De vuelta al trabajo
Al terminar su luna de miel regresaron a casa, con muchas más maletas extras. Compraron recuerdos del último país que visitaron e iban más relajados pensando que las cosas respecto a su boda se habían calmado al pasar de los días.... jamás estuvieron más equivocados.
Al hacerse notar la ausencia del millonario la prensa volvió a hablar, más de lo que ya hacían y al ser vistos en el aeropuerto juntos daba mucho que pensar, y no estaban en un error. Pero eso no importa aquí, ahora el mayor problema es... el trabajo de Clark.
Él, al estar casado con un multimillonario, no tendría la necesidad de tener trabajo, pero quería seguir con su trabajo, a pesar de que Bruce no estaba de acuerdo, aún así quería hacer lo que más le apasionaba, el periodismo.
—No hay necesidad de que trabajes más, Clark— dijo Bruce enojado.
—Pero eso es lo que quiero hacer, cariño. Quiero seguir trabajando.
—¿Y cómo explicarás que trabajas en Metrópolis y tu esposo vive en Gótica?
—Amm... no- — antes de que pudiera hablar Alfred interrumpió la discusión.
—Podría decir que usted y él se mudarán un tiempo a Metrópolis y es por eso que él seguirá trabajando en Daily Planet— siempre Alfred con sus rápidas soluciones.
—Muchas gracias, Alfred— respondió sarcásticamente Bruce con brazos cruzados.
—¡¿Entonces en un si?!— preguntó emocionado.
—Pues no hay de otra.
—¡SII!— levito alegremente.
Bruce suspiro pesadamente —<<Cualquier cosa por verlo feliz>>— pensó al verlo tan contento.
No es que a Bruce le molestara que su esposo trabajara o donde, si no era con quien. Al parecer Clark es muy despistado y no se da cuenta de la insinuaciones que muchas personas le hacen. Una de ellas es Louis, no es que sea mala persona, al contrario, pero para Bruce era un gran rival, aunque él ya había ganado el corazón del súper hombre, aún la ve como una.
—Hoy es sábado, entonces el Lunes regreso.
—Avisaré a su jefe, amo Clark— dijo educadamente al salir de la sala.
—¡No me digas así!— lo siguió Clark reclamando como era nombrado por el mayordomo.
Bruce dio un largo suspiro y rio levemente, se sentó de nuevo en su sillón y se dispuso a leer su periódico.
—Al parecer siguen hablando de nosotros— dijo dando un trago a su café mientras leía los titulares.
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/Lunes/
Clark se encontraba muy nervioso, pues ese día volvería al trabajo después de una larga pero hermosa luna de miel con su esposo, no se arrepentía pero eso no le quitaba el nerviosismo. Sabía que sus compañeros de trabajo estarían hablando de él a sus espaldas, pero lo soportaría, el había luchado y ganado ese empleo y no perdería.
Al entrar al edificio las recepcionistas lo siguieron con la mirada desde que entró por la puerta, murmurando cosas y obviamente Clark escuchaba a la perfección.
—¿Es él?— preguntó una de las mujeres a su compañera.
—Si, el Es Clark Kent, es el esposo de Bruce Wayne— respondió su compañera.
—Wow, que valor de venir a un trabajo como este teniendo a un marido multimillonario— dijo otra de ellas.
—Seguro que solo ha venido a alardear— dijo otra de mala gana.
Clark, un poco fastidiado, las ignoro por completo y siguió su camino hasta el ascensor. Para su suerte nadie había entrado con el, se encontraba totalmente solo, dándole el tiempo para meditar y prepararse mentalmente para
Cualquier cosa que pudiese pasar cuando las puertas se abrieran.
"Tin"
Escuchó el típico sonido que avisaba que había llegado a su piso, suspiro levemente y salió sin pensarlo demasiado, ya que si lo hacía probablemente se quedaría en el ascensor.
Tan solo entro a la sala junto a las demás oficinas, las miradas fueron directamente hacia él. Fue como si el mundo se detuviera por un segundo, como si todos se hubieran puesto de acuerdo cuando parar sus obligaciones para verlo a él. Trago saliva y siguió caminando, iba con la mirada abajo, subiendo la vista algunas veces.
