Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Preparación


Superman...

El hombre más fuerte del universo, nadie ha podido descubrir su identidad: ¿Quien es ese hombre invencible? ¿Tendrá alguna debilidad? Pues si, si la tiene.... es la kriptonita :v

Pero hay otra cosa, una persona, que al igual que la kriptonita lo debilita hasta al hablar, esa persona que lo vuelve loco, que si fuera por el dejaría todo para salvarlo..... esa única persona que tiene su kriptonita (literalmente) y hace que todo su cuerpo deje de funcionar, su amante y compañero de trabajo heroico, es nada más ni nada menos que...

Bruce Wayne...

_____________

—Bruce~— decía un distraído periodista jugando con una cajita roja con sus manos.

—¡¡CLARK!!— una mujer gritó su nombre al ver que no le estaba prestando atención.

—¿Eh? — se sorprendió y guardó inmediatamente la caja.

—¿Me estás escuchando?— preguntó fastidiada.

—¿Que?

—Agh... cómo sea, te estaba diciendo que voy a irme de vacaciones unos días.

—Que bueno — le dijo sin interés.

—¿No tienes nada que decirme?

—Que te vaya bien.

—Como quieras, cuídate.... te quiero.

—Si, cuídate.

La mujer se fue fastidiada al no lograr su cometido, mientras tanto Clark se encontraba feliz, emocionado, nervioso, triste, mareado, desesperado, deprimido y exaltado. Todas esas y muchas más emociones sentía nuestro súper hombre a tan solo pensar lo que iba a hacer esta noche.

Ya han pasado 4 años desde que empezó a salir con BruceWayne/Batman, algo de lo que se sentía orgulloso. A pesar de tener una relación formal, nadie lo sabia y aunque lo supieran, Clark sabia perfectamente que las propuestas de matrimonio y las invitaciones a salir no iban a parar de ser enviadas a uno de los galanes más codiciados del país, algo que le molestaba bastante.

Volvió a sacar la cajita roja de uno de sus bolsillos y la abrió mostrando un hermoso anillo de compromiso que era completamente de oro, adornado por un diamante en el centro, que le había costado casi 6 meses de su salario pero valía la pena. Mientras veía aquella hermosa joya no se dio cuenta que estaba empezando a agitar su pierna derecha contra el suelo con mucho fuerza, causando un temblor asustando a todos los presentes.

-¡Salgan, es un temblor!— después de esta advertencia todos empezaron a salir apresurados del edificio, excepto por un hombre que seguía en su puesto mirando fijamente una pequeña cajita roja.

Llegó la hora de salida, Clark se metió a un baño público, asegurándose que no habían cámaras o personas, y salió de este ya vestido de azul y rojo. Volaba por los cielos que eran adornados de anaranjado y un toque de fucsia, arreglándose el cabello y colocándose una colonia que traía consigo especialmente para esta ocasión. Ya iba a medio camino cuando se detuvo y regreso rápidamente a Metrópolis, este acto se repitió unas 5 veces, alarmando a las personas y haciéndose dudas...

"¿Por qué Superman regresa?"

"¿Hay alguna emergencia?"

"Ya es la quinta vez qué pasa por los cielos... ¿que será?"

Esas preguntas, entre otras, podía escuchar el hombre volador entre los murmullos de la gente, no le importó en lo más mínimo, decidido volvió a dirigirse a la ciudad del murciélago. Pero al estar en las afueras de Metrópolis optó por sentarse en la cima de un edificio mirando hacía donde tenía planeado ir.

Ahí quedó sentado, consumido por sus pensamientos, sin darse cuenta que ya estaba amaneciendo. Deprimido, se levantó maldiciendo mentalmente el porqué no había ido a hacer la preposición, a esta hora estaría celebrando su compromiso con su amado gruñón.

—Que mal....— se lamentó, alzó vuelo y volvió a su departamento para echarse a dormir, ya que por suerte era sábado.








