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Extra 1.

· • —– ٠ Perdon, permiso ٠ —– • ·

—¡Oh dios que tortura! —dramatizó Jeon Jungkook empujando el carrito de compras por el pasillo de los jabones para ropa—. Jimin amor, tenemos personal que hace este tipo de compras ¿qué hacemos aquí? Es fin de semana, no tenemos trabajo y Diana se fue con sus tíos.

—Son cosas que hace la gente normal, cariño —Jimin tomo un suavizante, quito la tapa y lo olió—. Mmmh, además no hay como escoger las cosas a tu gusto, tomare este la ropa olerá rico. —colocó el suavizante en el carrito donde ya había más cosas.

—Pero, los sirvientes se encargan de eso, ellos saben de este tipo de cosas ¿sabes? Vámonos a casa, estoy cansando...

—No lo creo, seguramente cuando lleguemos a casa querrás devorarme como a un dulce —entorno la mirada mirando a su esposo, luego siguieron caminando.

—¿Y eso está mal? Todo el tiempo trabajamos o estamos con Diana, necesito un tiempo a solas con mi esposo —Jungkook se detuvo, soltó el carrito y tomó entre sus brazos a su cónyuge—. ¿No me deseas, amor?.

El rubio sonrió y acarició la mejilla de su hombre.

—¿Como no voy a desearte?, pero creo que a mi querido esposo se le ha olvidado todas las veces que me ha interceptado en el cuarto de impresión y debido a eso mi pecho se imprimió siento cincuenta veces —recriminó Jimin y se separó del pelinegro.

—Y yo tengo esas siento cincuenta copias —rio, volvió a tomar el carrito y continuaron con su recorrido tomando las cosas necesarias para la despensa—. ¿Ya terminamos?.

—Solo tengo que pasar a un pasillo más y ya, este último es algo que tu hija quiere Jungkook ¿podrías esperar un poco más? —espeto.

—Aghh mis pies, duelen mucho —volvió a dramatizar Jeon casi arrastrándose—. Jimin me duelen de verdad.

—¡Por buda Jeon Jungkook! —lo miró molesto—. Ve a la caja, anda, yo te alcanzo.

—Genial —Jungkook salió trotando con alegría hacia la caja.

Jimin continuó hasta llegar al pasillo de los dulces, buscó entre ellos los chocolates preferidos de su hija, tomó dos cajas de estos y los llevó con él dirigiéndose a la caja, pero en el camino allí se topo con el que había sido hace algunos años atrás su amigo junto al chico con el que tuvo su primer amor.

Hoseok y Yoongi lo miraron un poco sorprendidos, Jimin se detuvo helado.

—Jimin, que bonita coincidencia, hola soy Hoseok tanto tiempo —hablo el chico de ahora cabellos castaños.

Yoongi seguía con el mismo color negro en su cabello.

—Hola, Hoseok —replicó Jimin un tanto nervioso—. Si, ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que nos vimos.

«Aquella vez que te encontré con mi ex, y con el mismo chico que te encuentro ahora» pensó.

—¿Como has estado?, no supe nada más de ti después de... lo que sucedió —menciono rascando su nuca incomodo.

—Yo he estado bien, gracias. —sonrió de forma forzada.

—Y... ¿si te casaste con...?

—¿Jungkook? —terminó la pregunta—. Si, ahora es mi esposo, llevamos tres años juntos y él ahora me está esperando así que...

Jimin se sentía muy incómodo así que intento irse pero Hoseok lo detuvo enseguida.

—Jimin ¿aún nos guardas rencor? —preguntó—. Nunca hicimos nada malo, no es nuestra culpa que...

—Eras mi mejor amigo, tal vez esté no es el lugar correcto para hablar pero... me traicionaron ambos —los miro—. No te recriminó el amor, sino el verme visto sufrir por él y aún así, mientras yo lloraba día y noche tú y él tenían algo a mis espaldas, decírmelo no te costaba nada.

—Cometimos ese error, de eso estamos consientes y lamento no habértelo dicho antes, era muy difícil en ese momento —lo miro a los ojos con toda la sinceridad en sus pupilas.

—Ustedes follaban en mi propia casa Hoseok, recordarlo aun me da asco.

—Jimin lo siento, todos tenemos permitido cometer errores, así que de verdad ambos lo sentimos —hablo finalmente Yoongi—. También lamentó haberte hecho sufrir en el pasado, pero no éramos él uno para el otro, encontraste a quien si era tu otra mitad y me alegro por ello.

—No se que decir —desvío la mirada el rubio.

—Si no quieres no nos aceptes como tus amigos, pero con tu perdón basta, todo este tiempo ambos nos hemos sentido culpables ¿crees poder perdonarnos?.