—<<¿Que tanto me miran?>>— se preguntó mentalmente el reportero, mientras llegaba a su escritorio. Se sentó en su silla y aun sentía todas las miradas sobre él, pero nadie le dirigía la palabra. Suspiro levemente y se acomodó mejor en su silla para empezar su trabajo.
Bien podía escuchar los murmullos por parte de sus compañeros, algunas cosas buenas de él y otras no tanto, pues lo que más escuchaba a sus espaldas era que era un aprovechado,
que solo había venido a alardear de su nueva vida como multimillonario.
Sin mencionar los comentarios homofobicos; "Es un marica", "Tuvo suerte de encontrar a un novio con plata", "Que desperdicio", "Yo digo que vendió su cuerpo a Wayne", "Ahora los malditos gays se creen la gran cosa", "Que enfermo", "Van a ir al infierno esos anormales". Esos entre otros comentarios más que lo único que hacían era prenderlo de furia.
Estaba a punto de levantarse e ir a gritarles algunas verdades a esas personas ignorantes, cuando un fuerte llamado evitó un conflicto en la oficina.
—¡¡KENT!!— llamó fuertemente al periodista llamando la atención de todos —¡Ven a mi oficina! ¡YA!— ante esta orden, Clark, sin más remedio se levanto de su puesto y con la mirada de todos encima, camino directo al infierno que provocaba su jefe.
—¿Señor?— preguntó al entrar a la oficina —¿Me llamaba?
—¡Clark Kent!— llamó fuertemente —¡¿Como no dijiste que te ibas a casar con Bruce Wayne?!— preguntó subiendo de tono —¡Y de paso desapareces como tres semanas!— agrego golpeando la mano en su escritorio.
—L-Lo siento señor, pero fui de luna de miel— confesó un poco nervioso.
—¿Luna de miel?— preguntó bajando de tono —¿Donde fueron?— volvió a preguntar curioso.
—A-Ah pues, fuimos a Honduras y Francia— mencionó —Y pasamos por Bélgica.
Perry suspiro y acaricio su cabello con su mano hacia atrás, restregó sus ojos con ambas manos y después las bajo hacia su boca, apretándola levemente —No lo puedo creer...
—¿Que pasa, señor?— preguntó con nervios a que lo despidieran.
—Uno de mis empleados es esposo de una de las personas más poderosas del país— murmuró a si mismo.
—¿No me despedirá?
—¿Despedirte? ¡HA!— rio sarcásticamente —Además que eres uno de los mejores reporteros de la compañía, eres el esposo de Bruce Wayne, ¡Ni loco te despido!— dijo subiendo de animo —Solo falta que seas Superman— dijo divertido, tensando al hombre frente a él.
—¿P-Puedo irme ya?— preguntó ansioso.
—Y...¿Tu esposo vendrá a visitarte alguna vez al trabajo o que?— pegunto White.
—No lo sé, señor.
—Bueno, puedes irte— acepto haciendo un ademán y antes que saliera su empleado,
lo detuvo —Mis respetos al señor Wayne.
Al salir de la oficina había un gran grupo de personas cerca de la puerta, como si quisieran escuchar de lo que estaban hablando. No se movieron, solo quedaron quietos, como si estuviesen esperando algo.
—¿Que...?— antes de que el alienígena pudiera preguntar algo fue interrumpido.
—¡No puedo creer que te casaras con un multimillonario, Clark!— dijo una voz femenina entre la multitud.
—¡¿Como lo hiciste?!— preguntó un hombre con ojos brillantes de emoción.
—¡Ahora eres un Wayne!— dijo emocionado otro de ellos —No puedo creer que sea amigo de un multimillonario— dijo alegremente.
Pues como ya había dicho, no todos en Daily Planet pensaban mal del súper hombre, en cambio, estaban emocionados de tenerlo como compañero de trabajo.
—¡Y muchas felicidades, Clark!— felicitó otro —Ahora tú invitaras los tragos— dijo divertido, haciendo reír a los demás cerca.
El día siguió normal, siempre escuchaba cosas de él a sus espaldas pero ya se estaba acostumbrando, no sabía si eso era bueno o malo. Pero había otro problema, Louis.
Al recordarla, Clark paro en seco. Conocía a la mujer y sabía que lo que le esperaba no iba a ser nada bonito, para nada.