Gótica

Un multimillonario se encontraba en el despacho de su lujosa mansión, preguntándose porque no lo fue a ver su amante cómo le era costumbre. Le parecía muy raro, pero no le tomó mucha importancia ya que pensaba que le había surgido algo, y nadie se muere por una noche ¿no?

Así paso una semana entera sin rastros del alienígena, comenzando a alarmar a Bruce. Él siempre miraba la televisión, no lo hacía antes, y podía ver que Superman estaba salvando el día como siempre, eso lo tranquilizó, por lo menos sabía que no estaba herido o muerto. Pero si no había pasado nada malo con el, ¿por qué no lo visitaba o llamaba? Solo podía llegar a una conclusión.

—¿Ya no le intereso?...— se preguntaba a si mismo con desilusión —No... soy Bruce Wayne..... ¿y que más da?

Después de tanto meditar cayó dormido. A pesar de siempre ser tan frío y distante con todos y a veces con el mismo Clark, lo ama, lo ama tanto, que podría decirse que lo considera familia. Y dolía bastante esta distancia que había entre ellos; porque a pesar de lo cruel que podía ser antes los sentimientos de otras persona, él es humano, tiene sentimientos aunque sea difícil de creer.

Lejos de ahí, en otra ciudad, hogar de un afamado superhéroe, en un pequeño departamento se encontraba un hombre en su cama acostado boca arriba admirando el techo de color gris de su habitación.

—¡Hoy debo hacerlo!— dijo en voz alta decidido, salto de la cama, tomó una larga ducha, se vistió con su súper traje, se peinó y se bañó de colonia. Tomó el ramo de rosas que había comprado horas antes y la cajita asegurándose que ahí estaba el anillo de compromiso. Ya teniendo listo todo, saco todas sus dudas de su cabeza y alzo vuelo hacia la ciudad de la oscuridad dispuesto a pedirle matrimonio a su protector.

Tenía que llegar lo más pronto posible, ya que el sabía la hora la cual Bruce se vestía para ir a patrullar, y quería sorprenderlo en la mansión sin el traje de murciélago puesto. Llegó como un rayo a la ciudad y siguió hasta llegar a la mansión Wayne, respiro hondo y tocó levemente la puerta siendo abierta minutos después por Alfred.

—Amo Kent, tiempo sin verlo por aquí— dijo sorprendido de ver al superhéroe llegar sin aviso.

—Lo siento.. jeje — se rió nervioso, rascándose la nuca —¿Bruce ya se ha ido?

—Ni se ha alistado, señor — respondió un poco divertido —¿Y ese ramo?

—Es una sorpresa.

Alfred sonrío a esa respuesta y se hizo a un lado dando a entender a Clark que era bienvenido.

—Está en su despacho— dicho esto se fue dejando solo al invitado.

—Esta bien, gracias, Alfred— después de agradecerle al mayordomo se fue volando al despacho de su novio. Ya estando en la puerta de este los nervios volvieron, respiro profundo y tomó en ramo con la cajita con más fuerza, sin destrozarlos obviamente. Tocó levemente la puerta y espero unos segundos hasta escuchar.

—Pase— la voz de su amado del otro lado de la puerta indicándole que era libre de cruzarla.

Lentamente tomó la perrilla y abrió la puerta cuidadosamente, entró en silencio, escondió la cajita y el ramo de rosas lo puso detrás de su espalda. Bruce estaba con unos papeles, aún sin levantar la vista y por eso no se dio cuenta de quien era la persona que había entrado a saludarlo.

—Hola, Bruce.

Al escuchar esa voz, Bruce, dirigió rápidamente su vista al frente, encontrándose con la persona que había esperado por una semana entera.

—Clark...








Continuará...

//////////////////////////////////////////

Amo el Superbat, lo adoro, por eso quise hacer este fic.

Espero que le haya gustado y con esta ya me voy..

Voten y si quieren comenten, pls.





Bye~

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro