Capítulo dedicado a MarlynAraque 

ASHTON

Cuando me encuentran, apenas soy consciente de su presencia. Me siento mareado y sin fuerzas, he perdido bastante sangre en cuestión de segundos. Abrir los ojos es un trabajo demasiado difícil.

—¿Qué mierda...? —masculla una voz que creo haber escuchado antes. —¡Llamen a Dane!

Trato de hablar, pero sigo en shock por lo que ha sucedido. Ese maldito lobo...

—Dane, tienes que ver esto. —otra vez la voz. Oigo pasos acercándose hasta que ya no se escucha nada.

—¿Qué carajos...? —es la voz de Dane. Suena incrédulo.

—Escuchamos un ruido y lo encontramos aquí...

—¿Qué carajos hace Ashton Walker ensangrentado en mi entrada? ¡Levántelo de una maldita vez! Está ensuciando mi piso.

Bastardo infeliz.

¿En qué momento Michael pensó que sería una gran contribución a la misión incluir a su hermano?

Me sujetan y recobro la consciencia bruscamente. Mis ojos se abren al mismo tiempo que vocifero un gruñido de dolor. Uno de los que me sujeta casi me deja caer.

—Llévenlo con el doctor ahora. Y alguien que limpie el suelo. ¡Pero ya!

Veo de reojo a Dane y quiero estrangularlo. ¿Le importa más su piso que yo en estos momentos? Es un idiota.

Los hombres me llevan y yo tratado de apoyar mis pies en el suelo, pero es en vano. Mi cuerpo no reacciona y no quiero mi costado y... no, no puedo siquiera pensarlo. No puedo creer que ese lobo me ha hecho eso. ¿Quién mierda es?

A los segundos, Dane aparece a mi lado. Sus ojos parecen que van a salirse por la rabia.

—¿Qué demonios pasó? ¿Dónde está la chica?

Oh, claro. Bastante voy a responderle.

Le lanzo una dura mirada antes de sentir que el dolor es demasiado para mi cuerpo y me desmayo.

***

Hace una hora que he despertado.

Por fortuna, el doctor que envió Michael por precaución logró atenderme a tiempo y evitar mi muerte. Ahora estoy con analgésicos y un vendaje que cubre mi hombro y el maldito muñón.

No puedo creer que esto haya sucedido.

Las puertas se abren y sé que no es necesario voltear para saber quién es.

—Genial. Despertaste. —dice Dane ni bien está parado frente a mi cama. —Ahora dime qué sucedió.

Mis labios se aprietan de solo recordarlo. Tenía a Mia, estaba en mis manos; pero tuvo que aparecer ese lobo con esa mujer para arruinar mis planes y de paso provocar esto. Y como si no fuera suficiente ahora debo aguantar a este patético que se cree el jefe solo porque es el representante de su hermano. Piensa que tiene el mismo poder, pero está tan equivocado. Es solo una copia barata que se quiere hacer pasar por el jefe.

—Te hice una pregunta.

—¿Acaso no puedes pensar lo que pasó al verme? —señalo el muñón con rabia. —¿O es que tu cerebro no funciona para eso?

—Cuidado. —me advierte dando un paso hacia mí. —Sí, una lástima que perdieras el brazo. —dice sin lamentarlo de verdad. —Pero lo que quiero saber es cómo lo perdiste cuando te di una dirección y aun así no pudiste obtenerla.

—Tal vez lo hubiera conseguido si me hubieras informado de la bruja y el licántropo que la protege, ¿no crees? —escupo con rabia, acomodándome en la cama para sentarme.

Debido a su impertinencia todo el plan que se elaboró desde que nos enteramos que estaba en Chicago se arruinó. Solo necesitaba un tiempo con Mia para castigarla y luego entregarla curada como nada hubiera pasado. No tenía que ser difícil. De hecho, pensé que sería más sencillo, pero a la mocosa se le dio por darse de valiente y enfrentarme.

