un hipopótamo con cuernos y abría su boca para tragárselo, mientras este devoraba su estómago, pero ellos no eran los únicos que peleaban entre sí, la fugaz luz también se reflejó en los cientos de ojos en la superficie del agua y alrededor de la cueva.

Otros más pequeños aprovecharon la lucha de los más grandes para llevarse un pedazo de los perdedores.

"Joder, esto está peor que el pez tortuga".

Slash

De inmediato corté algo que venía a mí desde el aire, cuando lo hice una pequeña piedra de maná cayó a cubierta, lo adiviné por el sonido que hizo al caer y la leve sensación a maná que desprendió.

Sin embargo, otro rayo de luz iluminó brevemente la cueva y observé como un tentáculo robó la piedra de maná y se lo llevó al agua.

"¡Bastado eso era mío!"

No tuve tiempo para enojarme porque de nuevo algo había saltado sobre cubierta y reptaba por la madera.

Agudicé mi oído para localizarlo, escuché sus garras golpeando el piso de madera mientras se arrastraba, con ello logré imaginar en mi mente un camino por dónde iría.

Me apresuré y bajé la espada rápidamente.

KYEEEK

No pude matarlo.

Lo sé porque luego escuché como se alejaba, pero aun así logré hacerle un corte, pude oler un tenue rastro de sangre en el aire.

Fue difícil diferenciarlo porque casi todo el ambiente tenía ese olor, pero al concentrarme más noté algunas peculiaridades.

Incluso el "olor a sangre" variaba de sujeto a sujeto, fue una sensación extraña, casi creí que estaba alucinando cuando aquellos rastros tomaron una "forma" visible.

El olor se hizo palpable ante mí como humareda de colores que dejaba un camino en el aire.

Lo seguí, mi objetivo trataba de perderme a como de lugar, corriendo en círculos para luego escapar en zigzag, casi me hizo perder el equilibrio por un desnivel en el piso, pero antes de caer sobre mi cara note que se acercaba a donde dormía mi hermano y la piedra mágica.

Era eso, fue la piedra lo que lo atrajo.

Antes que pudiera dar un paso más lancé la espada hacia donde se dirigía.

Aaaak

Lo maté, esta vez si estaba segura. El olor a sangre se hizo más profundo y se quedó quieto sin ni siquiera gemir.

[Haz dado un golpe crítico

Puntos +10]

Me acerqué, tendí mi mano hasta donde se supone que debería estar el cuerpo, tenía un pelaje duro y espinoso, seguí tocando buscando mi espada hasta que sentí algo de humedad y viscosidad, ahí estaba la herida y por ende mi arma incrustada.

La retiré y el olor a sangre se hizo más espeso, pero esta vez sentí un ligero olor diferente. Extendí mi mano hasta donde estime que estaría, fue cálido porque su cuerpo aún no se había enfriado.

Escarbé dónde estaba la herida que había hecho y encontré algo duro, fue una piedra mágica.

Cuando lo sostuve entre mis manos, parecía que algo había cambiado a mi alrededor.

Sonidos de rasguños treparon sobre el velero y cuando llegaron a cubierta me rodearon.

Se me ocurrió guardar la piedra de maná en mi inventario, hubiera sido una excelente idea, pero el sistema bloqueó esa opción.

[Sobrevive a la red trófica dentro de la cueva.

Eres un invitado al bufet del depredador, puedes ser el comensal o la comida, por tanto se han bloqueado las herramientas que van en contra de la temática.

Disfrute su estadía]

-¡Mierda!

No me moleste en ocultar dónde estaba, los demás ya lo habían descubierto.

Guardé la piedra del tamaño un poco más grande que las pirañas en la primera prueba, pero aún mucho más pequeña que la del pez tortuga en mi bolsillo.

No sabía cuántos había, el sonido de sus garras venían de todas las direcciones.

Cómo respondiendo a mi pregunta, la fugaz luz de nuevo hizo su aparición y varios pares de ojos se iluminaron en la oscuridad. Pelajes ásperos en los miembros superiores y escamas en los inferiores, su cara era muy parecida al de las ratas con excepción de las orejas que eran como las aletas de un pez globo. La misma especie que el que había asesinado.

