Sinopsis.
Han Jisung cumpliría su mayoría de edad pronto y él sabía lo que aquello conllevaba 一responsabilidad y más responsabilidad一, para algunas personas de su edad sólo sería ser libre, sin que nada los atara a algo. Sus amigos le decían que cuando tuvieran dieciocho años, sus padres ya no ejercerán poder sobre ellos y podrían hacer lo que les gustara sin que les reprendieran. En un contexto muy amplio, todo abarcaba a una... Liberdad absoluta hacia todo.
Sin embargo, él no podía darse ese lujo. No podía ser una persona libre y sin obligación, porque todo estaba más allá de sí mismo... No podía irse por la vida sin que nada le pesara y no tuviera ningún compromiso, porque ese no sería él.
¿Qué sí lo pensó mucho? Vaya que lo hizo, pero no le quedaba ninguna opción. Lo había planeado en su mente, una y mil veces, buscó cualquier estrategia a su alcance para no caer en aquello, pero nada era lo suficientemente bueno para que lograra dormir sin pesadillas y sin miedo a no pagar la deuda.
» Tomó la decisión que creyó correcta para él y su familia... O bueno, lo que quedaba de ella.
Porque su pequeña hermana, de tan sólo tres años, no tenía la culpa de los errores de sus padres. Se juró que por ella saldría adelante, no importaba cuánto le doliera su cuerpo en aquel trabajo, o cuántas noches él mismo llorara pidiendo un caballero que lo sacara de esa torre de sufrimiento en donde se encontraba encerrado, como en los cuentos de princesas que le leía a su pequeña hermana antes de dormirse, pero era consciente que eso no sucedía en la vida real... Porque en la vida, el amor y las cosas románticas del tú y yo por siempre no existían, y sí en algún remoto caso que aquello fuera así y hubieran personas que amaran con el corazón, sabía que ninguna sería destinada a él.
Estaba manchado, no le quedaba nada puro. ¿Qué idiota podría fijarse realmente en alguien como él?
一Nadie... 一esa era la respuesta.
Lo sabía, ¿Entonces porqué cuando estaba consciente de todo esto, se encontró con el mismo hombre? No una ni dos veces, sino tantas, de las que había perdido la memoria. Tan sólo a tomar un pequeño café, hablándole de su vida perfecta y sin sufrimiento que tenía, con esa sonrisa tan irreal llena de felicidad que le salía a su lado.
» Pero el destino siempre nos pone en nuestro lugar para que sepamos en qué parte nos encontramos y a dónde pertenecemos, es por eso mismo que verlo ahí con aquella mirada, como la de todos le daban, le dio un revuelto a su estómago y en él mismo. Entonces se dio cuenta de todo.
一Igual a los demás... 一susurró para sí mismo.
Nada cambiaba, era humano después de todo. ¿Qué podía esperar? ¿Rosas, citas románticas, frases cursis diciéndole cuánto le gustaba? No, señores, sólo... Sexo caliente y duro, era lo único que podía ofrecer y claro, faltaba agregar la cereza en el pastel; ningún sentimiento más allá de la lujuria le era permitido, porque al fin y al cabo, él sólo era un prostituto y el otro un cliente más.
ㅤㅤㅤㅤㅤ
Lee Know 一apodo de sus amigos hacia él一, hijo de un gran empresario, heredará todo lo que su padre tenía. Lo cual en pocas y muy complejas palabras, sería casi medio negocio de todo Seúl.
Sin embargo, él no era feliz con eso. Él no lo ansiaba, no era su sueño en la vida, quizás por eso y sólo por eso comenzó a acercarse a aquel ángel, que frente a sus ojos era perfecto. Porque después de todo, ese ser sólo le trajo alegría a su triste vida, aquél que le encantó desde el primer día que lo conoció. El contrario tenía una vida perfecta, sí bien no tenía a sus padres como el otro, le había comentado que tenía a su hermana pequeña, a la cual adoraba y cuidaba con el poco sueldo que ganaba haciendo trabajos de aquí y allá. Así que pensó que nunca iba a ser capaz de sonreír como su ángel. Tal como lo nombró cada vez que se le venía a la mente.
Decepción no era la palabra exacta para describir lo que sus ojos vieron, porque eso sería mentir. Para ser sincero, lo único que su cabeza podía maquinar era cuán jodidamente apetecible se veía su mejor amigo. No le importó el hecho de que estuviera con aquella ropa, lo que le cabreó fue que alguien más, que no era él, lo estuviera viendo con el mismo deseo.
Pero eso no era correcto, su mejor amigo era sólo eso, un gran y querido amigo. Lo que su mente debía maquinar era: ¿Qué razón lo había llevado a hacer lo que sus ojos ahora observaban? Porque a leguas se notaba que su amigo no era feliz haciendo ese show, se dio cuenta que hacer eso no le gustaba en absoluto. Su sonrisa era de lo más fingida y no le llegaban a los ojos, como tantas ocasiones pasaba cuando estaban juntos, no... Esas sonrisas eran más falsas de lo que pensó.
Pero entonces era así, porque sus ojos se pasearon por todo su cuerpo, cual lobo pensando en qué forma cazar a su presa.
一Esto no está bien... 一se decía, pero no había nada que hacer al respecto. Sus ojos parecían haber adquirido vida propia y su mente sólo le hacía reproducir imágenes que, muy a su pesar, le gustaría practicar con aquel ángel. Como una vez lo llamó.
«Estoy perdido.» Fue su primer pensamiento sensato que cursó su mente al ver cómo se iba desprendiendo de esas prendas, con esos movimientos sensuales que comenzaron a ocasionar una gran molestia en sus pantalones.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro