CAPÍTULO 35
Capítulo dedicado a Nicolas07CK
MIA
No he podido conciliar el sueño después de esa pesadilla. Cerraba los ojos y mi mente viajaba nuevamente a ese escenario llena de personas muertas y la sangre en todos lados. Cuando pude recuperarme, tomé asiento en la cama abrazando mis piernas mirando algún punto de la oscuridad que gobierna en la habitación. Sigo alterada y estar en esta habitación me asfixia. Necesito tomar aire.
Volteo mi cabeza hacia la ventana. Bajo mis pies y camino hacia esta abrazándome a mí misma, sobando mis hombros en un intento de desaparecer esa sensación de escalofríos. Estiro mi mano hacia las cortinas, recojo un poco y miro el exterior. Está por amanecer, la zona de la fortaleza está iluminada y tiene un aire mágico con la iluminación azulada por el cielo.
Me relamo los labios apartándome de la ventana y camino a la pequeña habitación que la modificaron para ser un closet. Es demasiado grande para mí y la ropa que traje no ocupan ni la mitad de una pared. Abro una de las puertas del armario y cojo el suéter blanco que me tejió Tessa.
—Voy a encontrarte, Tess. —murmuro olisqueando el aroma del suéter. —Te voy a salvar y seremos una familia nuevamente.
Una vez que reemplazo mis pantuflas por unas zapatillas, camino con mucho cuidado de no hacer ruido. Tengo el mismo cuidado al momento de abrir la puerta.
La Fortaleza está a oscuras. Miro la hora en mi celular. Las cuatro de la mañana, claro que todos están durmiendo. Suspiro guardando el celular en el bolsillo del suéter y camino de puntitas. Por lo que me explicaron, la Fortaleza está dividida por sectores para la repartición de habitaciones: En el segundo piso, viven las familias correspondiéndoles un pasillo o incluso dos dependiendo de la cantidad de miembros; el tercer piso es únicamente para los miembros de la familia O'Pry y sus compañeros, para los guerreros de alto rango como Anna, Aiden, Hillary y Elena, y por supuesto el médico e invitados importantes.
Hay cincuenta personas viviendo en la Fortaleza, incluyéndome. Sin embargo hay más licántropos pertenecientes a la manada que, por decisión propia, viven en el bosque en cabañas formando así una comunidad cerca de un lago. Contando a esas familias, la manada O'Pry alberga a ochenta licántropos. Es un mini ejército.
Bajar las escaleras ha sido un éxito total, en ningún momento hice un ruido demasiado fuerte como para escuchar a alguien quejarse o ir a ver qué sucedía, se siente increíble esa sensación, como una descarga de adrenalina.
Cruzo la puerta principal y miro atónita el lugar.
¿Ya he dicho que este lugar es mágico?
Desde aquí puedo ver las colinas a lo lejos cubiertas por una neblina, detrás de ellas están las montañas que parecen estar muy cerca del cielo. El bosque que se extiende ante mis ojos es precioso, es un mar de árboles con su bello tono verde, siento como si una energía perteneciente a este me llamara para darme la bienvenida. Leí en mi investigación que los bosques eran un santuario para los druidas y también su hogar. Tiene sentido mi atracción por los bosques. Soy una druida después de todo.
Me siento tentada de cruzar la reja principal y adentrarme a este bosque, pero me abstengo de hacerlo. No voy a ser una imprudente en poner mi vida en riesgo.
—¿No deberías estar en la cama?
Elena se acerca a mí con una botella de agua a la mano, mirándome alzando una ceja rubia.
—Tuve una pesadilla y quise caminar. — explico acomodando mi cabello con mis manos.
—Nada peor que una pesadilla que arruine el sueño —suelta un bufido y asiento dándole la razón. Se relame los labios antes de volver hablar: —¿Quieres hablar de ello?
Su amabilidad me desconcierta. Hasta ayer apenas y me podía mirar, la tensión era demasiado incómoda y apenas podíamos estar en el mismo lugar. No entiendo cuál es el motivo de su cambio.
—Prefiero olvidarlo. Pero gracias de todas maneras. —agradezco con una sonrisa educada.
Asiente mirando a ambos lado de la Fortaleza.
—¿Tú también no deberías estar durmiendo? —inquiero.
—Me toca la guardia de noche hasta el amanecer.
Oh.
—Quizás pueda hacerte compañía —ofrezco haciendo crujir mis dedos con nerviosismo. —Claro, si gustas. No te sientas obligada a aceptar.