Eran más de diez, estaba segura.

Me acerqué al cuerpo inserte y lo lancé hacia delante, varios se abalanzaron sobre él devorando todo, sin dejar nada.

No estaban allí por venganza, no eran ese tipo de especie, solo buscaban algo que comer. Eso quería decir que incluso si mataba a uno de ellos, los otros tal vez aprovecharían y se lo comerían.

Además también se me sumó otra preocupación, Lex seguía dormido y a su lado estaba la piedra de maná de pez tortuga del tamaño de un puño.

Esas ratas irían por mi hermano cuando se dieran cuenta, lamenté haberlo dejado allí, pensé que podría haber sido útil para Lex cuando se despertara.

"Joder, me mejor me lo hubiera comido".

Si Lex hubiera estado despierto quizá me habría golpeado por pensar así, yo no aprendía, fue horrible comerme esas piedritas del tamaño de una uña y yo ya pensaba en engullir la otra grandota.

Dejé de divagar, necesitaba soluciones no salir de la realidad.

Decidí hacer lo de siempre.

Lanzar cebo.

Solté la piedra de maná al extremo, muy lejos de donde estaba mi hermano y las ratas se apresuraron a matarse entre ellas para ver quién se comía la piedra de maná.

Corrí al lado de mi hermano en la cabina y saque la piedra de maná.

La presión y adrenalina me hizo acostumbrarme a la oscuridad.

Salí de prisa nuevamente antes de que descubrieran ese lugar y me paré frente a la cabina, no permitiría que dieran un solo paso en esa dirección.

Sentí el olor a sangre en los hocicos de las bestias, seguían siendo varias a pesar que se comían entre ellas, también estaba que otras venían atraídas por el olor.

Respiré hondo, reflexioné un poco.

Yo también debía atacar, ser un objetivo inmóvil era peligroso. Tal como decía el mensaje del sistema.

Comer o ser comido, una de dos. Los depredadores no se quedan en un solo lugar esperando no ser atacado.

Di un paso más y al otro corrí a toda velocidad, no veía nada pero me guíe por otras cosas, blandí mi espada al mínimo sonido acercándose, el olor espeso me quería emboscar por la espalda y fui yo quien primero atacó, si por curiosidad daban un paso cerca al escondite dónde estaba Lex los masacré con más violencia.

Si ellos se guiaban por el hambre estaba segura que también responderían al miedo.

Debía ser tan brutal que se quedaría impregnado en sus huesos.

Apuñalaba limpiamente con la espada y a veces los aplastaba con las manos. Tal vez se debiera a mis estadísticas, pero ahora lo encontraba fácil agarrar por el cuello y torcerlos.

Los cuerpos se iban amontonando a mi alrededor y cuando uno trataba de acercarse a mi botín saltaba sobre él y lo hacía picadillo.

No sé cómo surgió ese comportamiento, pero estaba funcionando.

Me gustaría decir que el problema se había resuelto, hasta que escuché un gruñido.

Se sentía diferente a los anteriores e incluso retrocedieron después de escucharlo.

Los pequeños rasguños se cerraron rápidamente, aún no tenía heridas grandes. Tal vez las cosas cambiarían un poco.

Estuve a punto de correr hacia donde venía el gruñido, pero el otro resultó ser más rápido. No me di cuenta hasta que sus dientes se clavaron en mi pierna.

Aproveché y quise apuñalarlo, pero cuando baje mi arma ya no estaba.

Otro saltó sobre mí y apenas pude esquivarlo rodando en el suelo.

[Habilidad activada: Predicción Nv. 1]

Me paré como pude y traté de encontrarlo de nuevo.

Lo sentí.

Habían varios de esos tipos.

Eran más fuertes y rápidos que los que había enfrentado antes, los más débiles ahora esperaban en el fondo. Casi pude leer sus pensamientos, se comerían las sobras que dejaría el ganador, de todas formas ellos no perderían nada.

Lo peor era que eran tan silenciosos que no podía captarlos solo con el sonido, incluso las fugaces luces no servían de mucho porque al siguiente segundo ellos corrieron en otra dirección.

