N U E V E
Sus labios se movían al unísono, saboreandose con devoción. Por parte de Jimin lo estaba disfrutando más que nunca, las fuertes manos de Yoongi lo atraían hacia su cuerpo mientras degustaba sus labios.
A Jimin le pareció hermosa la forma en la que Yoongi tomaba el control del beso, le gustaba sentirse contenido y deseado.
Pensó en que esto le parecía demasiado hermoso, es decir, la forma en la que Yoongi lo estaba haciendo sentir, Jimin deseaba ser contenido.
Cuando tuvo a su novia él era el que tenía que abrazarla, protegerla y mimarla. Pero eso no era lo que él quería, él quería ser protegido, él necesitaba unos firmes brazos en los que pueda sentirse a salvo, se dió cuenta que en Yoongi estaba encontrando de a poco lo que realmente quería.
El pelinegro mordió levemente el labio inferior de Jimin y este unió sus labios otra vez pero fueron separados abruptamente cuando oyeron el estruendoso ruido de un trueno.
Jimin se tapó la boca con sorpresa teniendo aún la respiración agitada debido al fogoso beso que se acababa de dar con Yoongi.
Yoongi por su parte sonrió coqueto, quitó la mano de la boca del peligris y le dió un corto beso nuevamente a Jimin.
—¿Ya exploraste o quieres más? —Dijo Yoongi manteniendo la firmeza de sus brazos en la cintura de Jimin.
—Ya fué suficiente. —Dijo Jimin mirando los tentadores labios del pelinegro. —Pero no me molestaría besarte de vez en cuando.
—Acepto. —dijo Yoongi. —Cuando desees, aquí estoy para tí.
[...]
Ya dos días habían pasado desde que Yoongi y Jimin se habían besado, los próximos días actuaron con normalidad, dedicándose alguna mirada o besándose al menos una vez al día. Lo necesitaban ambos, de alguna forma, sus labios se aclamaban cuando estaban cerca.
—Encontré ésto hace unas horas, estaba debajo de mi cama. —Dijo Jimin tomando un papel que había sobre la mesa, entregándolo a Yoongi en sus manos. —¿Le encuentras algún sentido?
Yoongi tomó el papel y comenzó a leer lo que había allí.
«Gasolinera, 0 fuego, 0 cigarrillos, :::: muerte, 0 verdad, 0 secretos, deber, protegido, mordida, alma.
Muerte, muerte, muerte»
Yoongi soltó una risa seca, sabía que esto era obra de Taehyung y Hoseok, era una pista para que Jimin lo encontrara.
—No se que pueda llegar a significar. —Dijo Yoongi devolviéndole el papel al menor. —Tal vez sea un mensaje.
—¿Un mensaje del más allá? — Jimin rió.
—Tal vez la persona que te dejo esto aquí te está dando pistas... —Yoongi no dijo más, con eso ya hizo un click en la mente de Jimin, el peligris abrió sus ojos pensando en que tal vez esa persona lo estaba buscando a él.
—Este fue Hoseok. —Jimin tomó el papel en sus manos y buscó algunos papeles que estaban sobre su repisa, allí tenía la letra de Hoseok y era idéntica a la del papel que tenía en sus manos. Sonrió alegre tras darse cuenta de eso. —Hay un mensaje oculto aquí, quiere que lo encuentre.
—Busca dígitos que te ayuden. —Dijo Yoongi.
—Los números. —Jimin tomó un lápiz y detrás del papel comenzó a escribir los números que aparecían. —Hay cuatro ceros ahí Yoongi ¿Que significa?
—No lo sé. —Yoongi tomó el papel. —Fíjate que el único lugar que aparece es la gasolinera... Lo demás son palabras.
—Es un punto de encuentro. —A Jimin le brillaban los ojos. —Gasolinera, cuatro ceros... Fíjate que remarcó los dos puntos.
«00:00 gasolinera»
—Es a media noche, quiere que esté en la gasolinera. —Jimin había sentido un nudo en la garganta desde que terminó de descifrar el mensaje, aunque sabía que las demás palabras también deberían tener un significado, en especial la palabra "muerte" que se repetía mas de una vez, le daban escalofríos al pensar en esa palabra. Pero por el momento solo se limitó a ponerse un abrigo y esperar que el reloj dictaminara la medianoche, muy ansioso se encontraba el peligris por lo que Yoongi le preparo un café para que se tranquilizara un poco.
—¿Que harás si no hay nadie allí a medianoche? —Dijo Yoongi sentándose frente a él.
—Seguiré esperando pistas, debo encontrar a Hoseok. —Dijo el peligris para darle un sorbo a su café mientras movía sin cesar su pié. —Por más descabellado que parezca sé que mi mejor amigo está con vida.
—Tranquilo, no pensaré mal de tí, soy de esas personas que creen en absolutamente todo.
—¿Es en serio? —Dijo Jimin. —¿Incluso en dios o el diablo?
—Por supuesto que sí. —Dijo Yoongi. —No puedes creer en uno sin el otro, pero creer que existan no significa que siga a uno u otro... Soy una persona libre que no debe aferrarse a ninguna religión o figura de dios para poder subsistir.
—Crees en su existencia pero no eres devoto, me agrada tu pensamiento. —Dijo Jimin. —¿Qué hora es?
—Once y cuarenta. —Yoongi se colocó su abrigo. —¿Quieres que vayamos? Recuerda que tenemos casi quince minutos de viaje.
—Si, andando. —Jimin dejó su taza en la mesita de vidrio y se levantó de su asiento para luego salir con Yoongi de la casa, encontrándose con un frío viento chocar con sus mejillas, enfriandolas de repente. Subieron al auto lo más rápido que pudieron y Yoongi comenzó a conducir en dirección a la gasolinera, se había vuelto muy común para él andar por esas zonas. Llegaron a dicho lugar que se encontraba cerrado ya que no era día de trabajo, Jimin y Yoongi bajaron juntos del auto dos minutos antes de que sean las doce en punto de la noche y esperaron allí varios minutos.
Yoongi exactamente a medianoche sintió ya el aroma de Taehyung y Hoseok volverse más notorio en el lugar, estaban cerca pero todavía no querían hacerse ver.
—¿Viste algo? —Preguntó Jimin. A lo que Yoongi asintió.
—Jimin date la vuelta. —Dijo el pelinegro y Jimin hizo caso, se dió la vuelta y se sorprendió al ver a esa persona tan cerca de él.
—Buenas noches Park Jimin, es un gusto conocerte... —Dijo el hombre mirándolo con sus ojos intimidantes. —Soy Kim Seokjin y quería pedirte que me acompañes.
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