Niega y hace un gesto hacia un pequeño cuarto de control al lado de la reja.
—Hay una cafetería que atiende veinticuatro horas y estaba por hacerles un pedido. —comenta abriendo la botella de agua tomando un pequeño sorbo de esto. —¿Café o batido?
—Batido de fresa. —respondo.
Asiente y saca su celular haciendo un gesto con la mano para que la siga mientras habla con la persona que toma su pedido. Camino con ella mirando el jardín, hay mucha paz en este lugar, el silencio no me incomoda en lo absoluto, es relajante, te permite ver todo con detalle haciendo la experiencia tan hermosa que no puedo evitar sentirme emocionada.
—Eres muy intensa, ¿sabes? —despego la mirada de las hermosas rosas blancas hacia la rubia que me mira de reojo. —Puedo oler tus emociones. Son como un torbellino, muy abrumadoras.
Me sonrojo avergonzada.
—Lo siento.
—No lo hagas. En realidad, admiro a las personas intensas. Tengo la creencia que son las que más dan pelea ante las adversidades que se le presenten en la vida.
—Yo no peleo todo el tiempo.
—Claro que lo hiciste, peleaste contra la muerte. —gira el pomo de la puerta poniéndose a un lado para que ingrese primero. —Miles de mujeres mueren a diario por situaciones como tú y no tienen la oportunidad de ser libres. Pero aquí estás, sobreviviste. No eres de mi agrado, pero debo admitir que eres una guerrera, Mia Walker.
No puedo moverme. Sus palabras me han desarmado. No respondo, no porque no quiera, sino porque no sé cómo hacerlo. ¿Qué rayos está sucediendo?
—Listo, traerán todo en media hora. —anuncia, como si nada hubiera pasado, sentándose en una de las sillas giratorias.
El control de entrada tiene el tamaño exacto como para contar con una mesa de metal, unas computadoras monitoreando a través de las cámaras de vigilancia distintos puntos alrededor de la fortaleza y dos sillas giratorias acolchonadas. Hay una pequeña ventana a mi costado con vista a la carretera.
—Creí que iba a poder verlos.
La miro interrogante.
—¿El qué?
—Tus ojos. Me dijeron que cambiaste el color de tus ojos, pero por lo que veo ya no están.
Frunzo el ceño sacando mi celular utilizando su pantalla como espejo. Tiene razón, el color blanco y morado han desaparecido y el azul normal ha vuelto. Sonrío porque en serio lo echaba de menos, los otros colores eran hermosos, pero se sentía todo menos yo.
—No sé cómo sucedió. —manifiesto con una amplia sonrisa.
—Mi madre sabía la razón del cambio de ojos. —su vista baja a las pantallas. —Lástima que no esté aquí para contarnos.
Reconozco el tiempo pasado que utiliza al hablar de su madre.
—¿Qué ocurrió? —pregunto con cautela.
Suspira acomodándose en su asiento.
—En una batalla hace diez años. Fueron a Escocia con un grupo rebelde a combatir a los elfos y hadas en busca de recuperar nuestras tierras. No contaron que estos utilizarían magia. —Sus nudillos golpean bajo un ritmo la mesa. —La batalla no duró ni dos horas y no hubo prisioneros, todos se convirtieron en cenizas. Quedé bajo la tutela de los señores O'Pry.
—Lo lamento —murmuro, bajando la vista. —¿A qué te refieres con recuperar tierras?
Se acomoda en su asiento para empezar a hablar.
—Siglos atrás, Escocia tenía un reino de licántropos. De ahí provenimos todos los que estamos en New Mystery. — la escucho atentamente, interesada por la historia. —No exagero cuando digo que fuimos uno de los reinos más poderosos de entre los doce reinos que hay en el mundo, éramos muy respetados y admirados por la armonía que había no solo entre la corona y el pueblo, sino nuestra alianza con los humanos escoceses. Pero en 1746, tras la derrota de los jacobitas contra los británicos en Culloden, todo cambió. Nosotros también nos vimos perjudicados, muchos tuvieron que escapar y se fueron a distintas partes del mundo a buscar refugio, cambiando de nombres para evitar ser reconocidos. Muchos años después, luego de que los británicos abandonaran nuestras tierras, otras criaturas tomaron poder de nuestras tierras y las hicieron suyas.
Noto el enojo que le causa mencionar esas palabras, su voz está muy cargada de veneno y resentimiento.
—¿Quiénes fueron? —La animo a seguir.