Sabía que eso pasaría. Nunca antes intentó enfrentarme porque le infundí miedo cada día. Ahora que estuvo unas semanas libre se puso rebelde. Niña tonta. Aún no sabe quién soy en realidad. ¿Cree que ya vio lo peor de mí? Se equivoca. Pero ya lo hará, conocerá lo más oscuro y retorcido de mi parte, ella y ese licántropo. Deseo venganza y voy a darme el gusto. Haré que sufra, va a sentir tanto dolor que se arrepentirá no solo de haberme desafiado, sino de haber nacido.

—¿Una bruja y un licántropo?

Alzo una ceja.

—¿Acaso no oíste? ¿O tu cerebro no tiene la suficiente capacidad para retener la información?

Resopla y camina hacia el mini bar de la habitación para servirse un vaso de ron.

—¿El lobo era negro con ojos rojos?

Me giro para mirarlo.

—Sabes quién es. —musito.

—Su nombre es Ethan O'Pry, es el alfa de la manada enemiga. Fue él quien estuvo en tu casa con tu hijo buscando información del paradero de Mia. —ladea la cabeza— Parecía demasiado interesado como para ser solo la hermana de su beta.

Beta... Aiden es el beta de un alfa.

Recuerdo los ojos rabiosos de ese lobo. Eso no era defensa porque sí, había ira y deseos de venganza como si... Carajo. El maldito alfa es el compañero de Mia.

Esto debe ser una jodida broma.

Maldita sea.

Aprieto los labios mientras me contengo de saltar de esta cama y ahorcar a Waltz yo mismo. ¡Es un inepto! Por su culpa perdí un brazo.

—¡Eres un imbécil! —le grito, temblando de la ira. Él baja la cabeza, siendo consciente que omitir esa información nos ha costado caro. Mejor. Porque lo mataría ahora mismo. —¿Sabes cómo esto va a complicar las cosas?

Quiero romper algo de solo pensar que debemos empezar desde cero. Ese alfa ya vio suficiente, pero si ella abre la boca y le cuenta todo va a tomar medidas para su protección y resguardarla usando a su manada para su protección. Al fin y al cabo, las malditas leyes de licántropos dictan que todos los miembros de la manada deben proteger a la luna de su alfa, incluso si deben entregar su propia vida en el camino.

—No estaba seguro —se excusa—. No lleva su marca.

Frunzo el ceño.

—¿No tiene impregnado su olor?

Niega con la cabeza.

—Cuando la encontré, pude sentir que estuvo cerca, pero apenas es perceptible.

Eso quiere decir que las precauciones que tomé aún no han desaparecido. Y eso nos da una ventaja, aunque no tanta como quisiera. Pero si soy rápido, puedo atraparla antes de su cumpleaños.

—Empaca tus cosas y que tus hombres se alisten —ordeno.

—¿Qué tienes planeado? —interroga.

Me inclino hacia adelante.

—Escúchame bien. Falta menos de dos meses para su cumpleaños, si para ese entonces no la capturamos será casi imposible poder hacerlo después. —hago un gesto hacia mi mochila que está en una esquina. Él sigue la mirada. —Adentro encontrarás una carpeta con la información que necesitarás.

—¿Qué es lo que quieres que traiga?

—Si la persona no cede a tus solicitudes, entonces utiliza los puntos débiles.

—¿Y eso sería...?

Sonrío malicioso.

—Ya lo descubrirás.

ETHAN

—¡¿Qué mierda pasó?! ¡¿Ethan?!

Ignoro el grito horrorizado de Anna, quien se levanta de un salto del sofá al ver que tengo cargada a Mia. Paso por el lado de ella y Elena y sigo a Hillary quien todavía tiene el rostro rojo por haber estado llorando durante todo el camino de regreso. Hemos hecho malabares para llegar hasta aquí sin que alguien nos viera y alertara a la policía. Lo que menos necesitamos es la atención de los humanos.

—Déjala aquí. —musita Hillary desocupando la mesa del comedor.

Obedezco y la dejo con cuidado. No ha vuelto despertarse desde que la hemos encontrado.