Mi habilidad predicción solo me ayudaba en momentos cruciales para salvarme el pellejo más no para atacarlo, al menos era mejor que nada.

Eran bastardos muy molestos.

No quedaba mucho tiempo, esas feas ratas ya había olido la cabina y apenas podía mantenerlos alejados.

Mientras mis heridas se cerraban tuve una idea descabellada.

Nada fuera de lo común.

Sonreí ante mi propio plan

"Debo estar loca".

Salté frente a esas ratas y grite para llamar su atención.

Cuando corrieron hacia mí, solo apreté el puñal de mi arma con fuerza, esta vez no me defendí, cubrí con mis brazos mi rostro, cuello y partes blandas que podrían ser severamente dañadas, dejé que me mordisquearan las piernas, brazos y apenas me movía para defenderme.

"Aguanta... Aguanta... Solo un poco más".

Traté de mantener mi mentalidad firme.

Descubrí algo respecto a mi habilidad mientras peleaba, mi resistencia al dolor funcionaba mejor mientras más me lastimaba.

Una mierda ¿Cierto?

La primera vez que me mordió esa pequeña rata fue doloroso, la siguiente no lo fue tanto y después de unos cuantos mordiscos ya no dolían mucho.

Mi autocuración era igual, ahora heridas mucho más grandes también se curaban, pero éste presentó otro problema ¿Se curaban? Sí, incluso la de mi hombro herido se había desvanecido, pero el tiempo en el que lo hacía era jodidamente lento, incluso pequeñas heridas no se cerraban con la velocidad de antes.

Se debía a que mi resistencia no fue suficiente.

Fue por eso que me lancé a los monstruos sin hacer nada, sonaba estúpido, lo sé. Te preguntarás ¿Cómo fue que llegué a esa brillante conclusión? Bueno... Fue la naturaleza del sistema.

"Crece a través del superar límites" Casi pude adivinar.

Fue un cliché conocido.

Berserk, autocuración e incluso resistencia al dolor eran así. Incluso Lex cada que se quedaba sin maná a la siguiente vez su control y manejo era mucho mejor.

No por nada Merlín estaba de chismoso.

Mentalidad era otro requisito, si no fuera por eso tal vez los que fueron devorados por monstruos al principio habrían recibido ayuda del sistema.

Eran mis propias ideas, pero algo me decía que no estaba equivocada, mi sentido pulido por muchas novelas me lo decía. No estaba equivocada.

Finalmente el mensaje del sistema llegó como dándome la razón.

[Resistencia +1]

[Resistencia +1]

[Habilidad "autocuración" ha cambiado a "auto regeneración imperfecta"]

Por suerte, no estaba equivocada, si hubiera sido así estaría muriendo.

De inmediato sentí los efectos y con un rapido movimiento corté en pedazos a las ratas que tenía cerca, al enterarse que esta vez no me quedaría quieta me soltaron y se alejaron de mí.

También tuve otra razón para dejar que me dieran un buen mordisco.

Corrí con tanta rapidez como mis heridas se cerraban y la carne se rellenaba. Llegué justo al frente del objetivo más cercano y enterré la espada corta en su cráneo.

De inmediato ataqué a otro que se acercaba con sigilo. Ahora ninguno podía escapar, conocía sus ubicaciones.

Les di tiempo a esas ratas de morderme para rastrearlos con facilidad, sus hocicos estaban cubiertos de mi sangre. No podía guiarme con la vista no el sonido, entonces solo debía buscar el aroma de mi sangre.

Era turno de mi contraataque.

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N/A:

Perdón por la demora, yo sé...ha sido más de un mes.

¿Excusa? Mi casa de estudios tiene el peor plan de estudios respecto al tiempo. Tiene dos periodos de mayo a julio y de setiembre a enero... O por ahí, no hay fechas exactas. Así que sigo teniendo clases diciembre y enero...

Horrible. Nadie en mi país tiene ese plan de estudios, somos los raritos.

Además estaba teniendo un bloqueo.

En fin, fuera de excusas ¿qué les pareció estos dos capítulos?

¡También la nueva portada! Hecha con inteligencia artificial y canvas xD

Gracias si todavía hay alguien aquí, los amo.

Autora fuera~