—Los elfos —escupe haciendo un sonido entre sus dientes, muy parecido a un gruñido— Esos idiotas estirados y narcisistas lo tomaron todo. Cuando todo se creía perdido para nuestra gente, los descendientes de la familia real que lograron escapar, regresaron y convocaron a todos a pelear por nuestro hogar. El líder de la revolución lo llamaban El Gran Lobo Blanco, y según los adultos que tuvieron el privilegio de conocerlo fue un hombre muy estratégico, inteligente y poderoso. Liderar una revolución no es fácil, pero él supo cómo mover a las personas y a motivarlos. Sabía mover a las masas y de verdad estábamos recuperando terrenos. —sus ojos brillan extasiados, hablando desde su admiración por el líder revolucionario. Pero a pesar de la notable emoción y orgullo, en ningún momento se forma una sonrisa en su rostro que señale victoria. —Creímos que volveríamos a nuestra gloria. Pero entonces el Gran Lobo Blanco desapareció. Sus generales lo esperaron hasta el último día, pero jamás volvió y la guerra que era para conquistar, cambió a ser la resistencia para no perder lo que ya habíamos recuperado.
Una luz se acerca detrás de mí y volteo. Una moto de delivery se estaciona cerca.
Elena se levanta para ir a recibirlos.
—¿Cuál era el nombre del líder? —pregunto curiosa de saber quién era el que se ocultaba tras ese seudónimo.
La rubia gira a verme abriendo la puerta.
—Alaric Woodburn. —Oigo que dice saliendo de la habitación.
ETHAN
—Quiero que quede claro que lo que se dirá en este lugar no puede salir de aquí. ¿Quedó claro?
Observo a los presentes en el despacho de mi madre. Mi madre se mantiene en su silla, Astartea toma asiento en la silla frente a ella al igual que Hillary y Paul.
Todavía tengo dudas si hice bien en invitar a Paul en esta reunión tan importante, pero dado a que es el mejor amigo de Mia necesito que esté al tanto para que pueda ayudarme a ser un sistema de apoyo cuando se le anuncie lo que descubrí en la biblioteca.
—Ethan, tranquilo. Nada saldrá de aquí hasta que nos des la orden. —asegura mi madre acomodándose en su sitio.
Asiento y oprimo el teclado para que el proyector ilumine la pared mostrando la foto que le tomé a la información que deseo que lean.
—¿Qué es eso? —interroga Paul.
—Es un informe que mi abuelo escribió hace años. Por favor, léanlo con calma. —solicito mordiéndome los nudillos.
13 de Marzo 1980
Siempre es un pesar para todo aquel que esté involucrado tener que acudir a este tipo de juzgamiento. Tengo la firme creencia que solo un licántropo sabrá que cada manada no sólo es un conjunto de licántropos reunidos para formar un fuerte ante cualquier amenaza. No, claro que no es eso. La palabra manada va más allá, cargando un significado más importante. Familia. Sí, esa es la palabra que describe a la manada que se vuelve tu familia, consiguiendo así nuevos hermanas y hermanas que se apoyarán entre sí hasta el último respiro en esta vida.
Es por ese significado que, tener que verse involucrado en juzgar y castigar a un miembro de nuestra sociedad es un proceso desolador. Va en contra de nuestras creencias y juramentos, por eso antes de tomar la decisión, se busca otras soluciones menos drásticas. Pero cuando llega un punto en el que las opciones se acaban, las advertencias ya no son escuchadas y los deseos impulsivos ganan al raciocinio que ya no hay marcha atrás.
Ante los humanos siempre hemos sido las bestias que acechan en la oscuridad, carniceros irracionales que traen muerte y desolación. Aunque los ataques de licántropos a humanos han menguado en las últimas décadas, los rumores persisten, alimentados por cada muerte inexplicada, por cada pueblo abandonado. Y cuando los rumores se vuelven verdad, cuando las pruebas de las atrocidades son innegables, nuestra sociedad debe actuar, pues la preservación de nuestro secreto es un pilar que no puede ser comprometido.
Así fue que se dio el caso de Ashton Walker o conocido anteriormente como Owen Woodburn.
Son muy pocos los casos de licántropos destripadores que se han dado, pero cuando suceden todos nos cuestionamos qué pudo pasar para que un licántropo deje de pensar y solo ataquen por diversión. ¿Qué quebró su mente? ¿Un corazón destrozado? ¿La soledad? ¿Una falla insidiosa en su naturaleza? Sea cual fuere la causa, aceptar que un hermano, un hijo o un amigo sea capaz de cometer tales monstruosidades. Comprendo perfectamente la situación de la familia, pero mi empatía no puede nublar mi juicio de que fue un acto totalmente egoísta e irresponsable ocultar la naturaleza de Owen por tantas décadas.
En mis años de oficio como juez, solo he realizado tres exorcismos. Solo entre nosotros podemos comprender la carga que conlleva realizar este tipo de castigos. Un exorcismo no es meramente una condena, es una mutilación al alma. El proceso del exorcismo, donde se conjuran las antiguas sagradas palabras, con ayuda de druidas, arrancan de raíz la esencia misma de la licantropía. El alma se parte, y con ello se pierde no solo el don, sino también la conexión con todo aquello que conocías. No más licantropía, no más manada, no más familia. Solo queda el exilio y recibir la espalda de quienes alguna vez fueron tus hermanos.
No sé qué haya sido de Owen en su nueva vida como mortal, despojado de su legado y su poder. Pero al evocar los recuerdos de su versión más joven, en mi corazón albergo la esperanza de que haya encontrado paz, que los recuerdos de las atrocidades cometidas no lo atormenten más. Que el hombre, lejos del lobo, pueda hallar redención en una tierra que ya no lo tema nunca más.
Apago el proyector y giro hacia los demás. Sus miradas perturbadas se mantienen clavadas en la pared, como si la información aún estuviera allí.
—No puedo creerlo. —Hillary, todavía atrapada en la conmoción, suelta un suspiro antes de abrazarse así misma. —Ashton... ¿Ashton es un lobo destripador?
—¿Qué significa? —pregunta Paul todavía conmocionado por la información.
—Por razones aún desconocidas, hay casos de licántropos que al transformarse son incapaces de razonar como humano o incluso el mismo lobo. —explica Astartea parpadeando lentamente asimilando la información. —Es normal que un licántropo deba cazar un animal para alimentar a su alma de lobo, pero casos como este tienen un rumbo distinto. No matan por hambre o amenaza, matan por deporte lentamente y de una forma sádica disfrutando de la tortura.
—Owen Woodburn fue el último lobo destripador sentenciado hasta la actualidad. —mi madre suelta un suspiro tembloroso frotando sus manos. Puedo sentirlo, he despertado recuerdos aterradores y traumáticos de su pasado. —No creí volver a escuchar ese nombre en mi vida.
—¿Lo conocías? —interroga Hillary.
—Conocí al joven que era antes de convertirse en ese monstruo. —aclara, desviando su mirada con pesar.
—Un momento. ¿Están diciendo que ese psicópata es el padre de Aiden y Mia? —exclama Paul.
—Baja la voz, por amor a los dioses. —le ordeno mirando la puerta.
—¿Alguien más sabe de esto? —pregunta Astartea mirándome.
Niego con la cabeza.
—Bien, arranca esas hojas y quémalas si quieres que tu novia permanezca convida.
—No será necesario. —descarto la idea sacando la copia que le hice a esa parte del libro de mi abuelo.
—Ethan... —intenta decir mi madre.
—Madre, tranquila. Todo estará bien.
—¿Por qué deberíamos quemarla? —pregunta Paul mirando a la bruja.
—Este lugar tiene un hechizo a prueba de sonido, pero imagínate que la información caiga en manos equivocadas. Owen asesinó a mucha gente entre humanos y criaturas sobrenaturales, durante años sus familias lo han buscado para tomar venganza por sus propias manos. Si se enteran que sus hijos están aquí... —no termina la frase y solo atina en negar con la cabeza.
Paul se levanta rápidamente.
—Quema esos papeles de una vez.
—New Mystery es un lugar seguro para ella, nadie se atreverá a desafiarnos. —aseguro caminando hacia el pequeño bar de mi madre, sirviéndome un ron que quema mi garganta al beberlo.
Una risa proviene de la parte de abajo. Me asomo por la ventana mirando a Mia hablar entretenida con Anna y Alina, desde acá puedo oír que hablan para ir de compras al pueblo y divertirse. La veo mucho más relajada, llegar acá le ha hecho bien.
Me niego a creer que cometí un error al traerla aquí.
—Yo no estaría tan segura de eso. —comenta la bruja mirándose las uñas.
—¿Por qué lo dices?
—Sé racional, Ethan. —camina por la habitación tocando los libros. —Su padre fue un asesino serial que atormentó al mundo hace décadas. La gente no olvida, más aún si perdieron a sus familias. Ahora, considerando que Mia podría ser una híbrida...
—Los híbridos de nacimiento no existen, Ast. —la interrumpo.