—¿Hola? ¿Pueden explicarnos qué sucedió? —exige Anna acercándose a nosotros, con Elena detrás de ella.

Apoyo mis manos en una silla y las aparto de inmediato al ver que las ensucio con sangre. ¿De quién es?

—El padre de Mia la encontró. —digo y siento la culpa carcomiéndome por dentro.

Si tan solo no me hubiera ido, nada de esto hubiera pasado. Si me hubiera quedado con ella como siempre, Ashton Walker nunca se habría acercado.

Todavía recuerdo lo que sucedió y me arrepiento de haber soltado a Ashton. Él se merecía más de lo que hice. La próxima vez no correrá con tanta suerte.

—¡¿Qué?! —Sus ojos se abren demasiado mostrando la ira que tiene, sus manos se hace puños que tiemblan y su rostro se ha arrugado. —¡¿Dónde está esa escoria?! ¡Lo mataré! ¡Pagará haberse metido con una de mis chicas!

—Huyó cuando Hillary y yo llegamos. —respondo sintiendo la misma ira o incluso mayor a la que Anna siente.

Nunca olvidaré esa satisfacción en el rostro de Ashton. Le haré pagar por meterse con ella. Pagará cada lágrima, grito y golpe que Mia recibió, lo juro por mi vida.

Me considero un hombre que no se deja llevar por sus emociones como otros licántropos, es algo que debo poner en práctica siendo alfa para evitar conflictos. Pero ahora no puedo serlo. Todo lo que quiero es tener a Ashton enfrente de mí, torturarlo y finalmente asesinarlo. Quiero sangre y venganza, y no descasaré conseguirlo.

—¡Hijo de puta!

—Anna comprendo tu ira. También estoy furiosa, pero ahora necesito silencio para curar a Mia. —dice Hillary tratando con unas hierbas que ha sacado de unos frascos.

—No será necesario.

Me giro al oír a Elena quien ha estado callada todo este tiempo.

—¿De qué hablas?

Alza su barbilla.

—Miren.

Todos volteamos a ver a Mia. Las heridas abiertas en el rostro de Mia comienzan a desaparecer, así como los hematomas visibles. Incluso llegamos a oír el sonido de unos huesos y costillas volver a unirse.

—¿Qué... carajos...? —jadea Anna, en shock.

El cuerpo de Mia se arquea y todos damos un paso atrás. Sus labios se abren y suelta un pequeño jadeo aún con los ojos cerrados antes de volver a su posición de antes.

Todos nos quedamos en silencio unos segundos.

—Ella... —Anna tartamudea— Ella... ¿acaba de...?

—Autosanarse. —dice Elena.

—¿Cómo? Es imposible. Ella no es...

—Eso no lo sabemos. —replica Elena. —No sabemos qué es. —suspira y se acerca. —La llevaré a su habitación a cambiarla.

Me hago a un lado para que la tome en sus brazos y se aleja de la cocina.

—¿Cómo la encontró? —pregunta Anna una vez que quedamos solos los tres.

Hillary ha dejado las hierbas a un lado y me mira fijamente con una expresión que me desafía a decir todo lo que yo sé. Anna se da cuenta de eso y se gira a verme.

—Hace unas semanas, Aiden y yo nos enteramos que Ashton tiene un trato con Michael Waltz. —empiezo— No sabemos los motivos, pero Michael quiere a Mia.

—¿Michael está involucrado en esto? —asiento lentamente y Anna se inclina hacia adelante. —¿Cómo? ¿Él está dejando que Ashton...?

—No creo que esté enterado de lo que Ashton hacía con Mia. —Hillary niega cruzándose de brazos. —Tenemos que descubrir qué quiere.

—¿Y tú como te involucraste en esto? —otra vez Anna me mira fijamente.

Miro a Hillary y se encoge de hombros. Entonces no había dicho nada acerca del lazo.

—Mia es mi compañera.

—¿Estás bromeando?

Alzo una ceja.

—¿Crees que bromearía con algo tan serio?