Jimin lo pensó por algunos segundos, relamió sus labios y contesto.

—Los perdonó, ojalá sean muy felices juntos y que todo esto haya valido la pena —le sonrió de forma cálida—. Nos vemos, mi esposo me espera.

—¿Por qué tantos dulces? Tendrán un coma diabético —bromeó Hoseok.

—No son para nosotros, son para... mi hija, le gustan mucho estos chocolates —dijo lo que sorprendió a los otros dos.

—Jimin ¿tienes una hija?.

—Así es.

—Vaya, que rápido pasa el tiempo sin duda, felicidades seguramente es hermosa e inteligente como su padre —Yoongi sonrió al igual que Hoseok—. Espero seas muy feliz Jimin, adiós.

—Igualmente, adiós.

Se despidieron y después ambos se fueron por su propio camino, Jimin aún analizaba lo que acababa de suceder, finalmente ellos terminaron juntos y se veían felices, pero los perdono y espera que sean tan felices como él con Jungkook.

—Tardaste, tuve que hacerme a un lado amor —dijo Jungkook.

Jimin le dio un beso en la mejilla.

—Ya estoy aquí, paguemos y vayamos a casa ¿si?.

—Claro, tú decides con que tarjeta pago —bromeó Jeon sacando su cartera, Jimin rio y le golpeó juguetonamente el brazo.

—Ya anda solo paga.

Jungkook conducía mientras Jimin iba de copiloto, lo sintió un poco pensativo él no despegaba la mirada de su ventana esto le pareció raro, ya que siempre tenían una conversación de lo que fuera.

—¿Todo bien, lindo? —le pregunto sacándolo de sus pensamientos, haciendo que rápido lo mirara.

—Sucede que me encontré con Hoseok y Yoongi —le dijo.

—¿Ellos no son tú mejor amigo y tú ex? —preguntó concentrándose en el camino.

—Si son ellos, no creí que lo recordaras. En fin, terminaron juntos y hablaron conmigo, querían mi perdón por lo que había sucedido.

—¿Es así? ¿Y tú que dijiste?.

Jimin soltó un suspiro.

—Los perdone, me dijeron que vivían atormentados así que lo hice, les deseé lo mejor al igual que ellos a mi —sonrió.

—Bien hecho, mi chico tan bondadoso y tan bello como siempre —Jungkook mantuvo su mano llena de tatuajes en el volante y la otra la coloco sobre el muslo de su esposo.

—Gracias, cielo —sonrió.

Pasaron apenas unos cuantos segundos para que Jungkook empezara a subir lentamente su mano por el muslo de Jimin hacia su entrepierna, enseguida este colocó su mano arriba de la del pelinegro deteniéndolo.

—¿Qué haces? —volteo a verlo, Jeon tenía una sonrisa pícara dibujada en su rostro.

—Estoy tan ansioso cariño, te necesito demasiado. —le apretó el muslo levemente mientras mordía su labio inferior—. ¿Acaso tú no quieres?.

—Espera hasta que lleguemos a casa, por supuesto que también te necesito ¿acaso piensas hacerlo aquí en el auto?.

—Sería una nueva experiencia, recuerda que el auto tiene luces led y los vidrios polarizados, además ya es de noche seguramente Diana ya está en casa, dime amor mío ¿lo hacemos?.

Jimin se mordió el labio inferior pensativo «¿será una buena idea? ¿Qué tal si alguien nos encuentra?... aunque, ¿por qué sigo sobrepensando todo?, es mi esposo lo deseo donde sea»

—A la mierda ¿por qué no? —rápidamente se desabrochó el cinturón de seguridad.

Y tan rápido como él, Jungkook se desvió de la ruta llegando a un lugar oscuro y solitario donde se aparcó y también desabrochó su cinturón, pero antes de que él pudiera acercarse a su esposo este jalo la palanca de su asiento haciéndolo hacia atrás dejándose espacio para colocarse sobre su regazo.

—Lo que sea que vayamos hacer hagámoslo, estoy muy excitado y tengo también miedo a la vez, así que follemos, ahora —jadeó desesperado mientras desabrochaba el cinturón de Jeon.

—Lo que tú pidas, amor.

Sin hacerse esperar más, Jungkook comenzó a desabrochar los pantalones de su cónyuge, mientras él mismo desabotonó su botón, bajo la cremallera hizo a un lado sus calzoncillos y tomó entre sus manos su palpitante erección, Jungkook soltó un pequeño gemido al sentir sus suaves y pequeñas manos en su larguidura.

—Espera, prendamos las luces —musitó el azabache—. ¡Auto! Enciende las luces, color rosa —le ordenó al mando en su mercedes, enseguida las luces led del auto se encendieron de color rosa iluminado aquel acto erotico—. ¿Te gusta?.

—Es sexy —murmuro Jimin y luego beso los labios de su hombre fogosamente mientras sentía como él mismo le bajaba el pantalón junto a sus calzoncillos.

Jungkook tocó y apretó las nalgas de Jimin a su gusto, mientras se devoraban los labios y la aura relente se hacía más caliente.

—Ha pasado un tiempo desde la ultima vez que lo hicimos, te aflojare primero ¿bien? —le dijo, para después llevar dos de sus dedos a su ansiosa entrada y meterlos con lentitud.

—¡Ah! —gimió el rubio—. Si, muévelos mmmh.

Y al tiempo que Jungkook movía dentro de él sus dedos, él se dispuso a subir y a bajar su mano de forma rápido satisfaciendo a su cónyuge como él lo hacía, ambos gimieron al unísono mirándose directamente a los ojos.

—Jimin haaa, se siente bien ingg, no pares —hundió sus dedos llegando un poco más al fondo sin tocar su punto dulce.

—¡Oh! Cariño, me gusta —el rubio lamió su mano y luego volvió a ponerla en el miembro de su hombre para continuar tocándolo—. Te quiero a ti, estoy listo para recibirte.

—¿Estas seguro? —preguntó con la voz agitada.

—Solo mete tu pene dentro de mi ¿quieres?, hazlo —beso de nuevo sus labios, tomó el inferior entre sus dientes y lo jalo—. Hazlo, hazme el amor.

—Tus deseos son órdenes mi bello esposo.

Jungkook tomó su miembro y lo alineó con la entrada de Jimin, lentamente se fue hundiendo hasta que todo estuvo dentro y ambos soltaron un gemido sonoro, sus calientes paredes se ajustaron a su polla a la perfección.

—Dijiste que estabas listo para mi, pero aunque te aflojara aún sigues muy apretado nene —le susurro profundamente para entonces darle una estocada.

Luego vino una segunda, tercera, cuarta hasta que los movimientos se hicieron rápidos y por sí solo Jimin comenzó a saltar y mecerse sobre el pene de su hombre a quien tenía gimiendo casi al mismo volumen que él lo hacía.

—¡Ahhh! ¡Ju-Jungkook! ¡Se siente bi-bien! ¿Te gusta? ¿Así? ¡Ah!.

—Jimin es demasiado, me fascina no pares, no pares ¡aghh! ¡Ohh! —lo tomó de la cintura e hizo que sus movimientos fueran más rápidos y profundos.

—¡Ah! ¡Mierda si!.

—¡Oh! ¡No te detengas!.

Por afuera, el auto parecía que estuviera sobre agua, ya que se balanceaba y agitaba al igual que un barco, los gemidos apenas y podías escucharse, los vidrios estaban templados por el calor que había dentro, a los alrededores estaba oscuro y solitario, no había nadie quien pudiera descubrir su acto lascivo.

[...]

—Señores Jeon, bienvenidos buenas noches —Hyun hizo una reverencia cuando abrió la puerta para sus jefes.

—Hyun, hola —saludo Jimin.

El hombre los miró, ellos estaban desalineados, parecía que había sudado, sus cabellos estaban desordenados, tenían los labios hinchados y no lo dijo, pero Jungkook traía la bragueta desabrochada.

—¡Mami! ¡Papi! —la pequeña Diana apareció corriendo hacia los brazos de su padre quien la levanto y le dio un beso.

—Hola mi cielo azul ¿como estuvo tu día con los tíos?.

—Muy bien, me llevaron al parque y comimos helado —dijo con una gran sonrisa—. Papi, hay un raro olor.

Ambos padres se miraron cómplices, de inmediato Jungkook bajo a la niña.

—Papi y Mami tomarán una ducha cariño, hoy jugamos un poco y sudamos —le dijo.

—Así es hija, te trajimos algunas cosas ¿por qué no vas a revisar todo lo que compramos?, Hyun que bajen las cosa de la cajuela del auto —ordeno Jimin.

—Y que mañana por la mañana laven el interior por favor —ordenó ahora Jungkook.

—Así será, señor Jeon —hizo una reverencia el hombre para luego tomar de la mano a la pequeña Diana y llevarla afuera—. Vamos linda saquemos las cosas.

—Estuvo cerca, la niña no puede enterarse de lo que sucedió en ese auto.

—Desde luego los sirvientes lo sabrán, por buda que vergüenza.

Ambos murmuraban mientras se dirigía a su habitación.

—Está bien tomemos la ducha y hagamos como si nada hubiera pasado.

—Pasó, y me gusto —río en voz baja.

Jungkook sonrió—. A mi también me gusto.

—Tienes la cremallera abajo.

—Mierda. —rápido se la subió. Ambos entraron entre risas a su habitación.

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