—Error. Hubo casos, pero fueron asesinados. —corrige, levantando un dedo— Estuve recordando el comienzo de todo. A los primeros druidas les costaba controlar sus poderes y tenían una característica que eran los ojos blancos. Y, por otro lado, las primeras brujas teníamos ojos morados, que con el tiempo aprendimos a desvanecerlo. ¿No te suena familia? Ahora, ¿Cómo Mia podría tener ascendencia de bruja? Es una incógnita que pronto descubriremos con la ayuda de la médium. Aunque lamento decirte que fue un grave error que ella se enterara de lo sobrenatural.
Druida, bruja y licántropo. ¿Es eso posible?
Nunca había oído de una persona con ese poder. Hillary es una híbrido, pero no por naturaleza. Aún así, sé que por más entrenamiento que ha tenido, sus poderes no son de nivel alto. ¿Cómo podría Mia ser una combinación de tres razas diferentes? Es demasiado para una persona, demasiado poder que en realidad desataría una lucha interna para que uno de esos genes prevalezca. No encuentro una forma de explicarlo.
—Pero es una teoría. —repite Hillary.
—Estoy setenta por cierto segura de que es verdad. —insiste Astartea —New Mystery no es un lugar seguro para ella. No es un licántropo o druida común y corriente. Es una alteración de la naturaleza que va en contra de todas las leyes en ciencia que conocemos. Es más poderosa que cualquiera que está presente en este lugar, y si los enemigos de Ashton descubren que es su hija, van a buscarla para matarla o para hacer uso de su sangre. Pero así como será codiciada, será temida y quienes decidan buscarla lo sabrán y temerán el día ella lo sepa. Créeme —hace una pausa girándose hacia a mí.— cuando te digo que fue un error que ella supiera de lo sobrenatural. Esto será su perdición.
El despacho queda en un absoluto silencio después de sus palabras. Nadie habla, y solo se oye nuestras respiraciones y el ruido que proviene del exterior.
Paul se acerca y me arrebata las hojas, lanzándolas al fuego de la chimenea que mi madre prendió esta mañana. El fuego consume la información en cuestión de segundos.
—No diré nada como lo pediste. —manifiesta acercándose a mí. —Pero más te vale protegerla de hasta su sombra.
Dicho eso, se retira seguido de Astartea. Se oye el grito de Anna llamando a Hillary y ésta se disculpa antes de salir a ver lo que pasa. Solo quedamos mi madre y yo. Me observa con detenimiento y se levanta de su asiento para rodearme con sus brazos, le sonrío temblorosamente tomando su mano.
—Descubriste más, ¿cierto? —pregunta con suavidad.
Me conoce tan bien. Asiento y saco de mi bolsillo el papel doblado y se lo entrego. Abre la hoja mirando todo y veo su rostro contraerse por el dolor. Encuentro su mirada cristalizada cuando la levanta hacia mí.
—¿Recuerdas la historia que te conté? —asiento en respuesta —Entonces sabes lo que esto significa.
Asiento nuevamente, pasándome una mano por el rostro. Mi madre me contó una historia cuando era adolescente. No fue algo planeado o de gran relevancia cuando se vio comprometida en hacerlo. Solo que ese día fue una fecha importante y yo olvidé que tenía prohibido ir al cementerio en esas fechas. Mamá había vivido casi trescientos años, es mucho tiempo para haber vivido muchas cosas y algunas tener que guardarlas en secreto.
—Explicaría muchas cosas considerando lo que era. —comento, dando golpecitos con el dedo el cuadro con el nombre de interés.
—¿Cuándo se lo dirás a Aiden?
Niego con la cabeza dubitativo.
—Aunque la médium confirmara todo lo que dijo Astartea, aún hay huecos en la historia que solo dos personas podrían llenar. —tomo el papel y lo guardo. —Una jamás lo hará. Pero la otra sí y hay que buscarla. Hasta entonces, no diremos nada de esto hasta que Mia no haya visto a la médium. No quiero causar un dolor que puede ser innecesario.
Ahora si mi gente. A partir de ahora la cuenta regresiva entre 15 o 20 capítulos para llegar al gran final. ¿Quién está listo?
PREGUNTAS
¿Sospechan de Elena por su repentina amabilidad?
¿Opiniones de la historia que contó Elena?
¿Se esperaban esa historia de Ashton?
¿Astartea tendrá razón de que fue un error que Mia conociera del mundo sobrenatural?
¿Será que su teoría es confirmada por la médium?
¿Qué oculta Ethan en esa hoja?
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