La rubia me mira sin poder creerlo. Sus ojos parecen que pronto se saldrán de órbita ante la gran información que está recibiendo.

—¿Tú sabías de esto? —se gira hacia Hillary poniendo sus manos en su cintura.

—Sobre lo de Michael me enteré hoy. Lo del lazo si lo sé desde hace tiempo. Ethan ha estado frecuentando el restaurante.

—¡¿Y por qué no me lo dijiste?! —dice Anna alzando la voz. Hillary volta a verla con una mirada dura indicándole que no le gustó el tono con el que le habló. Anna simplemente lo ignora, ella siempre ha sido así de expresiva e impulsiva.— ¡¿Te das cuenta de lo que acaba de pasar por guardar secretos?! Si me hubieras dicho nada de esto hubiera pasado. Teníamos que organizarnos con Ethan para proteger a Mia.

—Mia no está preparada para comprender nuestro mundo. — replica la pelinegra.

Me remuevo en mi sitio, creo que ambas han olvidado que yo estoy aquí así que me alejo sin hacer ruido, dejando los gritos que intercambian atrás. En el camino, me cruzo con Elena quien me indica dónde está la habitación de Mia.

Subo las escaleras y entro por la puerta que me indicó.

Es una gran habitación con una vista espectacular a la ciudad. Las luces están encendidas dejándome ver todo detenidamente. No hay nada fuera de lugar, todo está en su sitio rigurosamente ordenado. El escritorio que está pegado en la esquina de la pared tiene la computadora cerrada y varias hojas con anotaciones y dibujos. Por lo que veo Mia ha estado haciendo su propia investigación.

Escucho el suave sonido de su respiración y me acerco a tomar asiento a su lado no sin anter acomodar la sábana encima de ella.

La cruz celta que Mia suele llevar puesto aún descansa en su cuello. Según los druidas, esa cruz significaba protección. Ahora mismo no creo ni mierda de eso. ¿Dónde estuvieron los dioses cuando Mia los necesitó? ¿Por qué se desatienden tanto de nosotros como si no les importáramos?

Tal vez sea eso. Tal vez vez signifcamos tan poco para ellos que nos dejan a nuestra suerte.

No puedo permitir que esto vuelva a suceder. Chicago ya no es un lugar seguro para ella. Debemos irnos New Mystery hoy mismo. Debo decirle la verdad de nosotros, de Aiden y cómo su mejor amigo se involucró en esto. Probablemente pierda puntos cuando se entere que le oculté información, quizás desconfíe de mí, pero no me importa. Hay otras prioridades.

Un leve movimiento hace que voltee mi vista a Mia.

Está despertando.

—Mia. —la llamo.

Sus ojos se abren poco a poco, al principio miran al techo, pero cuando toco su mano se mueven hasta que me ve y yo siento que mi corazón vuelve a la vida.

—Ethan. —susurra. Pasa unos segundos y frunce el ceño con una sonrisa. —Otra vez tú. Tenía el presentimiento que me encontrarías.

—Yo siempre voy a encontrarte. —uno nuestras manos con cuidado. —¿Cómo te sientes?

—Mareada. —cierra los ojos un momento para respirar hondo. Oír su voz es como un bálsamo para mi alma. Después de que se desmayó creí que no la volvería a escuchar.

—¿Qué pasó? ¿Cómo llegué aquí? — su voz hace que vuelva a verla. Se apoya en sus codos para levantarse. Coloco una mano en su espalda y la ayudo a reposar su espalda en la cabecera de cama.

Ha llegado el momento.

—Mia, hay algo de lo que debemos hablar.

PREGUNTAS

¿Qué planes tendrá Ashton ahora para vengarse?

¿Qué tipo de "precauciones" habrá tomado con Mia?

¿Por qué envío a Dean a Columbia?

¿Echaron de menos ver a Anna expresarse como ella es? 

¿Qué opinan de cómo piensa Hillary?

Cabe decir que ambas quieren los mejor para Mia solo que no piensan igual. 

¿Cómo creen que reaccionará Mia cuando Ethan le cuente la verdad?

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