¿Quién diría que con sólo un segundo una sonrisa puede dejar de ser real?

¿Quién diría que a veces, hace tanto daño sonreir?

¿Quién pensaría que de vez en cuando estoy triste y sigo sonriendo?

A veces te dedico una sonrisa y ni cuenta te has dado, pero eso me llena de paz la conciencia, porque sonriendote hace sentirme bien y luego "Hey, no todo ha terminado", luego me haces pensar que no todo es tan malo.

Puede que de vez en cuando no te caiga bien. Pero dedicarte un sonrisa me llena de alegría.

No tengo ni perro ni gato como para dar amor o caricias, pero y eso ¿Qué importa cuando puedo dedicar una sonrisa?

A veces sonreir duele. A veces duele más en el alma que en el rostro.
Pero si muero, espero morir sonriendote.

A veces contar historias divertidas no me complacen, pero espero que sonrías un día junto a mi, al menos con una historia que finge ser alegre.

Algun día sonreir frente a todos dejará de doler. Por fin estaré feliz en una vida alegre y llena de paz. Y sabré que dediarte sonrisas en silencio, no fue en vano.