—¡Clark Kent!— un grito agudo a lo lejos lo hizo bajar un poco de su asiento —¡¿Como pudiste?!
—Lo siento Louis, pero...
—¡Pero nada!— lo interrumpió —Me hubieras dicho que te casabas o que al menos tenías pareja— regaño con brazos cruzados. Pues ella mantenía una pequeña esperanza que algún día poder estar con el contrario, pero todas sus ilusiones se fueron volando ante la notica —¡Te estuve llamando todo este tiempo! ¡¿Donde estabas?!
Clark dudo un poco en contestar la pregunta, pero que mas daba. ¿Por qué no presumir un poco?
—Estaba de luna de miel— respondió seguro. Esta respuesta captó la atención de todos los curioso que estaban escuchando la mini pelea.
—¿En serio?— preguntó la mujer.
—Apuesto que fueron a un lugar exótico— otra vez los murmullos. A veces odiaba tener el súper oído, pues ya se estaba molestando otra vez.
—Disculpa, Clark— una voz detrás de ellos interrumpió.
—Henry— lo llamó alegre —¿Que pasa?
—El jefe dice que te puedes ir antes.
—¿Que?— preguntó la mujer atónita.
—¿Que?— preguntó a la vez el súper hombre.
"¿Que?"— preguntaron los demás al mismo tiempo. Puesto a que Perry era muy exigente, no era nada común que diera permiso a retirarse antes de la hora correspondiente.
Clark no lo podía creer, aunque sólo había una persona que era capaz de hacer que él se fuera temprano del trabajo; Bruce.
Tomó sus cosas y se retiró de su lugar de trabajo hacia su viejo apartamento. Iría a dejar sus cosas y luego se iría volando hacia Gótica junto a su esposo.
Al llegar a su edificio subió hasta su hogar. Al abrir la puerta hermosa sorpresa la que se llevó. Bruce lo esperaba con una sonrisa seductora, recibiéndolo con un abrazo y un fugaz beso en los labios.
—Bienvenido, cariño— dijo acariciando el pecho de su marido.
—¡Bruce!— lo abrazo alegremente —¡Que sorpresa! No te esperaba aquí.
—Lo sé— dijo correspondiendo el abrazo —Hace tiempo no venía aquí. ¿Como te fue en el trabajo?
—Pues bien— asintió levemente —Muchos me felicitaron, pero a otros no les agradó mucho la idea de tener a un compañero que es esposo de otro hombre. <<Por no decir homosexual>>— pensó al final.
—Es por eso que no quería que trabajaras más— alzo la vista seriamente —Siempre habrá gente así, envidiosas.
—Pero no es nada que no pueda soportar— sonrió —Si tú estás a mi lado, puedo con cualquier cosa— confesó besándolo en la frente.
—Pues lo mismo es para mi, Kal.
—Aunque es un milagro que Perry me dejara ir temprano hoy— volvió a hablar el kriptoniano, siendo un poco obvio —¿No crees?
—Si... sobre eso, yo le ordene que te dejara ir temprano hoy— confesó sin más.
—¿Y eso?
—Pues hoy seria un día muy duro para ti y no quería que sufrieras tanto hoy, puesto a que tienes mucho tiempo para eso, no hay que sobrecargarte en un solo día.
—Eso me dio escalofríos.
—Además...— agregó sacando poco a poco la corbata de su esposo —Ahora tienes el día libre...— dijo mordiéndose el labio inferior —Hace tiempo no venía a este lugar, y enserio quiero hacerlo aquí... como antes.
No esperaron más para comerse a besos, listos para hacer el amor todo lo que quedaba del día. Hoy fue un día muy duro para Clark, y no quería que su pareja se enterara de ello ya que él sería capaz de intervenir en su trabajo a como de lugar.
Los días siguieron pasando, Clark seguía siendo el centro de atención en su trabajo. Sabía que su vida había cambiado radicalmente, pero no le importaba, con tal de estar con su querido murciélago, nada más importaba.
Continuará...
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Hello~
Cómo que ya va siendo hora que la familia se vaya haciendo más grande. Ya saben a lo que me refiero 😏
¿Les gusto? Espero que si, voten y cometen pls.
Sigan leyendo y apoyándome, thanks.
Bless a todos...
Bye~
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